Disclaimer: Fairy Tail y sus personajes le pertenecen a Hiro Mashima. Y yo ni hombre soy ;-;

Extensión: 1211 sin contar nota de autor.

Nota: Les presento a mi primer historia n.n espero contar con su apoyo, la verdad es que lleva más de un año dando vueltas por mi cabeza hasta que me decidí a escribirla. ¡Y más aun a publicarla!

Aclaraciones: Este fic está ambientado después de que Makarov anunciara la disolución del gremio y es un WhatIf?. La categoría es romance pero pasarán unos cuantos capítulos hasta que haya indicio de alguna pareja. Las parejas ya están decididas y no pienso cambiar de opinión, desde ya aviso que están frente a un CrackPairing, si crees que no te va a gustar te invito a no insultar y retirarte ;)


Me encontraba sentada en medio de la cama, con las rodillas flexionadas y abrazándome. Mi cabeza estaba escondida por mi cuerpo para poder dejar las lágrimas fluir de manera libre. Sólo habían pasado tres días de la disolución del gremio por lo que no podía evitar llorar, mi tembloroso cuerpo me impedía levantarme a hacer algo bien, ya eran cerca de tres días en los que no podía llevarme algo a la boca sin vomitarlo por lo que hace dos que había desistido de comer. Sabía que esto me debilitaba todavía más pero no lograba sacar fuerzas. La culpa y el dolor consumían cada parte de mi cuerpo, dejándome con una desolación horrible.

Loki había querido salir pero forcé a cerrarse todos los portales, no tenía ganas de hablar con nadie.
Hace dos días se fue la gran mayoría de mis compañeros, entre ellos Erza, Gray y Levy.
Ayer se fueron los pocos que quedaban...

Me encontaba ya tan débil que tuve que hacer el esfuerzo de levantarme para ir a la cocina, no podía seguir así, tenía que salir adelante por mí. Pasé junto al baño agradeciendo que la puerta estuviera cerrada, no quería verme al espejo.

Me preparé un café con galletas de agua y miel, eran dos días enteros sin comer, no quería terminar peor de lo que ya estaba. Comí en silencio, intentando no pensar en nada más que en el relajante baño que tomaría.
Una vez terminado el café dejé las cosas en la cocina lavaría después y me fui directo al baño.

Mientras la bañera se llenaba le tiré todo tipo de sales de baño y espumas perfumadas. Una vez llena cerré el grifo y me despoje de la ropa sucia que llevaba.
Estuve allí, sentada mientras me limpiaba durante una hora. Al terminar me coloqué una toalla en el pelo y otra rodeando mi cuerpo. Me coloqué toda clase de cremas humectantes en el cuerpo y rostro.

Salí y me senté en la cama, pensando en qué ponerme. Opté por ropa interior color negra, un jean ajustado azul, una remera sin mangas con estampado militar, una chaqueta de jean también azul y unas botas negras hasta debajo de la rodilla. Sequé mi pelo y le hice una coleta alta, me miré en el espejo y sonreí así estoy mucho mejor.

Estaba tan concentrada en mis pensamientos que me sobresalté al escuchar la puerta. Me apuré a llegar y carraspeé para que mi voz no saliera ronca, tanto sin hablar me había afectado. Ya estando cerca de la puerta pregunté:

-¿Quién es?

-¿Lucy-san? Soy Wendy -por el tono que usaba se le notaba preocupada, era obvio que había llorado-, abra por favor.

No la hice esperar y abrí rápidamente la puerta, allí estaba ella: llevaba el pelo con sus dos coletas desordenadas y tenía los ojos rojos. En cuanto entró se abalanzó a mi en un abrazo, caímos al frío suelo de la madera y la sentí temblar mientras unos fuertes sollozos hacían acto de presencia. No pude hacer más que intensificar el abrazo y acariciarle el pelo mientras le susurraba palabras alentadoras al oído. Charle le acariciaba la espalda intentando no demostrar que se encontraba en el mismo estado, pero eso no estaba bien, así que la abrazé a ella también.

La disolución de Fairy Tail le había afectado a todos, sí, pero en estas dos fue peor. Ya era la segunda vez que perdían su gremio...

Con eso en mente me decidí, no permitiría que nadie más la hiciera sufrir de esta manera. Y para eso tenía que protegerla, por lo que le ofrecí:

-Wen... -ella movió un poco la cabeza en señal de que escuchaba- ¿Qué te parece si salimos adelante juntas?

Sus lágrimas se intensificaron al tiempo que movía su cabeza de arriba a abajo, en señal de aceptación.

A partir de hoy empezaríamos de cero, sin dar marcha atrás. Juntas, como una familia...

(...)

Después de haberlas calmado les ofrecí el baño para que se relajaran en lo que yo acomodaba la casa. Abrí todas las ventanas y cortinas para que entrara el aire, lave los platos y tiré la ropa que había llevado estos últimos dos días.
Me puse a pensar, dentro de tres días vence el pago del alquiler, pero no podíamos seguir aquí o jamás saldríamos adelante...
Busqué la cajita en la que tenía mis ahorros de emergencia y conté el dinero que tenía.

-500.000 jewels -murmuré. Eso nos alcanzaría para viajar y alquilar alguna habitación.

Guardé el dinero y empecé a guardar en cajas lo que dejaría en Magnolia, mientras que lo que me llevaría lo dejé en unas maletas que le daría a Virgo para que me las guardara en el Mundo Celestial durante el viaje.
Cuando terminé de hacer todo Wendy y Charle salieron del baño con una pequeña sonrisa y la ropa que siempre tenían en mi casa, Wen llevaba una camisa color verde pastel con flores bordadas, una pollera a cuadros color gris y blanca y unas sandalias a juego con la camisa, Charle llevana un vestido celeste de manga corta.

Las ví con ternura y, agarrando el cepillo dije:
-Ven aquí Wen, te peinaré.

-Lucy-san -susurró y la miré con una pequeña sonrisa para que continuara -, ¿Me podría hacer dos coletas bajas?

-Claro que sí Wen...

Ella se acercó con una sonrisa y le hice las dos coletas bajas que me pidió.
Les expliqué mi idea de irnos de Magnolia y aceptaron de inmediato, por lo tanto, llamé a Virgo.

-¿Castigo princesa? -aunque no lo dijera sabía que estaba preocupada.

-Claro que no Virgo, solo quería saber si podrías llevar mis cosas al Mundo Celestial hasta que encontremos un lugar donde quedarnos.

-Claro princesa -con una reverencia estaba por marcharse.

-Virgo... lamento todo esto -me pasé una mano por el pelo y continué -. Les prometo que todo estará bien ¿Si? Y ya podré darles una vida mejor.
Virgo me abrazó con fuerza, dejándome sorprendida y sin saber que decir.

-No se preocupe princesa, nosotros siempre estaremos con usted.

Se fué en un destello de luz, dejándome con un gracias en la boca y una sonrisa.

Hablé con la casera para informarle de mi marcha mientras Wendy y Charle esperaban abajo, me deseó suerte y me fui, intentando no mirar atrás.

En el camino a Fairy Hills para buscar las cosas de ellas conversamos de lo que podríamos hacer, a dónde iríamos. Nos decidimos por ir a Denish a buscar trabajo, y así juntar dinero para comprar la mansión Heartfilia, para encargarnos del negocio de mi familia. Claro que sin dejar de lado la magia, intentaríamos aprender más variedades de magia y, tal vez, unirnos algún día a un gremio.

En la habitación de las chicas hicimos lo mismo que en mi casa, dejamos en cajas lo que se quedaría en Magnolia y guardamos en bolsas lo que se llevarían. Llamé de nuevo a Virgo y tras darle las gracias nos encaminamos a la estación de tren.
Una vez comprados los boletos subimos al tren, y en lo que este avanzaba con un suave traqueteo Wendy y Charle se durmieron apoyadas en mi regazo, mientras tanto yo les acariciaba el cabello y, mirando por la ventana, dije:

-Hasta nunca Magnolia -para dormirme con una sonrisa.