Capítulo 1 : El precio de ser estudiante

Antes de leer:

Quiero aclarar que existe una diferencia entre deficiencia, discapacidad y minusvalía que no todos conocen… es normal, en si esta diferencia no es bien aplicada en los medios de comunicación, ni en las mismas campañas de integración social que se hacen a diario en Chile.

Deficiencia: Pérdida de sustancia o alteración de estructuras o funciones psicológicas, fisiológicas o anatómicas. Ej: Por un accidente se daña el nervio radial y no se puede extender la muñeca.

Discapacidad: Reducción resultante de una deficiencia parcial o total de la capacidad de desarrollar una actividad dentro de los límites considerados normales para el ser humano. Ej: Por el mismo accidente que daño el nervio radial, al no poder extender la muñeca, no puedo escribir en el computador. Cabe destacar que los niños pequeños son discapacitados al estar todo su entorno diseñado para adultos de cierta estatura, lo mismo que los ancianos y las embarazadas, que no pueden hacer ciertas fuerzas ni moverse a la misma velocidad que alguien más joven o con menos peso.

Minusvalía: Desventaja social de un individuo, que resulta de una deficiencia o una discapacidad y que limita o interfiere en sus roles. Ej: Por el mismo ejemplo anterior, al no poder escribir en el computador, no puede terminar una novela que necesita entregar en X fecha. En este caso su rol es trabajador como escritor… y no sólo un rol como trabajado, sino como padre, como madre, como proveedor de la casa o como estudiante, puede ser cualquiera de ellos.

Ahora si puedes leer


Estaban apareciendo profesores creativos, tal vez demasiado creativos para el gusto y la salud mental de los alumnos.

Y es que, la nueva profesora de Educación Física era todo un caso especial en la jungla de diversidad de profesores que conformaban el cuerpo educativo de Seishun Gakuen.

Muy joven, muy activa, siempre de un lado para otro organizando actividades recreativas, porque para ella, la educación física no era mantener el cuerpo de aquellos alumnos que no movían un dedo más que para hacer click con el Mouse, sino, una forma de desarrollar habilidades intelectuales y valores de sociedad.

Y fue así como en vez de realizar deportes, jugaban. De primer año a tercero, la botella envenenada, la pinta, las quemadas, las naciones, la gallina ciega, todo ese sin fin de juegos que en más de una ocasión, cada uno participó y rió con ellos; conformaban la clase de Educación Física.

La verdad, para muchos, incluyendo a Tezuka Kunimitsu, verse obligado a correr detrás de sus compañeros, tocándoles el hombro y diciendo Envenenado… no era su idea de "clase". Pero no iba hacer nada en contra de eso, de todas formas, era solo un alumno, y se divertía con esos juegos infantiles… secretamente, pero lo hacía.

La gota que rebalso el vaso fue la actividad de finalización del año escolar… y es aquí donde se centra nuestra historia de hoy.


Kikumaru y Fuji estaban muy callados mientras se cambiaban de ropa, se señalaban las cosas, movían los labios al hablar de forma muy exagerada, pero en si, no producían sonido alguno. Esto atrajo la atención de todos los presentes en el camarín, en especial de Inui, quien con su cuaderno y lápiz grafito N°2, disponía de estos datos nuevos para sus estadísticas.

"Interesante". Fue todo lo que pudo decir al ver a su kouhai y a Momoshiro, llegar al camarín con una panza claramente hecha con telas y pesas, dos pantalones sobre el de vestir y una parka. "¿Podrían aclararme un par de puntos?".

Kaidoh respondió con un hiseo casi derrotado, Momoshiro se dirigió a su sempai.

"Ah, Inui-sempai, es por la actividad de la profesora Kanda". Comenzó, antes de pausar y abanicarse con una mano. " Por el programa de integración social, seremos obsesos por una semana".

Realizando un programa de toma de conciencia frente a los problemas cotidianos que enfrentan los discapacitados, Kanda-sensei decidió darle un grado de discapacidad a cada curso y forzarlos a actuar como tales por una semana, para aprobar el ramo.

En resumen, cada uno de los alumnos de Seishun, iban a pasar por una discapacidad durante las horas de clases, sus recreos, su camino de ida y vuelta de la escuela y el tiempo en la casa. De cierta forma es un método efectivo para conocer de cerca lo que significa vivir con una merma en sus capacidades físicas, pero definitivamente, iba a afectar psicológicamente a muchos, especialmente a aquellos que eran víctima de burlas y bromas producto de esta actividad.

Si bien, dentro de Seishun todos sabían que estaban condenados a pasar por la famosa clase de Educación Física, por lo que a posibilidad de burlarse de un compañero, era remota… pero afuera… era otra historia.

"Me parece una buena actividad". Comentó Ryuuzaki-sensei al ver a 4 titulares, dos sordos y dos obesos, y cerca de 20 no titulares siendo las primeras víctimas de todo ese plan de trabajo. "Estamos en un mundo donde los jóvenes no se detienen a pensar en el lugar del otro, les enseñará muchas cosas que, con el tiempo, sabrán apreciar".

A quien no le causó mucha gracia fue a Tezuka… y es que 10 kilogramos más de masa corporal, mermaban la velocidad de Momoshiro y Kaidoh, situación funesta para el entrenamiento. Por otra parte… Fuji y Kikumaru eran todo un caso que estaba colocando a prueba su paciencia.

Por alguna razón extraña… tal vez porque Horio se resbaló sobre una pelota mientras alardeaba de sus dos años de experiencia en el tenis, lo que terminó en una raqueta volando por los aires que llegó a la cabeza de Momoshiro, quien cayó sobre Kaidoh… y se desató el desastre, o más bien, Echizen golpeó a Momoshiro con su Twist Server, quien soltó su raqueta que fue a dar en la cabeza de alguien de primer año, rebotando en las manos de Kawamura, quien comenzó a perseguir a todo el club como si fuera el personaje principal de Doom en modo Dios con una cierra eléctrica en las manos… Ya no importa, al fin que todos terminaron corriendo 50 vueltas de castigo.

"¡Todos, 50 vueltas!". Ordenó Tezuka. El club completo comenzó a correr, salvo por Kikumaru y Fuji que se quedaron jugando entre ellos.

"¡Fuji¡Kikumaru!". Los llamó con fuerza, ambos jugadores no respondían.

"También iniciaron actividad". Le dijo Inui cuando pasó por el lado del capitán. " Y son…".

"No me digas… sordos…". Tezuka se llevó una mano a la sien derecha.

"Ya nos va a tocar a nosotros". Le intentó consolar Oishi, sin saber que en realidad, solo estaba aumentando la migraña de Tezuka.

La semana transcurrió con la poca normalidad que podían tener. Al fin que el Miércoles apareció Inui comportándose como un niño de 5 años y Kawamura con una venda en los ojos, chocando con todo.

"Me preocupa Taka-san". Escribió Fuji en su libreta de comunicación, era el método que estaban usando para comunicarse con todos los alumnos de los salones a los que les había tocado ser sordos.

Tezuka tomó la libreta y le escribió la respuesta.

" A mi también, creo que sería buena idea acompañarlo a su casa y pasarlo a buscar en la mañana".

Fuji asintió, Kikumaru se asomó por sobre el hombro de su amigo sordo y asintió con más entusiasmo, para luego correr hacia su paciente pareja de dobles, que ahora, más que nunca parecía la madre de los 52 miembros del club de tenis.

Oishi había tenido la idea de hacer anaeróbico para Kaidoh, Momoshiro y todos lo que debían ser obesos, mientras que se instaló una pizarra para escribir las instrucciones de los alumnos que debían simular no escuchar, y es que, aunque usaran tapones medicinales en sus oídos, de todas formas percibían el ruido.

Ahora, para los ciegos… era aquí donde faltaba Inui, que ahora miraba las pelotas con la fascinación que iba a tener un niño de 5 años… que medía un metro y ochenta y cuatro centímetros.

"Consigan varias cuerdas y si pueden, cascabeles o cosas que hagan ruido al moverlas". Ordenó Tezuka, tenía una idea para evitar accidentes en la práctica. Lo positivo de todo eso, era que solo 3 chicos tenían los vendajes en los ojos, tenían que preocuparse de menos personas.

"Muy bien". Oishi se acercó a Tezuka con varias cuerdas. " Creo que sigo tu idea… pondremos esto para hacer un camino desde los camarines a las canchas.. y podríamos usar las pelotas con arroz adentro para que escuchen para donde va".

Oishi se detuvo…

"Aunque pasarle una raqueta a Taka-san… sería peligroso para todos". Oishi lo pensó un momento. "Tal vez… usar la misma ceguera para darles mayor equilibro y reacción al ir por una pelota…"

Cuando Oishi tuviera que representar su discapacidad… Tezuka esperaba estar discapacitado también, realmente no sabría que hacer sin el apoyo de la mamá de Seigaku.

"Dejemos que haga trabajos de forma básica, practica de revés y derechos sin raqueta… al menos para que no se pierda tanto entrenamiento". Suspiró Tezuka. " ¿Es que no podemos pedir que estén normales para entrenar?, necesitamos avanzar, esto nos quita tiempo".

"Ya hablamos con Kanda-sensei, y no se puede ni siquiera dejar de ser discapacitado en casa… además es solo una semana".

"No quiero saber qué me va a tocar".

Oishi le sonrió a Tezuka." Al menos ya sabemos que no seremos ni niños, ni ciegos, ni sordos, ni obesos".

En la práctica del día siguiente, el grupo de primer año apareció caminando doblado y muy despacio.

Tezuka miró a Oishi.

"Tampoco ancianos".

"Lo sabremos el Viernes…". Oishi suspiró antes de salir tras su pareja de dobles, que lo llamaba con todas las señas que podía hacer con su cuerpo… es decir, muchas.

"Mañana es Viernes…". Diciendo eso, Tezuka se acercó al grupo de primer año que venía caminando muy despacio. "Cuidado con sus espaldas, no exageren el estar tan encorvados, puede hacerles muy mal si lo mantienen durante toda una semana".

Echizen vio su oportunidad de hacer algo que siempre quiso hacer en medio de una práctica.

"Que preocupado, buchou". Y se le acercó hasta poder abrazarle el brazo derecho al capitán. " Se preocupa por nosotros, no creen que es lindo?". Había un claro tono de diversión-burla-ironía en la voz de Ryoma.

"Echizen…". Advirtió Tezuka, molesto con la situación donde estaba metido, pero claro, siempre hay algo que puede empeorar las cosas, partiendo porque todo el grupo de primer año entre en su papel de ancianos y decidan que han encontrado un joven que los trata con respeto y cuidado. Las ganas de enviarlos a correr 100 vueltas, eran muchas, casi algo que le salía del pecho, más potente que un grito… pero en la teoría, tenía que tratarlos como lo haría con ancianos…. Oh, si, buena idea.

Como ancianos, no era cómodo para ellos que recogieran pelotas agachados o arrodillados en el suelo, por lo tanto, se hicieron grupos junto a los obesos, para hacer ejercicios de reacción. Se lanzaban la pelota con fuerza, y como estaban separados por un rango de dos pasos entre cada uno, tenían espacio para movilizarse e ir por la pelota.

El menos contento con esto, era Echizen, quien no podría jugar. Sin contar a Momoshiro y Kaidoh, que estaban de sempais responsables, dirigiendo un grupo de trabajo de Ichinen.

Ese día ordenaron y limpiaron las canchas entre todos, y así sería por toda la semana siguiente. El grupo de titulares que vivía hacia el área Este de la ciudad se fue junto a Kawamura, guiándolo por las calles hasta dejarlo en el restaurant de su padre. Al día siguiente Kaidoh, Fuji y Tezuka lo pasarían a buscar para ir a clases.

Sin embargo, ese día se sumaron algunos alumnos de primer año que vivían por el sector, si bien sus sempais no iban a dejarlos a sus casas como a Taka-san, los acercaban y de cierta forma protegían contra burlas desmesuradas de algún chistoso que pasara por la calle.

Y el Viernes llegó sin penas ni glorias, el anuncio de que la clase de Educación Física se suspendía para 4 salones de tercer año por una prueba atrasada de Matemáticas, fue más que bienvenida por aquellos que no deseaban ser víctimas del programa de integración.

Y esta de más decir que Oishi y Tezuka sobrevivieron esa semana sin una discapacidad, lo que en si les permitía estar más que atentos a los problemas con la infraestructura que pudieran tener sus amigos más cercanos.

Oishi estaba en su medio, en su salsa. Cuidaba de 48 de los 52 miembros del club de tenis, para algunos, un trabajo estresante, pero para la madre de Seigaku, que mucha práctica tenía con su pareja de dobles y con los 7 titulares de siempre, era pan comido.

Momoshiro y Kaidoh estaban siendo civilizados entre ellos, al fin que en alianza podían soportar mejor esa semana de "tortura"; Taka-san no había tenido la raqueta en la mano, y mientras no la tuviera, no sería problema ayudarlo cuando lo necesitara, a pesar de que ya parecía acostumbrado a moverse con el dispositivo de cuerdas que habían instalado en las canchas; Kikumaru ya no podía quejarse, y si quería hacerlo tenía que escribirlo en la pizarra para los sordos, porque de alguna forma, Kikumaru asumía que no sabía hablar si no podía escuchar… y como claramente, escribir sus quejas en la pizarra era un trabajo largo, no lo hacía. Eso era menos trabajo para Oishi.

Por otra parte, el cuidado de Inui parecía estar a cargo de Kaidoh, quien se sentaba a ayudarlo con los movimientos de revés y derecho, le lanzaba pelotas para que fuera a buscarlas, le enseñaba los colores de las cosas. Oishi estaba casi seguro de que Kaidoh estaba descubriendo su vocación como profesor de párvulos.

Fuji, pues Fuji aún planeaba, de eso estaba seguro, pero había pasado más desapercibido que otras veces por el mismo hecho de que todos… casi todos tenían una discapacidad.

Echizen… ese era otro caso, parecía demasiado motivado para hacer que Tezuka perdiera su paciencia, que todos sabían, era poca. Pero, a pesar de pasar a su lado toda la práctica, tratar de llamar su atención de diversas formas, no lo conseguía. Y es que no contaba con que la suspensión de la clase de educación física fuera tan bienvenida por el capitán.

El resto de la semana transcurrió sin penas ni glorias, a medida que pasaban los días, más y más alumnos volvían a movilizarse con normalidad por los pasillos de Seigaku. Siendo el Jueves la finalización total de todo el proyecto.

Ese mismo Jueves, mientras Inui "ayudaba" a que los titulares recuperaran su forma perdida, apareció Kanda-sensei en las canchas.

"Oh, Kanda-san". Saludó Ryuuzaki a su colega, quien se acercó a ella con una sonrisa.

"Ryuuzaki-sensei". Se inclinó con respeto. " ¿Podría hablar con algunos de sus alumnos?". Le preguntó mientras buscaba en una lista los nombres de quienes necesitaba que supieran la información que llevaba.

"Claro, es por lo del proyecto de integración?".

"Si, es que suspendieron una clase por la recuperación de una prueba de Matemáticas y dos cursos ya han recuperado la clase conmigo el día de hoy, pero me faltan dos cursos más". Le contestó ordenando la cantidad considerable de hojas en sus manos.

"Oh, ya veo". Ryuuzaki-sensei esperaba pacientemente a que le diera los nombres. " Ha sido un buen proyecto, tal vez muy repentino para nuestros alumnos, pero el objetivo es excelente".

"Gracias". Kanda-sensei le sonrió. "Verán si lo aplican en otras escuelas también, o el próximo año de forma más paulatina en este sector, para evitar problemas de burlas entre alumnos de otras escuelas". Tomó una hoja. "Son Oishi Syuichiro y Tezuka Kunimitsu".

Ryuuzaki-sensei se asomó a ver la lista y ver el tema de la clase de ellos, sin aguantar una pequeña carcajada, lo que llamó la atención de los titulares que descansaban en una de las bancas.

"Tezuka, Oishi, vengan acá un momento".

Los aludidos palidecieron un poco al ver a Kanda-sensei con su siempre presente lista de alumnos, y la sonrisa maligna de Ryuuzaki-sensei. Aún así fueron hacia su entrenadora.

"Ryuuzaki-sensei, Kanda-sensei". Saludó Oishi, Tezuka se quedó al margen de la situación, realmente no quería saber para qué los llamaba esa profesora que, tantos problemas le había causado al club de tennis y al alumnado completo.

"Chicos, Kanda-sensei quiere hablar con ustedes".

"Es cortito". Kanda-sensei miró la lista que tenía. " Son los únicos de este club que deben recuperar la clase conmigo, por lo que deben traer materiales para mañana, busquen telas o toallas viejas que puedan usar por una semana, una venda elástica, hilo y aguja de coser, y alfileres o ganchitos, además de mucho ánimo".

Tezuka asintió. "¿Vamos a recuperar los 4 cursos juntos?".

"No, dos cursos han recuperado conmigo hace unos minutos, así que solo serán dos". Los miró con su siempre presente sonrisa. "Y no se preocupen por avisar a sus compañeros, eso lo estoy viendo yo".

Cuando Kanda-sensei salió de la vista de ambos alumnos, se permitieron un escalofrío. Cuando vieron llegar a uno de sus compañeros de otro salón de tercer año, con un brazo apegado y una pierna levemente flectada hacia adentro, decidieron que tal vez enfermarse esa tarde con algo como gripe aviar… no era mala idea.

"No quiero saber qué vamos a tener que hacer". Declaró Oishi.

Tezuka se limitó a asentir.

El entrenamiento de ese día terminó sin que nadie diera vueltas de castigo.


Juego y Deporte es una asignatura muy especial... donde hicimos esta actividad, el detalle, pasamos por todas esas discapacidad además de Parálisis Cerebral ...Kanda-sensei tiene su cameo en la realidad...