Esta idea es basada en una novela que estoy escribiendo, decidí volverla fanfic porque muchos personajes se prestan para ser personajes de South Park. Espero que les guste.

Kenny McCormick estaba justo frente al juez, tenia unas esposas en sus muñecas, traía unos pantalones blancos y una camiseta blanca. Había pasado dos noches en prisión y finalmente estaban a punto de darle su sentencia. Ser menor de edad lo salvaba de que su sentencia fueran años en prisión, el rogaba en su interior que lo perdonaran, que lo obligaran a hacer servicio comunitario pero que no tuviera que ir a un reformatorio. No quería dejar a Karen con sus padres, ella es aun una niña y necesita a alguien en quien apoyarse…. Aparte, ¿no fue por ella que ahora esta aquí mismo? Kenny no se arrepiente de lo que hizo, hizo todo para poder iluminar una sonrisa en el rostro de su hermanita y se había descuidado hasta el grado de llegar a este lio. No había quien lo salvara y sus padres no podrían pagar una pensión. Aparte, Kenny no podía denunciar los abusos que había en su casa ya que, si sus padres perdían la custodia de sus hermanos, mandarían a estos a algunos de esos lugares donde van los niños sin hogar. Kenny no quería eso para Karen, el bien sabia que esos lugares eran una mierda donde uno perdía toda esperanza…

Si el rubio no tuviera una hermana que cuidar, el ya habría abandonado su casa años atrás. Pero tenia una hermanita y la amaba con todo su corazón, siempre haría todo por hacerla feliz y en este mismo instante lo único que le estaba provocando a Karen era angustia. Si lo sentenciaban a pasar meses o incluso años en un reformatorio, Karen quedaría sola y totalmente desolada. Kenny no podía permitirse eso….

-Kenny McCormick.- la voz del juez era fuerte y decidida, Kenny sentía como als gotas de sudor resbalaban por su frente.- Esta acusado de intento de asesinato a su profesor, posesión ilegal de drogas y prostitución….

Kenny no se enorgullecía de sus actos pero tampoco se arrepentía de estos. Desde los nueve años de vez en cuando le daba un blow job a hombres mayores a cambio de dinero para poder ayudar a su familia. Pero lo que diferenciaba las veces anteriores de la actual era, que en esta ocasión lo habían pillado mamándosela a algún hombre mayor y con una alta dosis de droga en su cuerpo. Se había drogado debido a una paliza que le dio su papá esa mañana y por todos los insultos que le grito su madre. Kenny no lo resistió y sin pensarlo, se drogo en busca de olvidar todo lo sucedido. Pero hubo un detalle que olvido, tenia que ir ese Sabado a la escuela para presentar un examen extraordinario. No podía faltar ese día a clases pues sino reprobaría la materia y si reprobaba esa materia, reprobaba todo el año. Kenny trato de ir a clases en esas condiciones. El profesor comenzó a gritarle que porque había ido al instituto borracho, a decirle que no tenia escusa, que no podría presentar el examen y que era un bueno para nada al igual que toda su familia. McCormick no resistió el ultimo insulto, saco su navaja y tomo al profesor del cuello con su brazo izquierdo. Le susurro al oído que era mejor que se callara o le cortaría la garganta.

Los pasos de los demás profesores sonaron y Kenny vio como sus compañeros comenzaban a marcar al 911. Entro en pánico y bajo el efecto de las drogas solo soltó al profesor de un empujo, tomo una silla, la lanzo hacia una ventana haciendo que esta se rompiera y escapo por ahí. Bajo el efecto de las drogas, Kenny comenzó a confundirse, no sabia a donde se dirigía hasta que se topo con un corpulento hombre. Este hombre le dijo que le daría 50 dolares a cambio de una mamada, Kenny recordó de pronto que el cumpleaños de Karen se acercaba. Kenny acepto el trato y antes de comenzar su trabajo, consumido un poco de cocaína que llevaba consigo. La policía ya buscaba al supuesto "criminal" y lo hallaron antes de que el rubio pudiera terminar su trabajo. Lo arrestaron junto al corpulento hombre, le quitaron el dinero y todas las drogas que llevaba consigo.

Paso esa noche en prisión tratando de recuperarse de su alta dosis de drogas y solo se maldecía a si mismo. Había hecho todo eso sin estar cien por ciento consiente de sus acciones. Pero claro, no era la primera vez que McCormick era arrestado, así que el lio en el que se metió esta vez podía ser el que marcara su futuro. Lo habían arrestado por robar en Oxxos, tratar de robarse automóviles y por grafitear en lugares públicos. Esta vez seria la definitiva…

-Tu sentencia es pasar un año y dos meses en el Reformatorio Ayuda de Cristal. Tal vez podrá salir con libertad condicional pero depende de su conducta en el Reformatorio.

Kenny quedo boquiabierto, sin palabras y con el rostro totalmente en blanco. Un año y dos meses era demasiado…. No podía dejar a Karen sola durante tanto tiempo. Pero esa no era su única preocupación, ese Reformatorio era bastante popular pues según su información pocos chicos ingresaban ahí. Era de los Reformatorios mas caros debido a que ahí adentro habían encerrado a chicos que habían cometido crímenes atroces y tenían un estado mental bastante débil. ¿Por qué lo mandaron a un Reformatorio tan peculiar con Ayuda de Cristal?

-Te mandamos a este reformatorio debido a que los demás reformatorios de Colorados están demasiado poblados.- gruño el juez como si no le agradara totalmente la idea de mandar a Kenny a un Reformatorio de tan alto nivel. Antes de que Kenny pudiera siquiera pronunciar un gemido de terror, el juez esbozo una macabra sonrisa.- Espero que te guste tu estancia con los verdaderos jóvenes criminales…

Kenny no podía pensar, todo era tan irreal. Pudo escuchar a lo lejos el llanto de su madre y las inocentes preguntas de Karen "¿Esta mintiendo verdad? No pueden llevarse a mi hermano…" Kenny no podía sentirse mas desdichado… Podía incluso sentir la mirada de lastima de su padre, escuchar los consuelos que Kevin le daba a Karen. ¡No podía ser verdad! Kenny sintió unas manos tomarle de los brazos, esto era real, esto estaba sucediendo y no había marcha atrás. Un año con dos meses encerrado en ese lugar… ¡seria lo que verdaderamente lo volvería todo un demente! ¡No podía ser verdad!

-No…- susurro mirando a los policías que comenzaban a llevárselo.- ¡No! ¡Esto no puede estar sucediendo! ¡Porfavor no me manden ahí! ¡Porfavor!.- Kenny no gritaba, Kenny no chillaba, Kenny solo suplicaba… Pero nadie escuchaba sus suplicas en realidad. El rubio nunca creyó que llegaría a gritar las siguientes palabras.- ¡Mama, papa, porfavor no dejen que me lleven!.- Sus padres solo apartaron su mirada, su madre sumio su rostro en el pecho de su padre y se hecho a llorar….

Karen estaba ahí, Kevin la estaba abrazando pero lo que realmente le robo el aliento a Kenny fue la mirada envuelta en lagrimas que poseía Karen. La boca de Karen estaba ligeramente abierta y ella solo miraba con nostalgia a su hermano mayor, el hermano que siempre había estado ahí para ella. Karen no quería perder a su hermano pero lo estaba perdiendo…

-Karen…- murmuro Kenny. Fue lo ultimo que dijo antes de que los policías se lo llevaran por una puerta.

-Porque estas aquí?- pregunto suavemente la psicóloga.

-Lo mismo me pregunto de usted.- replico el joven rubio.

La señora fruncio el ceño, arqueo una ceja e inclino un poco su pluma; estaba intrigada ante la pregunta del joven. No lucia molesto ni estresado, lucia como uno de esos sarcásticos y audaces detectives como Sherlock Holmes, solo que un tanto estresado. Como si detestara el hecho de tener que estar ahí sentado; todos los primerizos tenían esa misma frustración, pero lo que diferenciaba a ese joven de los demás era que, aunque luciera frustrado, parecía asimilar el hecho de que no tenia otra opción mas que asistir.

-A que te refieres?.- pregunto con una sonrisita. Como si supiera el plan del joven rubio.

Había perdido todo, absolutamente todo y nadie se molesto en siquiera comprenderlo. El entender porque actuó de esa manera. Pero sobre todo nadie se molesto en comprender lo que implicaba mandar a Kenny McCormick al reformatorio, no sabían la verdadera razón por la cual Kenny decidido prostituirse una vez mas. No sabían que Kenny lo único que quería en esta vida era proteger a Karen, que era por lo único que su lucha no era en vano. Que Karen era su única motivación para salir adelante y Kenny era el único sustento emocional de la pequeña niña.

A nadie le importaba lo que sucedía en la vida de chico pobre….

-A que te refieres?.- pregunto con una sonrisita. Como si supiera el plan del joven.

-A que hace usted aquí. Atrapada con un montón de idiotas sin remedio, gente condenada a una vida miserable; ¿que se siente creer que puede cambiar ese hecho? Estas visitas no son mas que perdidas de tiempo. No hay nada que usted pueda hacer para cambiar a estas personas.- la voz del joven era segura, mas que segura, sonaba como la de un sabio. El verdaderamente creía en sus palabras.- Nada que usted pueda hacer para cambiarlos a ellos ni a mi. Podría conseguirse un mejor empleo sabe?

El día después de la sentencia, despertaron a Kenny alrededor de las ocho, le dieron un alimento de segunda a las nueve y lo escoltaron hasta un automóvil media hora antes de las diez. El Reformatorio Ayuda de Cristal estaba exactamente a cuarenta minutos de South Park, Kenny descarto la idea de escaparse apenas escucho la distancia entre el reformatorio y el pueblo. Nunca podría llegar vivo hasta South Park, claro, sin contar que Ayuda de Cristal tenia uno de los mejores sistemas de seguridad.

Kenny no tenia escapatoria, le habían quitado todo lo que poseía, solo le habían permitido llevarse tres cambio de ropa al instituto pero conociendo la situación económica de Kenny el solo pudo llevarse dos pantalones, uno café y unos jeans; una camiseta blanca y su típica sudadera naranja. Sin olvidar un par de converse viejos que le quedaban un poco grandes debido a que los encontró en el basurero. Era su único par de zapatos. Pero ¿Qué mas daba? Traerse mas ropa no cambiaria el hecho de que estaría encerrado ahí con chicos que de seguro habían cometido crímenes peores de los que el jamás cometería. Estaría encerrado durante mas de un año, apartado de su hermana, a quien había jurado proteger y consolar cada vez que esta lo necesitara. La habían apartado de ella, eso era lo que verdaderamente frustraba al rubio, el haber dejado sola a su hermana y sobretodo que lo hubieran atrapado haciendo un trabajito sucio de donde sacaría el dinero suficiente para darle a su hermana un regalo de cumpleaños decente. Nunca podría darle el tan preciado oso de peluche que Karen rogaba por tener desde la Navidad pasada.

Kenny golpeo contra sus propias palmas mientras que delgadas lagrimas brotaban de sus ojos en contra de su voluntad. No era justo. No era justo. Nadie se tomo las molestias para ver la otra cara de la situación, la presión a la que habían sometido a Kenny, la depresión que cargaba desde que era un niño, la falta de cariño por parte de su padre y por supuesto, la soledad que desgarraba al chico rubio todo el tiempo.

La culpabilidad lo estaba consumiendo, no era posible que se halla metido en este lio, la desesperación comenzaba a albergar toda su concentración, esto era imposible. No podía estar sucediéndole esto…. ¿Por qué carajos nadie se esforzaba para entenderlo? El era solo un chico desesperado que tomo medidas desesperadas. No tomaron en cuenta que el profesor era un tremendo cabrón con el, no tomaron en cuenta la razón del consumo y posesión de drogas y sobre todo no tomaron en cuenta la razón detrás de la prostitución. Kenny detestaba a todos, pero sobre todo, se detestaba a el mismo.

De pronto, el automóvil se detuvo y pudo ver a través de la ventanilla la entrada al Reformatorio Ayuda de Cristal. Era un Reformatorio bastante grande, de echo se parecía un poco a las Clinicas de Autoayuda o alguna de esas mamadas. Las instalaciones lucían realmente buenas, el único problema eran las personas que habitaban ahí. Kenny tendría que ver a un psicólogo o psicóloga a diario, hacer uno que otro servicio comunitario si quería salir antes y tener que hacer algunos ejercicios para ayudarlo a superar sus "problemas de conducta". El Reformatorio no sonaría tan mal si Kenny no tuviera que continua con sus estudios o por lo menos se le permitiera visitar a Karen al menos una vez a la semana…

-Ya llegamos.- gruño el policía saliendo del automóvil para abrirle la puerta a Kenny, ya que el rubio era incapaz de hacerlo debido a las esposas que rodeaban sus muñecas.

Kenny se baja del automóvil para poder contemplar mejor el reformatorio, es bastante bonito para ser un horrible lugar. Tiene varias áreas verdes e incluso una cancha de basquetbol al aire libre, no le haría mal jugar una vez que todos sus sentimientos se calmaran.

El rubio nota que en la cancha de futbol hay un chico pelinegro que tiene un gorro azul marino con bordes rojos, el chico esta jugando a tirar la pelota en la canasta. Esta completamente solo. Kenny no puede evitar quedarse mirándole, tiene una camiseta blanca, unos jeans y una chamarra café atada a la cintura. Es algo alto y al parecer tiene los ojos azules. El joven voltea a verlo después de un rato, mira a Kenny hasta que el rubio aparta la mirada un tanto nervioso y con miedo. ¿Qué habrá hecho ese chico para terminar ahí? Kenny no lo sabia…. Pero no se veía como un mal tipo, no lucia musculoso como un pandillero pero tampoco flaco como un psicópata. Lucia bastante normal en opinión de Kenny a excepción de esa falta de brillo en sus ojos…

El policía lo empuja por la espalda y el que esta enfrente de el abre la puerta de vidrio para hallarse con la recepcionista, a lado de la puerta de cristal hay dos policías con la mirada fría. Kenny no pudo evitar mirar las dos escopetas que sostenían; trago saliva.

-Llévenlo a su habitación. Luce muy cansado.- ordeno la recepcionista.

Antes de que Kenny se introdujera mas en la clínica, inspeccionaron que no trajinera nada peligroso y una vez que comprobaron eso lo dejaron pasar, no sin antes quitarle las esposas que aprisionaban sus muñecas. Kenny acaricio sus muñecas, no sabia que decir y sus pensamientos estaban bloqueados.

Kenny paso por varios lugares del reformatorio antes de llegar al elevador que lo conduciría a su habitación. En el camino vio a una chica de cabello oscuro, rostro pálido, uñas pintadas de negro, parpados con sombra negra y con ropas del mismo estilo; la chica gótica estaba leyendo un libro mientras que a su lado había un chico que temblaba mucho escribiendo algo. El chico tenía los cabellos electrizantes y rubios, parecía tener problemas pues no podía controlar sus temblores. En su mano derecha sostenía una taza de café, ¿Cómo podía darle café en ese estado? El chico rubio estaba demasiado concentrado en terminar lo que aprecia ser su tarea pero la chica gótica al parecer no estaba tan concentrada porque volteo a verlo. La expresión en el rostro de la pelinegra era de curiosidad. Sus ojos parecían una noche sin estrellas….

No pudo mirarla por mucho tiempo pues los policías no le permitían detenerse.

El elevador lo llevo al segundo piso, el silencio era desgarrador pero a la vez reconfortante. Kenny seguía sin creer que esto era real… Las puertas del elevador se abrieron y Kenny vio como un chico pelirrojo casi chocaba con el al entrar en el elevador. Tenia los ojos verdes y envueltos en ojeras. El chico lucia traumado.

-¡Lo siento!.- chillo el joven apartándose del camino.

Kenny fue incapaz de dirigirle la palabra, nada venia a su boca, solo aire y nada mas. Era como si el impacto, el tratar de procesar el lugar en el que estaba lo bloqueara de alguna manera. Kenny vio de reojo como el elevador se cerraba a sus espaldas con el chico pelirrojo de un gorro verde dentro de el. No lucían tan mal los chicos de aquí… de echo lucían mas normales que muchos chicos que Kenny había conocido; el rubio no podía parar de preguntarse la razón por la que cada uno de los jóvenes que había visto estaban ahí…

De pronto una puerta a su izquierda se abrió y de esta salió un joven que traía puestos unos jeans ajustados, una sudadera azul claro, tenia el cabello largo, lacio y del mismo negro que la chica gótica de abajo. Su piel era muy blanca pero no llegaba a ser un chico pálido. Algo que Kenny noto fue que el chico era demasiado delgado, no estaba desnutrido según el, simplemente lucia demasiado delgado. Kenny no pudo evitar quedarse mirándolo, algo en ese chico había llamado toda su atención, algo en esa postura, algo en esa mirada, algo en esa expresión, había capturado el interés de McCormick.

-No olvides dejar de levantarle el dedo a todo mundo.- dijo una voz de una mujer amable desde el interior de lo que parecía ser el consultorio del psicólogo.

-Lo que sea.-respondió el pelinegro.

Algo en es voz que carecía de interés alguno cautivo a Kenny como una canción cautiva al humano. El joven lucia tan… independiente, como si nada le importara y aquello hacia que Kenny no pudiera dejar de preguntarse quien era y porque estaba ahí.

El pelinegro de ojos tan oscuros como el reflejo de un lago por la noche miro al rubio que se había detenido totalmente para contemplar al chico. Fulmino al rubio con la mirada y Kenny se sintió aun mas miserable, mas que miserable, por alguna razón se sintió intimidado ante la mirada fría del joven.

-Mmm…- dijo apretando los labios y arqueando las cejas.- Eres el nuevo.

La voz del pelinegro que Kenny tenia frente a el era tan fría como una brisa de invierno. El rubio noto que el extraño chico era un poco mas alto que el pero no era mas musculoso que el… entonces, ¿Por qué se sentía intimidado?

-Me llamo Craig Tucker, bienvenido al reformatorio.

La sonrisa que le dio el chico recién presentado como Craig fue como si le estuviera dando una sarcástica bienvenida y de echo, eso era. Kenny lo miro sin responder. Algo en esa voz decidida no le permitía pronunciar siquiera un gemido. ¿Qué había hecho este chico para estar aquí en el Reformatorio? Algo en esos ojos de piedra que no te permitían ver mas allá, le decían al rubio que este chico ocultaba algo mas no se avergonzaba totalmente de aquello. ¿Cuál seria la razón de su estancia aquí? Craig paso a lado de Kenny sin decir nada mas, sin siquiera mirarlo una vez mas, pero, Kenny no pudo apartar la mirada del chico que se hacia llamar Craig Tucker y que seria su compañero en el Reformatorio Ayuda de Cristal para jóvenes criminales. Lo que la sociedad creía que ellos eran….

Espero que les haya gustado ^_^ Dejen reviews si les gusto o cualquier duda que tengan, sus reviews realmente me motivan a seguir escribiendo. ¿Cuál será la razón por la que todos estos jóvenes fueron sentenciados a estar en el reformatorio? Pronto lo sabran…