Perdón por desaparecerme tanto tiempo, pero tuve algunos problemas con la escuela y no me estaba gustando como se estaba desarrollando la historia, pero ya estoy aquí y será hasta el final.

Será la misma dinámica, a los que no les gusten las relaciones mujer-mujer, será mejor que se abstengan de seguir leyendo porque habrá mucho de eso.

Los personajes no son míos, son de la escritora J.K Rowling.

Disfruten la historia

Hermione POV.

Estaba ansiosa por volver al colegio, tanto que ya tenía mi baúl con la ropa, uniforme, libros y todo lo que necesito para mis clases, la ansiedad no me dejaba tranquila.

-Entiendo tu emoción Mione, pero por favor cálmate, me estas alterando también – entro mi hermana a mi habitación con su aire travieso y esa sonrisa torcida que la caracterizaba.

A pesar de llevar toda la vida con ella, aún era impresionante el gran parecido que teníamos, claro que Kim, tenía el cabello lacio, mientras que yo lo tenía ondulado y bien controlado gracias a mis genes. La otra diferencia era el color de ojos, los míos de un color ámbar y los de ella eran violetas, algo que la hacía resaltar demasiado. Pero en todo lo demás no podías notar las diferencias, incluso teníamos los lunares en los mismos lugares.

Se sentó frente a mi muy sonriente, también podía sentir que ella estaba muy contenta.

-¡Al fin vamos a regresar! – dijo alzando los brazos y gritando, no pude evitar reírme, sentía su euforia y me estaba contagiando, yo también quería gritar de alegría – extraño a mis amigos, las clases, el quiddtich…

-La chicas – le dije insinuante, ella sonrió de lado dándome la razón, le tire mi almohada riendo pero ella lo atrapo a tiempo – eres una pervertida.

-Como si tu no hermanita – suspiro y echo la cabeza hacia atrás – sí, extraño a las chicas, y ellas a mí, no me dejaron de enviar cartas en todo el verano.

Voltee a ver mi escritorio donde estaba una pila de cartas sin abrir. No había tenido tiempo, ni ganas de leerlas, no era algo que me gustara en realidad.

-Si, te entiendo, a pesar de que uno les dice que no es serio, se lo toman como tal – le dije seria, ella se encogió de hombros – pero bueno, ¿alguna novedad?

Kim otra vez se encogió de hombros.

-Nuestras madres quieren que estemos listas para la cena de esta noche, al parecer vendrá el clan y algunos señores de sociedad del mundo mágico – rodee los ojos, odiaba ser el centro de atención – no te puedes quejar, vendrán chicas guapas.

Sonreí un poco.

-Hermione, Kim – oí que nos llamaba nuestra madre.

Salimos de inmediato a su encuentro en la planta baja, donde había toda clase de movimiento y personas ordenando y limpiando todo.

Encontramos a nuestras madres paradas en medio del salón dando órdenes por doquier a los meseros quienes estaban poniendo toda clase de comidas en la mesa de banquetes.

Ahí estaban las mujeres que más amábamos mi hermana y yo, una de cabello rubio cortó hasta arriba del hombro dándole un aspecto serio pero atractivo, de piel blanca, alta y ojos color azul eléctrico. Mientras que la mujer de a lado era de piel bronceada, igual de alta, cabello castaño claro ondulado largo y sus ojos con un brillo intimidante y autoritario de color violeta.

Nos voltearon a ver y nos sonrieron, abrazándonos con ternura como siempre lo hacían, me gustaba mucho su olor, era como oler el bosque y la tranquilidad que transmitía.

-Deben estar listas en una hora, los invitados llegarás pronto corazones – Kim bufo y yo sonreí burlona, nunca nos gustó que nos llamará así – pónganse muy guapas, vendrá gente muy importante, saben que es tradición.

Asentimos no muy convencidas.

Nuestra madre Kira dio un paso al frente con toda su autoridad que emanaba, y nos dio un beso en la frente.

-Ellas siempre se ven guapas amor – dijo orgullosa, pero nos miró seria en un instante – será mejor que no se lleven a la cama a nadie esta noche.

No pude evitar soltar una carcajada, pero me calle de inmediato cubriéndome la boca. Sentí la diversión de mi hermana. Miramos a nuestra madre Joan quien estaba conteniéndose para no reírse.

-Pues creo que es mejor no mentirte madre – le dijo Kim honesta, y viéndola de frente, siempre firme y en alto como nuestra madre Kira nos educó – una promesa rota es lo que menos queremos darte nuestra hermana y yo.

Asentí, ella solo negó cansada, era la misma discusión de siempre.

-Vendrán sus demás hermanos, así que sean educadas – asentimos obedientes – estoy muy orgullosa de ustedes.

Después de eso, nos fuimos a nuestro cuarto. Lo único bueno de esta fiesta es que además de las chicas, iban a venir mis amigos, así que esto no sería tan aburrido después de todo.

Regresamos a nuestros cuartos rápidamente, me bañe, me puse el vestido color rojo pegado al cuerpo resaltando mis curvas, escote strapless y el corte me llegaba a cinco dedos arriba de la rodilla, el cabello suelto y algo de maquillaje para realzar mis ojos. No era necesario perfumarme, por naturaleza tenía un olor bastante fresco a menta. Me voltee a ver al espejo y en definitivo me veía bastante sexy.

Escuche que estaban llegando los invitados, pero las voces de mis amigos fueron los que me hicieron animarme y salir de la habitación, Kim también estaba saliendo y casi nos reímos, ella llevaba un vestido igual de pegado al mío, solo que de color azul eléctrico oscuro, escote strapless, con la espalda descubierta, el corte un poco arriba de la rodilla, su cabello suelto y remarcando sus ojos con delineador dándole un aspecto salvaje y bastante sensual.

-Somos hermosas, pero hoy definitivamente arrasaremos con la fiesta – le guiñe el ojos sonriendo coquetamente – vamos, seguramente ya llego la mitad de los invitados.

Bajamos juntas y efectivamente ya había llegado bastante gente, mis sentidos se pusieron en alerta, y pude distinguir bastantes aromas de perfumes, tela, comida, eran muchísimos, estaba a punto de sentirme abrumada.

-Por eso no es bueno estar entre tanta gente – dijo mi hermana quien estaba igual de frustrada con todo.

Busque con mi olfato a mis amigos y los vi a lado de la mesa de banquetes, sonreí contenta y camine hacia ellos. Mientras lo hacía, sentía como todos se me quedaban viendo, tanto hombres como mujeres, pero ya estaba acostumbrada a ello, solo era cuestión de sonreír educadamente y seguir mi camino.

Mis amigos me lograron ver justo cuando estaba a punto de llegar. Harry, Ron y Neville se veían bastantes guapos con sus smokings negros, debía admitir que los años les estaban haciendo bien, mientras que voltee a ver a Ginny quien casi me deja sin aliento en ese vestido negro largo con un escote en V que resaltaba su busto, sacudí la cabeza para despejar esos pensamientos.

Salude a todos abrazándolos.

-Me alegro de que hayan venido – les dije contenta, esta era la primera vez que venían a la fiesta que hacían nuestras madres antes de que entráramos al colegio – ¿se quedarán a dormir verdad?

-Si, al llegar le dejamos los baúles a tu madre Joan, y se los llevo a una habitación – dijo Harry, se veía un poco incómodo, y era obvio, no era un ambiente al que estuvieran ellos acostumbrados con tanta gente de alta sociedad.

Desde que los conocí y se convirtieron en mis amigos, les había contado sobre mi naturaleza, primero a Harry, luego Ron y poco después se los conté a Ginny y Neville, me sentí mucho mejor cuando no me rechazaron; aunque cuando les conté sobre que tenía dos madres se habían quedado de piedra. Fue una escena bastante graciosa, pero les agradecí mucho que no me dieran la espalda al saber todo.

Mientras Ron se la paso contándome como había estado entrenando para entrar al equipo como guardián, busque con la mirada a mi hermana, quien estaba riéndose con sus amigos, Draco Malfoy, Blaise Zabbini y Theodore Nott, si, era raro, pero al ser ella de Slytherin se habían hecho amigos. Fue una gran pelea durante los primeros años, pero ahora llevábamos una relación medianamente neutral. Aunque era más letal ahora que la guerra estaba comenzando.

-¿Y tú como te la pasaste en tus vacaciones Harry? – pregunte casual.

Después de nos contó como Dumbledore se lo llevo a conocer al nuevo profesor de pociones, aunque era bastante raro las posibles intenciones que podría tener el director.

-Si él va a estar enseñando pociones – empecé a decir pensando en todos los hechos - ¿Dónde se quedará el profesor Snape?

Todos se miraron confundidos sin saber bien que responder.

-Tal vez al fin nos libremos de él – dijo Ron con la boca llena, rodee los ojos.

-Sería lo más increíble del mundo – dijo Ginny muy sonriente, si no fuera porque es hermana de Ron, definitivamente iría tras ella, con ese cuerpo y esa cara…

"Deja de pensar cochinadas de la hermana de tu mejor amigo" – oí que me decía mi hermana por mi mente, era genial ese tipo de comunicación que teníamos, pero no siempre era prudente, como en estos momentos.

"Y tu deja de meterte en mi mente" – le dije. Senti la diversión de mi hermana justo en ese momento.

-¿Y tú cómo te la pasaste Herms? – me pregunto Ginny, me le quede viendo a esos ojos color chocolate, parecían echar fuego con ese cabello pelirrojo.

"Deja de comértela con la mirada, puedo sentir tu excitación" – dijo mi hermana.

"Déjame en paz, a ti también te gusta" – le respondí.

Me recompuse en un segundo.

-Pues en realidad bastante bien, he estado entrenando mucho, nuestras madres se toman bastante en serio la parte de controlar nuestra naturaleza – dije por lo bajo para que nadie oyera – así que he estado ocupada en ello.

-¿Así que ya no serás una salvaje adicta al sexo? – pregunto Harry burlándose de mí, todos nos reímos.

Desde el comienzo mis amigos se sintieron bastantes curiosos con mis genes y en lo que era, así que era normal que me preguntaran muchas cosas, al principio era incomodo, pero me pudieron ayudar bastante para salir de algunos problemas en lo que me metía.

-No creo que eso cambie – dije viendo de reojo a la pelirroja, quien se dio cuenta y vi cómo se sonrojaba un poco – hay muchas chicas guapas en Hogwarts.

Voltee a ver alrededor y vi a mis hermanos y las parejas de mi madre Kira por todos lados, pero nunca me gusto congeniar con ellos, más que en las reuniones del clan, así que solo les sonreía para saludar y eso era todo.

-Corazones, tu madre y yo queremos presentarte a alguien – dijo mi mamá Joan del otro lado de la habitación.

Por mis genes, toda mi familia tenía los sentidos muy agudos, por ende no hacía falta gritarnos para comunicarnos.

Me disculpe con mis amigos y camine hacia donde el olor de mis madres se encontraba. Las vi junto a unos señores bastante elegantes que se tomaban del brazo, eran cuatro, dos parejas, me llego el olor de Veela de inmediato, seguramente de las señoras quienes era las que destilaban más magia, eso atraía la mirada de todos los hombres hacia ellas.

Me acerque a mis madres sonriente y segundos después llego mi hermana.

-Hermione, Kim, queremos presentarles a los señores Delacour y los señores Parkinson – sonreímos y de inmediato seguimos el protocolo de saludarlos como buenas señoritas de sociedad que éramos – vienen de Francia, se acaban de mudar.

-Debe ser difícil el cambio tan drástico – dijo mi hermana tratando de romper el hielo.

Ellos sonrieron con melancolía.

-No ha sido tan difícil como pensamos que sería, en realidad es fácil adaptarse al estilo de vida de Londres – dijo el señor Delacour con un acento francés aún definido, lo hacía parecer muy sofisticado – claro no podemos decir lo mismo de nuestras hijas.

Mis sentidos se pusieron en alerta de inmediato, si eran hijas de veelas, seguramente serían mujeres increíblemente hermosas.

-Me gustaría presentárselas – dijo la señora Parkinson amablemente.

Justo en ese momento mi nariz capto el aroma más delicioso, era como oler la sensualidad en persona, la cantidad de magia que mi nariz captaba olía a éxtasis y provocación. Mi hermana también podía sentirlo, eso lo hacia el doble de difícil.

Desde atrás aparecieron tres chicas increíblemente hermosas, pase saliva de solo ver lo bellas que eran.

Apareció un ángel hecho mujer, lo más hermoso que mis ojos habían visto jamás, su cabello rubio largo lacio cayéndole por la espalda, su piel blanca se veía tan tersa, mis manos me picaron de solo pensar en tocarla y saber si era tan delicada y suave como se veía, esos ojos azules me hechizaron de inmediato era como ver el agua del manantial más puro y limpio. Ese cuerpo delgado con esas curvas bien definidas gracias al vestido plateado largo que tenía puesto.

Sentí como mi sexo reaccionaba solo de imaginarme lo que podría hacerle en mi cama, me cubrí de inmediato, con este vestido definitivamente se vería sin problema las condiciones en las que me había dejado la chica. Me sonroje pero trate de que nadie se diera cuenta.

A lado de ella había una chica que era como el clon de mi chica pero en cuatro o tres años menor, igual rubia y de ojos color azules, muy guapa definitivamente, destilaba ternura por todos lados.

Me concentre en mi hermana para saber que estaba pensando y ella solo tenía ojos para la tercera chica, de cabello negro largo lacio, color de ojos verde esmeralda, piel blanca como la nieve, facciones finas, y ese vestido verde oscuro que me volvió loca también, era pegado y corto, podía ver sus piernas perfectas.

-Les presento a mis hijas Fleur y Gabrielle, también entrarán a Hogwarts con ustedes - dijo la señora Delacour sonriente y evidentemente ellas eran su adoración más grande, las veía con muchísimo amor – Fleur entrará a séptimo, mientras que Gabrielle estará en cuarto.

Yo seguía con mis manos abajo cubriendo mi gran pequeño problema, y actuando como si esto no fuera lo más incómodo que había vivido.

-Ella es Pansy, aunque tengo otro hijo pequeño de siete años llamado Peter, pero por desgracia no pudo venir, se encuentra enfermo – voltee a ver a la chica y su mirada se posó en mí. Tenía una mirada muy fría y calculadora, le daba un aire bastante misterioso que también me atrajo.

Pero voltee a ver a Fleur y ella también me miro, se veía bastante altiva y orgullosa, pero estaba hermosa, esos ojos azules que me hacían sentir como si pudieran penetrar mi interior, solo le sonreí y le guiñe el ojo coquetamente. De inmediato ella se volteó como si no hubiera pasado nada, yo me quede un poco descolocada, nadie me había ignorado así antes.

-Espero se conviertan en buenas amigas – dijo mi madre Kira, pero detrás de sus palabras se encontraba escondido un "no se acuesten con ellas".

Asentimos mi hermana y yo.

"!Merlín! estas mujeres están hechas para comérselas enteras" – dijo mi hermana, la voltee a ver y estaba en las mismas condiciones que yo, escondiendo entre sus piernas un pequeño gran problema.

Pronto los adultos se fueron para que pudiéramos hacernos amigas de sus hijas, pero tenía una idea mejor para hacer con ellas, en especial con Fleur.

-¿Y les ha gustado Londres? – pregunte casualmente, se podía notar que ellas eran de las chicas con las que no podías ir rápido y directo.

-No en realidad – dijo Pansy sin voltearnos a ver – y menos con las amistades que mis padres quieren que tenga.

Me quede pasmada, la honestidad de esta chica era brutal y aunque fuera un poco grosero, eso también hizo que me calentará, una mujer con carácter siempre me iba a poner a mil.

-Será mejor que escondan mejor su problemita – dijo Fleur dirigiendo su mirada a nuestra parte intima, eso hizo que mi sexo palpitara dolorosamente por la excitación de saber que se habían dado cuenta – no somos como todas las mujeres que han tenido en su cama.

Después de eso, se fueron dejándonos solas con la rubia menor, quien tenía una sonrisa divertida en su rostro. Kim y yo no podíamos estar más avergonzadas y calientes.

-Su reputación las precede chicas, créanlo o no, son muy conocidas en Beauxbatons – se rio al ver nuestras caras de desconcierto – digamos que su fama a llegado a las piernas de varias amigas de ellas.

Nos dejó solas, voltee a ver a mi hermana quien estaba igual de roja que yo.

-Llevan cinco minutos en nuestras vidas y ya nos están volviendo locas – dijo ella – no sé tú, pero yo necesito sexo de inmediato.

Suspire. La excitación me estaba matando.

Voltee a ver a mi alrededor, y vi a una chica rubia que me miraba desde el otro lado del salón incitadoramente, no dude en ir a por ella. Solo que esta vez sería la primera vez en hacerlo pensando en otra persona o más bien, en otras personas. Dos pares de ojos en mi mente me estaban acosando, unos verdes fríos y misteriosos, y otros azules calculadores y soberbios.

Esto apenas comienza.

Aquí acaba el primer capítulo, espero les haya gustado.

Zarmaol