Capitulo 1: ¿Por qué?

El invierno se despedía con una última lluvia, Arthur observaba a todos que caminaban fuera de la facultad, pero su compañero y amigo más fiel no salía en ningún momento del lugar; observó el piso, apretando sus puños decidido, no le esperaría más; dio un solo paso esperando a salir y mojarse por completo.

Pero la suerte del inglés fue más favorable que en contra, un paraguas le cubría de aquello y una suave sonrisa interrumpió los pensamientos negativos de este, ¿Quién era aquella persona que estaba frente a él?

-Te resfriarás si sales sin algo para protegerte de la lluvia.- Llegó directamente a los oídos del de ojos verdes, tal como era realmente, un susurro, uno el cual le hizo estremecer como nunca antes lo había hecho en su vida.

-Gracias, pero no me gusta deberle favores a las personas… ¿Te conozco?- Se quedó observando sus cabellos negros, de los cuales escurría un poco de agua, pero no era de la lluvia, si no que al parecer había salido apenas de la ducha.

-Oh sí, no me conoces, y quiero creer que yo a ti si te conozco… Uhm… Kirkland, ¿No? Yo soy Raven…- El moreno desvió la mirada, señalando la entrada, tal vez era mejor que ambos salieran antes de que cerraran el lugar.

El más bajo asintió ante la proposición del otro, caminando hacia la salida del lugar; tras ellos salió un ahora desconcertado Alfred, mirando a Arthur con otra persona, sonriendo con él, mientras el moreno le atraía hacia sí para que no saliera del paraguas; aquello sólo impactó a aquel muchacho americano, no lo creía, ellos siempre habían sido los dos y nadie más alrededor. En ese momento notó que tal vez comenzaba a perder a su mejor amigo y amor en secreto.

Con el pasar de las horas, el rubio menor llegó a su hogar y dudó por un momento si debía llamar al inglés o esperar a que él llegara; llegó a la conclusión que si él no llamaba a Arthur, este no lo llamaría a él por más bien que hubiese llegado a casa.

-¡Hey Iggy! Te llamaba para…- Quedó en silencio con su teléfono en la mano al escuchar el buzón de voz, incluso le había dicho por el apodo que le había inventado hacía ya mucho tiempo, pero ninguna respuesta hubo, al parecer tenía el móvil apagado; aquello le había preocupado, por lo que decidió ir a buscarle a casa, tal vez se había caído al agua o algo así, como siempre exagerando.

La lluvia era intensa, incluso las gotas dolían si caían en la cabeza o rostro de alguien, pero el americano no se rendiría en ningún momento, con el mayor eran amigos desde la infancia, no dejaría que nadie le quitara el derecho de permanecer permanentemente a su lado.

Mientras tanto en el hogar del inglés, él y su nuevo amigo compartían una taza de té, intentando de conocerse más, al parecer la química había nacido entre ellos desde el primer momento.

-Gracias por dejar que me quede, jamás pensé que la lluvia sería tan fuerte, ahora quien te debe un favor soy yo, Arthur.- Sonreía con calidez el muchacho de ojos rojizos, bebiendo con real lentitud su té, observando de reojo al mayor.

-No tienes que agradecerme y ¡No me debes nada, no insistas! Que terco.- Comenzaron a reír divertidos ante el asunto, escuchando luego el golpe de una puerta, ambos giraron a verla y el dueño de casa se levantó a observar, era el estadounidense que había llegado totalmente empapado.

-¡Iggy! Te llamé por teléfono y no me contestaste, pensé que el cocodrilo de las alcantarillas te había atrapado camino a casa.- Murmuró en broma, entrando luego de quitarse los zapatos que estaban totalmente mojados; su mirada se fue directamente a aquel muchacho moreno, entrecerrando sus ojos con cierta molestia, le había visto antes en la facultad y no le daba para nada buena espina.

-Claro, como tardaste tanto en salir, Alfred idiota, y no me llames Iggy, odio ese apodo; estás empapado, ve a cambiarte, sabes dónde está tu ropa.- El tono de Arthur era totalmente frío y se notaba más que molesto con el otro rubio; se sentó al lado de su nuevo amigo para seguir con su té.

La mirada del muchacho nuevo se afiló con suavidad al observar al otro rubio invadiendo la casa del inglés, ¿Qué acaso siempre tenía que estar pegado a él? Claro que no. Abrazó ligeramente a Arthur mientras el otro le manoteaba para que le soltara, mirándolo para luego comenzar a reír.

-Pensé que te gustaba que te abrazaran, Arthie, veo que no es así, lo siento mucho, amigo.- recalcó la última palabra para enfurecer al de ojos azules, soltando al mayor sin dejar de sonreír en ningún momento, Alfred comenzaba a hartarse de esa "sonrisita de ángel" que colocaba Raven frente a Arthur.

Luego de aquel momento de tensión, el americano se dirigió a cambiarse de ropa y luego beber un café, intentando mantener la calma con el moreno, quería apartarlo de SU inglés a toda costa, pero al parecer el mayor sólo se encariñaba a medida que más hablaba con él.


Kai: Espero que les haya gustado el primer capítulo, iré subiendo más a medida que mi imaginación se active; si se preguntan "¿Por qué es tan corto?" Sencillo, es que prefiero hacerlos así antes que termine aburriéndome de la trama y deje el fic, cosa que dudo que haga con este porque me ha encantado. ¿Reviews?~ Acepto críticas constructivas ¿Eh? No insultos hacia Rave, mi bebé es muy sensible(?).