Disclaimer

Todos los derechos pertenecientes a la Sra. Rowling, la WB y Salamandra.

No hay fines de lucro bajo la realización de este escrito, sólo la mera satisfacción y entretención que saco de ello.

La idea de la lista esta basada en el capitulo 3x06 de One Tree Hill: "Locked hearts and hand grenades"

Aviso

Bienvenidas a mi nueva historia y espero que disfruten el primer capitulo. La tengo escrita desde hace varios meses por lo cual no es completamente diferente a los fics que ya tengo en Internet.

Lo que se encuentra en '' son los pensamientos de los personajes, mayoritariamente de Hermione. Pero es fácil distinguir.

Sumario completo

Cuando la locura se desata en Hogwarts y Hermione tiene que venir con un plan para contener los problemas, nunca se imaginó que uno de sus sueños se cumpliría. Tener la posibilidad de ser la novia de la persona que amaba y su mejor amigo. Pero aunque esta sea sólo una forma de fingir y ayudarlo a recuperar a su ex, Hermione sabe que es la única oportunidad de demostrarle lo que tiene delante de él, sin saber que el futuro le depara muchas sorpresas y problemas.

Dedicación

A un ángel que cambio mi vida. Milenco, todo esto es para ti.

¡Disfruten la lectura!

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ALGUIEN COMO TÚ

Capitulo Uno

Nuevos problemas

Séptimo año ¿O deberíamos decir octavo? De una u otra manera el mundo estaba en paz, libre, todavía quedaban mortífagos rezagados, pero eso ya no era su responsabilidad. Esa era del ministerio. Ese año se iban a dedicar a ser adolescentes.

Hogwarts no abrió al año siguiente, nadie asistió a sus años, el Ministerio no puso oposición a dejar a los alumnos cumplir sus cursos requeridos y de esa manera Ron, Harry y Hermione se hallaron de vuelta a Hogwarts por su último año de escuela, tras una dura hazaña en busca de los horcruxes y la caída de Voldemort.

Más de un mes lo pasaron en San Mungo, Harry inconsciente por tres semanas, pero con la mínima satisfacción que sus vidas serían normales. Al menos una vez.

Volverían a clases, Quidditch, citas, fiestas, vidas de adolescentes comunes y corrientes. Donde sus máximas preocupaciones no fueran ir en busca de los restos del alma de un enfermo genocida, si no la tarea de pociones que tendrían que entregar al otro día. Si. Iban a ser días normales. O eso creía todo el mundo.

Pero las clases ya habían empezado y el entusiasmo demostrado por todos decayó como en cualquier colegio.

- ¿Repíteme porque no rechazamos la petición de volver a clases?

- Porque… -comenzó Harry dubitativo y chasqueó los dedos cuando encontró una respuesta- no queríamos ser unos vagos… y tengo privilegios como Premio Anual. –agregó lo último rápidamente.

- Si, continúa restregándome eso en la cara.

- ¡Que reclamas! Eres el nuevo capitán de Quidditch. Me quitaste mi título –Harry hizo gesto ofendido hacia su mejor amigo, pero soltó una carcajada al rato.

- Paren de hablar sobre lo mismo. ¡Ya me estoy cansando escuchar la misma conversación cada dos horas!

- ¡Pero estoy aburrido!

- Lo siento Ron… tú decidiste volver a clases, tolera las consecuencias.

- No se quien es peor –le susurró Ron a Harry- O mi madre o Hermione.

Harry estaba a punto de reír. Pero Hermione lo interrumpió.

- ¡Te escucho repetirlo y no contarás el día siguiente Ronald Weasley¡Y tú no intentes reírte Harry!

El ojiverde tragó con dificultad, no era placentero recibir alguna maldición de Hermione.

Los tres amigos iban caminando por los pasillos hacia el desayuno de ese día. Ron los había ido a pasar a buscar a las habitaciones de los Premios Anuales como todas las mañanas. Harry y Hermione avanzaban con sus insignias en el pecho.

- Buenos días premios anuales.

- ¿Puedes cortar Lavender¡Todos los días lo mismo!

- ¿Qué le pasa? –preguntó la chica a Harry y Ron por lo bajo.

- ¡Que les ocurre a todos que piensan que estoy sorda¡Hablen en tono normal¡Los escucho igual!

- ¡Por Merlín¡Que criatura te picó!

Seamus le dijo mientras la miraba sorprendido. Hermione era una persona con poco sentido del humor, pero hoy estaba peor de lo normal. El chico se acercó a tomarle la mano a su novia.

- ¡Lo que se me cruzó fue otra pelea de niñas estúpidas que no tienen nada mejor que pensar aparte de chicos!

- ¿Que hay de malo con eso? –preguntó Lavender acercándose a Seamus y dándole un beso.

Seamus y Lavender habían comenzado a salir desde el año pasado. Luego de la relación que tuvo con Ron, el irlandés estuvo ahí para apoyarla, una cosa llevo a la otra y eran una de las pocas parejas estables dentro del castillo. Sorpresivamente eso no le molestaba a Ron, que ahora estaba aumentando popularidad con sus capitanía y salía con diferentes chicas.

- Yo no objeto –respondió Seamus con una sonrisa pícara.

- ¡Párenla ustedes dos! –reclamó Ron.

- ¿Celoso? –Hermione lo miró curiosa con una sonrisita.

- No. El problema es que si no paran, alguna chica parara por ahí y querrá encerrarme en el armario de escobas... De nuevo –agregó eso como un segundo pensamiento.

Y con una sonrisa triunfal antes la incredulidad en las caras de sus amigos Ron entró al Gran Comedor. Todos rieron atrás.

- Me alegro que tu humor este mejorando.

- ¡Tú podrías haber estado ahí Harry¡También eres Premio Anual!

- Pero pensé que ese era un problema femenino, además tenía los míos propios que solucionar.

La sonrisa en la cara de Hermione se desvaneció, pero Harry no lo notó, el chico ya se sentaba junto a Neville. La castaña tomó asiento a su lado.

- ¿No solucionas las cosas con Ginny? –preguntó tratando de no parecer interesada.

- No. Al parecer esto de salir con muchos chicos es para ponerme celoso y demostrarle que la aprecio. Continua molesta porque la dejé en sexto año y me desaparecí el siguiente.

- Ah… que lástima.

'¡Si claro! - ¡Hermione Granger compórtate!' Realmente no era lástima para la chica. El año pasado había sido un año lleno de sorpresas, y descubrimientos.

Luego del funeral de Dumbledore el trío quedó en dedicarse a la caza de los Horcruxes. Luego de la boda de Fleur y Bill los tres desaparecieron de la faz de la tierra. Al menos eso intentaron, se quedaron viviendo en Grimmauld Place y la casa continuó escondida, solamente que ahora para todos. Nadie más que ellos tres podían visitarla y los viajes por el país fueron muchos.

Investigando, destruyendo, tratando de sobrevivir y con unos cuantos ataques a cuestas Harry, Ron y Hermione cumplieron la tarea y destruyeron todo, dejando listo a Voldemort para la batalla final. Pero las cosas cambiaron, para Hermione, Harry no tenía el más mínimo recuerdo de ello y si es que lo hacía, hacía un buen trabajo ignorándolo. Porque por más que ella lo intentaba, más imposible se hacía.

- ¡Un brindis por la destrucción del último horcrux!

- Ron… ya brindaste por eso 17 veces –dijo Hermione con tono cansado.

- Entonces… por la cara de Voldemort cuando descubra a su preciosa Nagini sin cabeza. ¡Salud!

- Y ese es el número 14 –continuó la chica en un tono más bajo y frustrado.

Ron y Harry estaban completamente ebrios, ella había aceptado una sola copa de Whisky de Fuego, alguien tenía que mantenerlos al margen. Pero por más que había intentado detenerlos… fue imposible. Ron lo único que había hecho era reprocharle de que era una agua-fiestas y Harry… bueno, él no había dicho casi nada desde que habían llegado a Grimmauld Place, sólo se había dedicado a tragar el ardiente líquido que Ron ponía delante de él uno tras otro.

Aunque no podían culparlo. Esto, a pesar de ser un excelente avance, los llevaba a la dura tarea de eliminar el problema mayor, y el que haría eso era él, nadie más, y el prospecto de morir, no era algo en lo que dejara muy emocionado. Pero a pesar de todo, eso no era excusa de andar emborrachándose, además era la primera vez que tomaban Whisky de Fuego, las repercusiones serían fieras, a ella ya le dolía la cabeza y eso que había sido sólo una copa.

Se puso de pie y fue a la cocina a preparar una poción para el día siguiente, todos la necesitarían. No se demoró más de media hora cuando volvió y Ron estaba tirado en el sillón al lado de la chimenea con la cabeza hacia atrás, la boca abierta y roncando ligeramente. Un vaso se mantenía peligrosamente en su mano. Harry en cambio estaba en el sillón más grande mirando fijamente el fuego, con apenas unos cuantos pestañeos, a pesar de todo, el brillo de ausencia se notaba en sus ojos. La castaña tomó asiento a su lado y le puso una mano en la rodilla.

Ese contacto lo hizo mover la cabeza inmediatamente a un costado y los verdes ojos quedaron tan clavados en su mente que un fuerte escalofrío cruzó su espalda. Hermione estaba perdida en el color, estaba perdida desde hace semanas ya. Y no estaba segura de querer ser encontrada. Se había enamorado de su mejor amigo.

Realmente era un misterio. El año anterior había estado como una loca celosa de Ron y Lavender y ahora enamorada de Harry, pero entre más lo pensaba, esos celos sólo eran una forma de esconder esos sentimientos que aparecían al ver a Ginny con Harry. Y todo era por la simple razón que Ron la notaba, o al menos eso ella creía, y porque por segunda vez en su vida se sentía apreciada¡Pero eso era absurdo! Muchas veces se sentía apreciada por Harry¿Por qué sólo ahora lo notaba realmente? Por Ginny. Porque ella tenía sentimientos por él y la pelirroja era la única mejor amiga que tenía.

Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por la rasposa voz de Harry.

- Te ves hermosa.

'¿Ah¿Escuché bien?'

- Perdón, no te oí.

- Que te ves hermosa.

'Si que esta ebrio¡Como me hace esto!

- Harry… mejor cállate antes que lo lamentes.

- No hay nada que lamentar. En verdad te ves muy linda Hermione, y sin ti, no hubiéramos logrado llegar hasta donde estamos.

Hermione se ruborizó y bajó la mirada. Estaba sorprendida, Harry nunca era tan elocuente en cuanto a los cumplidos hacia ella. Pero ¿no hay un dicho que dice que los 'Borrachos siempre dicen la verdad'?

- Gracias

- No hay de que

Y volvió la vista al fuego. Fue en ese momento que Hermione notó que todavía tenía la mano en la rodilla de Harry y todo este intercambio de palabras la había puesto nerviosa, lentamente comenzó a retirarla, pero los rápidos reflejos de Quidditch de Harry la sostuvieron y la apretaron fuertemente. '¿Puede ser que en realidad la bebida no lo haya afectado?'

Sus miradas se unieron por segunda vez esa noche con la misma intensidad. Hermione no sabía si era el ambiente, con el fuego, la poca luz, la falta de aire; la situación, con la conversación, el avance en esta batalla o el peso que esta tenía; o incluso el contacto, con los ojos amarrados por un vínculo invisible, las manos apretadas y la cercana distancia. Que ambas cabezas se fueron acercando lentamente, mientras ella sentía que su corazón estaba latiendo en sus oídos y el pecho se le inflaba, sus labios rozaron lentamente luego de que ambos cerraran los ojos.

Fue un roce tan corto, tan efímero que sus ojos se conectaron por tercera vez y no pasaron más de dos segundos que sus miradas aseguraron las dudas de Harry y Hermione para que sus labios se unieran en un verdadero beso, mucho más dulce y fiero a la vez.

Harry llevó las manos al castaño cabellos de Hermione enredando los dedos con los diferentes rizos, y Hermione las puso en el cuello de él apretándolo más para no dejarlo ir.

Profundizaron el beso y Hermione dejo estirarse en el sillón con Harry presionándola suavemente. Ninguno supo el momento en el que las manos de ella estaban sobre su espalda y las de él sobre su cintura. Fue cuando Harry comenzó a darle besos en el mentón, para bajar al cuello que Hermione abrió los ojos súbitamente.

Con una rapidez que la sorprendió a ella misma, se soltó de los brazos de Harry y se paró a un lado del sillón. El chico había quedado con la cabeza hundida en el asiento, pero lentamente se apoyo en los codos y la miró hacia arriba.

- ¿Qué ocurre?

- ¡Esto!

- Hermione…

- Lo siento Harry… pero esto no sucederá aquí, ni ahora, ni contigo en esas condiciones. Buenas noches.

Y con lágrimas en los ojos subió a su habitación rogando a todos los dioses, Merlín, Circe y Morgana… que esa no fuera la última vez con Harry Potter besándola.

Pero a la mañana siguiente descubrió que al parecer nadie le escuchó los ruegos. Bajó a la sala y Ron seguía en la misma posición que la noche anterior y Harry estaba de boca durmiendo en el sillón. El sillón.

Tenía miedo que se despertase y el no recordara nada. Con un movimiento de varita les mojó la cara con un chorro de agua.

- ¡Mamá¡No me mojes¡Prometo no quedarme hasta tarde leyendo el libro de los Chudley Cannons! –Ron gritó con los ojos cerrados tratando de taparse la cara, de no haber sido que la situación en la que ella se encontraba era difícil hubiera reído.

- Buenos días Hermione. –se oyó la voz del ojiverde con ese ruido mañanero.

- Ah eres tú… -dijo Ron después de Harry.

- Ahora el par se va a la cocina a tomar un poco de poción.

El temblor en su voz era evidente, y Harry lo notó. Ambos chicos entraron tras ella a la cocina.

- ¿A que hora nos dormimos?

- No lo sé Ron. Tu ya te había ido al otro mundo cuando volví de dejar la poción cocerse. Harry estaba- estaba despierto –ahora si que Harry se aseguró que algo había pasado.

- Me duele la cabeza –comenzó el pelirrojo a quejarse- ¿Falta mucho?

- No, sólo un poco.

Todo el tiempo en que estuvo moviéndose por la cocina, Harry la observó, en ningún momento le dirigió la mirada, ni un solo segundo, y eso que estaba sentado al lado de Ron. La chica se acercó con dos tubitos.

- ¿Hermione?

- ¿Sí? –Hermione no miró a su mejor amigo a los ojos.

- ¿Ocurre algo? –preguntó entre curioso y asustado. La chica lo miró a los ojos rápidamente.

- ¿Por qué lo- lo dices? –salió la frase algo entrecortada.

- Por… casualidad. ¿No hice nada ayer?

Un brillo de dolor cruzó la mirada café de Hermione Granger. Bajó la vista y se puso a jugar con los dos tubos.

- No… ¿recuerdas nada?

- No… nada… sólo que tomé demasiado y que ahora tengo un fuerte dolor de cabeza. Y estoy seguro que de haber hecho algo. No quiero acordarme –soltó una risita.

Eso fue una puñalada helada. Claro. Él no iba a recordar, no quería hacerlo, era así de simple. Y ella creyendo por un minuto que lo que había pasado la noche anterior tenía espacio a repetirse. '¡Eres una tonta Hermione!' Ambos chicos comentaban diferentes cosas que odiarían hacer en caso de emborracharse, sólo alcanzó a oír algo como "Despertar con Snape al lado" y las risas de Ron y Harry retumbaron en sus oídos. '¿Dolor de cabeza¡Veamos si les duele tanto!'

- ¿Alguno de los dos sabe cuando se demora esta poción en preparar? –preguntó ella en un tono causal.

- Eh… ¿Ocho horas? –intentó Ron.

- Me alegro que tomarás atención Ron… Porque esas serán las horas que pasaran con dolor de cabeza ¡Por ser unos insensatos!

Y sin decir más, se acercó al lavaplatos, abrió los tubos y los dio vuelta para abrir después la llave y dejar que todo cayera por la tubería. Con un movimiento de varita hizo desaparecer todo el excedente en el caldero.

- ¡No! –gritaron Ron y Harry al mismo tiempo. Y Hermione encontró una pequeña satisfacción sadista al ver sus caras.

- Eso es para que aprendan a no tomar de esa manera, tendrán presentes las cinco horas que tendrán de sufrimiento, dolor de cabeza, nauseas, vómitos. Y no se molesten en preparar poción, porque ni aunque ambos se junten a hacerla, y logren prepararla correctamente, será muy tarde. Buenos días, me voy a la biblioteca.

Y dio un fuerte portazo, dejando a dos adolescentes saltando de dolor por el fuerte ruido. Y sin tener idea que su mejor amiga subía las escaleras corriendo con lágrimas cayendo por sus ojos.

Una vez que se conseguía un poco de Harry Potter era difícil renunciar a ello. Y eso era lo que más atormentaba a Hermione Granger desde hace meses. Y lo peor era que aunque sabía no podía tenerlo, tampoco podía olvidarlo.

- ¿Hermione¿Estás bien?

- ¿Ah?

- Pregunté si estabas bien.

- No te preocupes Neville, sólo perdida en el tiempo.

- ¡Mírala¡No entiendo porque sigue jugando! –dijo Harry en un susurro a Hermione.

- ¿Quién?

- ¡Ginny!

La premio anual se limitó a no soltar un gruñido, y miró a donde Harry indicaba. Donde una coqueta Ginny hablaba con Michael Corner.

- ¿Por qué no le has pedido que sea tu novia?

- Lo he hecho.

- ¿De palabras?

- No… Pero a eso me refería cuando hable con ella.

- ¿Entonces?

- Ella quiere mantener las cosas casuales

- ¿Casuales?

- Ajá. Nada de formalidades, ver a diferentes personas. Yo entiendo que lo hace porque esta insegura que yo la abandone de nuevo si algo malo ocurre, pero no entiendo como sigue con lo mismo ¡Si Voldemort ya esta muerto!

- No se que decirte….

- Necesito ayuda de alguien –Harry había empezado a hablar solo ahora- Necesito tener alguien, para que vea que no es la única, que me puede perder. Tengo que darle celos.

- Harry… eso no será muy difícil. Hasta las niñas de primer año quieren ser tus novias, luego de que derrotaste a Voldemort. Estuvimos un mes leyendo toda la correspondencia que te llego a San Mungo y 80 de las cartas eran de mujeres. 30 eran propuestas de matrimonios y en medio había mujeres casadas.

El chico se sonrojó al recuerdo.

- Pero no es tan fácil. Ginny no le dará celos con cualquiera. Eso deberías saberlo, tiene una seguridad propia impresionante.

- He escuchado llamar a eso EGO.

- No es egocéntrica –respondió defendiendo a la Weasley.

- Lo que tú digas Harry.

- ¡ERES UNA MENTIROSA! –se oyó un grito en el fondo.

- Oh Merlín… aquí vamos de nuevo –murmuro Hermione levantándose de la mesa seguida por Harry hacía Hufflepuff.

- Agradezco que este año la gran mayoría de los Slytherin no haya vuelto.

- Yo igual…

Harry y Hermione caminaban hacia donde otro disturbio se ocasionaba entre Megan Jones y Sophie Roper

- ¡Tú le dijiste que yo no quería salir con él! –gritó Megan.

- ¡Y acaso tienes prueba!

- ¿Me puedes explicar que les pasa a la chicas este año? –le preguntó el ojiverde a su amiga mientras estaban más cerca.

- Eso mismo me pregunto yo. He venido con una teoría que me dice que Voldemort esta haciendo todo esto desde el más allá para volverte a ti y a tu mejor amiga loca.

- No lo dudaría por un segundo.

- ¡Jones¡Roper¡Las dos fuera¡AHORA! –gritó Hermione a todo pulmón.

El grupo de Hufflepuffs alrededor de ellas se dispersó y ambas chicas dieron media vuelta con odio en sus ojos para salir del Gran Comedor. La directora se acercó a ambos antes de que avanzaran hacia las puertas.

- Señorita Granger, la quiero ver en mi oficina apenas solucione este asunto. ¿Entendido?

- Si, directora McGonagall.

Hermione vio como la profesora volvía a la mesa de adelante y sintió una mano tirando su brazo. Se dio vuelta.

- Vamos Herms… tenemos trabajo que hacer.

Y con un gruñido, siguió a su mejor amigo hasta el vestíbulo.

- Vaya…vaya… que tenemos aquí.

- Aquí Malfoy tienes dos Premios Anuales muy cansados y enojados, y que estoy segura que si me llegan a perturbar en lo más mínimo algunos de tus ácidos comentarios, no dudaré en sacar mi varita y dejarte botado al otro lado del lago, y quitarte puntos. Aunque dudo que Slytherin pueda tener bajar aún más de sus -389.

- ¿Qué pasa Granger¿Weasley te abandono o esta vez es Potter?

- Déjala en paz Malfoy, o te aseguró que no detendré su amenaza.

- Ah…. –hizo un gesto de aburrimiento- yo que me quería divertir un rato con ambos. Creo que iré a ver a Ginevra.

Eso hizo a Harry fruncir el ceño y con Hermione sujetándole el brazo a Harry, Malfoy entró al Gran Comedor con una sonrisa triunfante.

- Vamos Harry. Sabes que es así porque se aburre fácilmente, ser el único Slytherin en su sala común no debe ser para nada entretenido.

Y con una última mirada a las puertas del Gran Comedor, ambos siguieron para hablar con el par de locas.

La casa Slytherin había disminuido considerablemente. Fueron muy pocos los que volvieron a Hogwarts tras la caída de Voldemort, algunos muertos, otros escondidos y habían avergonzados. Nadie los culpaba, sólo era una lástima haber perdido tanta gente joven. Malfoy era uno de los pocos que había venido a cumplir su séptimo año. Su padre había muerto en la batalla final y luego de mantener a su madre escondida por un tiempo, Draco y Narcisa se volvieron en contra del Señor Tenebroso para poder acabar con el causante de la ruptura familiar.

A pesar de que Malfoy había peleado hombro a hombro con Harry, el ojiverde aún no confiaba en él y el odio se mantenía entre ambos, un odio que aumentó por parte de Harry cuando el rubio se hizo amigo de Ginny.

- ¿Qué pasó esta vez Megan?

- Pregúntale a mi traidora 'supuesta-mejor amiga'

- ¡No puedo creer que digas eso¡Estaba protegiéndote!

- ¿Protegiéndome¡Sophie¡Sabías que quería salir con Michael Corner!

- ¡Pero lo vi besándose con otra niña!

- ¡Con quien!

- ¡No puedo decirte¡Pero ella no quería!

- ¡Y como sabes eso!

- ¡PORQUE EL ME BESO!

Harry y Hermione miraban este intercambio como si vieran la televisión, donde en una muy buena telenovela muggle, de esas que Tía Petunia se sabía la trama completa, dos chicas peleaban como si fueran a romperse las gargantas de tanto gritar. Pero lo último que salió hizo que Sophie se tapara la boca y Megan Jones la miraba con ojos cuadrados. Antes que la última tuviera tiempo de hacer algo con su varita Hermione sacó la de ella rápidamente y las inmovilizó a ambas tapándoles la boca.

- Así se ven más bonitas.

La castaña soltó un suspiro casino.

- Harry… si quieres vete a comer. Yo veo esto. Ya me estoy acostumbrando.

- No te preocupes. Quiero presenciar si una de las dos se mata.

- ¡Harry!

El chico trató de aguantar las risas. Hermione volvió la vista a las dos jóvenes frente a ella.

- ¡Honestamente¡Todo esto por Michael Corner¡Lo voy a matar¡Porque estas cosas no ocurrían antes!

- Porque estábamos todos preocupados de sobrevivir una guerra.

- Ja – ja - ja. No necesito las interrupciones Harry.

- ¡Lo siento! –dijo levantando las manos y con una sonrisa.

- Ahora… ambas me escucharán. Por culpa de ustedes y media docena de brujas locas tendré una larga mañana en la oficina de Mcgonagall. Les doy dos opciones. Las suelto y hablan como personas civilizadas, o las encierro en un calabozo, lugar que el señor Filch estaría gustoso de entregarme, sin varitas a limpiar todo de forma muggle hasta que piensen correctamente y resuelvan sus problemas. Pestañeen una vez si prefieren la opción uno, y dos veces si quieren las segunda.

Ambas chicas se miraron, odio, lamento y heridas se vieron, pero las dos pestañearon una sola vez.

- Me alegro –la chica movió la varita y Sophie y Megan fueron liberadas.

- Lo lamento –dijo Sophie con tristeza- ¡Yo no quería¡Él se ofreció a llevarme mi bolso, y nos fuimos caminando y me besó¡Yo sabía que a ti te gustaba¡Nunca te hubiera hecho algo así¡Tienes que creerme!

A pesar que Megan se veía dolida y no muy segura asintió con la cabeza y abrazó a su mejor amiga. Hermione sonrió y Harry le golpeó la espalda suavemente felicitándola.

- Vamos…

- Tengo que ir a donde la directora, y primero a buscar unas cosas a mi habitación. Yo los veo en el almuerzo.

- Esta bien. Nos vemos.

Y Harry se alejó. Porque se iba, porque no podía verla como algo más. Algunos alumnos todavía paseaban por los pasillos y Hermione sinceramente se sintió sola. Unos aplausos interrumpieron sus pensamientos.

- Felicitaciones a la Premio Anual

Con disgusto se dio vuelta.

- ¿Qué quieres Brocklehurst?

- Nada más que felicitarte. Esta es como la quinta vez en un mes que resuelves uno de estos problemas.

- ¿Llevas la cuenta?

- No sólo disfruto lo patética que eres.

Mandy Brocklehurst, Ravenclaw. 'Maldita desgraciada' Excelente en notas y le seguía a Hermione en todo, un poco retraída socialmente, hasta este año, que de la noche a la mañana al parecer se desarrolló y tenía a más de un alumno baboso tras ella. Hermione la odiaba. Desde que había comenzado como Premio Anual Mandy no paraba de lanzarle pesadeces y a molestarla por todo. Era una celosa que había perseguido el título y se había quedado con las ganas.

- ¿Tienes que estar molestándome para hacer tu vida más interesante?

Mandy soltó una risita fría.

- ¿Mi vida más interesante? No… no lo necesito. Eso lo necesitas tú, que no me sorprendería enterarme que tú haces armas estos escándalos para ser la Doctora Corazón de Hogwarts.

- De que hablas…

- Hablo de que tienes una vida tan patética, y miserable, que nadie se fija en ti, desde Krum has estado sola, y no tienes nada mejor que solucionar los problemas amorosos ajenos, ya que no tienes nada que solucionar tú.

- Para tú información ese es el trabajo de la Premio Anual. Lamento que tú no tengas que tener mi supuesta patética y miserable vida.

- ¡Ah claro! Premio anual… tal vez para lo único que eres buena, porque para novia… nunca.

Y se fue dejándola más sola aún. Podía ser que las palabras de Mandy eran sin argumento o hechos, pero habían días que Hermione se preguntaba porque nadie la notaba, porque nadie gastaba cinco minutos del día mirándola o acompañándola a clases de otra manera que no sea como amigos. ¿Sería acaso que nadie la viera como una posible pareja¿Era fea¿Era aburrida¿Muy inteligente e intimidaba a los chicos?

Sin darse cuenta sus ojos se llenaron de lágrimas, y antes de ponerse a llorar en el pasillo se dirigió a su habitación corriendo. Al llegar ahí miles de pensamientos la atacaron. ¿Sería posible que ella causara los problemas? '¡NO SEAS IRRACIONAL! - ¡PERO ESTAMOS EN EL MUNDO MAGICO!' ¿Sería posible que de alguna manera cósmica su miserable vida causara cosas más interesantes? Ahora si que había enloquecido.

Se limpió los ojos y salió de su habitación hacia el despacho de la directora. Necesitaba estar tranquila para una larga reunión.

SssssssssssssssssS

Pero el tema no la abandono en todo el día. Con el recuerdo del beso con Harry, de meses atrás, fresco en su mente, y con la tarea que le había encomendado la Directora, el tema de novios no la había dejado. Al contrario, la estaba matando lentamente.

¿Qué había de malo con ella¿Qué la hacía un ente rechazado por los hombres en el castillo¡Por Circe! No podía ahora ella comenzar con el tema, ese sería el colmo de los colmos.

- ¿Qué ocurre Hermione?

- Nada…

La chica estaba siendo interrumpida por Lavender y Parvati. Había decidido ocupar la sala común Gryffindor para formular un plan, con un pergamino en la mano y la pluma lo único que había conseguido había sido TAREA.

Miro a sus dos compañeras y una idea vino a su mente.

- En realidad si… algo me ocurre y necesito la ayuda de ambas.

- ¿Nuestra ayuda? –preguntó Parvati incrédula.

- Ajá…

- ¿Y en que somos expertas? –inquirió Lavender.

- Chicos…

- ¡Te gusta alguien! –la gemela gritó emocionada haciendo saltar a algunos- Lo siento.

- No, no es sobre mí. Y ten por seguro que de tratarse de mí, serías la última persona en enterarse. Estoy segura que no te oyeron en América.

- No seas pesada.

- Es verdad Parvati. Soy tu mejor amiga y te quiero, pero te emocionas mucho con las cosas y sueltas demasiado. Seamus sabía antes que yo que a mi me gustaba. Y fue porque no gastaste tiempo en ir a contarle.

- Bueno… Eso te sirvió ¿no?

- Sí, pero aún así, ese no es el punto. A lo que-

- Chicas… necesito su ayuda.

- Lo siento Hermione. Dinos.

- ¿Han escuchado de todos los problemas que hay en el castillo¿Qué al parecer anda una fiebre extraña porque a todas las locas se les ocurrió andar peleando por chicos?

- ¡UNA FIEBRE!

- ¡Parvati! Esa una forma de hablar…

- Lo siento, me asusté… Pude haberla agarrado… hace unas semanas –dijo avergonzada.

- Lo recuerdo perfectamente. –respondió Hermione exasperándose, recordando como había tenido que llevarla a la enfermería junto con una Slytherin.

- Si sabemos todo. Somos amigas de Myrtle.

- ¿Amigas de ella?

- Si… Lavender y yo vamos ahí todas las semanas, como crees que conseguimos todo el material. Además sólo dale unas horas, simula que la maquillas y es feliz.

- Siempre me odio –murmuró Hermione, la imagen de Harry en su mente- Como sea… el asunto es que la Directora esta cansada del asunto y quiere hacer algo al respecto, tengo que tenerle una propuesta para esta noche, de no ser así, tendré problemas.

- ¿Que tipo de propuesta? –Lavender parecía interesada, y tenía ese brillo en el ojo que decía que tenía ideas, y no del todo inocentes. Hermione se asustó.

- Eh… algo que las mantenga tranquilas.

- ¿Tranquilas de que manera? –ahora el turno de Parvati.

- Chicas… creo que esto no fue una buena idea.

La premio anual comenzó a pararse y a recoger sus cosas, pero dos manos la sentaron de nuevo y Lavender y Parvati se miraron.

- Creemos tener la perfecta idea para ti.

- ¿De que- que se trata? –esto no sonaba para nada bien.

- Una lista del chico de fantasía –dijeron ambas Gryffindors al unísono.

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Notas de la Autora

¿Les gustó?

4.965 palabras. Varios capítulos son así de largos, un par pasando las 5.000, pero no todos, aunque les aseguro que no baja de 3.000. A pesar que es algo extenso por capitulo, les aviso que no es un fic largo, sólo tendrá nueve capítulos y un epílogo, todo ya esta escrito, así que no seré una pesadilla con las actualizaciones.

Se que parece algo anormal que de pronto todas las chicas estén actuando así de un día para otro, pero de ahí viene la broma por Voldemort y sus intentos de enloquecer a Hermione. A decir verdad lo tomo del punto de vista que debido a toda la presión menos de una guerra, el mundo esta libre y disfrutando. ¿Convincente?

Como sea. Al principio le di el crédito a One Tree Hill y la lista. Así es, en el capitulo pasa una especie de locura por peleas amorosas entre chicas y se hace una lista con los mismos propósitos, los cuales serán explicados en el siguiente capitulo. Pero nada más pertenece a la serie, a excepción de acciones que se realizan con el asunto Ginny/Harry y luego un par de diálogos casi al final entre Hermione/Harry que son utilizados por Brooke/Lucas.

Volvamos al tema. La relación con Ginny no será explorada intensamente, y Harry se dará cuenta que sus sentimientos no son como piensa en este capitulo, puede parecer que anda un poco desesperado, pero en un tiempito más y con una buena terapia Granger quedara curado. No se preocupen.

Aquí les dejo un regalito:

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SPOILERS CAPITULO DOS: LA LISTA

- ¿Es acaso culpa nuestra que no puedas distribuir bien tu tiempo? Pensé que eras la Premio Anual.

- Cállate Mandy, porque te juro que haré uso de mis privilegios para hacerlo, y te saldrá caro y doloroso –dijo en tonó amenazante y arrastrado, digno de Malfoy.

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- Este programa se llama la "Lista del chico de fantasía"

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Así que lean, disfruten y ¡No olviden el review!

"Los reviews son el oxígeno de un escritor de fics"

¡No quiero morir ahogada¡Ni tan joven!

¿Por favor?

Francis

Delusional al 100

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PGF HHR

Propaganda Gratuita Fanfic - Harry/Hermione

Veo a Través de Tí

by Wordenwood

Harry decide irse un tiempo a una especie de peregrinación por Asia, al regresar a Inglaterra se da cuenta de varias cosas que han pasado y podría haber evitado de alguna manera.