HOLA
Traigo una nueva historia que según yo, constara de tres capítulos. La idea vino a mi mente mientras escribía "La Carta de Narcissa", cuando termine me di cuenta que me gusto muchísimo, así que decidí subirlo.
Comenten por favor que les pareció la historia.
Disclaimer: Harry Potter no es mio, le pertenece a J.K Rowling
With a Little help from the stars
Chapter I: ¿Hasta dónde hemos llegado?
Dramione
Post-War
El clima invernal siempre ha sido su preferido; aunque pocas veces lo expresara, le gustaba realmente ver la nieve caer, la sensación que dejaba el viento frio cuando tocaba su piel y (aunque probablemente nadie lo creería) amaba la Época Navideña. Siempre se sentía como un niño, como cuando era pequeño e inocente; por eso añoraba tanto esa época, lo hacía sentirse transportado al tiempo donde lo único importante para Él era jugar, reír y correr por los jardines de su casa. Recordaba cada uno de los inviernos de su vida (desde que tuvo conciencia de ellos) recordaba cada cena navideña en su hogar, cada regalo que sus padres le habían proporcionado, cada viaje realizado en épocas decembrinas, recordaba también los olores típicos de las cenas o reuniones etc… Pero este año junto con la fría ventisca de Septiembre, algo más llego a su vida, para ser específicos "alguien más".
Si se ponía a precisar en qué momento sucedió, no podía definirlo. Solo sabe que fue a finales de Septiembre, y ahora se encontraban a mediados de Diciembre. Casi tres meses habían pasado desde esa noche; así como cuando cae una nevada y el paisaje se vuelve blanco de la noche a la mañana, despertó un día junto a ella y a partir de ese momento no hubo mañana que no lo hiciera.
La chica en cuestión se encontraba plácidamente dormida sobre su pecho, estaba hecha ovillo contra Él, descansando un brazo sobre su abdomen. El calor que su cuerpo emanaba era una de sus "nuevas cosas favoritas"; no necesitaba ningún hechizo para mantener la temperatura cálida del ambiente, solo la necesitaba a ella. Solo esa chica, con su cabello castaño alborotado desparramado en la cama, sus mejillas rosadas ardiendo, su piel desnuda y marcada por pecas o manchas salteadas.
Se reprochaba así mismo como dejo que todo aquello pasara, se recriminaba por tenerla entre sus brazos, tocando su piel, jugando con su cabello. Todas las mañanas, cuando era consiente de sí mismo y de sus acciones, cuando todo el deseo y hambre de la noche anterior habían sido calmados, volvía a la realidad; se culpaba mentalmente una y otra vez por permitir que "eso" siguiera. Siempre era lo mismo: salía de esa habitación determinado a no volver a caer en sus brazos y que acabaría con ese juego de una vez por todas… pero no sucedía.
Podía renegar mil veces de ella pero todas las noches volvía a buscarla. Podía pasar el día entero alejándose de ella, evitando encontrársela en los pasillos, ignorándola en clases, durante el día ella era una completa extraña, pero todas las noches después de hacer guardia un fuerte ardor crecía en su pecho, deseando verla, tenerla, acariciarla, mirarla y hacerla suya. Y como siempre ahí estaba frente a Él, esperándolo en el pasillo del 7mo piso; solo bastaba una mirada compartida, para que después la puerta de la sala de los menesteres apareciera. Y se volvía un cobarde, porque no podía resistirse a ella. Por qué aunque en el día fingiera no conocerla, en la noche ella era su mundo.
Todas las mañanas amanecía con las mismas convicciones, con las mismas interrogantes y con los mismos pensamientos de reproche; después ella despertaba: abría sus hermosos ojos color sol, enmarcados de gruesas pestañas, besaba su mejilla para darle los buenos días y de nuevo el calor aumentaba. Sus ojos brillaban tanto que la neblina de pensamientos se despejaba y de nuevo estaba sobre ella, reclamando lo que era suyo. Que tonto era, aunque no lo admitiera Él era más de ella, que de sí mismo.
Su alma tenía dueña aunque renegara, buscaba excusas para su comportamiento porque no quería aceptar su realidad. Siempre se decía "solo es una buena cogida por eso vuelves por más" pero no era solo sexo, era algo más allá del placer físico.
Si bien, al principio todo había sido puro contacto físico "Maravilloso y asombroso sexo. Las cogidas más deliciosas de su vida" después se volvió una situación emocional, una dependencia mutua. Ella se volvió su mejor amiga, le contaba sus miedos, sus pesadillas y era a la única mujer que le confiaba sus sueños. Hermione Granger se volvió su mundo; y no sabía si era por miedo, cobardía, prejuicios o egoísmo, pero no lo quería admitir.
La noche donde por primera vez se encontraron emocionalmente fue el 1 de Octubre, esa fecha quedo grabada en su memoria.
-Flashback-
Hermione había llegado puntual a su cita pero había algo diferente en su actitud. Cuando estuvieron dentro de la sala Draco se lanzó contra sus labios, succionando, mordiendo, acariciándolos con la lengua, pero ella no le correspondía con la misma intensidad. Al principio no le importo que la chica estuviera tan frígida, la siguió tocando, besando, mordiendo, quitándole la ropa hasta dejarla desnuda. Después se comenzó a desesperar, quería escucharla gemir, escuchar su nombre salir de sus carnosos labios; sabía que su cuello era una de sus partes sensibles, lo mordisqueaba y succionaba para animar a la chica pero en vez de sentirla temblar de placer sintió gotas caer en su mejilla, levanto su rostro para verla y noto que Hermione estaba llorando, muchas lágrimas brotaban de sus ojos, se agolpaban una a una.
No sabía qué hacer, ella se veía tan vulnerable, tan quebrada y Él se sentía un completo imbécil por no haberlo notado. Fue la primera vez que deseo reconfortar a alguien, y no sabía cómo hacerlo. La tomo en sus brazos sosteniendo su cintura para colocarla encima de su pecho, se recargo contra la cabecera de la cama y los cubrió con una sábana. La chica se aferraba a su pecho sollozando, podía sentir sus lágrimas caer sobre su abdomen. Se sentía tonto tratando de reconfortarla: peinaba su cabello con una mano y con la otra palmeaba su espalda. No supo cuánto tiempo estuvieron así, hasta que de repente ella había dejado de llorar y se despegó de su pecho.
-Perdón, te eh llenado de lágrimas y mocos- avergonzada al ver que el pecho del chico estaba mojado. El tomo su varita para limpiarse y le dio un pañuelo. Hermione se volvió a acostar contra su pecho, escondiendo su rostro en el cuello del muchacho, esparció pequeños besos ahí.
-No es necesario que hagas eso. Si no te sientes bien podemos irnos. –ella dejo de besarlo y apretó sus brazos más fuerte alrededor del chico.
-No quiero estar sola. – susurro.
-Yo no soy bueno haciendo sentir mejor a las personas. Normalmente yo soy el que jode a los demás. No doy consejos y soy malo escuchando- de verdad quería hacerla sentir mejor pero se sentía incapaz- Pero intentare hacerlo. Escucharte… Si es que quieres contarme que sucede.
-Gracias- se apretó más contra El.-Es una historia larga, ¿No te molesta?
-Tenemos toda la noche- encogiéndose de hombros y acomodándose mejor. Volvió a cubrirlos con la sabana y después con un cobertor.- Además quedaras en deuda conmigo, espero me muestres tu gratitud mañana.- Ella se rio, le prometió que sería bien recompensado.
Toda la noche hasta el amanecer del día siguiente estuvieron hablando. Primero fue ella la que hablo: antes de la guerra, para mantener a sus padres a salvo había borrado sus memorias. Implanto nuevas identidades y les dio un nuevo hogar en Australia. Cuando todo acabo quiso devolver sus recuerdos, el ministerio y médicos de San Mungo ofrecieron su ayuda para lograrlo. Todo debía hacerse con precaución para evitar causarles un shock y acoplar sus memorias a la realidad de la mejor manera posible.
Ese día había recibido una carta donde le informaban que sus padres habían sido internados en San Mundo, el contra hechizo resulto ser exitoso pero el shock post-trauma de saber toda la verdad los había afectado. Le relato que se sentía tan culpable, sus padres estaban sufriendo y se preguntaba si le guardarían rencor. Al día siguiente iría a San Mungo a visitarlos, eso también la ponía mal. No sabía cómo enfrentarlos, quería ver sus ojos de nuevo, abrazarlos y confesar cuanto los había extrañado, pero ¿si ellos no la recibían bien?.
Draco no sabía que responder cuando ella termino de hablar. ¿Qué palabras podía usar?, realmente no tenía idea; decidió compartir un pedazo de sus recuerdos con ella, una historia que no le había contado a nadie nunca. Le conto sobre el día que su padre había sido llevado a Azkaban, ese mismo día también Voldemort lo había mandado a llamar para encomendarle su misión. Ella lo escucho atenta, sin interrumpirlo, mientras trazaba círculos su pecho con el dedo. Termino de hablar y ella siguió con otra historia; así sucesivamente paso la noche. Entre relatos: tristes, dolorosos, algunos alegres y otros penosos.
Cuando amaneció Hermione cumplió su promesa, recompenso la falta de acción de la noche anterior pero hubo algo muy diferente esta vez. No se besaban con furia, más bien eran besos relajados, demandantes pero dulces; sus caricias eran cálidas, reconfortantes y exploraban sus cuerpos como si fuera la primera vez; las penetraciones no fueron apresuradas, sino que sus cuerpos se movían a un mismo ritmo, como si conectaras dos notas juntas y formaran una perfecta melodía, sincronizada. Cuando llegaron al climax (los dos juntos) se miraban viéndose reflejados el uno en los ojos del otro; siguieron besándose una y otra vez sin despegar sus cuerpos, hasta que Hermione hablo.
-Creo que a esa es la diferencia entre "hacer el amor" y tener "sexo".- cerro sus ojos para no ver la reacción de Draco y siguió besándolo. El no respondió, simplemente siguió besándola hasta excitarse de nuevo y repetir la actividad una vez más. No quería ponerle un nombre diferente a lo que ellos tenían; mientras la volvía a penetrar pensaba en sus palabras "amor" , ¿Eso era hacer el amor?, esa conexión entre el placer y la felicidad mezcladas.
-End-
-Su relación jamás volvió a ser igual después de ese día y entre más tiempo paso, más cosas cambiaron. Los dos se volvieron dependientes uno del otro. Y Draco comenzó a asustarse porque cruzo una línea que no debió sobrepasar y ahora no encontraba como volver atrás.
-¿Tienes mucho despierto?- le pregunto entre besos y con la voz aun adormilada.
-Algo.
-Perdón, siempre duermo de más.- parando de besarlo.
-Me gusta verte dormir- susurro en su oreja, alzo la vista y la vio sonrojarse. Le encantaba su inocencia; ella era "todo sonrojos y vergüenza" con Él. Aun después de verla desnuda casi a diario seguía siendo un manojo de nervios cuando estaban juntos. Él había sido el primer hombre en su vida; se le inflaba el pecho con este pensamiento, sabiéndose dueño de su cuerpo, el dueño de sus suspiros y el causante de sus desvelos.
-A mí me gusta verte así- respondió con una sonrisa coqueta. Ella era así, atractiva a su manera, todo por naturaleza. Nada en ella era fingido, todo real: cada curva de su cuerpo, cada mancha, cada sonrisa y cada mirada.
-¿Así cómo?- mientras descendía a su cuello para atacarlo a mordidas- ¿Sobre ti?
-Ahá.
-Dime Hermione… ¿Cómo te gusta que este? Explícame
-¡No seas malo Draco! Sabes que me da tanta vergüenza decirlo.- haciendo un puchero e inflando los cachetes.
-Matas el momento Mujer- tirándose al lado de ella- Sabes que no me burlaría de ti, al contrario me encanta que lo digas- ella volvió a acomodarse sobre su pecho.
-No seas malo, Amor. –Él siempre se tensaba cuando lo llamaba así. Para Hermione, Draco era su "amor", siempre había sido clara con respecto a sus sentimientos, pero él no podía responderle las mismas palabras. Su relación era un secreto para muchos, solo 3 personas eran conscientes de esta. Por eso a ella no le extrañaba que Draco fuera distante durante el día; además jamás había esperado que sus palabras fueran devueltas, lo conocía lo suficiente para saber que Él no era así, que no estaba listo para eso.
Una parte en el interior de Draco lo hacía sentir culpable, un completo "bastardo" por dejarla pensar que algún día el respondería sus "Te quiero", que algún día su relación saldría a la luz y enfrentarían al mundo juntos." Si ella tan solo supiera que todos los días trato de huir de sus brazos". Hermione no merecía nada de eso, era demasiado pura, buena, valiente, amable y con un gran corazón. Un corazón que rompería por no poder luchar contra sigo mismo y sus prejuicios.
- Hay que irnos, prometí ir a Hogsmeade con Ginny.- Hermione se puso de pie y comenzó a buscar su ropa; como todas las noches, quedo desparramada en diferentes lugares alrededor de la sala. Se cambió ante la mirada de escrutinio que Draco le brindaba. -¿Pasa algo?- pregunto ella mientras se colocaba los zapatos.
-Nada. Solo que te iras sin darme mi sesión matutina. ¿Cómo esperas que sobreviva mi día sin una buena y caliente cogida matutina?- menciono en tono juguetón y sexy.
Ello rodo los ojos- Vaya elocuencia la tuya. No puedo creer que con ese lenguaje me hayas conquistado.
-Pues según recuerdo. Así te conquiste- se puse de pie para acercarse a ella. La tomo en sus brazos y de nuevo el sonrojo apareció en sus mejillas. La beso suavemente, saboreando sus carnosos y dulces labios, sintiéndose embriagado por el aroma que desprendía el cabello de la chica.
-Draco, si sigues así no me podre ir y Ginny va a matarte. – respondiendo y al mismo tiempo aumentando la intensidad del beso, volviéndolo fogoso. Ginny Weasley era una de las 3 personas que estaban enteradas de su relación, las otras dos eran: Blaise y Nott. Como todo "macho alfa que se respeta", sus amigos estaban conscientes de sus encuentros con Granger.
-Ginebra siempre tiene razones para asesinarme- rodando los ojos y recordando que la chica siempre buscaba la manera de amenazarlo.
-Es mi mejor amiga. Nos cuidamos mutuamente.
-¿Tu no amenazas a Potter con castrarlo si le hace algo a ella, o si?
-HaHa No, con las amenazas de sus hermanos tiene.
-Pobre Cara-rajada, El niño-que-vivió pudo con Voldemort pero no con un nido de comadrejas- recibió un golpe en las costillas por parte de la chica.- ¡Ouch! Dolió.
-Sabes que no me gusta que los llames así. – Poniendo una mueca de disgusto- Son mis amigos.
-Sabes que no me agradan.- rodando de nuevo los ojos. Muchas veces habían discutido por este tema, ella estaba esperanzada a que algún día El fuera "amigo" de Potter y Weasley.
-Ginny te agrada.
-Bueno, se podría decir que asusta lo suficiente como para no ser una "comadreja".
Movió la cabeza a los lados, riendo- Eres incorregible- Le dio un sonoro beso en la mejilla- Me voy. Te veo más tarde.- camino hacia la salida pero antes de abrir la puerta volteo a mirarlo por segunda vez- Malfoy, Te quiero.
-Te veo más tarde. Granger- respondió y ella salió del cuarto.
Se volvió a tirar en la cama resoplando, su cerebro le taladraba y su corazón estaba acelerado. Siempre que Hermione le decía esas palabras un calor fuerte cubría su pecho; era una sensación agradable pero jamás la podía disfrutar porque su mente comenzaba a descontrolarse haciendo llover un montón de pensamientos y comenzando la tormenta de reproches.
Se volvió a quedar dormido un par de horas más, cuando despertó eran casi las 12. Tomo sus cosas para regresar a la sala común y buscar a sus amigos. Ellos también irían a Hogsmeade, habían hecho un pedido en la tienda de Quidditch y debían pasar a recogerlo antes de las 2.
Cuando entro a su sala común Blaise y Theo estaban sentados, al parecer esperándolo por las caras de fastidio que le brindaban.
-Nos preguntábamos cuando te dignarías a llegar.- reclamo Blaise.
-Pensamos en buscarte pero luego vimos a Granger hace una hora irse con Ginebra. Supusimos que venias en camino.-agrego Theo. A sus amigos les agradaban las dos Gryffindors hasta el punto que se familiarizaron con ellas, sobre todo con Weasley. Con Hermione no eran tan "llevados" por ser "territorio Malfoy" según ellos.
-Me quede dormido.- camino rumbo al dormitorio para irse a duchar.
-Ya nos dimos cuenta. No tardes en bañarte princesa. Es tarde y no hemos almorzado por tu culpa.
-Si Mamá-grito Draco desde las escaleras.
Una hora después se encontraban en Hogsmeade recogiendo su pedido, habían encargado equipo nuevo para el siguiente partido de Quidditch. Como eran Slytherins siempre proclamaban que merecían lo mejor, así que el equipo de protección de su escuela les parecía deficiente. Propusieron comer en "Las tres escobas" antes de ir a hacer más compras; el clima era realmente bueno para andar caminando, sobre todo para Draco que le gustaba sentir la brisa fría correr. Entraron al local esperando que su mesa de siempre estuviera vacía. Para su suerte lo estaba, tomaron asiento y pidieron la orden. Draco hablaba con Blaise sobre el siguiente partido hasta que Theo los interrumpió.
-Novia a las 2:00 en punto-apuntando hacia el frente. Volteo hacia donde Theo señalaba estaba Hermione con Ginebra y Lovegood en una mesa al otro extremo del lugar. Como siempre Draco no espero a encontrarse con su mirada, simplemente ignoro su presencia.
-No te entiendo, Hermano- comento Blaise- Llevas durmiendo con ella desde hace varios meses y por las mañanas la tratas como una desconocida.
-Ya hemos hablado de esto.
-Eres un idiota Draco. Tú eres el único que no quiere enfrentar la situación. Es tan obvio que ustedes cruzaron la línea.- repuso Theo.
-¿Desde cuando tanto interés en mi relación con Ella?.
-Hemos hablado con Ginebra de este tema-Blaise sabía que Draco se pondría a la defensiva, pero tenían que decírselo- Nos dijo que Granger realmente está enamorada de ti, Nos preguntó si tú también sentías lo mismo por ella.
-Algo está pasando Draco. Escucha; conocemos a Ginebra, no nos preguntaría eso por la nada- menciono Theo, esperaba que su amigo entendiera que trataban de decir- No quiso decirnos el por qué, pero hizo varias preguntas.
- ¿Y por qué demonios insisten en meterse en mi relación con ella? Ninguno de los 3 tiene derecho. Lo que ella y yo tenemos es un acuerdo entre los dos.
-No Draco- dijo Blaise meneando su cabeza- Tú sigues aferrado en que tienen un "acuerdo" o "sexo por conveniencia", como quieras llamarlo. Pero sabes que no es así, lo sabes… No sé por qué no lo aceptas.
-Ustedes dos han llegado muy lejos… Si no aclaras tus sentimientos la vas a lastimar.
-Ha- risa sarcástica- ¿A caso no son serpientes? ¿Les importan los sentimientos de Granger?.
-Si somos serpientes, pero tú eres nuestro amigo. No estamos ciegos Draco, desde que estas con ella eres diferente… Eres mejor.-dijo Theo- Eres feliz.
-El día en que le rompas el corazón, te lo romperás a ti mismo. No seas tan ciego, tienes algo fuerte con ella.- Blaise se pasó una mano por la cara- Lo diré solo una vez- apuntándole con el dedo- Estamos seguros que algo paso, algo sabe Ginebra que nosotros no. Y te recomiendo averiguar que es.
-Por una vez en tu vida, escúchanos y toma el consejo- Theo lo miraba con preocupación- Ella puede ser lo más extraordinario que te pase en la vida, no la dejes ir. – A Draco le parecía como si su amigo hablara por experiencia propia, sus palabras sonaron tan sinceras y se preguntó si acaso Theo había estado enamorado.
Después de la "animada charla" la comida llego a sus mesas. Él sabía que Hermione seguía ahí, quería voltear a verla, descubrir si era verdad lo que sus amigos decían y si había algo diferente. Si algo hubiera pasado ¿Él lo sabría, no? siempre le contaba absolutamente todo, hasta las cosas más tontas que sucedían durante el día.
Por primera vez en mucho tiempo se detuvo a examinarla con la mirada; charlaba animadamente con sus amigas mientras tomaba jugo de calabaza; al parecer la estuvo observando muy intensamente por que la chica percibió que era observada. Cuando sus miradas se cruzaron, ella se sonrojo y una gran sonrisa apareció en su rostro, dedicada solamente a Él. Draco asintió desviando su mirada para de nuevo comenzar a charlar con Blaise sobre Quidditch.
Si Él hubiese sido más observador se hubiera percatado que desde ese momento Hermione no dejo se sonreír. En el interior de la chica creció un calor intenso "felicidad" causada por descubrirlo observándola; nunca había pasado antes, normalmente no le prestaba atención durante el día, y aunque ella trata de que no le afectara, siempre había deseado sentir su atención. Quería que la mirara igual que lo hacía por las noches, con los ojos llenos de "amor", porque a pesar de que Draco jamás le haya dicho un "Te quiero", se sentía correspondida. Todas sus acciones se lo demostraban y alentaban su corazón. "Tengo que hablar con el pronto" le dijo a Ginny, convencida de que todo resultaría de la mejor manera después de confesarle su secreto.
Esto es todo por hoy:)
Alguien adivina ¿que es lo que Hermione le tiene que confesar? :p
Espero sus reviews
Saludos
