Buenas ^.^

Primero que nada los personajes no me pertenecen, son propiedad de Dream works y su autora.

Bueno este fic es un yaoi y un TootHiccup, solo que en esta ocasión dejare a Toothless como dragón, con escenas lemon, por lo tanto lean bajo su propia responsabilidad.

Por cierto solo lo escribí porque me encuentro bajo los efectos de una gran cantidad de morfina, eso porque me rompí la pata, un consejo si van a salir al campo tengan cuidado, ahorita que está lloviendo la tierra tiende a abrir socavones cuando uno va pasando, y es jodidamente doloroso caer en uno T.T , asi que no me maten por favor T.T si no les gusta, la verdad es el anestésico el que me dio valor para publicarlo.

Bueno espero que les guste.


Temporada se celo.

El furia Nocturna contemplaba el cielo nocturno molesto, pronto comenzaría la época de apareamiento nuevamente, dio un bufido y decidió entrar a su casa, cruzo la enorme ventana de madera predispuesta solo para él, su mirada se clavó en el pequeño cuerpo que descansaba en la cama de madera, su pequeño jinete se encontraba durmiendo plácidamente, los ojos verdes se clavaron en él, podía escuchar su respiración tranquila y acompasada, las facciones de su cara reflejaban que el chico tenía un sueño agradable ya que en ocasiones sus labios formaban alguna sonrisa; Toothess se acercó a su jinete, le encantaba verle dormir, tan relajado y sin preocupaciones, acerco su cara a la de este, pronto sus fosas nasales fueron invadidas por una mezcla de avellana y lavanda el característico aroma del chico, el dragón se sorprendió por esto, casi todos los vikingos desprendían un aroma muy fuerte y mesclado con el de los animales de granja, así como el sudor de varios días añejado, la verdad le sorprendía como su humano siempre olía fresco.

Con mucho cuidado comenzó a lamer la mejilla del joven, esta era suave y deliciosa, llena se esas lindas manchitas que tanto le gustaban ya que le daban la impresión de ser escamas pequeñas, recorrió ese minúsculo trocito de carne con la punta de su lengua bífida saboreando esa rica y rosada piel.

Después de unas dos lamidas más subió sus patas delanteras en la cama acorralando al inconsciente jinete entre ellas, recargo su hocico en el cabello del joven inundando nuevamente sus sentidos con su aroma, con cuidado comenzó a acariciar su pelo con su trompa, este era suave y delicado, empezó a ronronear inconscientemente, podía sentir como las hebras castañas le producían cosquillas al ser elevadas por su respiración.

Oh como deseaba ese pequeño cuerpo, tenía la necesidad de poseerlo, de marcarlo como suyo; un pequeño gemido lo hizo abrir los ojos de golpe, asustado bajo la vista a su jinete, este aún seguía durmiendo solo que ahora su mano se aferraba a la manta; temeroso bajo con cuidado y se alejó, maldita sea ya era la quinta vez que le pasaba, su respiración se encontraba acelerada y sentía como su cuerpo comenzaba a arder, molesto consigo salió por la ventana y se dirigió rápidamente al mar, solo había una manera de bajarse las ganas y era con una buena ducha fría, el pobre suspiro, si seguía así terminaría con bronquitis o neumonía.


Hiccup se retorcía un poco en su cama, las manos del chico apretaban la manta con mucha fuerza hasta retorcerla, un grito ahogado salió de su garganta, su respiración se encontraba entrecortada y sudaba un poco, abrió los ojos con cuidado, su vista se clavó en el techo de madera, comenzaba a amanecer y este era iluminado tenuemente por los rayos del sol; dio una sonrisa feliz, ese sí que había sido un buen sueño, llevo su mano a su frente, tenía un poco de sudor en esta y algunos de sus cabellos se habían pegado en su piel, pero eso no era todo, el joven alcanzo a sentir un líquido corriendo por su entrepierna, asustado llevo su mano a esta zona, pronto su cara tomo un color rojizo que dejaría el cabello de su padre en vergüenza; de nuevo, le había ocurrido de nuevo, otra vez estaba sucio con su propia semilla gracias a su sueño.

Se sentó en la cama asustado, volteo a un lado para encontrar una enorme piedra vacía, el chico suspiro aliviado, almenos su amigo no se encontraba, se levantó y comenzó a limpiarse, esto no estaba bien, ya era la tercera vez que le pasaba, la tercera vez que soñaba con él y su mejor amigo en unas escenas muy comprometedoras, no comprendía que demonios le pasaba, eso no estaba bien, digo si en el sueño fueran él y Astrid sí, pero Toothless.

El joven se sentó en su cama espantado, como pudo ocurrirle esto, como carajos se fue a enamorar de su mejor amigo, a tal grado de desearle, llevo sus manos a la cabeza y comenzó a desordenar su cabello desesperado, porque siempre tenía que ser tan diferente, porque no podía ser igual a sus compañeros.

Los vikingos eran robustos y el delgado, eran grandes guerreros y él ni siquiera podía sostener un hacha sin irse de lado, no le gustaba comer tanta carne como su padre y Goober, le fascinaba ser aseado bañándose tres o cuatro veces a la semana, a diferencia de los demás que lo hacían una vez o que duraban meses sin bañarse, no era buen granjero, era malo en deportes y siempre iba en contra de las normas tradicionalistas de la tribu….ah en ocasiones pensaba que el verdaderamente no encajaba ahí.

Y para cerrar con broche de oro su rareza, se le ocurre enamorarse de su mejor amigo el cual dicho sea de paso no es ni siquiera un humano, es un dragón, se le ocurrió enamorarse de un dragón.

El joven trago grueso, no se supone que a él le gustaba Astrid, digo la chica era linda, valiente y fuerte, todo una gema entre los vikingos, e incluso ya le había dado algunas muestras de afecto y tal vez de cariño, bueno ya lo había besado en varias ocasiones, entonces por Thor santísimo que carajos le pasaba….ah, porque no podía ser como los demás, porque siempre se tenía que complicar la vida.

La voz de su padre lo saco de sus pensamientos, Stoick llamaba a su retoño para desayunar, aun cansado y con la cabeza hecha un lio bajo de su habitación y se fue a reunir con su padre, ya después buscaría alguna solución a su problema, si es que la había.

Toothless llegaba a la escuela de dragones, el pobre animal venia estornudando un poco, almenos el agua helada del mar le había servido para calmar su "problema"; entro buscando a su humano, este se encontraba en una esquina hablando con Fishlegs, comenzó a caminar hacia el pasando al lado del cremallerus y el pesadilla moustrosa que se encontraban destrozando una estatua con sus garras.

Como le fascinaba ver a Hiccup tan sonriente, el joven hacia bromas con su compañero mientras le daba la espalda, Astrid se les acercó y le dio un ligero puñetazo al chico a modo de saludo, el reptil se molestó como odiaba que esa humana se acercara a su pequeño, soltó un ligero gruñido que fue captado por las dos hembras (metalug y Stormfly), las cuales le vieron curiosas, el simplemente las ignoro y se acercó a su chiquillo.

-Toothless, donde estabas amigo, acariciando su cabeza, dime tienes hambre te fuiste sin desayunar.

El dragón asintió feliz y se abalanzo contra su amo lamiendo su cara, el joven comenzó a reír mientras intentaba quitárselo de encima.

-está bien, basta, vamos a pescar te parece.

El reptil afirmo con la cabeza mientras se hacía a un lado para que Hiccup se parara.

-bueno amigo vámonos

-a donde van, pregunto la rubia acercándose a ellos.

-vamos a pescar un rato

-oh genial, los acompaño

-acompañar a donde, los gemelos se acercaban empujándose

-vamos a pescar, respondió Astrid

-eso suena genial, podemos ir, pregunto Fishlegs mientras montaba a Metalug

En pocos minutos todos los dragones de la academia se encontraban sobrevolando la playa; el escamas negras bufo molesto, porque demonios los tenían que seguir a todos lados, que no tenían vida propia.

Hiccup sintió el malestar de su amigo y comenzó a acariciar su lomo para tranquilizarlo, la verdad él también quería pasar un rato a solas con su dragón; el día transcurrió entre las bromas de los gemelos, los constantes coqueteos de Snoutlout para Astrid y los desaires de esta, ya era casi de noche cuando regresaron.

-oigan chicos pronto se marcharan los dragones verdad, pregunto el gordito.

-cierto, ya es su época de apareamiento, respondió la rubia mientras le rascaba la cabeza a su Nader.

-ah, esto va a ser muy aburrido, se quejaron los gemelos

-al menos Hiccup tiene suerte, su dragón se tiene que quedar por ley, reclamo Snoutlout

-quieres callarte, el castaño lo miro de reojo molesto y le pidió a Toothless que se adelantara dejando atrás a sus amigos algo confundidos.

Cuando llegó el chico preparo la cena para su padre y se marchó a la herrería, pasó toda la noche ahí trabajando, detestaba lo que hacía pero sabía que era lo correcto.


A la mañana siguiente se levantó más temprano que de costumbre, le sorprendió no encontrar a su compañero acostado, Toothless últimamente casi no dormía, el chico suspiro seguro que la época comenzaba a desesperar a su dragón, salió a buscarlo en el pueblo, lo encontró cerca del muelle, parece que se acababa de bañar.

-hey chico que haces afuera y porque estas empapado, el agua esta helada a esta hora te vas a enfermar, el castaño comenzó a reprenderlo mientras lo secaba un poco con una de sus mangas.

Toothless solamente lo miro enternecido, le gustaba que su jinete se preocupara por él.

-adivina que te tengo un regalo, mostrándole un paquete, pero te lo daré en otro lugar te parece, el chico se montó y comenzaron a elevarse, bien vámonos antes de que los demás vengan.

Comenzaron a sobrevolar el pueblo y empezaron a alejarse, dieron algunas vueltas por los riscos y después se dirigieron a la cala donde se habían conocido, el reptil aterrizo junto a un árbol, el mismo donde le gustaba colgarse de cabeza como si fuera un murciélago.

-bien ahora tu sorpresa.

Hiccup desenrollo el paquete y de este cayo una cola nueva, el reptil la miro sorprendido, ya antes había visto esa cosa, si el año pasado, cuando su jinete había perdido su casco y él fue a buscarlo, recordó que la había destruido porque no la quería, él no quería volar si no era con su humano, ya no deseaba volar solo, entonces porque Hiccup la había vuelto a armar, acaso ya no quería volar con él, Toothless volteo a verlo con los ojos tristes, porque Hiccup le daba ese regalo.

El castaño miro la confusión en su amigo.

-bueno, pronto será esa época del año y bueno…., el joven empezó a ponerse nervioso y tartamudear un poco, y…ya..sab..ya sebes, cuando ustedes bueno…cuando ustedes se aparean, menciono en voz baja, yo…he estado pensando, que quizás tú querrías ir con los demás O/O

Sus ojos se abrieron como platos, le estaba dando eso para que el fuera… bueno…a eso, Toothless miro la cola y después a Hiccup, era verdad que con ella podría ir solo a buscar una pareja, si no la encontraba en la isla donde iban todos podría ir a otra, si, esa cola le abría esa posibilidad, pero la verdad….

El chico miraba asustado a su dragón, como demonios le daba algo así, que tal si ya no regresaba porque conocía a una hembra de su especie y se acababa enamorando de ella, que tal si lo dejaba, no él no podría soportar eso, no resistiría no volver a ver su rostro, sentir su lengua al lamerle la cara, sus gestos y miradas, sentirse seguro al saber que él lo cuidaba de todo, que él se preocupaba por su persona como nadie lo había hecho, ni siquiera su padre…lo necesitaba, lo necesitaba para vivir y ser feliz, pero no podía obligarlo a estar a su lado por siempre, tenía que dejarlo partir y buscar su felicidad.

Una bola de plasma salió de la boca de Toothless y quemo el aparato reduciéndolo a cenizas, el chico contemplo como su creación, en la cual tardo toda la noche, desaparecía, sorprendido volteo a ver a su amigo, este le dio una de sus sonrisas guturales.

-Toothless, no entiendo, pensé que tu…

El dragón negó con la cabeza y se acercó a su jinete, coloco su cabeza junto a su estómago y comenzó a ronronear, él no necesitaba buscar a nadie, ya tenía su pareja a su lado, el problema es que aún no sabía cómo decírselo.

El chico acaricio su cabeza y se inclinó para mirarlo a los ojos, tenía curiosidad, porque no quería marcharse.

-Toothless porque no quieres ir

El reptil desvió la mirada, la verdad no podía decirle.

-oye, acaso tu no quieres buscar una pareja

El dragón afirmo, no, no necesitaba buscar una pareja

Hiccup lo miro sorprendido, que no quería una pareja, bueno había visto a los dragones machos y estos ya comenzaba a cortejar a las hembras, era algo natural y para los animales necesario, pero entonces que ocurría de malo con su dragón, el debería desear tener una pareja y reproducirse, no…o acaso él ya tenía una, talvez su dragón ya tenía una pareja y por eso no tenía que buscar, temeroso decidió salir de dudas.

-oye Toothless, tu…bueno, tú ya tienes a alguien.

Los ojos verdes lo miraron, era ahora o nunca, posiblemente no tendría otra oportunidad, solo rogaba a los dioses que Hiccup no lo rechazara. El dragón afirmo, si tenía ya una pareja.


Aviso primera advertencia esto es un ligero lemon, si siguen leyendo llegaran a uno más fuerte, pero es bajo su responsabilidad.


Hiccup lo miro sorprendido, el chico sintió una opresión en el pecho, su querido dragón ya tenía a alguien, bajo la vista ocultando las lágrimas que amenazaban, con una risa fingida felicito a Toothless, se paró y comenzó a alejarse, la verdad le dolía el pecho y estaba a punto de llorar; no dio ni tres pasos cuando Toothless lo tumbo en el pasto, el reptil se tumbó arriba de él y comenzó a lamerle la cara del joven, pero no eran sus típicas lamidas, estas eran más sensuales y delicadas, saboreaba con cuidado esa piel que lo volvía loco.

Hiccup lo miro sorprendido, el joven comenzó a enrojecerse ante la actitud de su dragón, si fuera humano juraría que le estaba llenando de besos la cara, pronto su suave lengua del reptil se topó con los labios del joven, con cuidado comenzó a delinearlos disfrutando de ese sabor toxico, estaba seguro que no había nada mejor.

El joven decidió participar en el juego, tímidamente saco su diminuta lengua y la rozo con la de Toothless, una corriente eléctrica recorrió sus espinas, si el dragón ya se encontraba excitado, que su humano le regresara las caricias lo ponía peor; desesperado comenzó a jalarla camisa del joven buscando romperla, Hiccup lo miro asombrado y le detuvo con las manos.

-espera Toothless, la bestia negra lo miro, bueno, este, tú...bueno, tú dices que yo soy tu pareja, una sonrisa y asentamiento con la cabeza fue su respuesta, el joven trago grueso, una parte de él se encontraba feliz ya que su amor era correspondido.

Toothless nuevamente comenzó a saborear la piel del chico, solo que en esta ocasión levanto con su trompa la camisa y empezó a degustar el abdomen de joven, el chico empezó a soltar uno que otro gemido, no muy altos pero si lo suficiente para que Toothless escuchara, esto lo animo a seguir, el reptil desplego sus alas y los cubrió dándoles un poco de privacidad (cual si están en medio del bosque), pronto la visión de Hiccup se encontró en penumbras, podía sentir la áspera y a la vez suave lengua bañar todo su abdomen y su pecho, su camiseta ya se encontraba doblada hasta su cuello, el calor que empezaba a invadirlo era apabullante, dio un profundo suspiro y con un poco de esfuerzo se colocó en cuclillas quedando de frente a Toothless, este lo miro curioso, estaba seguro de que el humano lo disfrutaba tanto como el así que no entendía porque lo detenía.

-creo que es mejor que me quite la camisa, susurro en voz baja.

Toothless asintió, la verdad él tenía planeado romperla, pero de seguro el joven se enojaría.

Tímidamente el chico se despojó de la parte superior de su ropa, trago grueso y volteo a ver a su amigo, los enormes ojos verdes lo miraban cargados de lujuria, el chico se acercó y le dio un beso en su nariz, estaba por acostarse cuando Toothless lo detuvo, el joven lo miro extrañado, los enormes ojos verdes se enfocaron en los pantalones del joven y después en la cara de él, pantalones, cara, pantalones, cara.

El chico se sonrojo notablemente, dirigió su vista abajo, era verdad que los pantalones ya comenzaban a apretarle, pero no tenía la intención de llegar tan lejos, bueno unas caricias en su pecho y estomago no le molestaban, pero lo otro ya eran palabras mayores

-escucha tooth, no sé, bueno tú quieres que lo hagamos ahora O/././O.

Claro que quería, era lo que más deseaba, el dragón afirmo como loco con su cabeza y comenzó a jalar un poco la hebilla del pantalón con sus dientes, cuidando de no lastimar al chico. Hiccup lo miro temeroso, el joven bajo la cabeza y comenzó a desprenderse de su ropa, muy lentamente para el disgusto de Toothless, cuando finalmente estuvo desnudo Toothless se encargó de tumbarlo de nuevo en el pasto.

La mirada del joven solo podía distinguir la penumbra ocasionada por las alas negras, el chico agradeció mentalmente que Toothless hiciera eso ya que la verdad lo había hecho sentirse más cómodo, pero esta obscuridad no duro, ya que el reptil volvió a pegar sus alas a sus costados, deseaba ver el cuerpo de su niño a la luz del sol, el joven lo miro nervioso, con una seña le indico a Hiccup que le retirara la silla, la verdad estaba seguro de que esta le molestaría para lo que tenía planeado, el castaño así lo hizo, en su joven mente surgió el pensamiento que estaba prácticamente desnudando a su amante, esto lo hizo enrojecer y bajar la mirada, Toothless levanto su cabeza con una serie de lamidas y nuevamente lo volvió a tumbar.


Segunda advertencia ya aquí viene lo fuerte, lean bajo su responsabilidad porque no pago psicólogos eh.


La blanca piel era bañada por la luz del sol, el reptil la miraba como si se tratara del objeto más puro, con sumo cuidado acerco su nariz a la cabeza del chico, comenzó a bañarse de su aroma mientras comenzaba a descender, por su cara, cuello, el pecho…., Hiccup se quedó quieto, el joven cerro los ojos y se dejó llevar, sentirla respiración del dragón sobre su piel hacia que esta se pusiera chinita y comenzara a calentarse, pronto sintió como Toothless se detenía enfrente de su sexo, el chico abrió un poco los ojos y dirigió su vista más abajo, su compañero se relamía los labios mientras observaba fijamente el pene del chico, una rápida lamida ocasiono que el jinete arqueara la espalda mientras soltaba un sonoro gemido, eso se sentía genial, a este continuaron otros ya que Toothless se ocupó de despertar el miembro del joven; el aroma y sabor que el cuerpo comenzaba a desprender provocaron que el pene del reptil se empezara a endurecer, el dragón continuo con la felación al miembro del chico.

Hiccup enterró sus manos en el pasto, arrancando un poco, el joven no podía dejar de gemir y retorcerse por el placer provocado, pronto sintió como su cuerpo empezaba a arder, su parte baja empezó a palpitar, ya no podía más, el chico se vino gritando el nombre de su amigo, pronto todo el semen del joven fue devorado por la bífida lengua de Toothless.

El joven respiraba entre cortadamente, sus ojos se encontraban semi abiertos y su cuerpo estaba sudado, levanto su mirada para ver a un satisfecho Toothless, este lo miraba de forma divertida mientras se relamía los labios.

-ahhhh, reptil pervertido, menciono en voz baja, ya etas satisfecho.

Su compañero negó y se acercó a lamer su cara, con cuidado comenzó a girarlo, en poco tiempo la espalda del chico se llenaba de saliva, Hiccup comenzaba a jadear de nuevo, le gustaba la atención que estaba recibiendo, de improvisto sintió como algo se restregaba en sus glúteos, era algo enorme y mojado, el chico trago grueso y dirigió su vista ahí, Toothless se encontraba lamiendo sus hombros por lo que no se percató de la mirada de asombro y miedo que tenía su compañero, el dragón se había encorvado entre el cuerpo del humano, sus patas traseras tenían aprisionadas las piernas del chico y su pelvis tocaba sus caderas, por tal motivo su enorme pene se restregaba entre los glúteos blancos del joven, llenándolos de sus jugos pre seminales; el chico se espanto podía sentir lo enorme que era y lo caliente que estaba, cerro sus ojos con fuerza, pronto su pene comenzó a despertar de nuevo, la idea de sentir ese cacho de carne caliente dentro de sí lo estaba excitando, temeroso subió un poco la cadera y comenzó a frotarse contra el pene de su amigo, deslizaba sus glúteos sobre este pero sin permitir que lo penetrara.

Toothless abrió los ojos sorprendido podía sentir a su niño moviéndose contra su cuerpo, era una sensación placentera y deliciosa, sentir como su pene rosaba contra esas dos montañas de carne lo empezaron a excitar más de lo que ya estaba; sus ojos comenzaron a cambiar y tomaron rasgos felinos, enrosco su cola en la cintura del chico elevándolo un poco y ayudándole en el vaivén de sus caderas, sus garras se enterraron en el piso mientras su respiración aumentaba, ya no podía esperar, tenía que marcar a Hiccup como suyo.

El trasero del joven se encontraba bañado por los líquidos del dragón y continuaba frotándose contra el pene de este, Hiccup jadeaba mientras se apoyaba en sus manos para aumentar las falsas penetraciones, el chico comenzaba a perderse en el deseo. Un fuerte dolor en su ano lo hizo gritar y derramar algunas lágrimas, el pene de Toothless se hartó de los juegos y había entrado por esa diminuta cavidad, los músculos del chico se contrajeron ante la intromisión de semejante intruso y derramaron un poco de ese líquido vital.

El dragón dio un rugido cuando entro en su humano, se sentía tan apretado y caliente, podía sentir como su pene palpitaba deseoso de adentrarse más en esa cueva de placer, ayudado por su cola y flexionando sus patas traseras incrusto su pene hasta el tope, ocasionando otro grito en su humano, esto le asusto, no deseaba dañar al joven pero se estaba dejando llevar por la pasión, dio un ligero gruñido y se dispuso a salir, pero la débil voz de Hiccup se lo impidió.

-espera, ahh, quédate ahii, el joven respiraba entrecortadamente y unas lágrimas le escurrían de sus bellos ojos, solo espera un poco, tengo que acostumbrarme a tenerte dentro.

Toothless acepto y se quedó quieto, comenzó a lamer la espalda del chico buscando calmar un poco su dolor; Hiccup enterró sus manos en el pasto, el dolor comenzaba a desaparecer y empezaba a surgir la necesidad de más.

-Toothless, menciono en voz baja, comienza despacio por favor.

Su compañero asintió y comenzó a penetrarlo, el dragón sacaba un poco de su pene y volvía a meterlo de una forma lenta y tranquila, poco a poco el ano del joven comenzó a acostumbrarse, en unos minutos Hiccup volvía a mover de nuevo las caderas ayudando en las embestidas, el dolor había pasado y ahora solo quedaba el placer.

-ahh, más, por favor, más

Las embestidas comenzaron a ser más fuertes, ahora el reptil sacaba todo su miembro y volvía a entrar, el lugar comenzó a llenarse de una serie de gemidos y gruñidos provenientes de los amantes, se escuchaba el chocar de las pieles y las respiraciones entrecortadas.

-más. Oh dioses más Toothless.

El cuerpo del joven se encontraba bañado en sudor, su cabello se pegaba a su frente, sus mejillas estaban increíblemente rojas, el chico mantenía los ojos cerrados y comenzaba a respirar por la boca, su cuerpo estaba llegando al límite pero aun así deseaba más.

-mas rápido, por favor tooth, más rápido

Su amante lo complació, aumento el ritmo llegando a tocar un punto en el joven que los hizo gritar y nublo su visión por el libido, eso había sido genial, el dragón no se hizo esperar y golpeo ese lugar varias veces, pronto el cuerpo del joven comenzó a contraerse, Hiccup ya no resistía más, el chico termino por venirse manchando la cola de Toothless y parte de su abdomen, el dragón continuo con su vaivén, había sentido como la entrada del joven se contraía apretando su miembro, eso le había excitado aún más, desesperado comenzó a embestir mas rápido, estaba cerca del clímax, unas arremetidas más y finalmente llego, Hiccup sintió como su ser se llenaba de un cálido líquido.

Con cuidado Toothless salió de ese cuerpo que ahora le pertenecía, desenrosco su cola de la cintura del chico y dejo que este se acomodara en el pasto, se echó a un lado del joven mientras buscaba normalizar su respiración.

Hiccup no podía creer lo que había pasado, eso había sido mejor que sus sueños más húmedos, el chico se dio media vuelta respirando aun con dificultad, busco con la mirada a su compañero, el reptil lo miraba emocionado, con cuidado acerco su hocico y lo coloco en la frente del joven cerrando sus ojos, Hiccup comenzó a acariciarle mientras sonreía, el joven poco a poco fue cerrando los ojos y se quedó dormido, Toothless lo abrazo y lo cubrió con su ala, era un buen momento para descansar.


Cuando despertaron ya era medio día, el joven intento pararse pero un dolor en su cadera se lo impidió, con ayuda de Toothless se metió al lago para limpiarse, el resto del día lo pasaron ahí, comieron unas peces cortesía del lago y se echaron en el pasto para descansar, el joven a un se encontraba adolorido pero comenzaba a pasar, en la tarde decidieron regresar a Berck, al chico le sorprendió que sus amigos no fueran a buscarlos, aunque agradeció a los dioses que fuera así, cuando llegaron los demás jinetes se encontraban en la escuela.

-valla, donde han estado todo el día, reclamo Astrid

-por ahí…pa..seando, respondió el chico apenado

La rubia lo miro extrañada pero no le dio importancia.

-oigan y los dragones, pregunto el castaño, hasta ahora se daba cuenta de que no estaban.

-ah, se fueron en la mañana, menciono triste Fishlegs

-bueno, sabíamos que se iban a ir, respondió el castaño.

-eso quiere decir que tendremos vacaciones, pregunto feliz Tuffnut

-vacaciones, genial, secundo su hermana.

-bueno no podemos estar en una escuela de dragones sin dragones.

-cierto… bien entonces ya me voy, Snoutlout comenzó a caminar a la salida, los veo después perdedores.

-ya se, Fishlegs junto las manos emocionado, voy a preparar pequeños nidos para las nuevas crías de Metalug, será genial cuando regresen, dicho esto salió feliz de la academia.

-nosotros vamos a derribar Yaks nos vemos después, los gemelos se alejaron empujándose.

-y ustedes que aran, pregunto la rubia mientras se acercaba a su compañero.

-pues, creo que suspenderemos el entrenamiento hasta que los demás regresen, el chico comenzó a caminar asía la salida.

-oye Hiccup estas bien, pregunto su amiga, caminas un poco raro.

La cara del joven pronto se volvió un jitomate.

-eh, si, lo que sucede es que me caí, je, si eso e caí.

-ah, dioses te lastimaste.

La rubia intento acercarse a su amigo pero Toothless se paró enfrente y comenzó a gruñirle

-que sucede, que le pasa a tu dragón.

El chico se apresuró a tomarlo del cuello antes de que lastimara a su amiga.

-nada, lo que sucede es que esta de malas…si, eso está de malas, lo siento Astrid, sabes que nos vemos después, el chico monto a su amigo y se alejaron de ahí.


Astrid los miraba extrañada, Toothless jamás le había gruñido de esa manera, contemplo la salida por unos minutos y después se dirigió a su casa, probablemente el dragón negro estaba furioso por tener que quedarse aquí y noi r a disfrutar como los demás, comenzó a reírse por su ultimo comentario y se fue a su casa, ese ya era problema de Hiccup.


Antes de ingresar a su casa el joven reprendió a su "amigo".

-no vuelvas a hacer eso entendiste, Astrid es nuestra amiga, no le gruñas así está mal

Toothless lo miro molesto, el solo defendía lo que era suyo, Hiccup pareció comprender la mirada del reptil, el chico sonrió y le dio un beso rápido en el hocico.

-ella solo es mi amiga, no te tienes que encelar, aparte aun no podemos dejar que se enteren, solo aguarda un poco más y compórtate como siempre entendido.

Toothless acepto de mala gana, ah pero si la rubia intentaba besarle entonces si la iba a carbonizar, ya después le conseguiría otro humano a Stormfly.

Cuando entraron se encontró con su padre que lo esperaba en el comedor.

-hola hijo, donde estuviste toda la mañana.

-ah, estuvimos….jugando por el bosque, respondió nervioso.

-ah, Hiccup, bueno está bien.

El hombre se acercó a su hijo, llevaba una maleta en su mano.

-vas a salir

-sí, tengo que ir a las islas del norte, habrá una reunión de jefes.

-ah, por cuanto tiempo

-bueno, ahora que tornado se fue a …bueno tu sabes, me tomara siete días en barco.

-oh, lo siento

-de verdad hijo sí que tienes suerte de tener a Toothless, míralo, el hombre señalo al dragón que los miraba curioso, se nota que aún es un niño, estoy seguro que ni siquiera sabe lo que significa aparearse, Toothless ladeo la cabeza poniendo una cara de inocente, el reptil dio un ronroneo y comenzó a dar vueltas como perro para echarse a un lado de la fogata, lo vez, ja, es tan tierno e inocente como tú, ja, ja ja.

-si verdad, el chico comenzó a reírse nervioso, nada más que su padre se enterara y se armaría el Ragnarok

-bueno me voy nos vemos en siete días, Toothless cuida de Hiccup, el reptil corrió a despedirse de Stoick moviendo su cola y afirmó con la cabeza la orden.

El chico vio salir a su padre y suspiro aliviado, ahora tenía siete días para pensar como decirle la verdad, bueno talvez se le ocurriría algo mientras descansaba, subió a su alcoba dispuesto a dormir, estaba por acostarse cuando su amante lo jalo de su playera y lo tiro al piso mientras se subía arriba de él, Hiccup miro a su dragón, este le veía con infinita ternura y una pisca de…lujuria, el joven solo sonrió, parece que esa noche tampoco iba a dormir.

Y fin.


Bueno como ya les dije, escribí esto bajo los influjos de drogas, guau lo que hace la morfina, así que por favor no me maten, ya tengo suficiente dolor con mi pierna T.T.

Nos leeremos después en mis otros fics, chaito mua mua.