UN SUEÑO EN ESCOCIA.
Han pasado más de un año desde la separación de Candy y Terry, ha pasado un tiempo desde que todos se encontraban en ese lindo lugar de Ponny esa tarde, muchas cosas han pasado y cada quien ha tomado un rumbo diferente. La presentación de Albert ante la sociedad de chicago y el Clan de los Andrew se llevó acabo con una gran fiesta, la cancelación del "supuesto compromiso con Neil", Archie entro a la universidad en Chicago y Annie entro con él a estudiar para ser una maestra, muchos cambios. Albert tomo su lugar en las empresas de la familia y se vivía entre juntas y viajes de negocios, claro estando al pendiente de Candy, Candy seguía refugiada en el hogar de Ponny trabajando arduamente buscando patrocinadores y ayudando a sus madres; Patty se encontraba en florida con la abuela Martha también había entrado a estudiar para ser Trabajadora social. Neil y Elisa, bueno su vida seguía siendo un desastre, pero ahora en Florida ya que después del disgusto que habían ocasionado con su embrollo, los Leegan habían sido mandados para ese lugar como castigo.
La tía abuela se mantenía en chicago ayudando a Albert a tomar las riendas de la familia hecho que habían unido más los lazos entre los dos, George siempre ayudando en todo lo que podía; viajaban más seguido a Leawood, para estar tranquilos puesto que la Tía Abuela no se encontraba muy bien de salud y Albert tomaba cualquier oportunidad para visitar a Candy. La señorita Ponny y La hermana María se dedicaban al cuidado de los pequeños más tranquilas pues con la ayuda de Candy y Albert el orfanato ya estaba en mejores condiciones.
Terry se encontraba trabajando en New York con Karen en las nuevas obras de la compañía, aun estaba al pendiente de Susana, pero aun no figaban fecha para la boda, él seguía con su depresión siendo más huraño y reservado que antes. Eleonor tenía una extraña, pero más cercana relación con Terry.
Una tarde maravillosa el sol casi por caer dejaba observar toda su belleza mientras se refregaba en el majestuoso lago de Michigan; la primavera estaba en su apogeo; los frescos vientos soplaban, las praderas verdes y llenas de flores multicolores se observaban. Y un viejo árbol florecía en ese momento dando un hermoso paisaje digno de ser pintado. En aquel jardín los niños del hogar de Ponny corrían y se divertían; dos señoras sentadas en aquellas mecedoras en el pórtico de la rustica casa, observan como jugaban.
Hermana María, me preocupa el comportamiento de Candy, estas dos últimas semanas; no es la misma- dijo la señorita Ponny.
Es cierto Srita. Ponny; aunque no quiera admitirlo su felicidad es muy rara, ríe, baila y juega como siempre; pero…. Entra a ese cuarto por las tardes y se pierde en pensamientos que solo su corazón puede saber.
Mientras esas dos mujeres observan atentas a los niños, un halo de tristeza dibujaba en su rostro, mientras seguían en su tarea.
Creo que a muy a mi pesar tendremos que tomar la propuesta del Sr. Andrew- dijo la Srita. Ponny mientras observaban la ventana del segundo piso a la derecha, la cual permanecía cerrada y la silueta de una joven se veía a lo lejos.
Srita. Ponny- grito alarmada la hermana María suspendiendo la costura- eso significa que tendremos que mandarla de nuevo con los Andrew!- volteándose rápidamente la Srita. Ponny con una mirada cristalina y en tono melancólico
- Si hermana, su dolor es muy fuerte… si se queda aquí, nunca podrá superarlo por sí sola, necesita enfrentarse a su realidad y no esconderse aquí para siempre- al decir esto las dos mujeres dejaron las costuras un momento; mientras sus puños se cerraban indicando su frustración por esa verdad irremediable pero verdadera, que las llevaría a tomar una difícil decisión para el bienestar de Candy.
Si ya está decidido Srita. Ponny, iré yo misma a ver al sr. Andrew para informarle de la decisión – se levanto de esa mecedero dejando su costura en el asiento y de pronto se acerco lentamente al hombro de la mujer su mano toco suavemente el hombro de ella- espero que estemos haciendo lo correcto para ella- el tono de la hermana María era melancólico pero en el fondo de su corazón sabia que la dura decisión era la mejor para Candy antes de que el dolor y la melancolía terminaran con las ultimas nociones de la felicidad de su hija.
Sin perder más tiempo se puso en marcha a la mansión de los Andrew; mientras la Srita Ponny y recordaba la escena de unos días atrás, cuando Albert había pasado a visitarlos.
"esa tarde Albert había ido a visitarlas, el chico rubio se había despedido de Candy, pero antes de irse pidió hablar con la Srita. Ponny a solas, ante la sorpresa de todos los que se encontraban en aquella rustica sala, la Srita. Ponny giro la cabeza afirmando con un gesto- Candy podrías cuidar a los niños por favor- aquel joven rubio vestido de pantalones cafés y blusa blanca junto con las dos damas se encaminaron hacia su despacho.
Ambas intuyeron de que se trataba aquella charla; el largo corredor ayudaba a tranquilizar el inquieto corazón de la hermana María, cuantas veces había recorrido ese corredor para hablar sobre algún problema o lio en que se había metido Candy y ahora tenía ese mismo presentimiento, esa charla no sería amena pero definitivamente necesaria.
Pocos minutos después entraron los tres aquella habitación, la hermana María tomo su asiento de costumbre mientras la Srita. Ponny se sentó en su silla acostumbrada, Albert entraba tal vez con la misma angustia y determinación de esas mujeres, solo faltaban palabras entre ellos, pero el presentimiento, así que la Srita. Ponny interrumpió el silencio – déjame Sr. Andrew que sucede? - aunque sabía el motivo
- Bueno es obvio que estamos preocupados todos por la actitud que ha presentado Candy estos últimos meses- mientras aquel joven se levantó dirigiendo sus pasos a la ventana de aquella oficina- creo todos hemos visto su carácter como cambia en la mañana es la chica más gentil que hay y es nuestra antigua Candy pero conformo cae la tarde …- voltea a ver a la mujeres sentadas- se vuelve una ermitaña hasta caer la noche y se encierra de todos en sus pensamientos y eso Srita Ponny y hermana me esta
- preocupando, verdad- interrumpió la Srita. Ponny acercándose a Albert – si sr Andrew a mí también me preocupa he visto los ojos de mi pequeña alegres pero esa sombra de tristeza nos e apodado quitar de ella desde que regreso de chicago- al tiempo que decía estas palabras se llevaba la mano a si el crucifico de plata que colgaba en su pecho- su dolor, aunque lo quiera aparentar se transmite en su mirada-
Albert volvió a posar su mirada en la ventana- por esa situación decidí traerla aquí, a su hogar para que recobrara totalmente la alegría, pero veo que ha sido inútil, su tristeza se mantiene, aunque en menor medida – el rubio se lleva su mano a su cabelle para poder acomodar un mecho de pelo que travieso se colocó en su frente.
Y que ha pensado hacer sr Andrew – dijo la hermana María con un poco de medio al casi adivinar su respuesta-
Pues he pensado mucho hermana- volteando a verla- ya que la situación referente a los negocios de mi familia está más tranquila y los viajes sea han terminado por ahora- Albert soltó un suspiro- he decidido llevarla a dar a un viaje a escocia, para ver si allá puede ser libre de ese dolor y regrese al cien por cierto nuestra Candy-
Las dos mujeres se observaron con una mirada de incertidumbre, aunque sus corazones sabían que era lo mejor y una medida desesperada; era una buena opción para que su pequeña dejara esa carga que tenía acuestas.
Solo le pediría tiempo sr. Andrew- con voz firme y acercándose a Albert.
Tiempo Srita. Ponny- dijo algo incrédulo a la respuesta de la Sra.
Si, Albert no quiero ser yo la que le imponga ese viaje a Candy, sino que sea ella la que lo pida- volvió a sostener el crucifijo- tengo e en dios que le tiempo será el mejor aliado, ya que hay heridas del corazón que solo el tiempo y dios pueden ayudar a sanar-
Yo estoy de acuerdo con usted Srita Ponny, por favor sr. Andrew denos tiempo unos meses para ver cómo lleva esto Candy- la mirada suplicante de la hermana María a Albert lo hizo meditar- sé que sus intenciones son buenas, pero Candy es una chica fuerte y espero que pueda salir de esto con ayuda de dios-
Entiendo su punto tras mías, y entiendo; pero no duden en llamarme si ven que Candy continua así, la dejo en las mejores manos que pueda ver las suyas- las miro con una mirada de ternura- solo quiero lo mejor para ella y ayudarla en todo lo que este en mis manos-
Lo entendemos Sr. Andrew, como su padre adoptivo quiere lo mejor…- la Srita Ponny se detuvo al observar esa mirada de Albert tan afligida al pronunciar la palabra "padre adoptivo", sin duda ese hombre que tenía frente a ella no quería a su pequeña de esa forma de amor- para ella al igual que nosotras.
sin más remedio al escuchar esas palabras un Albert un poco cabizbajo asintió con la cabeza afirmando su punto respecto a su "pequeña", aunque por dentro no sabía por qué el simple hecho de esas palabras que había pronunciado la Srita Ponny habían sido tan dolorosas- así es Srita. Ponny esas son mis únicas intensiones-.
. puesta de que quedamos en los mismo- dio la Srita Ponny aun con más determinación- le pido tiempo y paciencia yo misma le mantendré informado sobre la evolución de Candy y conforme haya memoria o empeore su estado de ánimo no dude que le hare la visita correspondiente, solo hay que dejarla a manos de dios-
-está bien, esperare su respuesta Srita. Ponny- Albert se sintió algo incómodo, pero comprendió que todo debería ser con paciencia- pues me retiro y con su permiso voy a despedirme de Candy- con esto inclino su cabeza en un gesto de despedida y se acercó a la puerta.
Hasta pronto sr. Andrew y no tenga pendiente nosotras velaremos por ella- dijo la hermana María con una sonrisa mientras Albert cruzaba la puerta de esa oficina para Salí. - Srita. Ponny-
¿Si hermana María- tomando su asiento de nuevo- sé que me va decir el por qué no acepte la propuesta del Sr. Andrew si Candy está mal verdad? -
Así es Srita Ponny- la miro- creo que la idea del Sr, Andrew es muy acertada-
Lo se hermana, pero también sé que Candy necesita tiempo para sanar sus heridas antes de comenzar una nueva historia- lo dijo mientras se ajustaba los lentes.
¿Entonces usted también se dio cuenta? -
Si me di cuenta que, aunque el Sr. Andrew quiera aparentar otra cosa sus sentimientos hacia Candy no son de un padre adoptivo sino…-
¿De un hombre enamorado verdad? - la hermana María se llevó una mano a la boca al darse cuenta de lo que significaba esa aseveración
Así es hermana el sr Andrew está enamorado de Candy- dijo la Srita. Ponny al observarla
Entonces que podemos hacer Srita-
Esperar y rezar mucho- lo dijo pensativa- solo dios sabrá que podemos esperar y el camino por el cual llevara a Candy en esta nueva aventura- se levantó y miro a la ventana- solo Dios y el tiempo dirá que va a pasar.
Entonces hiere a rezar mucho por ella- diciendo esto la hermana María se levantó de su asiento y se dispuso a salir.
Así es hermana tenemos que rezar mucho por ella para que dios le dijo cual camino tendrá que tomar, solo espero no tener que tomar la opción del sr. Andrew y que se ella la que tome su decisión- mientras pronunciaba el silencio se hizo presente en aquel despacho como oración hacia el creador, una oración que más se escuchaba como un ruego al creador por la angustia de tomar una buena decisión para su amada hija.
Mientras una angustiada hermana María caminaba aquel sendero hacia la mansión de los Andrew, en un cuarto en aquel orfanato una joven de rubios cabellos empezaba su labor de costura frente a una ventana en una silla, mientras que el imponente sol de la tarde empezaba a caer en el horizonte teniendo doto de unos tonos magníficos de doloridos rojizos.
Los corazones de aquella oven también parecía hacer el mismo afecto de aquel aturdir, de pronto unas gruesas lagrimas empezaron a rodear su cara sin sentirla mientras continuaba con su costura y su mente comenzaba una oración vespertina.
"dulce corazón mío, otro día este punto de terminar, otro día de trabajo y soledad, aunque estoy feliz en mi hogar con mis madres mis hermanos y mis amigos, aun puedo sentir ese dolor que te taladra y el frio amargo de esa noche de invierno tan fría, a veces desearía no sentir este frio en mi alma ni este dolor clavado en mi corazón, han pasado días meses enteros que pido a dios que me ayude con este dolor, pero veo que todo es en vano".
Suspende su costura y mira el atardecer como implorando una respuesta y se vuelve a hundir en esos pensamientos.
"desde que te deje esa noche en New York el frio me acompañado, las lágrimas no han dejado de salir y este dolor del alma sigue igual que ese día en las escaleras de ese hospital cuando te deje"
Se da la vuelta y abre un alhajero tomando unas cosas en sus manos y vuelve a la ventana.
"aún recuerdo a mi adorado Anthony, aunque de ti mi dulce amor solo tengo esta foto que veo y aminora mi alma pq sé que estas junto a tu dulce madre aún recuerdo tus risas y tus paseos y siento la soledad de tumba, aunque el tiempo pasa aun siento tu partida, aunque vasta cerrar los ojos para verte feliz "toma la foto de su Anthony y se la lleva al pecho y cierra sus ojos mientras su cara se empieza a dibujar una sonrisa apenas perceptible y la guarda otra vez en aquel alhajero.
" y tu mi dulce príncipe de la colina, mi amigo mi compañero, estas tan lejos de mi aunque con tus cartas calmas mi alma, cuantas veces hubiera querido volver el tiempo y no separarnos nunca como cuando vivíamos en nuestro departamento nuestro mundo donde al regresar cansada de un día de trabajo estabas tu siempre con una sonrisa para poder hablar y reír, un consejo o tu simple presencia que ahuyentaba resta tristeza" observa el medallón de los Andrew y se lo lleva así labios para darle un dulce beso " pero ahora todo ha cambiado y tu mundo está lleno de responsabilidades y de retos que te mantienen tan alejado de mí , desde que tomaste las riendas de tu familia siento tu alejamiento y la tristeza de verte partir cuando vuelves a mí se hace casi insoportable pero tu deber es estar al frente de ese imperio y cuidar de nosotros y de las familias que dependen de ti como podría ser tan egoísta para tenerte a mi lado nada más? ¿Después de todo lo que me has dado? No podría mi dulce "TIO ABUELO WILLIAM" mientras dice esto su cara vuelve a una sonrisa pícara pues recuerda cuantas veces Albert la ha retado por decirle hacia haciendo memoria de la cara y gestos que le pone al escuchar esas palabras salir de su boca.
Dejando ese prendedor en el mismo alhajero toma un recorte de periódico fina mente doblado y lo observa " y tu mi dulce rebelde a pesar del tiempo no puedo olvidar tus sonrisa, tus gesto y tu forma de ser, la extraño demasiado, el perfume de tu cuerpo cuando te acercaba más a mí y la calidez de esas lagrimas ese día" de pronto y sin querer unas lágrimas recorren sus mejillas " ese maldito día que tuve que dejarte cuando lo que más quería era aprisionarte en mis brazos, besarte y decirte TE AMO NO TE VAYAS, pero el destino o Dios no quiso que estuviéramos juntos y tuvimos que separarnos sin voltear a vernos" su mano se dirige a su rostro tratando de limpiar las lágrimas que se derramaban sin freno alguno" DIOS MIO SOLO EN PENZAR QUE ESTAS MANOS" viendo sus manos las cuales temblaban sin sentido "no volverán a tocar tu cara o abrazar tu cuerpo" una mano se pasea por inercia sobre sus rojos labios " y estos labios nunca volverán a probar los tuyo mi " dulce Romeo" de pronto y por una fuerza aún más que la razón sus manos llevan el recorte de periódico a sea su corazón " y este corazón nunca volverá a sentirse libre de este dolor que hay en él desde tu partida, se vuelve loco de tanto dolor, aun se bien que por deber o por honor la preferiste a ella, yo que más hubiera dado por que ese maldito accidente nunca hubiera pasado" sus fuerzas la abandonaron y sin querer cayo a la misma silla donde estaba unos momentos antes " pero debo ser fuerte por los dos la única opción que teníamos era que estuvieras con ella aunque eso nos matara a los dos y tu decidiste estar con ella aunque esa decían mata mi alma cada día al pensar que tus risas, tus carisias y por dios tus besos son de ellas, que no poder compartir contigo días tan hermosos como los que pasamos en el colegio y por dios eso duele más de lo que imaginaba"
Sin percibir cuando ni como se levantó de esa silla y abrió su alhajero antes de cerrarlo volvió a ver ese atardecer y dijo- TERRY, MI DULCE TERRY- con lágrimas en sus ojos guardo el ultimo recuerdo y volvió aquella ventana y sus pensamientos dijeron una frase como quien dice una plegaria a dios" pero aún me queda nuestros bellos momentos en Escocia y esos momentos que solo tú y yo llevamos en el corazón" más que una frase como una plegaria para su propia alma.
Mientras sus ojos derramaban una lagrimas más y sus manos borraban las huellas de las misma tratando de poner una nueva careta en la cara de dolor de Candy, su mente viajaba a la nada observando como el sol perdió la fuerza de la batalla dando paso a una nueva noche. Noche de la cual se ocultaba todo rasgo de dolor y de las plegarias dichas antes en el momento justo de morir el sol como si con este acto se ocultara todo rasgo de dolor de su alma y diera paso a un instante de paz en su alma.
¿Cuando de pronto se escucha como tocan en la puerta de esa habitación en penumbras- Si dijo? -
Candy tienes visitas hija- la voz de la Srita Ponny se escucha detrás de la puerta.
Si en un momento voy Srita. Ponny- muestras prendía el quinqué para alumbrar su habitación y se observaba en el tocador para arreglarse y fijarse que no quedaran más lagrimas engañosas que la delatara y se dirigía a la puerta- y quien viene a visitarnos ¿
Abriendo la puerta y dejando ver una sonrisa engañosa- Es el Sr. Andrew y la Sra. Eloy hija-
¿La tía abuela y Albert? - algo incrédula por el anuncio
Si hija y quieren hablar contigo- firme en su respuesta
En seguida bajo Srita. Ponny- volvió al tocador a darse un retoque sin cerrar la puerta de su habitación- que habrá pasado para que Albert y la tía abuela vengan a esta hora? - dijo una incrédula Candy ante este hecho. ¿Después de un momento tomo aire y se dirigió a la puerta – pues bueno aquí arriba no sabré para que me necesita verdad? Así que es hora de bajar- dejando escapar un suspiro cerro su cuarto y dispuso abajar a averiguar.
