Hola, aquí de nuevo esta esta loca escritora, con una historia un poco fuera de mi zona de seguridad, No, no es un Delena, no quiero ni comenzar a explicar como me siento acerca de su relación ahora mismo, solo me basta con decir que sigo odiando a todos los que tuvieron la brillante idea de todo lo que ha pasado desde que esos dos se acostaron (comenzando con la metiche de Caroline).
Y, a Jeremy se lo han cargado señores, no sabemos si definitivamente, pero si me lo preguntais yo creo que esta es la vencida, pero ¿quien sabe? ya todos sabeis que el fatalismo es lo mio, acá va un idea que surgió de la nada (como la mayoria de las cosas que se me ocurren) y..bueno, lean, ya entenderan.
por otro lado mis queridos lectores, voy de a dos en dos, es lunes, oh bueno, martes, la intención seria que para eL jueves con el nuevo capitulo ya este Escrito este terminado, para saber si Jeremy nos deja para siempre o no, disfrútenlo, a mi me aguó los ojos imaginarlo y escribirlo, espero que les guste, y espero de todo corazón que no piensen que apesto escribiendo algo que no sea Delena, les tengo algo preparado, pronto, pronto sabrán.
Sin mas que acotar, TVD no me pertenece.
!A leer!
Memories.
1.-The beginning.
Mami está enferma. ¿Qué tenía mami? ¿Era algo malo? ¿Por qué no podía verla? Apretó sus diminutas palmas y las mantuvo a cada lado de su cuerpo, quería desesperadamente ver a mami, se sentía pegajosa, porque papá le compro un helado, arrugó el ceño, papá debía de haber sabido que ella era un lio comiendo helado, mami siempre lo sabía, mami siempre la ayudaba a comer helado, pero sin mami, el helado era solo una espesa cosa fría, ni siquiera era divertido y ahora solo tenía el rostro pegajoso y el cabello hecho un nido de pájaros castaño, no como el bonito y liso cabello de Miranda.
Pero eso no era todo, estaba en un hospital, Arrugó la nariz, odiaba los hospitales. Tan blancos y simples, papi decía que era porque todos los que estaban allí tenían gusto de colores diferentes, y por ello, para que ninguno se molestase, habían decidido pintarlo de blanco, porque a todos les gustaba el blanco, Era estúpido, el rosa era muy bonito también, y ¿a quién no le gustaba el rosa? Estaba claro que Caroline y Bonnie lo amaban, y Matt, Bueno, Matt decía que el Rosa estaba bien, aunque el prefería el azul, sin embargo, un bien era algo.
¿Porque aquel lugar era tan tenebroso?
Se tragó sus lágrimas, y bajó la mirada, no quería parecer una niña llorona, mama se entristecida cuando ella lloraba, mama estaba enferma y no era bueno hacerla sentir triste ¿verdad? Estaba allí sentada en aquella horrenda silla blanca, demasiado alta, sus pies ni por asomo tocaban el piso, ya era una niña grande así que esto del tamaño era un verdadero problema, Mama decía que eventualmente pasaría, y que sería tan alta como ella, eso siempre la hacía sentir feliz, mami era muy alta, y toda la ropa se veía hermosa en ella, tan esbelta y radiante, mami era muy bella, no era difícil el ver porque papi era tan torpe la mayor parte del tiempo en la que ella estuviese presente.
Contó hasta cien, eso siempre ayudaba, soñó con su cuarto, su cama, sus juguetes, todo estará bien, papi dijo que todo estaría bien, mami va a estar bien, porque los doctores mágicos siempre hacen sentir bien a la gente, son genios.
—Elena.—
Sus grandes y redondos ojos marrones se abrieron como platos, dándole una apariencia incluso más joven de la que sus dos años le otorgaban, era mami, sentada a su lado, Sonriente, muy sonriente, mami estaba feliz, ¡Mami estaba bien!
El alivió atravesó su cuerpo, y sin poderlo contenerlo más las lágrimas atravesaron sus mejillas, EL rostro de su madre se enterneció, y casi en el mismo instante en el que miranda extendió sus manos, el pequeño cuerpo de Elena se abalanzo sobre ella.
—Oh, Cariño.— Susurró— Estoy bien, De hecho, Estoy muy, muy bien.—
—Te extrañe, Papi no sabe darme Helado.—
Su madre rió.
—Nada que un buen Baño no pueda arreglar.— Dijo miranda, y su expresión cambió a una más seria.— Elena, Debo hablar contigo.—
Elena la miro fijamente con sus grandes ojos bien abiertos, y su boca fuertemente apretada en un puchero, su expresión más adulta, asintió lentamente.
— Dentro de los próximos meses mami va a tener que cuidarse más, va a comer más, y se pondrá grande, gigante, y luego, cuando mami este realmente inmensa, vamos a volver aquí, y luego de unas horas podremos regresar a casa pero nuestra familia habrá cambiado.—
¿Cambiar? No entendía, ¿porque cambiar? A ella le gustaba mucho su familia tal y como estaba, ¿cambiar de casa? ¿Cambiar de juguetes? ¿Qué tipo de cambio?
Su madre, reconociendo el desconcierto siguió.
— Seremos más Elena, Vas a tener un pequeño hermanito.— Dijo sin poder esconderla felicidad en su voz.— Jugaras con él, Y deberás tomarte muy enserió tu papel de hermana mayor, va a necesitar de ti, de mí, y de todos, pero no todo es responsabilidad, el estará allí para jugar contigo, abrazarte, no te sentirás aburrida nunca más.—
Un hermanito, ¡Genial! Caroline y Bonnie también querrían jugar con él, y entonces serian cinco, y nunca más tendría que pelearse porque Matt no quisiese jugar al té, Porque su hermanito podría jugar con Matt.
La pequeña sonrió abiertamente como reflejo a la felicidad que irradiaba su madre.
—Una última cosa Elena.— Dijo su madre en un susurro. Lo que sea, pensó la niña.— Prométeme que Estarás allí para él, Que lo cuidaras, Él será siempre más pequeño que tú, mas inexperto, tu conocerás mas del mundo y más rápido, y el necesitará ayuda, y a cambio puedo prometerte algo, Si tu estas allí para él, No importa lo que pase, o que los separe, te puedo prometer que él siempre estará allí para ti.—
Hecho.
—Seré la mejor hermana mayor del mundo mundial mami, ¡Lo prometo!—
Lo prometo.
Lo prometo.
Lo prometo…
Continuará.
