Título: Motes Cariñosos o Pet name.
Resumen: Cursi no está escrito con "A" de Arthur.
Advertencias: Humor fail!(?). Nombre de personajes humanos.
Nota1: Olvide comentarlo antes pero, lo hago ahora NO BUSCO OFENDER A NADIE CON ESTO.

Nota2: "Effey" es una referencia al personaje de la serie británica "Skins". Es sólo una mala broma, en verdad ._.U


—¿Puedo decirte Artie?

—No, Alfie, no puedes decirme así —respondió el británico con tono acido, cambiando de canal.

Había pasado un mes desde que Arthur y Alfred habían comenzado a salir juntos como pareja oficial, y Alfred creía que era suficiente tiempo para pasar del "Alfred" y "Arthur" a secas. ¿No era común que los novios se dieran nombres cariñoso como "cariño" o "cielo"? ¡Mínimo hablarse en diminutivo! Pero el británico era reacio a aceptar su brillante idea.

Aunque, bueno, a él no le gustaba mucho ser llamado Alfie, nunca le había gustado.

—¿Iggy?

—¿Por qué Iggy? —Preguntó con curiosidad, pero sin despegar la vista de la pantalla, ¿Por qué tardaba tanto en empezar Doctor Who?— Mejor no respondas. Y la respuesta es no.

Se quedó callado y cruzado de brazos, sacándole la lengua al británico en molestia. ¿Qué tenían de malo sus apodos?

—¿Princesa? —apenas mencionó eso, el control del DVD fue lanzado en su dirección, estrellándose contra la pared cuando Alfred se agachó—. Mensaje captado… ¿Qué tal bebé? —al ver que Arthur se veía tentado en arrojarle otro objeto, comenzó a reír y decir que era sólo una broma.

Arthur checó su reloj, aún faltaban quince minutos para que diera inicio el programa, ¿por qué lo torturaban así? Alfred por su parte seguía pensando en el apodo perfecto para su actual novio.

—Entonces, Alfie, ¿puedo decirte "niño malcriado"? —dijo Arthur, con una sonrisa divertida, estirándose en el sofá, jugando con el control de la televisión.

—¡De ninguna forma! —se quejó la nación, ¿cómo se le ocurría decirle así?—. Alfie tampoco, sabes que nunca me gustó, Arthur.

El de ojos verdes asintió, eso de los motes cariñosos comenzaba a divertirlo.

—¿Qué tal Effey?

—¿Eso es una indirecta a algo británico que yo desconozco? —Preguntó achicando los ojos—. ¡Lo tengo! Te diré, viejo amargado, ¿qué tal?

Alfred había comenzado a irritarse, y Arthur se dio cuenta de eso, por lo que decidió dejar de jugar.

—¿Realmente crees que necesitamos algo como es? Quiero decir, hemos sobrevivido un mes en perfecto estado sin emplear nada remotamente cursi —dijo con tono pausado, incorporándose lenta y perezosamente en el sofá—. El que te diga, querido, o amor, no cambiará el hecho de que piense que eres un idiota cuando actúes como uno, ¿entiendes?

—Sí, sí, soy demasiado genial para tener un apodo que no sea "héroe" de todos modos —se auto resignó, cruzándose de brazos. Tal vez eso de los sobrenombres no estaba hecho para todas las parejas como Hollywood hacía creer.

Arthur iba a decirle a Alfred que dejara de tomar a Hollywood como su guía en eso del noviazgo, pero cuando la música familiar que daba inicio al programa que el británico esperaba se dejó oír, Arthur se dijo que podían conversar eso más tarde.