::::::::::::::::::::::::::::Disclaimer: Los personajes son de la autoría de Naoko Takeuchi, mientras que la historia pertenece a la autora aquí presente, la cual no puede reproducirse o usarse de forma laguna sin permiso expreso de la misma:::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Beggins like...

― Estoy embarazada- anunció Rei con las mejillas rojas bajando la mirada.

― ¿De verdad?- inquirió Yaten desconcertado por completo.

― ya te lo había dicho y no me quisiste creer- respondió la morena- tu puedes ser parte como quieras…

Yaten la interrumpió y sonrió gustoso. Rei sintió cierto alivio, pero sabía que existía una tercera persona que no reaccionaría bien. Ari, la novia de Yaten, mejor dicho la chica por la que Yaten la había "cambiado" y que desde luego no tomaría nada bien la situación. Aun así Rei sabía que podía contar con su ex, como amigo y para quien venía en camino.

― ¿Cuánto tiempo es lo que tiene?- preguntó él acercándose a Rei, observando la mirada de ella- pero dime antes… ¿tu novio lo sabe?

― aun no le he dicho- por un momento la morena se olvidó de su relación nueva- pero tengo que decirle.

― Ari me querrá castrar- sonrió Yaten divertido.

El la abrazo ligeramente, Rei por su cuenta sintió repentinas ganas de llorar, ya que, aunque doliera admitirlo, en su corazón aún existe algo del amor que le tuvo, y es que dos meses, cuando de amor se trata no son nada. Y ese abrazo, por mucho que la aliviara y confortara estaba ensombrecido, en una fantasía muy lejana que había llegado a tener Rei, se figuró a si misma dando esa noticia a Yaten, y el recibiéndola con una enorme sonrisa, pero no existía nadie más solo ellos tres. Yaten no la había terminado por alguien más y menos aún ella había aceptado salir con otro chico. Contuvo la respiración unos momentos para poder controlar la sensación de llanto que venía amenazándola con brotar. Entonces Yaten con su carácter travieso que le distingue mencionó:

― ¿Cuándo crees que la hayamos concebido?- aunque Rei no lo podía ver estaba segura de el esbozo de sonrisa que tenía él en el rostro, pues la picardía que poseía era un rasgo del que ella se había prendado, y solo por el tono de voz sabía de esa sonrisa pilla dibujada en sus labios- ¿sería el día de la ducha?

Rei también sonrió, no pudo evitar recordar la ducha y su encuentro con Yaten en ella.