Disclaimer: Naruto ni sus personajes me pertenecen, son exclusiva propiedad de Masashi Kishimoto ©

Esta historia es completamente mía.

Agradezco a quienes agregan mi historia a 'Favoritos' & 'Followers' ;) ¡Ureshii desu!

Este proyecto me ha surgido gracias a mi gusto por la noche de Halloween y derivados, espero que les guste ;)

Sin nada más que acotar, les dejo con el tercer capitulo de mi fic :3

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La Noche de los Deseos del Diablo

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-Chapter 1 -

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― Oh, diablos. Lo único que me faltaba ―

Sakura miró nuevamente su reloj y estos marcaban las 18:37 de la tarde, pero estaba tan oscuro como si ya eran entradas las 20 horas, no muy convencida abrió su bolso y sacó su móvil, y como pensó algo andaba mal, este marcaba exactamente las ocho en punto, soltó un largo suspiro de fastidio y comenzó a caminar por las desoladas calles de la Ciudad de Kyoto, era noche de Halloween, las casas estaban adornadas con lo típico de esta época del año, calabazas, telarañas, brujas y demonios. A ella no le desagradaba el día, es más, le parecía divertido porque siempre era visitada por los niños en su ya acostumbrado 'Dulce o Truco'

Ino le había dicho que esa noche era propicia para ir junto a adivinos, magos o lo que sea a buscar predicciones para el futuro, ni de coña iría, su horóscopo del día decía que no debía hacer ninguna salida, y claro que ella le hizo todo el caso del mundo.

No fue precisamente el mejor de sus días, tropezó con los papeleos de su jefe ganándose el regaño de este, el café se le había derramado encima de su camisa de seda blanca preferida arruinándola por completo, se había acercado a una desconocida para preguntarle donde quedaba cierta dirección para ir a hacer una visita de trabajo y esta le salió con que veía su disque 'futuro' ella la dejo hablando sola y la anciana se puso como una cabra gritándole que no saliera de su casa ni hablara con nadie después para colmo de males a su auto le comenzó a fallar el motor y la grúa tuvo que venir por el lo que significaba una semana aproximadamente sin transporte y por supuesto el mecánico se haría millonario con lo que le iba a cobrar por el mantenimiento.

¡Genial!― Murmuró.

Cuando se lo conto a Ino ella minimizo el asunto con un 'Solo te levantaste con el pie izquierdo'. Menuda forma de levantarme el ánimo.

Después de coger todo el aire que sus pulmones podían fue soltándolo lentamente hasta recuperar la calma habitual. Ella no era de las personas que se exaltaban aunque en verdad estuvo tentada en mas de una ocasión de ponerse a gritar y eso no iba muy bien a su favor, teniendo en cuenta de que ella trabajaba de cara al publico y tenia que afrontarlo todo con una sonrisa.

Sakura tenía 26 años, una carrera hecha, un trabajo establecido, una vida bien sólida, era la supuesta envidia de todas las mujeres de su edad, pero de lo que ella jamás hablaba era de su vida sentimental, estaba soltera desde… Ya ni lo recordaba. Sus amigas siempre estaban 'preocupadas' por ella ya que no conseguía pareja pero ella disimulaba su frustración en lo amoroso con una sonrisa y una de sus ya conocidas frases sarcásticas para salir del aprieto de tener que oírlas sermoneándole de que tenia que dejar de ser tan recatada y lanzarse un poco más al mundo. Explícitamente seria, coquetear más abiertamente. Ni de coña.

Siempre le habían dicho que parecía más una monja recién ingresada al convento que una mujer joven de 26 años, aunque no le decían con mala intención, pero dolía.

A pesar de haber tenido dos novios no sabios lo que era estar en intimidad con alguno, apenas permitía que le diesen un casto beso en los labios, quizá por esa razón rápido la abandonaban.

Los gritos de los niños la despertaron de sus pensamientos y sonrió. Era en verdad sorprendente lo mucho que le gustaban los niños, aunque fueran muy traviesos y se portaran mal era cosa de su edad, ella creía saber dominarlos.

Ella era una mujer de estatura media, delgada, curvas en donde toda mujer las debe tener, normal a su parecer, excepto por el extraño color de su cabello que le hacia resaltar inevitablemente entre la multitud, su melena era larga, ligeramente ondulada y ROSA, con dos mechones cayendo por ambos lados de su rostro, adornado con un listón negro y una pequeña calabaza decorándola.

Ya era lo suficientemente tarde como para que los niños comenzaran a salir de sus casas a pedir dulces con la típica frase 'dulce o truco'. De hecho, ella había comprado un par de bolsas de dulces y los tenia guardados para la hora en que empezaran a tocar su timbre cada diez minutos pidiéndolos. Volvió a consultar su reloj y aceleró el paso, quería llegar antes para darse una ducha, cambiarse de ropa y esperar a los niños.

Caminaba a paso mas acelerado cuando delante suyo se encontró con un hombre rondando alrededor de los 30 años, bastante atractivo, vestido con unos pantalones de vestir negros, ceñidos a sus piernas, una camisa mangas cortas de color gris, el pelo en tono azabache dividido en dos mechones que le caían a ambos lados de la cara y con la parte trasera un tanto rebelde, poseía unos ojos de un color negro intenso, vacios, verdaderamente era un hombre que exudaba mucho peligro y sexualidad lo que provoco en ella un leve sonrojo, la miraba fijamente como si ella fuera la única persona en ese lugar y en verdad lo era, giró la cabeza buscando a alguien por si la situación lo requería y las calles de repente se encontraban inhóspitas y lúgubres como si nunca nadie hubiese habitado en ese lugar, Sakura volvió a la mirada en donde yacía el desconocido y el había desaparecido de la misma forma como apareció, el temor por momentos pareció desbordarla, respiro profundo y comenzó a avanzar.

― Qué diablos es esto. ¿Acaso ya comenzaron las bromas? ― Murmuraba mientras apretaba aun más el paso.

El camino se le hacia muy largo, se cansó de caminar y se recostó por la pared de una vieja Catedral del lugar, respiraba agitadamente, trato de componerse y seguir adelante cuando alguien tiró de ella haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo, estuvo a punto de gritar cuando una mano le tapó la boca y la metió casi a rastras a la Iglesia, la soltó y lo siguiente que hizo el desconocido fue entrecerrar la puerta, todo estaba muy oscuro, el miedo era tan intenso que ni siquiera podía articular media silaba, en ese momento se oyeron unos cuantos gritos que la dejaron aterrorizada.

― ¡Yuuhuu! ¡Chica Rosa! ¿En donde estás? ―

Sakura enmudeció, los gritos se hacían más persistentes y más cercanos, en un momento comenzó jadear de miedo, el desconocido volteo a verla pero ella no lo veía, sólo sus ojos rojos, la miraban fijamente.

― Silencio ―

Y ella se tapo la boca con ambas manos, cuando los gritos se hicieron lejanos el desconocido chasqueo los dedos y por arte de magia el pequeño recinto se iluminó, era el mismo hombre que yacía parado en aquel lugar y había desaparecido sin más, no, esto tenia que ser una broma, primero un loco que estuvo llamándola a gritos y ahora este que se las da de mago, que sigue, ¿el diablo en persona?

El desconocido seguía observándola, la cara la seguía teniendo de manera inexpresiva como cuando lo vio por primera vez.

― Q-Que ― Dijo e intento aclararse la garganta ― ¡Quien demonios era eso llamándome así! ―

El extraño sólo se limito a observarla y con un ademán le indicó para que saliera del lugar, al menos podría haber tenido la amabilidad de explicarle lo que estaba sucediendo, como mínimo era desconcertante y el lo estaba convirtiendo en una especie de película de terror.

Al salir la tomó del brazo y tiró de ella mordiéndole el cuello, Sakura dio un respingo pero el desconocido se aferró tan fuerte a ella que ni siquiera tuvo tiempo de hacer movimiento alguno, gimió por la sensación que la mordida le causaba, una especie de excitación que jamás había sentido en su vida, al desprenderse de ella sus miradas se encontraron, el tenia los ojos rojos clavados en sus labios.

Su cuello comenzó a producirle escozor y luego se transformo en un ardor impresionante, soltó un quejido ahogado, comenzó a propinarle todo tipo de golpes, arañándolo, luchando por su querida vida hasta que vio una explosión de colores que la dejó mareada, echó los brazos a los costados, de pronto vio todo oscuro, que el desconocido la tomaba para que no cayera al frio pavimento.

― Eres mía. Yo cuidaré de ti ―

Clavó sus ojos en el intentando no perder el conocimiento cuando de pronto oyó otra voz, como kilómetros de distancia refutando lo ultimo que había dicho el extraño.

― Eso está por verse ―

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¡Holaa mis lectores! Bueno, este es mi nuevo proyecto, ¿Qué tal? ;D

¿Quiénes serán? ¿Será SasuSaku o ItaSaku?

¿Habrá Reviews o Tomatazos para Saku? D;

Me gustaría que me dieran sus opiniones respecto a mi nuevo proyecto que he lanzado

a la opinión publica, ya saben, háganme saber lo que piensen, se los agradeceré ;)

De acuerdo a la acogida iré actualizando, tengo un poco de tiempo libre así que no me costará tanto

Bien, me despido.. Volveré para saber que opinión les dan a mis historias y así prepararé las continuaciones.

Se me cuidan ;)

Besos, Saku ~