¡Buenas! Primero de todo, decir que este es mi primer fic. Descubrí las historias de Dryadeh y estoy enganchada a su manera de escribir y a sus "Dramione". Esta historia está inspirada en los fics de Dryadeh, pero quiero decir que mi intención no es copiarle ninguna historia. El fic está dividido en veinte capítulos, aunque bastante cortos, que cuentan la historia de amor entre Hermione Granger y Draco Malfoy. ¡Espero que os guste y que lo disfrutéis! :)

Los placeres violentos terminan en la violencia y tienen en su triunfo su propia muerte, del mismo modo en que se consumen en fuego y la pólvora,

en un beso voraz.

William Shakespeare

I. King's Cross

Hacía dos meses que Hermione había estado en ese lugar por última vez. Dos meses des de la caída de Voldemort. De poder vivir sin miedo.

Estaba subiéndose al Expresso de Hogwarts. A su querido y extraño Andén 9 y 3/4.

También hacía dos meses que ella, al igual que Harry, Ron, Neville, Luna y todos sus compañeros de curso, habían recibido esa carta. Esa maravillosa carta. Hermione la había releído tantas veces que podía recitar palabra por palabra ese mensaje:

"Estimada señorita Granger:

Nos complace informarle de que la comisión directiva del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería ha hallado una solución para todos aquellos alumnos que durante el pasado año debieron cursar séptimo curso para prepararse para sus ÉXTASIS.

Todos los alumnos que deseen acceder a los ÉXTASIS deberán presentarse en Hogwarts día uno de Septiembre, el mismo día en que empiezan las clases, y permanecer el curso allí, trabajando en un proyecto en el cual aprenderán la materia necesaria para superar dichos exámenes.

Atentamente, la directora Minerva McGonagall."

Al recibir esa carta, Hermione empezó a brincar de emoción por toda la casa.

Se había pasado el verano en La Madriguera, junto a Harry, Ron, Ginny y George. Se lo había pasado bien, no podía negarlo, pero se había sentido algo incómoda después de su ruptura con Ron, aunque los dos decidieron seguir siendo amigos, sobretodo porque debían pasar dos meses viviendo bajo el mismo techo.

Había sido un verano tranquilo, a pesar de las muecas de Ron cuando ella recibía correspondencia de Viktor Krum.

Un golpe seco sacó de su ensimismamiento a la joven. Reconocería esa mirada gélida y vacía, y esa melena rubia en cualquier lugar. Malfoy.

-Ten más cuidado Sangre Sucia- gruñó.

A pesar de que hacía años que Malfoy se refería a ella con ese asqueroso mote, a Hermione le seguía doliendo escucharlo. Odiaba a ese prepotente con aires de superioridad.

-Me sorprende verte aquí, y no en Azkaban, llorando y suplicándole a alguien para que libere a tu querido padre, Malfoy- respondió la chica, con todo el odio que pudo, intentando que no se le llenaran los ojos de lágrimas.

El chico empezó a temblar de rabia, y la miró fijamente, acercándose a ella. Hermione hubiera jurado que tenía llamas de fuego en lugar de pupilas. La agarró con fuerza del cuello de la camiseta, y Hermione se vio obligada a ponerse de puntillas.

-Veo que aún no has aprendido a mostrar respeto hacia tus superiores, Granger- le dijo acercándose a su rostro. Acto seguido, el chico percibió que Harry y Ron subían al andén y la soltó de golpe, dirigiéndose hacia su compartimento, en el último extremo del tren.