La carta:
Tres semanas pasaron desde que Marian regresó, tres semanas sin ver a Regina, la extrañaba, pero sabía que tenía que estar junto a su esposa e hijo. Él sabía que algo había cambiado en Regina, no sabía exactamente que era, solo sabía que estaba diferente. Una mañana cualquiera, en su camino hacia Granny's la vió, tan hermosa como siempre, decidió acercarse a ella y hablarle; no habían hablado desde esa noche.
-¡Regina espera! -gritó el ex ladrón.
Regina volteo y lo vió, no quería hablar con él, menos ahora.
-¿Qué quieres ladrón? -le dijo en su modo Evil Queen.
-Solo saber si estás bien.
-Sí, estoy perfectamente bien -dudó en seguir pero sabía que ese secreto que escondía no lo iba a poder mantener oculto por mucho tiempo asi que continuo- tengo que decirte algo Robin -dijo suavizando el tono de voz- Robin estoy...
Y justo en ese instante apareció Marian, Regina sintió lo mismo que sintió en el restaurante, dolor, así que se alejó de ellos dejando a Robin con duda acerca de lo que le iba a decir. Esa misma noche la ex Reina tomó la decisión de dejar Storybrooke; Robin estaba feliz con su familia y ella no quería entrometerse. Escribió una carta y la hizo desaparecer con magia.
Marian estaba arreglando sus cosas y las de Robin cuando de pronto vió un humo púrpura, al momento que el humo se disipó notó un papel entre las cosas de su esposo, lo tomó y comenzó a leerlo.
Querido Robin:
Lamento que esto sea el último recuerdo que tengas de mí, pero no podía decir lo siguiente viendote a los ojos para luego marcharme del pueblo para siempre, estoy embarazada. Y sé que lo mejor para mí tanto como para nuestro bebé es que me marche; no te preocupes, siempre le hablaré de tí. Te amo Robin, te amo como nunca pensé que volvería a amar a alguien, por ese motivo no quiero que estés junto a mí sin amor y solo por obligación. No me busques, de todas maneras no puedes cruzar el límite del pueblo. Te enviaré fotografías del bebé cuando nazca y a medida que crezca. Te amo y siempre lo haré.
Por siemrpe tuya, Regina.
Al terminar de leer, ella no sabía que hacer, si no le entregaba la carta a Robin, un niño inocente iba a crecer sin un padre, pero si le entregaba la carta a su esposo, lo perdería para siempre.
