¡Hola! Ahora comienzo un fic cuya idea ha sido la más reciente que he tenido, pero considero que es muy buena y por eso la desarrollaré estás vacaciones (junto a Tessaiga) y que he comenzado a escribir desde ayer, pero ya tengo planeados diecisiete drabbles (Incluso sufrí de insomnio por la emoción). En sí, es un fanfic que cuenta una dramática historia entre Miroku y Sango donde un final feliz es imposible.

Finalizo recordando que los personajes le pertenecen a Rumiko Takahashi y que sólo los tomo prestados con fines de entretenimiento y no de lucro (ya quisiera que al menos mandaran reviews TToTT)


1. Uno más a la lista.

Se contactaron con ellos primero, después le fue asignado el trabajo. Así era siempre: odia, llámanos, paga en efectivo y tendremos a un infeliz que solucione tu problema. Así que no se extrañó cuando le interrumpieron con una de sus conquistas efímeras* para solicitar sus servicios.

Miroku, el letal bonzo azul (llamado así por habilidad para la actuación y hacerse pasar como un inocente, y sus bellos ojos azulados), ya se había acostumbrado a esa vida pecaminosa. Había aceptado que iría al infierno.

Por eso acudió como siempre y tomó su arma, su amiga fiel, sin hacer preguntas. Por eso llegó hasta donde su presa. Por eso disparó sin dudar, aún cuando esa chica castaña fuera lo más bello e inocente que hubiera visto. Eso era lo que las personas como él hacían: eliminar la belleza y la pureza que la vida les había arrebatado.


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