¡ALERTA!
Spoiler del capítulo final de Death Parade.
Cabe decir que los personajes mencionados en este OneShot no me pertenecen ^^
Si algún día nos volvemos a ver…
Decim, un árbitro poco convencional, se encontraba en el QuinDecim esperando la llegada de dos huéspedes, pulía uno de los vasos de cristal con suma atención, su semblante era completamente neutral, prácticamente inexpresivo. Por su memoria transcurrían los recuerdos de una chica, una humana que hace ya muchos años fue su asistente, esa mujer singular, la cual acabó ahí sin poder ser juzgada, esa chica fue quien le enseñó lo que eran las emociones humanas, poco a poco la curiosidad de aquel arbitro fue despertando hacia estas y sin más acabó experimentándolas, ahora sus juicios son completamente justos.
Una sonrisa un poco melancólica surcó las facciones del albino, ¿Quién pensaría que Decim podía sonreír?, ella, simplemente era a ella a quien debía de agradecerle todo lo que le enseñó pero, eso no era todo, sino que, gracias a ella un sentimiento que afloró en el junto con el resto, se había apegado a su ser, el afecto. Nunca quiso que se marchara pese a que era inevitable, el verla partir aquel día fue un poco desgarrador para él, sin embargo, ella debía irse, él no era más que un árbitro, un maniquí que servía para juzgar, que no podía experimentar ni la vida ni la muerte.
El vaso quedó sobre la barra y sin más comenzó a preparar una bebida, su mente aun ocupada en ese momento, donde ya podía experimentarlas emociones humanas, donde sintió por primera vez lo triste que podía ser una despedida a sabiendas que no podía volver a verle.
FLASHBACK
Las puertas del ascensor que llevaría a Chiyuki a la reencarnación comenzaban a cerrarse, la contemplaba solamente, los recuerdos de su estadía aquí atravesaron mi mente como cuando recibía la información de algún humano que juzgaría, pero a diferencia de esos, los recuerdos que veía eran míos, el verla sonreír, el ver como de una u otra forma defendía a las personas que estaba juzgando, la primera vez que fue traída a QuinDecim como mi asistente…
Ahí fue cuando experimenté ese sentimiento que tan pocas veces fue capaz de comprender pese a ver constantemente algo similar en los juicios, el amor hacia alguien y el sentimiento de pérdida, el aprecio hacia una persona que se volvió importante en tu vida. Una sonrisa sincera se formó en mi rostro sin ser consciente, para mis adentros deseaba que esas puertas no acabaran de cerrarse, sin embargo debía dejarla partir. Antes de que se cerraran por completo observé su rostro, su expresión de sorpresa pasó a ser una sonrisa, sonrisa que contemplé tantas veces, pero… esta vez sería la última en la que podría apreciarla y, la primera vez que lo hacía pudiendo comprender lo que eran los sentimientos.
Las puertas se cerraron y con ello un vacío absoluto se apoderó de mi pecho, el silencio del QuinDecim fue absoluto. Bajé mi mirada al suelo llevando mi mano a mi pecho, aferrando este, sintiendo como algunas lágrimas se acumulaban dentro de mis ojos.
-Chuyiki… san… -dije con voz ahogada, sin embargo, una sonrisa leve se formó en mi rostro de nuevo, gracias a ella podía sonreír a ella, gracias a Chiyuki era capaz de juzgar de una manera más propia, además, ella era capaz de volver a vivir, y eso era lo más importante. Tras conocerla, comprendí lo delicada pero importante que puede ser una vida humana, y la gran marca que puede dejar en alguien una simple persona.
FIN DEL FLASCHBACK
La mirada del albino miró de reojo a aquel maniquí sentado a un lado de la barra, entre las manos de este estaban aquel par de muñecos de Chavvot, el cuento que resultó ser el favorito de la chica que tanto le había enseñado y que pese al gran paso de los años jamás había olvidado.
Acabó la bebida y sirvió esta, tres copas, dos sobre la barra y una para si mismo, sin embargo las tres quedaron en la barra. Con pasos lentos y suaves, Decim se acercó al maniquí, tomando de sus manos los muñecos y guardándolos en las bolsas de su chaleco, luego, con aquellos hilos semejantes a telas de araña tomó delicadamente a maniquí, poniéndolo en pie, cada una de las cuerdas sujetaba una extremidad así como su cabeza para mantenerla erguida. Hizo que el maniquí en el piano tocara una tonada, algo similar a una balada.
Con delicadeza las manos del árbitro tomaron al muñeco de cabellera negra y comenzó así a balancearse con este al ritmo de la música, una sonrisa nostálgica se formó en su rostro mientras hacia esto; dentro de su ser aun dolía el haber tenido que despedirse de ella, sin embargo tenía algo de consuelo teniendo el recuerdo de ella presente en aquel maniquí.
-Chiyuki-san –pronunció su nombre con voz calma mientras un brillo suave en sus ojos se apreciaba.
Tomó su mano y la hizo girar siendo ayudado por aquellos hilos que tenía al maniquí casi como una marioneta. Si bien el tener sentimientos había sido algo difícil, no solo para él mismo sino por el hecho de que a Oculus no le agradaba para nada la idea de que un árbitro existiera violando una de las más importantes reglas que los mismo poseían, creía que un maniquí no podía compartir ls sentimientos humanos pues, un ser que no vive y no muere no es quien para sentir eso. Sin embargo con la ayuda de Nona, no consiguió hacerle nada al único árbitro capaz de experimentar los sentimientos humanos.
El baile entre Decim y el maniquí siguió, pasos lentos y suaves daban ambos, el parecía mirar el lugar donde estarían los ojos de ella, le tenía tanto aprecio e inclusive en su interior anhelaba tanto verla.
-Chiyuki-san… si algún día fuera capaz de volver a verla… me gustaría contarle todo lo que he aprendido en estos años pero, además de eso… decirle lo importante que fue usted para mi… y que… en todo este tiempo, no la he olvidado, cada detalle de su estadía aquí así como de lo que fue su vida, todo está en mi memoria… -comenzó a hablarle el árbitro al maniquí- contarle además del sentimiento que usted consiguió alojar en mi interior… uno que.. únicamente va dirigido a usted… -se inclinó y besó la mejilla del maniquí con suma delicadeza para luego hacer desaparecerlos hilos, quedando está en sus brazos.
Volvió a sentarla en la silla y a colocar los muñecos de Chavvot sobre sus manos, sabía que ls invitados pronto llegarían. Se encaminó de vuelta a la barra y siguió puliendo algunos vasos más hasta que el sonido del ascensor descendiendo le indicó que alguien venía. Un único ascensor.
Tras abrirse la puerta se dejó ver a Nona y a Klavis, este último lo saludó alzando una mano, Decim le regresó el saludo con un simple movimiento de cabeza. Nona se sentó en la barra y entre sus manos sujetó una copa, dio un sorbo a esta.
-No hay mejor licor que le servido en QuienDecim –dijo esta con su típica sonrisa tranquila, miró fijamente a Decim unos segundos.
-Gracias, puede beber todo lo que usted desee, Nona-san –dijo el albino de manera educada, con su rostro sereno y tranquilo, más el mismo ya no era tan inexpresivo como antes.
Nona dio otro sorbo a la bebida alcohólica con calma, prácticamente en ese sorbo se bebió todo el licor de la copa. Dejó esta delicadamente sobre la barra, dejando que Decim la tomara y la limpiara.
-Si bien el licor es delicioso.. no es por eso que he venido… sino que, hay un nuevo arbitro… uno que se quedará aquí en QuinDecim contigo… -Nona miró fijamente al albino, quien solamente correspondió a aquella mirada con curiosidad.
-¿A si?... con gusto yo lo instruiré como es debido.. –hizo una leve reverencia- déjelo en mis manos, Nona-san
Dicho esto, la chica bajó del asiento donde estaba y se encaminó de vuelta al ascensor.
-Bien, enviaré al nuevo árbitro, no tardará en llegar.. –siguió andando pero se detuvo, miró sobre su hombro y sonrió-cuento contigo, Decim
El albino los siguió con la mirada hasta que desaparecieron. Siguió en lo suyo, puliendo copas y vasos con calma. Le dio la espalda al pasillo por el cual los invitados llegaban para así realizar un breve inventario sobre los licores que estaban en la estantería y los que ya estaban a punto de agotarse. El ascensor emitió un sonido, pero el albino no se giró estando muy absorto en lo que hacía. Unos pasos resonaron con calma. Decim se giró e hizo una leve reverencia.
-Bienvenid- ….. –sus palabras murieron en su boca y sus orbes se abrieron con total sorpresa.
-Decim… -dijo el nuevo árbitro con una gran sonrisa en su rostro.
…
…...
…...
…...
-Chiyuki-san….
¡Hey!, hace mucho no escribia xD
La verdad, decidí hacer este OneShot sobre Decim y Chiyuki porque son una de las parejas en el anime quemás me han gustado, además de que, estoy algo nostalgica con el final del anime (el anime culminó el dia de hoy, 27/03/2015), y sin duda dejó una marquita en mi corazón, puede sonar tonto pero le tomé mucho mucho aprecio tanto a los personajes como al ánime en general.
Espero que les haya gustado mi humilde OneShot, no acostumbro a ahcer este tipo de relato xD así que espero los rviews con ansias! ^^
¡Nos vemos!
