Notas: wah~ este es antiguo, xD lo escribí después de ver la primera OVA (antes de siquiera ver el manga, el cual, por cierto aún no termino OTL)

Pero en fin, es para que AMA a este par; y yo también.

Disclaimer: SSLC y sus personajes no me pertenecen, son de Shiori Teshirogi y Masami Kurumada.

Advertencias: ligero shonen ai.

Rojo.

Alone lanzó un pequeño suspiro, girando ligeramente la cabeza hacia el lado derecho, mirando fijamente la pintura frente a sí.

Había intentado una y otra vez, pero aún no encontraba el tono correcto; aquel que tanto le gustaba, que reflejaba tanta alegría, vitalidad y fortaleza.

Aquel que adoraba contemplar.

Dejó a un lado su pequeña paleta de colores y caminó hasta la ventana, pasando sus delgados dedos por la misma.

Hace un par de meses que Tenma había dejado su pueblo natal para ir al santuario y convertirse en caballero. Cerró los ojos con fuerza, si bien desde que el castaño se había ido, la sensación de vacío y desolación habían aparecido en su pecho, hacía un par de días que aquello se había incrementado.

Incluso ahora, sentía como algo extraño, algo oscuro comenzaba a expandirse a su alrededor.

Y era en momentos como esos donde la imagen de aquella mujer llamada Pandora volvía a su mente, a pesar de que él no quería pensar en eso, quizá había sido un mal sueño y nada más.

Dejó su nube de pensamientos al notar como algunas gotas caían ya del cielo obscurecido; no podía estar actuando de esa manera, le había prometido a Tenma ser fuerte y cumpliría con su palabra: Cuidaría de los demás huérfanos, pintaría muchos cuadros y cuando su amigo volviese convertido en un santo terminaría el suyo.

Guardó sus pinceles y pinturas, pronto la lluvia empeoraría y no quería que la ropa que estaba afuera se mojara; tomó una pequeña cesta y salió de la habitación, no sin antes echarle una última mirada a la pintura que estaba sobre su caballete; sí, definitivamente en algún momento encontraría el rojo perfecto para esos ojos.

-Al fin lo he encontrado Tenma- habló el ya resucitado Hades mientras observaba sonriente al santo de pegaso, el cuál, aún no cabía en su asombro – el rojo que tanto buscaba, aquel que tanto anhelaba…

El rojo verdadero.

Notas finales: Oh por los dioses… ¡¿qué es esto? –llora- perdón por tanto fail D: -huye-