Los personajes Sasuke y Karin no me pertenecen, son obra y propiedad de Masashi Kishimoto, alias 'el troll supremo'. Este pequeño escrito, que mas bien parece drabble, es en conmemoración al Mes SasuKarin, que se celebra todo Junio. El tema del día uno: Viaje en el tiempo.
Génesis
-viaje en el tiempo–
Poco a poco aprendió que lo que se pierde, es porque realmente perteneció en algún momento. Y pensaba, solo un instante, dejándose llevar por la melancolía, que él le había pertenecido un efímero momento dentro del alma, donde todo se canalizaba y se veía a medias.
Sasuke alguna vez le perteneció a medias, entre pequeñas miradas desplegando metáforas a su alrededor.
Y no.
Nada nos pertenece en este mundo. La humanidad, en su totalidad, nació sola, pero a veces necesita tocar a otros para sentirse completos.
Durante años de hastío, sumergida entre recuerdos vagos y lo que la mente creía haber vivido, se sorprendía a sí misma dejando de ser lo que era cuando lo conoció. Se podría deducir que no sentir su charka le tensaba y hacía rabiar, pues comenzaba a sospechar que cierta chica de cabellos rosados era la culpable del distante chakra Uchiha.
Nunca supo que fue de Sasuke durante años. Nunca supo nada, realmente. Y es que el temor ante una respuesta errática por sobre lo que el corazón quería escuchar, ganaba la batalla.
Y la ignorancia a veces le dejaba un buen sabor de boca, pues pensaba que quedándose en el frío letargo del quizás, una verdadera oportunidad llegaría a su vida y podría desprenderse de aquella sombra del pasado pisándole los talones.
Y la oportunidad llegó.
Cuando hubo acabado con su labor, se dedico a tomar una pequeña siesta bajo un viejo árbol de roble, el cual se curvaba perfectamente para así cubrirle de los rayos del sol. Descansó solo unos segundos, pues al abrir los ojos, al pie de la gruesa rama frente a ella, se encontraba Sasuke.
Cargaba en sus hombros a dos hombres fornidos pero debiluchos, a quienes dejó caer desde tal altura y se dedicó a observar a la Uzumaki detenidamente.
—Te olvidaste de estos dos. — señaló el Uchiha y sonrió.
Los lentes se le opacaron un poco, las mejillas se colorearon de un carmín juguetón y la lengua le tembló en demasía.
Sentirle y verle como antaño, le hacía remontarse a tiempos pasados, cuando en los exámenes chunnin ese mismo hombre le salvó de aquel oso. Y hoy lo volvía a hacer, esta vez salvándola de sí misma, pues había dejado escapar a ese par con la mera escusa de no tener nada mejor que hacer, y eso, solo si suplicaban un poco.
Como le recordaba.
Justo como recordaba su chakra.
Atrayente. Especial.
Le pareció viajar en el tiempo. Ella debajo, él encima, dedicándole aquella hermosa y sincera sonrisa. No cabía duda, ella volvía a ser la chiquilla de antaño y él quien le salvaba el pellejo.
Aquel simple gesto, remontó al génesis del sentir.
