-La Apuesta-

Género: humor.

AU.

OoC = espero que no haya mucho.

Disclamier: Naruto pertenece Masashi Kishimoto, pero la historia es mía y para entretenimiento, sin ánimo de lucro. Si Naruto fuera mío… Naruto… es mejor que no sea mío xD

-Narrador y diálogos-

-recuerdos-

-"voz a través de llamada"-

- "pensamientos"-

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Todos. Uno por uno, fueron subiendo al escenario del enorme gimnasio y poniéndose en fila. Algunos con buenas caras y otros con malas… pero al final todos los chicos del curso se encontraban uno al lado del otro como esperando a algo.

Entre ellos, tres, eran los que peor cara ponían. En las mentes de Sasuke, Gaara y Neji solo había una cosa para ellos… "¿Cómo demonios me dejé engañar por Naruto?"

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Todo había empezado una semana antes de la graduación. Todos los chicos de tercer grado de secundaria baja habían quedado en una cafetería por la tarde. Pero no todos habían podido ir por recados o castigos a partes iguales, por lo que al final estaban reunidos solamente: Naruto, Sasuke, Gaara, Chouji, Lee y Shino.

Se acercaban los exámenes finales desde el lunes siguiente y todo el mundo quería tomarse un descanso antes del apocalipsis mental que eso suponía. Y de paso comentar lo que harían en la graduación de curso que sería justo la semana siguiente a esa.

Entonces el rubio del grupo tuvo una revelación en su pequeña cabeza. Una idea que cuando sonrió, Sasuke que estaba a su lado, ya estaba negando internamente.

- Chicos, ¿Qué os parece…? – pero fue interrumpido.

- ¡No! – todo el mundo miró al Uchiha sin comprender, menos Naruto que estaba cabreado.

- ¡Pero si no me has dejado decir nada! – gritó, como siempre a pleno pulmón.

- Es que no me hace falta escucharte – gruñó el de ojos negros – se perfectamente que se te ha ocurrido una idea descabellada y no quiero oírla en absoluto – se cruzó de brazos en su asiento como dando por finalizada su explicación.

- Ni si quiera sabes de qué va, aburrido… - lo miró mal el Uzumaki.

- Cuéntala Naruto – le animó lee al otro lado suyo y el ojiazul sonrió. Sasuke solo puso mala cara.

- Después decidiremos si es buena o no - siguió Chouji.

El moreno iba a decir algo pero Gaara le puso una mano en el hombro y lo miró.

- De todas formas lo va a contar…

No es que fueran totalmente amigos, pero entre ellos había nacido un vinculo de silencio agradable que hacía que le callera bien. Ninguno de los dos era escandaloso, así que había existido algo parecido a una camaradería entre ellos. Cuando lo oyó, Sasuke supo que tenía razón… nada podía parar a Naruto.

- Bien – sonríe el nombrado y se inclina en la mesa acaparando la atención de todos – la idea es para hacer algo divertido en la fiesta de graduación – empieza – Si todos aprobamos el curso, podemos subir al escenario y… - Sasuke no oyó lo siguiente, o mejor dicho, no quiso.

Hubo un momento de silencio en la mesa del bar. Hasta que la una ronca voz se alzó sobre el silencio, Gaara.

- Estás loco – y sonaba más como una obviedad que como una opinión.

- ¡Yo estoy con Naruto! – dijo el maniático de las flexiones con el puño alzado - ¡Estamos en la flor de la juventud, tenemos que hacer cosas como estas!

- Bueno, si lo pones así, tampoco suena tan mal – sonrió Chouji a su lado.

- ¡Bien, gracias chicos! – dijo emocionado Naruto.

- Están majaretas – gruño de nuevo el ojinegro todavía cruzado de brazos.

- Sería una posibilidad donde TODOS aprobaran – dijo por primera vez Shino en toda la tarde.

Todos meditaron un momento para después volver sus miradas a Naruto. Lo miraban fijamente buscando algo de inteligencia en su forma de estar. Algo que confirmara que podían apostar, que no perderían en absoluto.

- ¿Qué pasa? – preguntó el rubio al notar sus miradas fijas sin comprender.

A los otros solo les salió un suspiro simultáneo, mientras el causante de todo miraba de un lado para otro totalmente ajeno a lo que pasaba por las cabezas de sus amigos.

- Voy a llamar a Kiba a ver que dice – acto seguido el moreno con gafas de sol tecleó el número del nombrado.

- ¡Ponlo en manos libres! – casi chilló Naruto.

Shino lo hizo y se empezó a oír los pitiditos claves de que se había establecido la línea. El Aburame no sabía si contestaría, porque según le había dicho el castaño esa misma mañana le habían castigado sin salir del cuarto y solo para estudiar. Pero al poco rato se oyó la voz del Inuzuka por el aparato.

- "¿Shino?"

- Hola perrito – lo saluda el ojiazul.

- "Oh, ¿Qué pasa zorro?" – le devuelve el saludo.

Y empiezan a explicarle entre el plan del Uzumaki para la fiesta de graduación. Kiba parecía totalmente convencido de que era una buena idea, es más, había añadido información a la apuesta. Resulta que su madre esa misma mañana había visto algo interesante en una de las tiendas de la calle comercial y les mandó la foto para corroborarlo. Si lo hacían todos, la compra corría de su parte.

- "¡Kiba Inuzuka, estás castigado! ¡Cuelga ya o también te confisco el teléfono!" – la voz de fondo de la que suponían que era la madre del castaño, solo ocasionó una risa general en la mesa.

- "Bueno chicos, que yo también me apunto, tengo que colgar" – Shino se despidió de él y colgó.

- Yo también – declaró el moreno de gafas guardando de nuevo el móvil.

Naruto ya estaba haciendo una lista en una servilleta de los que iba convenciendo para apuntarse a la apuesta. Acto seguido marcó el número de su compañero en clase de dibujo. Este contestó casi enseguida y le explicó el plan a seguir.

- "Para relacionarse con la sociedad a veces hay que adaptarse a sus conductas" – se escuchó desde el otro lado de la línea.

- ¿Eso lo has sacado de un libro verdad? - preguntó el rubio con una ceja alzada.

- "Si". – casi podía ver su sonrisa falsa a través de la pantalla.

"Uno más" se dijo mentalmente mientras colgaba y agarraba el bolígrafo de nuevo. Miró a Sasuke y a Gaara, dos de los más difíciles de convencer de todo el grupo. Entonces se le ocurrió una posible manera de inducirles a aceptar. Le dijo a Lee que llamara a Neji. Si había alguien tan difícil como ellos, ese era el primo de Hinata. Si lograba convencerlo a él a lo mejor conseguía convencerlos a ellos.

- "¿Ahora qué pasa Lee?" – lo tenía en manos libres y a nadie le impresionó la falta de tacto del castaño.

El de cejas grandes le empezó a decir la idea para la fiesta, pero de Neji solo salió una negación rotunda. Sasuke asintió por oír algo a su favor. Después de un rato de pesadez, Lee lo convenció de escuchar todas las condiciones y por unos segundos la comunicación pareció cortarse.

- "De acuerdo, es imposible que Naruto apruebe" – dijo verificando así, que no había colgado.

- ¡Oye! – se quejó el aludido, pero el Hyuga ya había cortado la llamada.

El de ojos azul cielo, algo molesto, hace otra anotación en la servilleta y le dice a Gaara que avise a Kankuro. Aunque este sabe que su hermano aceptará en un segundo, accede a la petición del rubio. Y como bien había imaginado, acepta rápidamente.

- "Sí, será divertido"

- Venga Gaara… Sasuke-teme… - pide Naruto mirando a ambos.

El Uchiha seguía en la misma posición y no parecía dar su brazo a torcer, aunque Neji no le cayera bien pensaba que estaría de su parte. El pelirrojo solo miró al que había sido su primer amigo por unos segundos, pensando en la posibilidad de escaparse a tal estupidez.

- ¿Qué piensa Nara de todo esto?

La mirada de todos los presentes viajó hasta Chouji el cual cogió su móvil y se dispuso a llamar al más perezoso del grupo, pero también el más listo. Según Gaara, podría saber que probabilidades hay de que ocurran las condiciones de la apuesta.

- "Eso es muy problemático" – opinó como siempre el de coleta alta después de oír la idea.

- Solo queríamos saber que probabilidad hay de que ocurra… - añade Chouji al tanto de la pregunta no pronunciada del de ojos aguamarina.

- "No es muy alta… pero de todas formas si no están seguros pueden añadir condiciones" – a eso Sasuke prestó atención.

- ¿Entonces te apuntas? – dijo de nuevo el mas gordito del grupo.

- "Supongo que al final me arrastrarán…"

Y con eso finalizó la conversación. Naruto enseguida miró a los dos que faltaban en su lista. El moreno sonreía y eso no quería decir nada bueno. Porque, podía ser despistado, pero si algo sabía es que el Uchiha no se rendía sin luchar.

- Con una condición dobe.

- ¿Cuál teme? – lo miró desafiante.

- Si tu nota media supera el 6 – sonríe triunfante y el rubio traga grueso – no valdrá con un 5 raspado – levanta la mano para estrecharla. Ya lo tenía todo calculado… con sus notas era imposible.

- Vale, pero después no podéis echaros ninguno atrás – añadió dudoso mientras también levantaba la mano y estrechaba la blanca de su mejor amigo.

- ¿Gaara? – miró al pelirrojo.

Este estaba con los ojos cerrados, totalmente concentrado en sus pensamientos. Ese era el primer año en ese colegio, pero a pesar de su actitud antisocial, se había adaptado con rapidez desde que conoció a Naruto y le obligó a integrarse en el grupo. En el momento, lo puso a caldo, pero ahora se alegraba de que lo hubiera hecho, sin él, seguramente estaría marginado como en su anterior colegio.

En fin, que le debía mucho, pero eso no quería decir que por ayudarle tendría que seguir todas sus estúpidas ideas. Abrió un ojo y lo posó en el Uchiha a su lado. Él había sido lo más parecido a su actitud que había encontrado en la escuela, sin contar el Hyuga, pero ese le caía mal. Ellos eran los más cuerdos que conocía. Si habían dicho que sí era porque lo creían imposible. Así que supuso que no le quedaba otra opción, ya que tampoco quería ser el único en quedarse fuera. Ya había tenido mucho de eso en su infancia desgraciadamente.

- Sí – contestó al final provocando una sonrisa en el rubio.

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Y esto nos lleva al momento de ahora.

Las diez y media de la noche.

Gimnasio del instituto Konoha.

Todos los chicos, encima del escenario, anunciados por el maestro de ceremonias y tutor de su clase, Kakashi-sensei. Nadie del profesorado sabía nada de lo que iban a hacer. Sus compañeras de curso, miraban curiosas hacia ellos, pues no era normal que todos quisieran participar en una misma cosa.

En ese momento el rubio del grupo siente un escalofrío por la espalda, captando las miradas de oído hacia él. Al girar la cara en la dirección, ve a sus dos mejores amigos y Neji con un aura oscura a su alrededor. Si ellos hubieran sabido que los milagros existían no hubieran dicho nada.

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Dos días antes, todos se reunían a las afueras del edificio para ver los papeles que les habían entregado con las notas. Todos estaban debajo de unos árboles, todos menos Naruto, que se había retrasado porque el profesor lo había llamado.

- Ya está, hemos ganado nosotros – Dijo Sasuke apoyado contra el tronco, sin especificar quienes pero sabiéndose a ciencia cierta.

- No me gusta estar de acuerdo con el Uchiha, pero es verdad – acompañó el Hyuga mientras hacía un cruce de miradas entre ellos como de tregua – seguramente le esté echando la bronca por sus malas notas.

- No lo sabremos hasta que venga – habló Inuzuka por el otro lado aunque un poco preocupado. Pues aunque le fastidiara, seguramente tenían razón y eso destruía todos sus planes.

Cuando divisaron unos conocidos cabellos rubios salir por la puerta principal de edificio e ir en su dirección, se palpó la tensión en el ambiente. Tanta que se podía cortar con un cuchillo. Y no ayudaba que al tener la cabeza gacha no se le viera la expresión a Naruto. ¿Habría aprobado o suspendido? Su integridad física dependía de ello.

En cuanto estuvo delante de ellos, en vez de gritar o saltar como sería lo normal en esos casos por él, se limitó a levantar y abrir el papel para que todos vieran el contenido. Solo cuando unas cuantas caras palidecieron entre el grupo, Naruto levantó la mirada con una alegre sonrisa.

- ¿Qué? – todos miraban dicho papel sin dar crédito.

Naruto rio. Y es que había sacado de media un 6'3 sobre la nota total. Cierto pelinegro maldijo hasta lo más profundo cuando vio una asignatura con la que no contaba… educación física. El castaño de pelo largo que si lo había pensado, estaba descolocado con la cifra, ya que no le cuadraba para nada.

- ¿Cómo has conseguido eso zorro? – preguntó el castaño aficionado a los perros para aliviar la curiosidad de todos.

- Le pedí ayuda a Sakura-chan – dijo el aludido con una mano tras la cabeza y riendo.

Cuando levantó el brazo se le pudieron ver unas pequeñas marcas de moratones en la barriga. Todos tragaron grueso. No por nada era la campeona de karate de todo el país del fuego. No querían saber lo que había tenido que pasar Naruto para sacar aquellos sietes y seises en los exámenes.

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Sea como sea habían perdido. Así que tenían que cumplir. Un sonrojo nunca visto se instaló en la cara de los tres en discordia, mientras todos desabrochaban sus pantalones y con la espalda para el público, enseñaban los calzoncillos.

La sorpresa en la sala fue general. Algunos silbidos se escuchaban al fondo de las típicas fans de cada uno de los integrantes del grupo del escenario.

Y es que, no solo estaban enseñando su ropa interior, si no CÓMO era esa ropa interior. El color blanco predominando pero con unos vergonzosos y grandes corazones repartidos por toda la prenda de ropa. Poco después de ser castigados, los profesores y compañeros se enteraron que la madre de Kiba había visto unos bóxers de corazoncitos en una tienda y el hijo se había encargado de comprar para todos. No hay que decir que el castigo del castaño se alargó más debido a ía comprado para todos.

Desde las mesas del fondo cinco chicas miraban impactadas y sonrojadas a los culos de sus compañeros de curso. Un golpe seco contra el suelo, anuncia la caída de la más sensible de las cinco chicas a la vergüenza. Sus amigas deberían ayudarla, pero están demasiado impactadas para ello.

La castaña y más amiga de la caída en bochorno, se agachó como pudo sin apartar la mirada del trasero del Hyuga. "¡Otra cosa más por lo que me va a gustar!"se decía sin darse cuenta que su otro amigo de grupo estaba unos pasos mas a la derecha haciendo lo mismo.

Haruno y Yamanaka eran un cuadro, entre sorprendidas y sonrojadas no podían apartar la vista de ninguno de ellos. Incluso Chouji parecía haber adelgazado para la ocasión. Más tarde Naruto caería molido a golpes, pero por ahora pensaban que era mejor disfrutar de la vista.

Temari en cambio estaba entre dos fases, quizás tres con el tiempo. El shock predominaba sobre ella al ver a sus hermanos hacer eso, pero también rivalizaba con el sonrojo al ver a cierto perezoso de pelo negro. Incluso creía empezar a tener algo de ira por los tres en conjunto.

Minutos después, la profesora Anko-sensei y la directora Tsunade se encargaban de retirarlos del escenario y llevarlos a todos a un cuarto aparte para echarles una larga y terrible bronca sobre la conducta moral del instituto Konoha.

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~Y es que, nada bueno puede salir de una apuesta con los amigos… sobre todo si Naruto es quién la propone.~

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FIN.


¡Bienvenidos a mi última publicación hasta mayo! :3 Por asuntos personales no podré pubicar dirante el mes de Abril, así que espero sean pacientes por los que esperan continuación de los fics que hay a medias.

Y este es un pequeño one-shot inspirado en uno de los programas de "Me resbala" *w* (no si se han visto el programa pero esta muy divertido xD)

En fin... creo que es el primer fic que hago sin pareja en particular owo y me choca hasta a mí misma xD Pero a valido la pena xP

Espero no haberme salido mucho de las personalidades de los personajes y si ven algún fallo gramatical decidme cual es para poder corregirlo ^.-

Sin más deciros que estare encantada de recibir vuestros reviews. Vuestras opiniones son muy importante para mejorar y para darnos animos a seguir ^w^- muchas gracias gente, espero que os haya gustado!

Neko-besitos a todos!