Era 1928 Minato Namikaze iba con su hijo Naruto de siete años a la relojería de los Uchiha, debía de recoger un reloj que ya desde hace dos meses había dejado en reparación, sin embargo por su ocupada agenda no había podido.

La campanilla del establecimiento sonó en cuanto los dos Namikaze entraron por la puerta –Minato, pensé que ya te habías olvidado de tu reloj-le dijo el hombre tras el mostrador.

-Para nada, ya sabes he estado muy ocupado últimamente con el Partido-

-Ya veo, ¿Ese es Naruto?-le preguntó observando al niño que ya se había separado de su padre y observaba las cosas de la tienda.

-Sí-

-Ha crecido bastante, creo que no lo veía desde que era bebé, creo que fue cuando me trajiste el reloj-

-No exageres, Fugaku, Naruto no toques nada-le advirtió su padre al pequeño, cuando vio como este estaba a nada de tocar un cucú.

Una de las puertas que daba a la casa de los Uchiha se abrió y por ella entro un niño de cabello negro y ojos del mismo color –Padre, ya acabe de limpiar los relojes-

-Sasuke, ven a saludar-hizo una seña para que su hijo se acercara –el es mi amigo Minato y ese de allá es su hijo Naruto, dirigió su mirada hacia el pequeño que aun seguía viendo los relojes sin prestar atención –Naruto-le habló Fugaku -¿Por qué no vas a jugar con Sasuke un momento?, mucho tiempo llevo sin ver a tu padre. Naruto volteó a ver a su padre quien asintió con la cabeza y le dirigió una sonrisa, camino hacia donde estaba Sasuke y ambos fueron por la puerta por donde antes había salido el moreno.

-¿Dónde está tu cuarto?-le preguntó Naruto entusiasmado.

-¿Para qué quieres ir a mi cuarto?-

-Para jugar-

-¿Quién hablo de prestarte mis juguetes?- le dijo de manera altanera.

-Bien, te acusaré con tu papá-le dijo el rubio y se encamino hacía la puerta.

-No, no, no-lo detuvo Sasuke desesperado- bien vamos te prestaré mis juguetes, pero no los rompas-le advirtió y lo tomó del brazo para llevarlo a su cuarto, cuando llegaron a este Naruto fue directo y comenzó a brincar en la cama –Hey no brinques en la cama-

-Pero si tienes dos-

-Una es de mi hermano y mi madre no nos deja brincar-

-Mmmm, que aburrida-Naruto siguió brincando sin importarle lo que Sasuke había dicho –Uy tienes un carrito-se bajo de la cama y fue a tomarlo.

-No lo agarres-le dijo Sasuke, pero ya era tarde, estaba en las manos del rubio

–No seas envidioso, préstamelo-

-No-Sasuke tomo un extremo del carrito, y entonces ambos comenzaron a forcejear –¡que lo sueltes!

-¡No!-Siguieron forcejeando hasta que Sasuke logro quitárselo a Naruto y este salió despedido hacia atrás, golpeando su cabeza con un armario –¡Auch!-se quejó y llevo su mano a la cabeza –me está saliendo sangre-dijo al ver sus dedos pintados.

-¡Qué!-Sasuke comenzó alterarse –eres un dobe-lo tomó de la muñeca y lo llevó consigo a la sala, lo aventó al sofá y fue a sacar algo de un mueble.

-¿Qué haces?-

-Voy a curarte-Sasuke saco una pequeña caja y la abrió dentro de ella había unas vendas y alcohol –voltéate-

-¿Sabes lo que haces?-le preguntó temeroso Naruto.

-Sí, ni que fuera dobe como tú, anda-

Naruto se volteó y Sasuke le puso alcohol, y como era de esperarse el rubio lanzó un grito mientras Sasuke tan solo rolo los ojos y siguió poniéndole –Eres un chillón- lo recriminó.

-No lo soy, pero eso arde mucho-Naruto intentaba contener las lágrimas que estaban por salirle de los ojos. Sasuke comenzó a ponerle la venda alrededor de la cabeza, cuando este acabo, Naruto se paró y miró al espejo –Parezco una momia, ¿crees que mi padre lo note?-

-Claro que lo notará dobe, igual el mío-guardo de mala gana el botiquín y al poco rato oyó que su padre entraba a la estancia -¿Sasuke que paso aquí?-le habló preocupado.

-Naruto…-

-Como siempre-lo interrumpió Minato-Naruto debes tener más cuidado, lo siento Fugaku, pero es que mi hijo es muy descuidado, aun trae una venda en la rodilla de que se cayó hace dos días-

-No te preocupes-

-¿Lo curaste tú Sasuke?-

-Sí-dijo apenado el niño.

-Muchas gracias, bueno Fugaku, hemos de irnos, me dio gusto verte-

-El placer fue mío-

Habían pasado ya ocho años Naruto tenía 15 y Sasuke 16. El moreno estaba en su cuarto haciendo su tarea, cuando escucho que algo golpeaba su ventada, movió la cortina y la abrió, entonces una piedra le dio en la cara.

-¡Dobe, ya la había abierto!-

-Lo siento-se disculpo el chico- Vamos a jugar-alzo el balón y le sonrió ampliamente.

-No puedo-dijo y cerró la ventada, Naruto hizo un puchero y siguió aventando piedras, Sasuke volvió a abrir la ventana –No puedo, tengo tarea-

-Anda solo un rato, anda, anda –le hizo pucheros rogándole, hasta que el moreno accedió –Bien-

Estuvieron jugando futbol, con unos chicos de la escuela de Naruto, quien había dicho que tan solo sería una hora, pero se convirtieron en cuatro, además de agregarle que Naruto seguía siendo torpe y se tropezaba o caía a cada rato, por lo que al acabar el partido, regresaron a casa de Sasuke, para curarle sus heridas.

-¿No están tus padres?-le preguntó el rubio.

-No-

-¿Estas enojado?-

-Me dijiste que solo sería una hora y mira ya son casi las nueve de la noche-

-Ay ni protestes, que bien que estabas divirtiéndote y en ninguno momento me dijiste que ya te querías ir-

-Tsk-

Llegaron al cuarto del moreno, y el rubio como era costumbre se sentó en la cama, se habían convertido en buenos amigos con el paso del tiempo, cualquiera que los viera, no pensaría que lo fueran, pues el moreno a cada rato se mostraba cansado de las actitudes del rubio, aunque en el fondo le gustaban mucho, incluso lo habían hecho reír muchas veces. Sasuke sacó el alcohol y vendas como de costumbre-Ya deberías tener más cuidado-se sentó a un lado de él.

-Es que estoy en crecimiento, y pues por eso me tropiezo mucho-se rió y rasco su cabeza, Sasuke solo le lanzó una mirada severa –codo-le dijo para que el rubio dejara que lo curara. Cuando acabo con la hería del codo, paso con la de la mano, después de los innumerables gritos y sollozos de Naruto, por fin ya solo le faltaba una vuelta a la venda para acabar con la mano.

-Listo-dijo el moreno al haber terminado, alzo la cara y se encontró con el rubio mirándolo fijamente -¿qué me ves?-Naruto no le respondió se acercó rápidamente a él y atrapó sus labios, Sasuke se quedó sorprendido, pero no hizo nada por separase, en realidad se comenzó a dejar llevar y cerró los ojos, Naruto con la mano vendada la puso detrás de la nuca del contrario y lo atrajo más, el beso comenzaba a intensificarse, cuando escucharon la puerta de la entrada cerrarse, lo que hizo que se separaran con rapidez.

-¿Por qué hiciste eso?-habló Sasuke.

-No sé, tan solo sentí el impulso y lo hice, ¿te gustó?-

-Ehhmm-las mejillas se le enrojecieron un poco –Lo que hicimos estuvo mal-

-¿Por?, a mi me gusto-

-Pero está mal, somos hombres y eso que hicimos fue algo sucio, no sé-

-Sasuke, tú y yo somos producto de algo sucio-

-¿Eh?-

-Sexo- le dijo como si nada.

-¡Puerco!-

-Y no me respondiste, ¿ te gustó?-

-Eh.. .yo-

-Sasuke ya está la cena-entró Itachi, su hermano –Hola Naruto-lo saludo con una sonrisa.

-Hola Itachi, ya me iba- dijo con un poco de tristeza, aunque Sasuke sabía que lo único que quería era que lo invitaran a comer, como siempre "Maldito tragón", pensó el moreno.

-Puedes quedarte a cenar, si quieres-

-¿En serio?- los ojos le brillaron –Bien me quedaré- salió por la puerta del dormitorio dando brincos directo a la cocina.

-¿Qué hacían?- le preguntó con una sonrisa picara a su hermano.

-Eh, solo curando sus heridas, de nuevo se cayó-

-Mmmmm-

-¿Qué?-

-Nada-dijo Itachi y su hermano salió detrás de él. Para cuando llegaron a la mesa, Naruto ya estaba sentado y con una servilleta en el cuello, el pobre era demasiado cochino para comer y siempre se ensuciaba, Sasuke aun no entendía cómo es que podría ser hijo de alguien como Minato, que se veía tan elegante y recatado, su mamá era algo gritona e impaciente, pero elegante, no que el hijo, "tal vez es hijo del lechero" pensó mientras lo veía, esperando la comida como si de un niño pequeño se tratase "No, es idéntico a su madre, excepto por el cabello y ojos, que son de su padre".

-Sasuke-interrumpió su madre la meditación – ¿No vas a comer?-

-Sí, ya voy-

-Naruto, ¿Cómo están tus padres?-preguntó Mikoto, la madre de Sasuke al rubio.

-Mi madre, bien como siempre, mi padre, pues últimamente no lo he visto, se la pasa ocupado con las cosas del Partido-

-Me los saludas-

-Naruto, ya nos debes varías vendas-le dijo en broma Fugaku

-Ah no se preocupe, ya compre unas, están en mi bolsa-Sonrió ampliamente.

-Jajaja, no hablaba en serio-

-De todas formas, las dejaré, el único que las usas soy yo-

-Jajajaja y Sasuke siempre te cura, mi hijo será un gran médico-Sasuke solo se limitó a seguir comiendo, no le gustaba cuando su padre hablaba de esas cosas, ya que no eran verdad, al final el junto con su hermano se quedarían en la relojería y adiós sueño de escuela de Medicina.

Sasuke caminaba de regreso de la escuela, cuando Naruto lo alcanzó corriendo –Sasuke eres demasiado rápido –dijo entrecortadamente.

-Hoy no jugare-

-¿Tarea?-

-Sí, sabes tú deberías de hacerla también-

-¿Para qué?, Estudio por diversión, ya que pues cuando tenga la edad suficiente trabajare en el partido de mi padre, así que no le veo el caso a que me esfuerce como los demás- Este comentario molesto al moreno quien acelero el paso –Sasuke, perdón no quise decir eso-Naruto volvió a alcanzarlo, cuando lo hizo lo tomo del brazo y lo jaló a un callejón.

-Sasuke, perdón-

-Perdón, perdón, a cado rato dices eso, pides disculpas y lo vuelves a decir, ya no te creo-el moreno se movió par irse, pero Naruto lo jaló un poco y lo beso hasta que Sasuke lo empujo.

-¿Te gusto cierto?-le dijo con una sonrisa picarona.

-Cállate, no debemos hacer eso-

-¿Porqué es sucio?, yo no lo sentí sucio hace un momento-Naruto volvió a acercarse a él y lo besó nuevamente, Sasuke fue ahora el que profundizo el beso y el rubio sonrió un poco mientras se besaban. Estampó al moreno contra la pared de ladrillos y posó una de sus manos en la cintura de este, se separaron hasta e momento en que ambos necesitaron de aire.

-Seamos pareja-le propuso con una gran sonrisa.

-No-

-¿Por qué?-

-Porque no está bien y lo sabes-

-Pero, te gusto, a mi me gusto, que mas da-

-Todo es muy sencillo para ti, siempre-

-Pues es que tu siempre te quieres complicar-

-Debo de irme-Sasuke lo hizo a un lado, y salió del callejón.

-¡Sasuke!-le gritó el rubio en un intento de que este se detuviera, pero Sasuke siguió con paso firme sin mirar atrás.