Disclaimer: Hetalia y sus personajes le pertenecen a Himaruya Hidekaz

Aviso: Este fic participa del reto "Drabbles, drabbles y más drabbles" del foro "Multifandom is the new Black".


- No pienso pedirle ayuda -el rubio cruzó los brazos frunciendo el ceño.

- Tampoco pienso hacerlo-susurró el más alto, con aquel tinte inocente en su voz.

- Tenemos que hacerlo -el de cabellos negros suspiraba mientras llevaba la yemas de sus dedos hacia su frente.- No hay otra opción.

- Siempre la hay -el británico desvió la mirada. Sabía bien la realidad de las cosas pero se rehusaba a aceptarlo

- Inglaterra tiene razón, además... -el ruso se había puesto de pie- podemos recuperar a Francia. Puedo hacerlo.

- No. No puedes, Rusia... -China se levantó y lo miró preocupado. Sabía que el eslavo hacia sobre esfuerzos sólo para mantener una postura firme.

La guerra los había destrozado a todos.

- Inglaterra, ¿él no te estaba apoyando aun teniendo una "neutralidad"?

El inglés, sorprendido, miró al asiático. Rusia se dio cuenta.

-Es cierto, el chiquillo te respalda desde el otro lado del charco…

- "América para los americanos" ¿se les hace conocido? -Inglaterra se paró defendiéndose, apoyando ambas palmas sobre la mesa.- Entonces, Europa para los europeos. Podemos solucionarlo... una vez lo hicimos.

- Tú y Francia, lo recuerdo -China se levantó de su asiento calmadamente- ¿Y ahora dónde está él? Alemania lo hizo caer -Sus ojos se posaron sobre los del inglés - Y tú estás a un paso de acompañarlo...

Reino Unido chasqueó la lengua. No podía aceptar que la fuerza de su Imperio no existía más...

- A diferencia de ustedes, tengo más fuerza... tan igual que el niño del Nuevo Mundo. -sonrió ligeramente mirando a ambos- Le he hecho frente al Eje...

- ¿Hasta qué punto? -China suspiró. Era solo un extranjero ahí y no hubiese tomado parte si Japón estuviera involucrado... -Eres estable pero no llevas mucho tiempo donde estás. -El mayor de los presentes miró al ruso a los ojos- Incluso con tu fuerza y poder... no podemos derrotarlos.

Silencio. Ni Rusia ni el Reino Unido se atrevió a hablar.

- Tampoco es algo que quiero, sin embargo, no tenemos muchas opciones para escoger.

Aún tenía el fresco recuerdo de los resultados de la Primera Gran Guerra como el espectador que fue... y no le daba gracia darle más poder al chiquillo.

Pero la situación le tenía atado de manos. A los tres.

- Mi jefe opina lo mismo pero me niego a creerlo-exhaló Inglaterra rendido. Su orgullo era fuerte pero su gente... ¿ya cuantos habían muerto? Titubeó- Bien...

El ruso agachó la cabeza, no admitiría que era débil y que no podía...

Pero no había más que hacer.

- Está bien.

Necesitaban con urgencia que América ingresara a la guerra, Europa no era suficiente y ahora, con uno menos...

Para bien o para mal, la intervención de USA podía darles la victoria que necesitaban pero sabían bien que sería un arma de doble filo que se volvería en contra de ellos a futuro.

Aunque... era un riesgo que tenían que correr. La situación crítica que tenían entre manos ameritaba medidas desesperadas.