SINÓNIMO DE FELICIDAD

Mírame.

Aquí, bailando a tu lado, al compás de las gotas de lluvia repiqueteando sobre el suelo. Casi parece un sueño. Un sueño efímero.

Pero las cosas efímeras suelen ser las más bonitas y hermosas.

Yo, quien siempre había pensado en enamorarme de una persona pulcra, elegante y romántica. Que me invitase al cine para ver una película aburrida mientras comiéramos palomitas, ligeramente saladas para mi gusto, cada sábado por la tarde.

Que me había obstinado en complacerme con una persona a la que le gustara leer libros, fuera culta y educada. Adinerada, con estudios y de buen ver.

Yo, quien quería mantener una relación ordinaria y usual, nada obstinado.

Pero tú no eras así, ni de buen ver.

No eras sinónimo de romántico, ni elegante, ni mucho menos culto.

Tenías el dinero justo, igual que los estudios. Y odiabas leer; te parecía aburrido.

Pero nunca, nunca te cambiaría por nada en el mundo.

Mis recuerdos más valiosos son los que he vivido contigo, cada segundo, minuto, día, año...

Y por eso me encuentro aquí, bailando a tu lado, al compás de las gotas de lluvia repiqueteando sobre el suelo.

Bailando contigo bajo la lluvia, sintiéndome plenamente libre a tu lado, mientras las gotas de lluvia tocan mi piel provocando un millar de sensaciones de libertad, diversión y frescura. Como cuando estoy contigo.

Y entonces, te acercas sigilosamente y me besas, mientras paso mis manos por tu pelo mojado. Y me siento rescatada. Rescatada de mis problemas, disgustos, dificultades y pesadumbres convertidos en una imagen sencilla y hermosa. Tú.

¿Dinero? ¿Estudios? ¿Elegancia? Sólo son unas cuantas banalidades inventadas para intentar seguir el curso de nuestras vidas.

Pero, ¿y cuándo mi vida eres tú, a quién le importa todo lo demás?

Yo, tu sonrisa, y la música creada por la lluvia. Nada más. Éso es sinónimo de felicidad, y, una vez más, me grabo este momento una y otra vez en mi mente, persistente, para convertirlo en un recuerdo valioso que añadir a mi larguísima lista de recuerdos junto a ti.

Quizá no eras sinónimo de romanticismo, ni de culto ni de elegancia, pero eras el sinónimo perfecto de felicidad.

Porque,

No importa que llueva si estoy cerca de ti,

la vida se convierte en un juego de niños cuando tú estás junto a mí.


WI. Sé que es corto, pero ha sido un arrebato nocturno que he tenido xD

Las dos últimas frases en cursiva son de la canción "No importa que llueva" de Efecto Pasillo.

Espero que os haya gustado este pequeño arrebato que he tenido :3

¡Nos leemos!