Love Santuary III

Capitulo 1


La india era una gran tierra llena de delicados paisajes, un clima cálido y gente trabajadora, Yahim sabía que sería difícil encontrar a Shaka, sabía que su espíritu había regresado, que su cuerpo y mente sin recuerdos estaban en este su hogar, su lugar de origen, pero sería un reto encontrarle y regresarle a donde pertenecía. No importaba, lo haría, se lo había prometido a si misma, se lo había prometido a su propio corazón una y otra vez, lo traería de regreso.

- Shaka…- dejo salir de sus labios en voz baja sin pensarlo, entonces sintió una pequeña mano jalando de su ropa, al bajar la vista pudo ver a un niño de grandes ojos verdes no mayor a seis años observándola con una gran sonrisa

- Shaka… mi amigo shaka –dijo el pequeño con insistencia jalando más de sus ropas

- ¿Tu conoces a shaka?, pequeño dime, ¿tu sabes quien es shaka?- pregunto la chica tomando con suavidad de los hombros al niño para que le respondiera

- El maestro shaka… mi amigo, ven conmigo…- no sabía porque pero Yahim confiaba en el niño y sin pensarlo le siguió.

Meses habían pasado ya desde su última pelea, no se había sabido nada de Zeus o de los otros dioses desde entonces y se vivía una completa tranquilidad, Athena se levanto del asiento en el que había descansado mientras leía y decidió divisar el hermoso paisaje de su santuario desde su balcón, se acerco primero a una mesilla en la que le habían colocado una canasta llena de manzanas rojas y sin más tomo una de ellas, una grande y roja de una figura casi perfecta, o por lo menos así lucia para ella. Llego hasta su balcón recargándose en el barandal de concreto del mismo, la suave brisa movió su largo cabello lila mientras despacio disfrutaba de aquella fruta, se pregunto por sus caballeros, algunos aun estaban en el santuario, otros preparaban un viaje mientras que algunos más ya se habían marchado, entre ellos Seiya, su santo más fiel, se pregunto como estaría ahora que había vuelto a Japón, no sabía exactamente que era lo que en ese momento sentía, pero tenía la necesidad de saber si estaba bien, de saber que estaba haciendo ahora que por fin había regresado con su hermana… la verdad era… que quería verle.

- Mi señora Athena, no debía de estar afuera, la corriente fría podría enfermarle - dijo Shion quien salía por la puerta de la habitación hasta su diosa con una delicada manta.

- No te preocupes Shion, estoy bien

- Esta pensativa mi señora

- Me pregunto como están Seiya y su hermana, ¿como estará la mansión Kido ahora que he estado tanto tiempo lejos de ella?

- Le gustaría visitarla mi señora, ahora que los tiempos de paz nos han alcanzado podríamos bien hacer una pequeña visita – los ojos de la diosa se llenaron de alegría, y aunque no lo expreso abiertamente para Shion era fácil reconocer que la bella dama frente a él estaba encantada con la idea- preparare todo para partir, dejelo en mis manos.

- Muchas gracias Shion.

En uno de los templos una figura masculina se movía con fuerza entre las sabanas de su cama mientras su mente se llenaba de terribles imágenes, Camus se podía ver así mismo en un campo blanco, rodeado por completo de nieve, no sabía en donde estaba ni a donde se dirigía, dio unos cuantos pasos con sus pies hundiéndose en la blanca materia, de pronto vio una figura frente a el, sin duda sabía de quien se trataba, Izta estaba de pie con los ojos cerrados completamente quieta, Camus se preocupo, por alguna razón sintió miedo, se acerco a ella y trato de abrazarla pero esta al momento desapareció, el acuariano miro sus manos notando que estaban heridas, grito el nombre de la chica sin obtener respuesta mientras el miedo se apoderaba más de él, entonces se dio cuenta de que no estaba más en un capo vació, si no en el gran salón de una vieja casona, sabía muy bien que era ese lugar, ese había sido su hogar, ahí había nacido y pasado los primeros años de su vida, la mansión en el medio de un viejo viñero en Francia. De pronto las paredes comenzaron a desmoronarse, todo se derrumbaba, intentaba buscar la salida del lugar pero no podía, entonces escucho la voz de Itza, se giro para verla extender la mano a él, trato de acercarse a ella pero los escombros caían con rapidez y entonces… despertó, estaba sudando, su corazón latía con fuerza, miro a su lado y se quedo observando fijamente el espacio que le correspondía a la dueña de su corazón, aún y pese a que ahora tenían una relación seguían viviendo por separado, era una tontería y lo sabía, más porque simplemente sabía que podía encontrarla en su cabaña, pero la extrañaba… la necesitaba a su lado, su lecho no era igual sin Itza a su lado, suspiro mientras se recostó de nueva cuenta en su cama, trataría aunque sabía que sería difícil de volver a conciliar el sueño.

Ikki miraba el cielo del santuario, su hermano le había pedido que se quedará ahí, al menos por un tiempo, al menos hasta que supiera o tuviera noticias sobre el paradero de la mujer que amaba, era un tonto, de verdad que si, todos se habían dado cuenta ya de lo que sentía por aquella amazona, Elli, aquella guerrera que no se dio por vencida, que sin que ella o él se dieran cuenta había enredado el corazón de los dos en uno solo, oh si, todo había pasado muy rápido, tanto que ni el recordaba con exactitud en que punto la muralla entre ellos había caído, se habían rendido a la pasión y sin notarlo esta les había llevado hasta el amor, pero nuevamente jugaban sucio con él, le habían arrebatado a su amada tan pronto como esta había llegado a él, le habían dado paz sólo para quitársela al momento.

- ¿Ikki estas bien?- pregunto la voz de una chica rubia que salía con una manta de la caballa en la que los tres vivían

- June, no deberías estar levantada, Shun se dará cuenta de tu ausencia

- No te preocupes, tu hermano suele tener a veces el sueño muy profundo

- La paz que le has otorgado le ha brindado tal placer para dormir – dijo el peli azul sonriendo de medio lado a la chica, esta se sonrojo un poco y luego le volvió a hablar.

- Ella volverá, yo se que lo hará, un corazón tan leal como el tuyo sería imposible de olvidar

- Yo… yo también creo que volverá… deseo que vuela...gracias June – volvió a sonreírle, esta vez con mayor calidez – Shun es afortunado por tener tan bella mujer a su lado – sin más ambos continuaron mirando las estrellas perdidos en el silencio.

No muy lejos de ahí, en los bosques cercanos al santuario se podían escuchar los pasos firmes de un hombre de edad que se abría paso entre los árboles y la maleza, su cabello era blanco, su piel mostraba el paso de los años en ella pero por sobre todo lo más distintivo en el hombre eran las dos pequeñas marcas sobre sus cejas, signo sin duda de su pertenencia a una muy antigua raza, estaba ahí por un objetivo más que claro.

El sol comenzaba a salir ya por detrás de las montañas dejando que sus calidos rayos cubrieran poco a poco los campos, en uno de los templos del zodiaco esta luz junto con unos labios sobre su espalda desnuda despertaban poco a poco a una joven peli verde.

- Milo no deberías estarte preparando para tu ronda matutina- decía la joven sin abrir los ojos aun soñolienta, aquel hombre la había tenido despierta y agitada por varías horas durante la noche por lo que las pocas horas de sueño aun estaban presentes, sin embargo el nombrado no hacía más que continuar con las caricias, este no podía negarse o contenerse ante ella, se había vuelto adicto a su calor, a su aroma, no importaba cuantas noches la hiciera suya, cuantas noches escuchara de sus labios su nombre sin aliento… simplemente no se cansaba y por el contrario se volvía más hambriento por ella.

- Aun no es mi turno – decía aun con sus labios sobre su piel- además no pienso marcharme… sin llevarme el vivo recuerdo de mi futura esposa…- las manos del dorado comenzaron a explorar lugares más ocultos por las sabanas mientras hablaba, un delicioso y delicado gemido salio de los labios de la chica cuando la mano de este se adentro en el calor de entre sus piernas disfrutando del leve temblor de la chica ante su tacto. Shaina estaba perdida, ese hombre sabía como y donde tocarla para volverla loca por el, se giro para mirarle, para disfrutar más de sus caricias, este tomo sus labios con pasión, son salvaje pasión mientras ahora se colocaba casi cobre ella, la joven perdió sus manos en su cabello mientras el deseo le llenaba y podía sentir a la perfección que a él también, pero esta vez no seria dominada, se giro sobre el quedando ella ahora arriba, Milo rompió el beso solo para mirarla traviesamente y luego volver a besarla, la peli verde acaricio con suma presión su abdomen, sonreía mientras su mano se acercaba peligrosamente al borde de la cintura del joven, el peli azul ya no soportaba la espera la necesitaba, con una mano tomo su cuello para besarla, mientras que la otra subia por su muslo a su cadera para acomodarla, para acercarla más a él, empujarla y finalmente hacerla suya, Shaina dejo salir un gemido cubierto de placer simplemente con sentirlo en ella, pronto se movieron juntos, sus movimientos se hicieron rápidos, la pasión los estaba dominando, los estaba llevando al extremo, habían hecho el amor varias veces antes pero esta era mucho más intensa, mucho más sedienta y anhelante, cuando ambos llegaron al final tenían la respiración agitada, necesitaban aire y con urgencia.

- Milo…

- Te amo Shaina… mi amada esposa- dijo el sonriéndole

- Aun no soy tu esposa

- Pero pronto lo serás, ya lo has aceptado, ya tengo un "si" de tu parte, solo falta que sea oficial

- Milo eres un loco

- Pero loco por ti – dijo antes de volver a besarla, la chica logro despegarlo de ella antes de que la pasión lo tomara nuevamente enviandole a terminar su trabajo

Aun y pese a los tiempos de paz, los santos de Athena continuaban con los entrenamientos y las guardias, Kanon había llegado temprano aquella mañana hasta la arena dispuesto a un combate con su ahora compañera, Mirha de Fogata, luego de haber salido del templo de Zeus había acordado quedarse en el santuario de la diosa bajo la responsabilidad del nuevo caballero de Geminis, este la entrenaría no solo en nuevas tecnicas si no en su carácter, la chica había tenido una dura vida durante su entrenamiento para obtener su armadura por lo que le era muy difícil el expresar sus emociones y ante la falta de las mismas había aceptado la oferta del peli azul. Sin embargo no estaba en la arena como habían acordado, Kanon comenzó a molestase, estaba dispuesto a ir hasta la cabaña y traerla hasta la arena para entrenar pero una pequeña risa detrás de él le detuvo.

- ¿se te perdió algo querido Kanon? - pregunto el caballero de la última casa divertido por el tierno gesto de molestia en el gemelo de Saga

- ¿que quieres decir con eso? – dijo el aludido con una mirada asesina, lo que provoco miedo en afrodita de Pissis que en realidad no lo había preguntado con mala intensión, de hecho se había arrepentido de haberlo hecho pues sabía que la respuesta a la hora pregunta de Kanon le haría molestar aún más.

- no en realidad no amigo… solo era un comentario… tal vez debería marcharme – pero no pudo dar ni un solo paso, el peli azul lo tomo por el cuello de sus ropas y parte de su cabello empujándolo hacía a él para interrogarle

- ¡habla ya!

- escucha no quiero crear problemas

- tendrás uno si no me dices lo que sabes

- yo solo, solo puedo decirte donde esta tu compañera

No pudo evitar sentir un poco de molestia al saber en donde estaba la castaña, trataba de convencerse de que estaba enojado por su falta en la arena, pero en el fondo sabía que era algo más lo que le inquietaba, se acerco poco a poco al grupo de árboles en donde sabía encontraría a la chica y a su compañero de armas... nuevamente.

- es una gran historia Shura, ¿crees que podría aplicar a mi también?

- todo es posible, además eres del signo de Capricornio también – decía el muchacho de cabello oscuro sentado al lado de la amazona de fogata en el verde pasto, ambos sonreían y miraban las nubes cruzar el cielo al unísono, a Kanon aquella escena no le gusto, no supo que lo impulso pero se acerco a ellos molestia.

- te estuve esperando en la arena - dijo mientras se paraba frente a ellos con los brazos cruzados y la mirada fría

- perdona no recordaba que te vería ahí - contesto la chica mientras ella y el caballero dorado a su lado se levantaban

- seguramente no mientras perdías el tiempo charlando

- lo mejor es que me marche, te veré en algún otro momento Mirha, Kanon - hablo Shura mientras se despedía de ellos para darles espacio. El guerrero de capricornio se marcho sin más, Mirha se giro de inmediato molesta para hablarle al peli azul

- ¿pero que demonios te pasa?

- No cumpliste con tu entrenamiento, te esperaba en la arena

- ¿ Es esa la razon por la que te comportas así?

- No me agrada que pierdas el tiempo con Shura, no es la primera vez que te encuentro aquí, sabes que debes de terminar tu entrenamiento.

- Eso a ti no te importa, acepte quedarme aquí contigo, ayudar a Athena y aprender de ti más no eres mi dueño y espero que eso te quede claro- dijo la chica poco antes de darse la vuelta para alejarse de él, Kanon sabía que había hecho mal, pero no pudo evitarlo, no pudo contenerse, algo… algo le había vuelto loco con sólo mirar al chica sonriendo a aquel sujeto, ella apenas había logrado liberar su sonrisa, su bella sonrisa, y ahora la compartía con Shura… en lugar de con él… a caso estaba … ¿celoso?

Camus observaba desde uno de los riscos el santuario, aun estaba… no sabía como estaba, si molesto, asustado… en fin algo había provocado en el aquella pesadilla y pero no sabía con exactitud que

- ¿por que tan pensativo amigo Camus?- pregunto una voz detrás de él

- Llegando tarde como siempre a la guardia Milo

- Lo siento no pude salir sin despedirme- le miro pícaro- te apuesto a que haces lo mismo

- Itza y yo no vivimos bajo el mismo techo aun - contesto el acuariano serio y sin mirarlo

- Y la pregunta es ¿por que no?

- No es asunto tuyo Milo

- No insistiré más, aunque puedo ver en tu rostro que la extrañas, pero algo te detiene a pedirle que se quede contigo, ¿qué es?

- … no… no se como pueda funcionar… no quiero un error que … la aleje de mi - volvió a contestar Camus serio, pero esta vez mirando a su compañero de armas, este entendía a la perfección a que se refería, él había sentido un miedo similar o tal vez aun lo sentía con Shaina, sin embargo todo estaba saliendo bien.

- tienes que arriesgarte Camus, dime ¿no la extrañas a tu lado cada mañana?

- la necesito a mi lado cada mañana

- ¿entonces que esperas?- lo miro con una sonrisa – bueno ya te he dado mi opinión el resto es tuyo

Shion ya había preparado todo para el viaje de Athena a Japón, le acompañaría en el mismo y volverían en poco tiempo al santuario sin embargo debía dejarlo a cargo de alguien y sabía que Mina haría un buen trabajo al hacerlo, llego hasta la cabaña de la misma notando con sorpresa que tenía una visita

- Persefone… - dijo el gran patriarca al notar a la castaña en el lugar

- Llámame Ceres por favor- contesto sonriente la joven al peli verde que no dejaba de verla con asombro – no tienes de que preocuparte, solo vine a visitar a mi antigua hermana

- Ceres volvió para terminar la temporada en el ballet de la ciudad, ¿recuerdas el Lago de los cisnes?, repararon el teatro y continuaran con las funciones – comento Mina alegre a Shion lo que provoco una sonrisa en el hombre, la alegría en la peli rosa era única para él y simplemente el verla feliz le hacia feliz.

- Si, cuando Hades llego aquí se volvió parte de los dueños del auditorio y acepto mi insistencia para volver a bailar por lo que ayudo invirtiendo en las reparaciones, incluso decidió acompañarme durante toda la temporada de presentación

- ¿Hades esta aquí? – pregunto el patriarca ahora si verdaderamente nervioso y sorprendido

- Descuida, Athena sabe que estoy aquí, me ha dado su permiso – dijo el señor del inframundo entrando desde la otra habitación vestido como un civil, su traje negro y casual resaltaba la intensidad de sus azules ojos – solo estaremos mientras la función continue, regresaremos una vez termine la temporada en el viejo teatro

- Si Athena confia en ti, entonces yo también, solo he venido a avisarte Mina, mi diosa y yo saldremos de viaje, será poco tiempo, pero deberás cuidar del santuario mientras tanto

- Así lo haré

- No te preocupes hermana te ayudare – replico la joven de ojos verdes con decisión en la voz, Demian sabía a la perfección lo que eso significaba y definitivamente no habría manera de convencerla de hacer lo contrarío.

- Le dire a Radamanthys y a Pandora que les apoyen – dijo el dios de las sombras complaciendo a su esposa.

El pequeño y peludo animalillo estaba sacando una zanahoria del huerto bajo la atenta mirada de una joven de cabello negro y un niño de cabello naranja, Itza y Kiki llevaban días rastreando a aquel ladronzuelo y finalmente lo habían atrapado en la jugada.

- ¿segura que quieres capturarlo?, si lo liberas seguramente volvera

- sólo tenemos que llevarlo a un lugar muy, muy alejado de aquí y veras que dejará de molestarnos

- si tu lo dices

Ambos jóvenes se acercaron despacio, muy despacio hasta el animal, se separaron a cierta distancia de él, uno iría por un lado y el otro por el otro y así lo tomarian por sorpresa, pero cuando finalmente se decidieron a saltar sobre el, este salió corriendo mientras que los chicos se golpeaban en la cabeza al no detener el impulso y chocar contra el otro

- animalejo listo, ya nos las pagara

- supongo que la victoria no fue nuestra hoy

- haremos otro intento mañana, ¿seguro que Mu sabe en donde estas?, no quiero que piense que estas entrenando cuando no es así

- no te preocupes le dije que estaría contigo… entrenando.. pero contigo

- kiki eres un tramposo

- lo mejor será que vuelva a casa te vere después – dijo el pequeño antes de levantarse y salir corriendo rumbo a su casa con Leda y Mu, Itza se levanto aun sobando su golpe, vaya que ese chico tenía la cabeza dura, estaba por irse cuando del cielo miro caer un único, grande y completamente bello copo de nieve, levanto su mano para recibirlo y luego se giro para ver al responsable del mismo

- Camus…- fue lo único que pudo decir la chica antes de observarlo acercarse a ella para tomar sus labios, la beso con pasión contenida y esta no pudo más que dejarse deshacer por él- a mi también me da gusto verte… ¿qué sucede?, pareciera que no me habías visto en años

- Una pesadilla … yo

- ¿Estas bien? - pregunto la chica preocupada ante el comentario

- Olvidalo es una tonteria, ¿estas lista para nuestro viaje a Siberia?, Hyoga nos espera

- Si ya tengo listo todo… ¿seguro que estas bien? … ¿Camus?- pregunto de nuevo al observarlo aun perdido en sus pensamientos

- No te preocupes… todo esta bien – comento el apuesto hombre antes de besar su frente y luego recargar la propia en ella, su pesadilla era una tonteria y las palabras de Milo eran algo que resolvería después.

El viaje había sido rápido, habían llegado hasta Japón en un abrir y cerrar de ojos, portaban ropa de civil e incluso habían rentado un auto para dirigirse al orfanato, sabían que Seiya y su hermana habían decidido quedarse a vivir ahí junto con Miho para cuidar de los niños que como ellos en tiempos pasados no tenian un hogar, Saori había decidido bajarse del auto mientras que Shion buscaba un lugar para estacionarse, la joven de cabello lila camino decidida hasta la esquina contraria al edificio, desde ahí podía ver el jardin del mismo y a los niños jugando en el, eso le causo alegría, entonces enfoco su mirada notando que el joven de cabello castaño estaba ahí con ellos, sus piernas le impulsaron a caminar más rápido con tan solo mirarlo, tenía tantas ganas de llegar a él, de saludarlo incluso tal vez de… de… Entonces miro a la joven de cabello azul oscuro peinada de colitas salir del edificio también, le dijo algo al joven de playera roja y este la miro serio, rasco la parte de atrás de su cabeza nervioso y guardo silencio, sin que nada les detuviera la chica tomo del mentón al muchacho y le beso…

Saori ya no quiso saber más, sintió un terrible dolor en el pecho y se giro, cerro los ojos no creyendo la escena que había visto, una y otra vez se repetía así misma que aquello no tenía nada de malo, pero una voz más fuerte en su interior le decia lo contrario.

"no me quiere, el no me quiere", "solo cuida de mi porque es su trabajo", " el solo juega conmigo", "soy una tonta por creer lo contrario", "yo hago lo que puedo por salvar su vida y el me paga con esto", "el maldito me ha fallado"

Sus pensamientos la atraparon, por alguna razón eran muy fuertes y comenzaba a creer en ellos, regreso por donde había llegado encontrandose con Shion ordenandole que regresaran de inmediato al auto, que quería volver al santuario y ante tal exigencia el gran patriarca no pudo decir que no, simplemente la siguió extrañado por su comportamiento.


Hola pues he aqui el primer capitulo de la ultima parte de mi saga de Love Sanctuary, espero les guste... saludines!