Querido Finnick:
Ya han pasado 4 años desde que te fuiste. He intentado seguir con todo: vivir, respirar, orientarme…todo, pero se me hace muy difícil desde que nos dejaste. Sí, he dicho nos. No sé si te había comentado esto antes, pero estaba embarazada, cuando me enteré de la noticia sentí una felicidad tremenda, quería decírtelo, pero tú ya te habías ido a luchar y no sabía si te volvería a ver.
Todo el tiempo pienso en cómo sería si tu estuvieras ahora a mi lado, son pensamientos fantásticos, y el que estés tu los hace mejor, pero luego me percato que no son más que pensamientos y que debo vivir la realidad, que es en este lugar, sin ti.
Muchas personas creen que estoy loca, que lo he estado desde que salí de los juegos del hambre…que estoy desorientada, que no sé ni donde estoy parada, yo se que tu no creías eso de mí, yo tampoco lo creo ¿sabes quién me enseñó a saber eso de mi? Tú, tú lo hiciste.
He perdido mi camino, he pensado en abandonar todo e ir junto a ti, pero siempre habrá algo que me lo impida, esa pequeña razón por la cual seguir existiendo…Blake, nuestro hijo. Cada día que pasa se parece más a ti, tiene tus hermosos ojos, tu pelo, tu nariz, pero por sobre todo tiene tu convicción en las cosas, tu generosidad, tu sonrisa y algo de tu especial forma de ser.
Me hubiera gustado que hubieras estado cuando él nació, cuando aprendió a caminar, cuando dijo sus primeras palabras, que hermosamente fueron "Papá" y otros hechos importantes tanto en la vida de nuestro hijo como en la mía.
Posiblemente te acuerdes de la fecha que es hoy, es el aniversario de nuestra boda, aquella que celebramos luego de nuestro encuentro después del vasallaje de los 25, donde Peeta hizo el pastel, recuerdo que me comentaste que fue el mejor pastel que habías probado en tu vida, era todo tan perfecto, es uno de los momentos que nunca quieres que termine.
Peeta me ha ayudado mucho desde tu partida, nunca será lo mismo sin ti, pero gracias a él he podido criar a nuestro hijo, no ha sido fácil, y no lo será, pero no lo abandonaré nunca, el es tu recuerdo, nuestro recuerdo, aquello porque luchar.
Me alegra el ambiente con el que crece Blake, sin tener que preocuparse pos los juegos, sin tener ese miedo a morir, a ser elegido, sin ese miedo al capitolio, sin ese miedo que nosotros sentimos y que espero que él nunca tenga, si todo volviera a como partió no se qué haría, no podría verlo partir, no al motivo de mi vida.
Espero que estés orgulloso de mí, eso sería lo más importante, he logrado muchas cosas sola, a veces me comentan que he tenido un progreso, sigo perdiendo la mirada, gritar y tapar mis oídos, pero a pesar de ello, ya no lo hago tanto, he tenido una "recuperación" gracias a ti.
No sabes cuantas veces Blake me pregunta por ti, por su padre, no le he comentado todo acerca de lo que hemos vivido, sé que no lo entendería aun, así que le digo cosas pequeñas como lo guapo que eras, lo bueno que eras conmigo, lo amables y gracioso que siempre fuiste y cosas así, pero va a llegar un día donde conocerá toda la verdad, el debe saberla, por ti, por mi, por él, por la memoria de la perfecta persona que siempre fuiste, del valiente soldado que dio su vida por todos. No podría estar más orgullosa de todo lo qué hiciste cuando vivías y quiero que sepas que siempre te amaré, no importa los años que pasen, siempre lo haré.
Annie Cresta de Odiar.
Bueno, este es lo primero que subo ^^ es una historia que escribí porque idk, me nació escribirla, espero que les guste, si quieren me dejan su opinión, toda opinión sería valiosa para mi...y eso, espero que les guste.