NOTA DE LA AUTORA: Este fue uno de mis primeros fics, si quieren pueden leerlo con aclaraciones raras en http://undiarionotanintimo. que les guste. Es un Oneshoot, pero si alguien tiene una idea para seguirlo me avisa y lo sigo...
Dejen RRs si les gusta, si no, si quieren tirar tomatazos, si les dio asco, si les encanto... dejen RRS!!!
O.o Laberintos o.O
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Oscuras sombras se cernian sobre la habitacion. Las fetidas emanaciones del aldero, sumadas al vapor espeso que flotaba cerca del suelo, pesaban en la atmosfera del lugar.
La luz del fuego, bajo la bullente pocima, le daban un matiz tetrico y sobrenatural a la extraña escena. Fuera, la noche cantaba su silencio.
La ventana abierta permitio colarse al viento, que entro sin que lo invitaran y arrastro consigo papeles y frio nocturno. La tunica del hombre se agito, pero el siguio agregando ingredientes, revolviendo, esperando, cuidando el fuego.
Alrededor suyo se hallaban amontonados libros, notas, medidores, frascos, instrumentos de lo mas extraños.
Del caldero comenzaron a salir chispas. El liquido negro evocaba la oscuridad del exterior.La espera se arrastraba por el aire humedo y apenas respirable de la estancia.
El hombre agito una varita de madera y susurro unas palabras ininteligibles. Ante el aparecio una piedra, negra como la brea.
La medianoche paso, el hechicero veia a su pocion hervir sobreel fuego de color verde. De pronto, las nubes permitieron a un rayo del una iluminar la pocima.
La bullente superficie se calmo, el liquido adopto un color rojo sangre... Era el momento.
La roca de color negro atraveso el liquido como si siguiera cayendo por elaire claro, sin salpicar y sin ruido.
La pocion se volvio blanca como una perla, comenzo a brillar con una intensidad tal que penetro la densa oscuridad, dejando al desnudo el laboratorio.
Solo fue un instante... Una humareda, y la pocima desaparecio.
Asomado al caldero, el hombre pudo ver la piedra, ahora roja y brillando apenas, esperandolo en el fondo del caldero.
- Lo he logrado al fin! La piedra filosofal! - Exclamo el alquimista