CAPITULO I
EL RETORNO DEL PRINCIPE
―Mírame, fueron las últimas palabras pronunciadas por aquel mago mientras la luz se extinguía de sus ojos, sentía por primera vez una paz en su alma, aquella paz que anhelaba profundamente desde hace mucho tiempo y que le había sido negada por aquel fatídico error, pago con su vida aquella deuda, aquella promesa hecha a su primer amiga y su juramento cumplido a aquel viejo mago quien considero como un padre, ya todo había terminado, las voces y gritos de la batalla iban apagándose poco a poco mientras la densa oscuridad lo envolvía, ansiaba poder ver a su amada Lily, pedirle perdón por ser el causante de su muerte, el aun no podía perdonarse así mismo, ver a aquel mago excéntrico a quien le debía tanto y que le dolía haberlo matado, a su madre quien había sido la única quien lo amaba tal y como era; confiaba en que Potter terminaría de aniquilar a aquel ser despreciable a quien se vio obligado a servirle, a humillarse besando el suelo que pisaba, aquel monstruo quien le había quitado lo que más amaba en la vida, tantas veces deseaba poder matarlo con sus propias manos, de no ser por aquella estúpida profecía lo hubiera envenenado desde hace tiempo.
― ¿Qué pasa?, ¿porque demonios no termino de morirme?, se supone que el veneno ya invadió mi sistema, he perdido demasiada sangre, no puedo moverme ni un ápice, estoy tirado en esta asquerosa choza, oh pero por supuesto, hasta en los últimos minutos de mi muerte debo sufrir lento y torturosamente aun no termina mi tormento. Pensaba el mago.
―Oh estas muy equivocado mi niño― una voz grave resonó por toda la habitación.
― ¿Albus? ¿Eres tu viejo tonto? , vas a decirme que viniste a llevarme al "mas allá" o ¿acaso vienes a torturarme aun mas? Pensaba Snape
― No mi niño, definitivamente no vengo a torturarte ni llevarte al "mas allá"― dijo aquel anciano seriamente ― Vengo por otro motivo, pero ¡anda muchacho abre tus ojos!, necesitamos hablar y arreglar la situación, no tenemos mucho tiempo.
― ¿Qué abra mis ojos? ¿Qué no vez viejo ridículo que no puedo mover siquiera un dedo? ¿Y de qué demonios quieres hablar? ¿Acaso no me has pedido suficiente? NOO me niego anciano ya no seré tu títere, déjame morir en paz de una maldita vez. Pensaba snape furioso
― ¡ Ahh por supuesto!, discúlpame mi niño olvide que estabas en ese estado que torpe de mi, te dare una poción que te hará sentir mejor― el viejo mago saco de su túnica una poción color blanca, más brillante que la propia luz, inclinándose hacia el mago herido colocó el vial en sus labios, poco a poco bebía de aquella poción extraña, dándole una sensación de alivio, pero sus heridas no fueron sanadas, lentamente el profesor de pociones abrió los ojos sintiendo una extraña corriente eléctrica recorriendo su cuerpo, recuperando parcialmente la movilidad, cuando abrió los ojos se sorprendió de ver a aquel hombre parado enfrente de el, no era el viejo excéntrico que esperaba encontrar, más bien era un joven alto, cabello negro con líneas plateadas en las sienes, sus ojos muy similares a los suyos solo que estos tenían un brillo especial, llenos de vida, mientras que los suyos solo denotaban tristeza y desesperación, ah y una nariz que le resultaba extrañamente familiar.
― ¿No has descubierto quien soy niño?
― ¿niño? Severus bufó ante este comentario
― ¡Ah pero por supuesto se quién eres! ¡Debes de ser el gran Merlín!, o tal vez Salazar Slytherin? No tengo la más mínima idea de quién eres, ni lo que quieres de mí, y no me interesa saberlo, así que si no te importa tengo una cita con la muerte. Dijo Snape en tono de burla.
―jajá que buen sentido del humor tienes niño, dime ¿que sabes de la historia de la familia Prince? ¿Conoces su legado? Dijo el mago mientras transfiguraba un pedazo de madera en una silla y la colocaba enfrente del pocionista
― ¿Por qué debería conocer su historia? ¿Y porque debería de importarme? Esa familia lo único que hizo es destrozar la vida de mi madre y también la mía, todo hubiera sido diferente si nos hubiesen aceptado, pero ¿adivina qué? Fuimos rechazados y erradicados de la línea Prince.
― ¿y sabes porque tu madre fue erradicada de la línea Prince?
―ohh no lo sé, haber déjame pensar, mm ¿pudo haber sido porque se caso con un asqueroso muggle?, no se qué pretendes con este interrogatorio pero ya me estas agotando la paciencia así que si no tienes nada más que decir te sugiero que te largues en este instante. Dijo Snape con una voz baja y mortal.
― veo que no sabes nada de tu legado mi niño, te lo explicare pero es importante que me dejes terminar sin interrupciones lo que estoy a punto de revelarte es muy delicado, cuando tu naciste, no déjame retroceder mas, Augusto Prince tu abuelo, tuvo dos hijos Saevus Prince y Eileen Prince, en la línea Prince el secreto familiar se le es revelado al primogénito al cumplir la mayoría de edad, desafortunadamente tu madre fue desterrada antes de que le fuera revelado el secreto. Cuando tu madre se fue de la mansión, su hermano huyo también, la busco por todas partes pero no pudo encontrarla, en ese tiempo Tom Riddle comenzaba a sembrar las ideas puritistas en las mentes de los magos de las líneas más prestigiadas, por supuesto que entre ellas se encontraban los Prince, tu abuelo resintió mucho la traición de tu madre y comenzó a odiar fervientemente a los muggles, comenzó apoyar las ideas de aquel mago quien prometía librarlos de la escoria muggle, pero un día Augusto descubrió las verdaderas intenciones de aquel oscuro mago, comenzó alejarse poco a poco, pero era demasiado tarde, una vez que entrabas en su círculo solo podías salir muerto, y eso creo que tu ya lo sabes, Augusto era un mago muy poderoso de hecho puedo decir que era más poderoso que el mismo Albus Dumbledore. Severus escuchaba atentamente lo que aquel mago decía sin denotar ninguna emoción en su rostro, permanecía en silencio pensando en lo ridícula que sonaba aquella historia.
Un día se enfrento a Riddle dispuesto a llegar a las últimas consecuencias, pero Riddle iba preparado, le tendió a tu abuelo el anillo de los herederos Prince, el anillo que pertenecía a su hijo, a su único heredero Saevus, Augusto quedo petrificado no era posible que ese ser despreciable tuviera a su hijo, Riddle ofreció la vida de su hijo a cambio de la fortuna Prince, tu abuelo sin dudarlo aceptó, le cedió todos los bienes a Riddle, se hospedo en un lugar cerca de hogsmade esperando el retorno de su heredero, pero cuando le regresaron a su amado hijo ya estaba muerto, su cuerpo cubierto por profundas heridas, desangrado y extremadamente delgado murió a los 34 años, fue un mago brillante habilidoso en pociones, así como tú, pero Augusto con el corazón destrozado partió furioso en busca de aquel monstruo, dispuesto a asesinarlo, pero al llegar una emboscada tendida estaba, Riddle lo torturó por días enseñándole una lección a sus seguidores, lo que pasaría a quien se atrevían a desafiarlo, y así fue como termino la vida de tu abuelo.
― linda historia pero no logras convencerme, dime si mi "abuelo" era un mago muy poderoso como tú dices ¿Cómo no logro hacerle ni un rasguño a Riddle? ¿O derrotar a alguno de los seguidores?
― ¿Sabes lo que es un mago elemental Severus?
― ¿vas a decirme ahora que mi abuelo fue un mago elemental? Porque déjame decirte que eso es imposible, la única línea de magos elementales se extinguió hace mucho tiempo, puesto que esa línea pertenecía a los herederos del mismo Merlín.
―precisamente mi niño ese es el gran secreto que guardaban los Prince, el secreto que solo se transmitían entre padres e hijos, ¿sabes porque tu abuelo no uso todos sus poderes contra Riddle?, fue para proteger a su hija y a su nieto, si Severus tu eres un mago elemental.
―haha no me hagas reír, es la historia más absurda y ridícula que he escuchado en mucho tiempo, pero dime si soy un "mago elemental" ¿porque nunca desarrolle tales habilidades?, ¿o incluso mi madre?, si tanto se preocupo mi "abuelo" por nosotros ¿Por qué nunca nos buscó?
―mi niño todo tiene su explicación pero desafortunadamente mi tiempo se está agotando, escúchame Severus y escúchame con mucha atención, debes regresar, debes cambiar este futuro, con tu muerte el mal que encerramos hace años volverá y no habrá nadie en este mundo que pueda detenerlo, tu mi niño eres la clave, este nuevo mal que se aproxima es sumamente fuerte, voldemort es un indefenso conejillo a lado de este mal; al volver busca las respuestas que necesitas saber, conoce tu historia mi niño y salva el futuro, regresaras con un acompañante cierra tus ojos y decide sabiamente.
― ¿Regresar? ¿Nuevo mal? ¿Un acompañante? ¿De qué habla este imbécil? Todas estas preguntas pasaban por la mente de Severus, extrañamente a su mente vinieron recuerdos de una niña de cabello castaño y alborotado, una mano que se elevaba en el aire tratando de responder a las preguntas que lanzaba, y unos ojos cafés llenos de alegría.
― Bien, veo que as decidido te deseo mucha suerte Severus, confió en que lograras hacer bien las cosas esta vez.
― Espera aun no he tomado una decisión y ¿puedes decirme de una maldita vez quien eres? ¿Y a que te refieres con regresar?
―Lo sabrás muy pronto mi niño, y aquel hombre se desvaneció poco a poco, su voz apenas se escuchaba como un susurro.
De pronto el mago sintió un dolor agudo en el pecho, como si su alma fuera arrancada, y literalmente así era, todo se volvió oscuridad, ya no sentía ningún dolor solo se sentía vacio.
Mientras tanto en el castillo Hermione corría por el pasillo del tercer piso enfrentando a los vampiros y hombres lobo que habían escapado de las manos de los aurores, la tenían acorralada, ya no podía luchar más sus fuerzas habían menguado desde hacía rato, grito pidiendo auxilio con la esperanza de que alguien la escuchara pero todos se encontraban en el vestíbulo viendo la batalla entre Harry y el señor oscuro, en ese instante un vampiro la sujetó y estaba a punto de morderla, cuando una luz brillante apareció de la nada y un hombre alto, de cabello y ojos oscuros apareció, apuntando su varita hacia los vampiros y los hombres lobos haciéndolos cenizas con un potente hechizo, Hermione quedó anonadada, no tenía fuerzas para articular palabra alguna por los gritos desesperantes que pronunció. El mago se le acerco diciéndole ― eres una bruja extraordinaria, ahora entiendo porque has sido elegida, ven niña toma mi mano, Hermione dudo por un momento, pero había algo en aquel hombre que la hacía sentir segura así que poco a poco fue acercando su mano hacia la del mago hasta tomarla por completo, en el instante su mundo se oscureció y no supo mas.
