Disclaimer: Percy Jackson no es mío, ni ninguno de sus personajes, tampoco lo son los chicos de "Los Héroes del Olimpo" T.T

Este está situado entre "El último héroe del Olimpo" y "El Héroe Perdido", Besos!


Lealtad Personal

Su defecto fatídico era uno de los más peligrosos, le había dicho la diosa Athena una vez, pues es de aquellos que en cierta medida son buenos e ignoramos cuánto daño pueden realmente hacer, él era una de esas personas que de egoístas no tenían un pelo, era capaz de dejar todo de lado con tal de salvar a un amigo, y sabía lo peligroso que aquello era. Una vez había ido hasta al inframundo con tal de salvar a su madre, y luego había cruzado el mar de los monstruos por su mejor amigo, se había escabullido en una misión hasta la cueva de un titán para recuperar a Annabeth, se había arriesgado a ser comido por caballos carnívoros solo por Nico y defendido el Olimpo por su familia.

Hacía un rato desde que había madurado y superado su mayor miedo, aquel en que debía tomar una decisión que bien podría haber acabado con el mundo tal y como lo conocían, había hecho lo correcto, había salvado al Olimpo y se había convertido en un héroe, pero ahora había un nuevo temor en su corazón, desde la muerte de Luke se había estado preguntando a sí mismo si en un futuro llegaría el día cuando no pudiera salvar a alguien, cuando le arrebatarían a uno de sus seres queridos y él no pudiera detenerlos.

¿Qué sería de él?

Lo había pensado y había tenido pesadillas sobre eso, una noche había soñado que habían tomado a Annabeth y la habían llevado lejos, la habían secuestrado, solo para vengarse de Percy, por haber derrotado a Cronos, la habían llevado a un lugar donde él no podía ir sin importar cuanto lo intentara, había buscado por semanas sin obtener un resultado, había intentado pedir ayuda a los dioses pero ninguno le respondía y cada noche le llegaba un IM donde podía ver a Annabeth, atada a una roca y sufriendo, sufriendo por su culpa. Esa noche salió de su cama y se escabulló por el campamento, si las arpías lo cachaban lo despellejarían vivo, pero no le importaba, solo quería estar seguro de que ella estaba bien, ni siquiera supo cómo consiguió llegar a la cabaña de Athena sin ser detectado y mucho menos como logró entrar al cuarto de su chica.

-¿Annabeth?- Percy estaba arrodillado a un lado de la cama, mirándola dormir como un acosador, pero no podía evitar sentirse bien al estar allí junto a ella, la chica abrió los ojos de repente y sacó su daga, no acostumbrada a ese tipo de sorpresas- ¡Soy Percy! Baja eso.

-¿Qué crees que estás haciendo aquí?- Le dijo la chica, un poco enojada, pero el enojo se fue cuando encendió la lámpara que estaba en su mesa de noche y vio a su novio, había pasado mucho tiempo desde que había visto a Percy así de… ¿Vulnerable?- ¿Qué pasa?

-Tuve un mal sueño- Se sentía tan estúpido al decirlo de aquella manera, había ido a despertar a la chica solo por una tonta pesadilla, pero ella pareció entender y le tomó la mano, obligándolo a sentarse en la cama y lo abrazó, tranquilizándolo- Soñé que te habían secuestrado y te estaban torturando y yo… ¡Yo no podía hacer nada!

-Percy, cabeza de algas, mírame- Él hizo lo que ella le pedía y sus miradas se cruzaron, ella le acarició el rostro con suavidad y lo besó- Estoy aquí contigo, solo fue un sueño, ¿Está bien?

-Pero…- La protesta del chico fue silenciada por otro beso y Annabeth se recostó, haciéndole espacio entre sus brazos- ¿De verdad?

-Cállate y ven, antes de que cambie de opinión- Ambos se quedaron allí por un rato, mientras ella le susurraba palabras bonitas a Percy y le acariciaba el cabello, estaba conmovida por el hecho de que fuera tan importante para él- Duérmete, ¿Sí? Estoy aquí contigo y no me iré a ningún lado.

++++++++++++Breaking Line+++++++++++++

Malcom se levantó temprano, ese día le habían encargado hacer de despertador, pues aunque la mayoría de los hijos de Athena se levantaban solos, habían algunos a los que les gustaba dormir hasta medio día y otros se quedaban despiertos hasta altas horas de la noche con proyectos y dormían de más al día siguiente, se sorprendió al ver que la consejera de su cabaña todavía no estaba despierta si era una de las primeras, incluso se levantaba antes que el "despertador", conociéndola, seguramente se había ido a dormir tarde por estar con la laptop de Dédalo y por hacerle el favor decidió despertarla de último.

-¡Annabeth Chase!- Cuando todos los otros hijos de Athena estuvieron despiertos, Malcom fue hasta la cama de su hermana y trató de despertarla, la sorpresa fue que no estaba durmiendo sola y la cara del chico se puso roja, nunca sabremos si de ira o de pena, pero gritó a todo pulmón- ¿QUÉ CREES QUE ESTÁS HACIENDO CON MI HERMANA, JACKSON?

-¿Qué?- Todos, y cuando digo todos quiero decir TODOS los chicos de la cabaña de Athena se acercaron al escándalo para encontrarse con su hermana, durmiendo muy tranquila con un chico pelinegro entre sus brazos, en la misma cama, todos los miraron con la boca abierta y alguien tomó una foto, la chica se movió un poco y abrió los ojos bostezando todavía- ¡Annabeth, explica esto!

-¡Oh Dios mío! Nosotros… sea lo que sea que estén pensando… ¡No fue así!- El griterío consiguió despertar a Percy e inmediatamente fue recibido por las miradas asesinas de todos los hermanos de su novia, quienes empezaron a sacar sus armas- ¡Ey, no le hagan daño!

-Tienes hasta la cuenta de tres para salir de aquí… uno…- Ni bien Malcom había empezado su amenaza que Percy le dio un beso a Annabeth y se lanzó por la ventana- ¡Tres! Olvídalo Jackson, estás muerto…

Y así fue como esa mañana se le prohibió la entrada a la cabaña de Athena y todos los chicos de dicha cabaña lo persiguieron por el campamento hasta que Quirón los detuvo, y por castigo le hicieron lavar los platos, sin ayuda. Sin duda había valido la pena, o al menos eso se decía Percy, porque su defecto fatídico era la lealtad personal y allí estaba él, lavando platos con lava solo por Annabeth.