"Lonely Wolf: Crónicas De Ryoga
Capitulo 1: "Un Lugar al cual pertenecer"Era una esplendida mañana en un bello pueblo cerca de las costas de Japón donde un joven forastero llamado Ryoga Hibiki vagaba luego de partir en busca de un ajuste de cuentas con un viejo rival y de haberse enamorado de una joven al cual su corazón no le era correspondido.
Ryoga hacía tiempo que venía trabajando el pensamiento en su cabeza de que todo esto que él había hecho ya no tenía sentido, incluso los motivos de su venganza ya empezaban a sonar absurdos así que lo más sensato que pudo hacer fue comenzar a pensar en volver a su hogar con su familia el cual había dejado ya hace un par de años pero culpa de que era muy distraído nunca encontraba el camino a donde quería llegar, fue gracias a eso que conoció muchos lugares y muchas personas.
El joven había aprendido a ahorrar el dinero que había ganado mediante los trabajos que iba teniendo en los distintos lugares que llegaba por accidente así fue como conoció al señor Di Stefano un Adinerado hombre Italiano que se encontraba en Japón para abrir una cadena de restaurantes de lujo. Un día asaltaron el restaurante central de su cadena, era una suma de dinero tan grande que podría complicar seriamente su bienestar financiero, Ryoga que justamente iba caminando de frente al criminal lo detiene noqueándolo con una patada en la cara y devolviendo el dinero a su dueño. Este agradecido con el joven lo invita a comer y charlando el hombre le pregunta a Ryoga que es de su vida por que iba con esa mochila y con el aspecto tan desarreglado, Ryoga responde contándole lo sucedidoen el tiempo que se fue de su casa y que después de recapacitarlo consideraba tratar de asentar cabeza y buscar un lugar al cual pertenecer.
El señor Di Stefano vio gran determinación y voluntad así que le tendió una mano ofreciéndole trabajar el tiempo que quiera en el restaurante, Ryoga como todo hombre honorable considero que era una propuesta justa y una buena oportunidad así que acepto y así paso unos cuantos meses con un sueldo bastante bueno y un desempeño que dejaba satisfecho a todos. Un día Ryoga sintió que el vacio de lo que buscaba no se llenaba así que fue con el señor Di Stefano a hablar…
Ryoga:-toca la puerta- disculpe señor ¿puedo hablar con usted? –Entra al despacho-
Di Stefano: por supuesto joven Ryoga toma asiento, ¿qué sucede?
Ryoga: vera señor –Toma asiento- he estado pensando mucho y decidí retomar mi viaje… aun hay algo que me llama de un viejo lugar en donde estuve hace poco y quiero saber que es esa sensación que siento
Di Stefano: como algo inconcluso ¿verdad? O algo que pueda llenar ese vacío que sientes.
Ryoga: exacto, aun que es extraño ya que no tengo nada allí, solo unos conocidos, mi rival y la chica que rompió mi corazón…
Di Stefano: molto bene ragazzo (Muy bien muchacho) si esa es tu decisión puedes irte sabes que eres bienvenido en todo momento y sabes que cualquier cosa que necesites me lo dices –Se levanta y le da un gran abrazo al joven para despedirlo-
Ambos se despidieron y Ryoga volvió a sus andanzas por los viejos caminos de Japón, luego de horas caminando el muchacho decide levantar su campamento en un campo el cual había un lago donde podía bañarse. La noche era muy bella y estrellada, luego de darse un baño en el lago y de lavar la ropa que llevaba puesta Ryoga comienza a preparar su cena para luego descansar.
Ryoga: Que será esa sensación que tengo, por que volver si de allí justamente me fui… -Pensaba mientras comía-
Luego de comer Ryoga se va a dormir para retomar el camino a primera hora del día, la noche era agradable y estrellada. Ya a la mañana siguiente levanta sus cosas y retoma el camino con energía, el joven recorre largos caminos de manera constante a veces a pie y a veces alguna persona se ofrece a llevarlo unos cuantos kilómetros. Los tramos que recorre en vehículos aprovecha para escribir una especie de diario de su viaje, anotar pensamientos, datos, etc.
Habían pasado horas desde que Ryoga retomo su viaje así que considero que era momento de parar a comer, entra a un negocio de comidas y se sienta a esperar ser atendido, una vez atendido hace su pedido al mesero que 15 minutos después vuelve con su comida. La inquietud de esa extraña sensación tenia al joven viajero con la cabeza en las nubes, mientras pensaba miraba una foto de sus padres la cual llevaba siempre consigo y cuidaba con recelo de vez en cuando se arrepentía de haberse ido por algo tan estúpido como arreglar cuentas con su rival de la infancia, ya habían pasado casi dos años desde que se fue y todo por culpa de que no fue lo suficientemente atento como para seguir el recorrido que debía tomar para el enfrentamiento con Ranma su rival.
Terminada de una vez su comida busca una posada donde bañarse y descansar para reponer energías, solo le faltaban unos pocos kilómetros para llegar a Nerima pero tanto caminar lo había agotado a pesar que parte del camino lo hiso detrás de un camión de sandias. A unos metros del negocio de comida donde había cenado había una bella posada y barata mas allá que Ryoga tenía bastante dinero, ya en su habitación se da un baño y se sienta junto a la ventana un rato, el invierno se acercaba a paso firme y eso ponía mas nostálgico al joven…
Ryoga: vaya ya llega el frio, espero poder llenar este vacío que siento y también poder encontrar a mi familia –Suspira- Que habrá sido de mis padres, me fui y no supe nada mas de ellos…
Mientras se mantenía pensativo se acuesta en su cama y se duerme hasta el día siguiente donde retomaría su camino hasta su destino.
