Disclaimer: Harry Potter no me pertenece.

Este fic participa en el Reto #14: "Amortentia al azar" del foro Hogwarts a través de los años.


LIMÓN

A

Con menos de mil habitantes, un castillo encantado en lo alto de una colina y unos acantilados blancos que bordean toda la costa, los lugareños viven sus días con tranquilidad letárgica y repetitiva.

Esto no quiere decir que lleven vidas aburridas: siempre hay algo nuevo que contar o algo que ya se ha vuelto viejo, pero que todavía aporta situaciones y comentarios con los que los lugareños apuestan en el bar de Mart y chismorrean en la tienda de Ava y Jacob.

B

Mia y Summer tienen cinco años, pero ellas dicen que cuando están juntas son más grandes, porque la edad de las dos suma diez y eso ya es lo suficiente mayor como para estar a punto de acabar el colegio. Así que, cuando están juntas son todavía más listas y, justamente por eso, tienen que convencer a sus padres de que no hay demasiado tiempo juntas cuando se trata de ellas dos.

Por suerte para ellas, el hermano mayor de Mia, Zachary, siempre está dispuesto a acompañarlas a jugar en los campos de limoneros si consiguen convencer a Lisa de ir con ellos. Y Lisa es fácil de convencer, porque Summer es su favorita y, con la inteligencia combinada de las dos, pueden usar el encanto de Summer para persuadirla de cualquier cosa. De esta manera, para conseguir que sus padres las dejen jugar juntas, primero persuaden a Lisa, luego le demuestran a Zachary que Lisa irá con ellos a los limoneros y, por último, dejan que Zachary acabe de convencer a sus padres.

Summer dice que el campo de limoneros es el mejor lugar del mundo, porque Mart Segundo les regala limones de vez en cuando y pueden jugar a morderlos sin hacer muecas y ese es el juego más difícil que alguien podría haberse inventado jamás. Y porque si van mucho, quizás descubran el mayor misterio de todos: ¿Quién es Mart Primero? Porque dice Mia, que es la más lista de las dos, que si hay un segundo, quiere decir que hay un primero.

C

Mart Primero es el dueño del bar que se encuentra al pie de la colina, además del tío de Lisa y el primo de un primo segundo de Summer. También es el padre de Mart Segundo. Y el padrino de bodas de los padres de Mia y Zachary, aunque de esto último ya se acuerdan pocos.

Mart Primero es el hombre que los padres usan para espantar a sus hijos, hecho que encuentra gracioso cuando se acuerda que nunca fue capaz de asustar a su propio hijo. Sus vecinos dicen que siempre está serio y hay una broma que lleva años contándose por el pueblo que dice que, si sonriese, ocurriría algún desastre natural. Le han comentado muchas veces que es demasiado serio, pero él tiene la sensación de que se pasa el día sonriendo.

Por ejemplo, cuando su hijo le visita cada noche al bar, poco antes de que los últimos rezagados se marchen, él cree que sonríe durante todas las historias que este le cuenta. Sus favoritas son las de los niños que van a jugar a su campo, las de su sobrina intentando esconderse detrás de un limonero para que las niñas no la encuentren y las del niño de Thomas y Marie corriendo detrás de las tres, intentando atraparlas.

D

Marie es la que lleva la panadería, aunque sea Thomas el que se levante antes cada mañana para amasar y hornear las pastas y los panes. La panadería es la vida de los dos, igual que lo fue de los padres de Thomas antes, e igual que lo son sus hijos.

A Marie le encanta estar en la caja y hablar con sus clientes, le gusta explicar lo que venden y le gusta hablar de sus hijos y Thomas dice que a veces parece que presuma de ellos. Ella nunca se calla, sonríe a mucha gente y siempre le preguntan lo mismo. Ella siempre les explica, con tranquilidad, que le puso Mia a su hija porque era el nombre de la mujer de Mart Primero y se la había querido mucho antes de que se la llevara una enfermedad. Y aunque nadie pregunte, siempre añade que a su hijo lo nombraron así por el padre de Thomas. El viejo, que casi siempre está por la panadería, supervisando la tienda que un día fue uno de los amores de su vida, rebufa y gira los ojos, pero Marie solo ríe más fuerte y sigue contando que a sus hijos les gusta jugar entre los limoneros y que llegan oliendo siempre como el fruto. Cuenta que juegan con Summer, la mejor amiga de Mia, y que Lisa Turpin siempre los acompaña, que es una niña encantadora y guapísima.

E

Zachary, el viejo panadero, odia el olor de los limoneros y que sus nietos lleguen a casa oliendo a ellos.

Jacob, otro viejo amigo que todavía no se ha jubilado y que sigue trabajando en su tienda, le ha apostado que su nieto se va a casar con la niña de los Turpin, una chica pelirroja que pregunta por su nieto cuando va a comprar el pan por las mañanas y que cuando no pregunta por él es porque está en un internado que nadie tiene claro donde está.

Lo peor de todo, es que cuando le comenta a su nieto que apesta a limón, Zachary se ríe y le contesta que Lisa le ha dicho lo mismo. Y a la niña, que lleva a Mia y a su amiga cogidas de la mano, se le colorean las mejillas y le replica que, si se lo dicen tanto, es porque es verdad.