¡Hola a todos! Bueno, llevo tiempo escribiendo, pero es la primera vez que me animo a hacer una historia así. Espero que os guste :3.
Título: After the Storm (AU)
Pareja(s): Tony/Loki...
Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenece, son propiedad de Marvel (pero porque yo se los presté :) y babló.
Argumento: Podría decirse que su vida universitaria no era aburrida. Tenía fiestas por doquier, chicas con solo chasquear los dedos, los mejores amigos que cualquier pudiera desear, unas notas brillantes y un futuro muy prometedor. Pero entonces llegó él y su mundo se volvió del revés.
Advertencias: Es un AU. Hay un poco de OoC (espero que no demasiado).
Capítulo 1: Esto es la guerra.
Otro año más. Ya siente como si la vieja residencia de estudiantes fuera su verdadera casa y no la mansión a varios kilómetros de distancia. Aquí tiene a sus amigos, su vida, su pasado y su futuro. Son ya tres años (contando el que se le presenta), los mejores años de su vida, llenos de nuevas experiencias, de momentos malos pero también buenos, demasiados. Como la vez que Steve se emborrachó por primera vez. Eso sí que había sido increíblemente genial. O cuando Bruce y él había "toqueteado" la alarma de una de las puertas preparadas para la salida de emergencia de la segunda planta y esta no había dejado de sonar durante días. Días, por cierto, en los que el mal humor era latente en todos debido a la falta de sueño. O cuando tuvo la genial idea de retar a Thor a dar tres vueltas al campus universitario a la pata coja y el muy picado se había atrevido a ello. El resultado no fue muy agradable a la vista, desde luego. ¿Qué les depararía este nuevo año?
Como siempre, fue el primero del grupo que habían formado en llegar. En recepción recogió la llave de su habitación, al igual que la tarjeta con la cual podía asistir al comedor desayuno, almuerzo, merienda y cena, los típicos papeles con las normal del recinto que ya se sabía de cabo a rabo (después de todo por algo tenía una mente prodigiosa) y aquellos en los que debían anotar cualquier desperfecto en la habitación. Como había pedido la habitación del año anterior, no habría problema alguno, sin embargo los tomó todos con educación y tras charlas animadamente con uno de los recepcionistas (conocido ya, con el cual bromeaba sin problema) arrastró la maleta por el lugar hasta tomar el ascensor y pulsar el botón con el número cuatro. Aguardó a que las puertas se abrieran y con una sonrisa, tras entrar a la habitación, se tiró en la cama después de cerrar la puerta de una patada. El cansancio debido al viaje tanto en avión como por carretera hicieron el resto y Tony Stark sucumbió al sueño.
Se despierta de golpe, sobresaltado. Los golpes en la puerta de la habitación hacen que termine sentado en la cama con el corazón latiendo a una velocidad alarmante. Tras recuperarse del susto inicial, no tiene ni que detenerse a pensarlo para saber quién o quiénes son los causantes de semejante alboroto. Al fin están aquí, lo cual quiere decir que ha dormido más de lo esperado. Abre la puerta de un tirón, topándose con las sonrisas de Clint, Bruce y Steve. Involuntariamente en su rostro se forma otra sonrisa con la que los recibe.
-Hombre, esperaba más emoción que esa cara de dormido, que no nos vemos desde antes del verano- dice Clint con una ceja levemente alzada. Tony suspira y se rasca la barbilla haciéndose el interesante.
-Habíamos quedado en vernos en la entrada, de todas formas- replica Steve.
-Calma, chicos, que lo bueno siempre se hace esperar- sonríe con arrogancia y al final todos terminan por echarse a reír. Una risa sin sentido que refleja la alegría de volver a estar reunidos.- Nada de abrazos, no quiero que mi heterosexualidad caiga en picado como ocurre con Steve.
-¡Tony!
Mañana comenzarán los días de rutina, de establecer una hora para ir juntos a desayunar, almorzar, merendar y cenar. Comienzan también los días en los que tendrán que levantarse temprano y eso es lo que más fastidia a Tony, que prefiere levantarse cuando le da el sol, no cuando el molesto ruido del despertador taladra su cerebro. Así que en lugar de amargarse desde ya pensando en las tortuosas horas de clase en las que se aburrirá y las cuales se pasará haciendo garabatos en su libreta, opta por disfrutar de lo que queda de día con sus amigos. El grupo aún no está al completo, pero terminarán por unirse al final del día. Seguramente para cenar se reunirán de nuevo.
Bajan al comedor, en el sótano de la residencia (planta 0) con risas y bromas. Clint insiste en preguntarle a Steve si al fin ha conseguido "meter el pajarito en la jaula". Al final semejante pregunta desencadena una pequeña "guerra" que zarandea el ascensor. Eso no hace mucha gracia a Bruce, que termina por ponerse pálido, siempre ha odiado los espacios reducidos, y por ello es el primero que sale del ascensor en cuanto las puertas se abren. Hay poca gente en el lugar, pues se espera que la mayoría regrese esta noche, así que dado el silencio y el eco, el escándalo que han formado se ha escuchado desde las plantas superiores, pero eso no importa.
-Bruce, te has puesto verde- comenta Steve la obviedad- ¿Te encuentras bien?
-Creo que este año también volveré a subir y bajar por las escaleras, eso siempre que vosotros estéis cerca.
-¡Claro que sí, haciendo ejercicio! Que ya se empiezan a derretir esos abdominales- replica Tony, bromeando mientras se adelanta.
-Las personas se enamoran de la mente, Tony, no de los abdominales.
-Bueno, para que escatimar si puedes tener ambas cosas- le guiña un ojo mientras sonríe. Tony confía tanto en su físico como en su cerebro. Rebosa de confianza en sí mismo, una de las cosas por las que consigue todo lo que se plantea.
Entran al comedor y las pocas personas que hay sentadas no disimulan en centrar sus miradas en el grupo que entra. Este es ya el tercer año para Bruce y Tony, también el tercero para Steve y Clint. Además de ser veteranos en el lugar, para todos es de sobra conocido que Stark a sus diecinueve años está en el tercer cuso de Ingeniería en Telecomunicaciones (tres cursos adelantado), al igual que Bruce, en tercero de Ingeniería Química con la misma edad. Los cerebritos. Al igual que ellos son admirados por su inteligencia, Steve no se queda atrás con su físico y su amabilidad. Y bueno, Clint además de por su físico, por las bromas que suele gastar a los menores. Es muy abierto con la gente y consigue que los nuevos se sientan cómodos y se olviden del nerviosismo de llegar a un lugar desconocido para ellos. Se podría decir que llaman la atención allá donde van.
Recogen su bandeja con la comida del día. Saludan a las cocineras a las que ya conocen de sobra, bromean y luego se sientan en una de las largas mesas del final donde tienen vista de todo el comedor.
-Bien, analicemos la carne fresca –murmura Clint mientras se introduce en la boca un trozo de pechuga de pollo.
-Sé de alguien que te mataría por decir eso.
-Sh, Steve, no seas aguafiestas. La gracia de que Natasha no haya llegado consiste en decir cosas que no podría decir mientras ella estuviera delante.
-Más uno a eso. Es buen momento para evaluar la mercancía sin escuchar sus discursos sobre el machismo y el mirar a las mujeres como mercancía- explica Tony después de dar un trago a su vaso de agua-. A ver, ¿qué me dices de la de la camiseta roja y blanca de la esquina? No está mal.
-Tony, esa estaba el año pasado y si no recuerdo mal te la llevaste a tu habitación- replica Bruce como quien habla con un niño pequeño. Tony lo mira con el entrecejo arrugado y luego se echa a reír.
-Cierto, lo había olvidado.
-¿Quién olvida ese tipo de cosas?- pregunta Clint mientras lucha contra una aceituna.
-¡Amigos!- se escucha desde la fila del almuerzo. La voz de Thor retumba por el comedor. Los amigos levantan la cabeza y sonríen al ver como agita la mano con efusividad en dirección hacia ellos. Por detrás ven a la cocinera pidiéndole que pida su comida para que el comedor no se atasque, pero él hace caso omiso.
-Ah, Thor ya está aquí.
-Oh, dios, ¿es cosa mía o está mucho más…fuerte?
-Creo que cuando le dijimos que doparse era malo, no nos hizo caso. ¡Que las vitaminas no son caramelos!
El rubio se acerca a ellos con una sonrisa y deja caer la bandeja sobre la mesa para luego pasar junto a ellos y darles un abrazo a todos uno por uno. Luego se sienta en su sitio y comienza a masticar sonriente.
-¡Es un gusto veros! ¡Ha pasado tiempo! –ríe y comienza a relatarles sus aventuras veraniegas. Bruce lo escucha, pero se nota que está pensando en otra cosa. Tony, por su parte, coge su teléfono móvil y se centra completamente en él, olvidándose del rubio- …y entonces Loki…¡LOKI! Es el primer año de mi hermano en la universidad, chicos. ¡Esta noche cenará con nosotros! Es un poco callado, pero porque es tímido. Estoy seguro de que nos llevaremos todos bien –sonríe mientras mastica. Steve parece ser el único que realmente le prestaba atención, pero igualmente todos asientes y le sonríen. Continúan hablando un rato más, hasta que dejan la bandeja en su lugar y vuelven a sus habitaciones. Acuerdan verse para la cena, más que nada para desempaquetar las cosas antes de agobiarse con las clases.
Es normal que dejen las puertas de sus habitaciones abiertas, después de todo siempre salen de una a otra por los motivos que sean. Son vecinos y casi toda la parte de la derecha de la cuarta planta es de ellos. En la esquina está Thor, en una de las habitaciones más grandes. Después está Steve, Tony, Bruce, Natasha y Clint.
Tony comienza a colocar las cosas en su lugar, pero para ello necesita, como suele decir él "música de ambiente". Lo primero que hace es colocar su aparato de música sobre el escritorio y darle al play. AC/DC comienza a sonar, pero no al volumen suficiente. Gira la rueda del volumen hasta que ni escucha su propia voz cantando la letra de la canción. Se mueve al ritmo mientras coloca en los cajones su ropa, abstraído del mundo. Sabe que a sus vecinos no les molesta, después de todo son sus amigos y están acostumbrados. Y, bueno, tiene un gran gusto musical, no tiene sentido que nadie se queje.
Escucha golpes en el suelo y baja el volumen de la música. Como si alguien desde abajo golpeara el techo, que a su vez es el suelo de su habitación. Tras mirar al suelo con el entrecejo arrugado, los golpes cesan. Entonces vuelve a subir el volumen y hace caso omiso, pero los golpes vuelven a distraerlo. A modo de venganza, comienza a saltar con fuerza siguiendo siempre el ritmo. Al final, su vecino inferior parece cansarse y sonríe triunfante. Por poco tiempo. Los golpes en el suelo de su habitación se traslada a la puerta. Abre la puerta creyendo que es alguno de sus amigos, pero se encuentra con un chico delgado, alto, de penetrantes ojos verdes que lo miran con cara que refleja claramente unas ganas de estrangularle que no son humanas. Ve como mueve sus labios, pero no lo escucha por la música.
-¡¿Qué?!- grita Tony. Los labios del visitante vuelven a moverse, pero sigue sin escuchar nada- PERO QUÉ DICES.
-¡Qué bajes la jodida música, abuelo sordo!- un golpe duro para Tony que se metan con su edad. ¿Acaso ese no sabe quién es él? En ese caso, obviamente se trata de uno de los recién llegados.
-Ah, por supuesto. Si las cosas se arreglan hablando- Tony sonríe y baja la música hasta un nivel normal. El otro murmura un gracias muy escueto y forzado y desaparece por las escaleras. Entonces, Tony vuelve a subir la música, la pone incluso más alta y mira hacia el piso de abajo por el hueco del patio con una sonrisa. Nadie le dice a Tony Stark lo que tiene o no tiene que hacer.
El chico lo mira con los ojos entrecerrados y luego desaparece. Tony continúa apoyado en la baranda un poco más de tiempo, sonriendo. Entonces el chico vuelve a aparecer con una sonrisa siniestra y con algo en la mano. El aspirante a ingeniero lo mira desde arriba con el entrecejo arrugado, tratando de averiguar que lleva en la mano. El moreno alza la mano y lanza lo que llevaba en ella. Tony no se lo esperaba e impacta directamente contra su rostro. Entonces descubre qué es: una bola de papel mojada llena de espuma de afeitar. Se le cuela incluso en su boca y la deja cae al suelo con una mueca de asco y molestia. Desde abajo, el chico ríe y se mete en su habitación dando un sonoro portazo.
"La guerra acaba de comenzar", es lo que piensan ambos.
