Era un día de verano, caluroso y seco. El pueblo se situaba perdido en medio de un desierto en alguna parte del oeste de los Estados Unidos. En la fuente del pueblo, Sora se refrescaba metiendo toda la cabeza debajo del chorro de agua.
-¡Deje de malgastar agua, que este año hay sequía!- grito un transeúnte que pasaba por allí
-¡Métase en sus asuntos y búsquese algo que hacer!- contesto Sora a voces, sacando la cabeza de debajo del grifo. El pelo le chorreaba.
Observo una piedra del suelo, pensando en lo que acababa de decir. "Búsquese algo que hacer"… Ella había nacido en una granja cercana al pueblo y se había trasladado hace poco a el con la esperanza de encontrar trabajo allí, pero no lo conseguía. Se pasaba todo el día, aburrida, dando vueltas por el pueblo, que siempre estaba muy tranquilo y nunca ocurría nada.
Desde la fuente, se oía los gritos de los hombres en el saloon. Mimi, la bailarina de can-can más famosa del pueblo estaba actuando. Mimi era una de las personas con las que Sora había entablado amistad al poco de llegar. De vez en cuando, iba a ver alguno de sus espectáculos. Viendo que el hombre que le había llamado la atención estaba aun ahí, en el porche de una de las casas de la calle, lanzándole miradas de soslayo y viendo que no encontraba nada mejor que hacer, como de costumbre, se calo el sombrero sobre el pelo mojado y decidió ir al saloon a ver el espectáculo. Empujo la puerta del saloon y se retiro antes que las dos hojas le golpeasen el trasero. El saloon estaba hasta arriba de hombres, algunos sentados en las mesas, otros de pie encima de ellas pero todos ellos con sendas jarras llenas de alcohol. Al fondo estaba el escenario. Cinco chicas bailaban levantando sus faldas, saltando y dando patadas en el aire. Una de ellas destacaba entre las demás por su vestido, que era de diferente color y porque era la que mas piropos y aplausos arrancaba al publico. Esa era Mimi. Sora se acerco a la barra.
-Lo de siempre- le dijo al camarero detrás de la barra mientras se quitaba el sombrero. Este le deslizo una jarra rebosante de zarzaparrilla. Apoyada en la barra y bebiendo de vez en cuando, Sora observo el espectáculo de su amiga y sus compañeras. Cuando el pianista toco la ultima nota de la melodía, las bailarinas dejaron de saltar y saludaron y lanzaron besos al público. Luego, bajaron en fila del escenario y las chicas se mezclaron entre el publico excepto Mimi, que se fue a la parte trasera del saloon. Sora poso su jarra encima de la barra, cogió su sombrero y la siguió.
Mimi se encontraba en su camerino. Se quito la coleta y su cabello cayo sobre sus hombros. Se estaba empezando a desmaquillar cuando apareció Sora.
-Bonito baile- dijo apoyando en el marco de la puerta
-Si, como el de todos los días- contesto Mimi pasando el algodón impregnado en leche desmaquillante por sus mejillas- Esto es un aburrimiento
-Si, eso es lo que pienso todos los días antes de irme a dormir- dijo Sora- Pero tú tampoco te deberías quejar, al menos tienes un trabajo. En cambio, mírame a mí. Yo no tengo trabajo porque a todos los que me ofrezco, siempre me dicen- Sora puso voz de falsete- "Las señoritas como tu deben dedicarse al entretenimiento de los hombres"- volvió a poner su voz normal- Y yo me niego a ponerme un vestido como lo que tienes que utilizar tu
-No me imagino a ti vestida con este traje que llevo ahora- dijo Mimi con una risita
En ese momento, alguien apareció. Era Kari, la dueña del hostal del pueblo, donde se alojaba Mimi.
-Buenos días Mimi. Hoy no tienes correo- dijo Kari
-Que novedad- contesto Mimi sarcásticamente
-No entiendo por que abandonas tu puesto en el hostal para decirle a Mimi que no tiene nada de correo- comento Sora
-Es una excusa para salir de allí- contesto Kari- Ya sabes que tengo mas gente en el restaurante que en el hostal y es un suplicio alimentar a todos esos hombres hambrientos que encima te pagan a medias.
-Este pueblo es una mierda- dijo Sora entre dientes
-Y que lo digas- dijo Kari tristemente
-Otra persona con trabajo que esta protestando- se quejo Sora- La que debería protestar soy yo, que si que no tengo nada que hacer
-No, si tu ya protestas. Unas diez veces al día más o menos- dijo Mimi mientras se quitaba el contorno de ojos
-No te pases de lista, Mimi- le amenazo Sora, aunque al final, acabo soltando una carcajada contagiosa
-Tendré trabajo pero es que me a mi me gustaría tener a alguien con quien compartir mi vida- dijo Kari dejando de reírse- Me gustaría formar una familia...
-No eres la única, Kari- suspiró Mimi
-A mi no, paso de atarme a alguien y quedarme el resto de mi vida criando hijos- comentó Sora mirando hacia otro lado
-¿Seguro?- pregunto Kari inquisitoriamente
-Seguro- contesto Sora calándose el sombrero hasta las cejas
El dueño del saloon entro en el camerino y se acerco a Mimi, ignorando a las otras dos chicas.
-¡Eh, Mimi! ¡Muévete, que están todos esperándote!
-¿No ves que me he quitado el maquillaje?- chillo Mimi
-¡Me da igual! ¡No te pago para que estés todo el día sentada frente al espejo!- vocifero él y se fue del camerino
-Pagarme dice- murmuro Mimi- Bailo todos los días y no tengo ni dinero para pagarme una casa propia, tengo que vivir en la habitación de un hotel
-En fin, yo creo que tengo que volver al restaurante, se acerca la hora de la cena- dijo Kari
-Yo daré una vuelta por ahí- dijo Sora metiéndose las manos en los bolsillos de los vaqueros
-Y yo tendré que volver a maquillarme- dijo Mimi de mala gana- Hasta mañana entonces
Sora y Kari se despidieron de Mimi y salieron del camerino. Cruzaron el saloon lleno de hombres que manoseaban a las compañeras de Mimi sin que a estas les importase realmente.
-Esto parece un prostíbulo, pero al menos Mimi no es una perra como ellas- comento Sora mirando todo el panorama de su alrededor por el rabillo. Salieron las dos del saloon y Kari se despidió de Sora y se dirigió a su local. Sora siguió dando vueltas por el pueblo con las manos en los bolsillos. Paso al lado de la comisaría. El sheriff Joe estaba clavando tres carteles de busca y captura en la columna de madera.
-¡Por fin un poco de animación!- exclamo Sora efusivamente
El sheriff Joe, que no había visto llegar a Sora, al oír su voz, se asusto y se dio con el martillo en los dedos. El sheriff Joe era muy asustadizo, hasta tal punto que a veces tenía miedo de su sombra. Sora siempre se había preguntado que hacia una persona tan inepta dirigiendo la comisaría y la única respuesta que encontró es que un pueblo tan tremendamente aburrido no necesitaba de un sheriff competente.
-Buenas tardes seño... señorita Takenouchi- saludo el sheriff llevándose el dedo golpeado a la boca
-Déjese de formalismos, sheriff ¿Se cree que no me entero de todo lo que se dice a mis espaldas, que de señorita no tengo un pelo? Usted, el doctor Izumi...- lanzo un escupitajo acertando en la escupidera que tenia al lado- Pero no me importa, eso ya lo se, podéis decirlo en mi cara
-Por... Por supuesto...- dijo Joe chupándose el dedo
-Entonces por fin tenemos algo de animación en este maldito pueblo- comento Sora frotándose las manos mientras miraba los carteles
-Un mensajero ha venido hace poco con estos carteles comunicándome que andan por los alrededores una banda de tres forajidos
Sora observo los carteles. Uno de los forajidos se llamaba Yamato Ishida y, aunque la foto era en blanco y negro, se podía intuir que era rubio. Otro, Takeru Takiashi, también era rubio. El tercero en cambio se podía distinguir claramente que era moreno. Este se llamaba Taichi Kamiya. Por la cabeza de cada uno se ofreció una suculenta recompensa. Sora observaba atentamente los carteles, deteniéndose en cada detalle de cada uno de los forajidos. En la cara se le estaba dibujando una sonrisa.
-¿Sabe sheriff? Creo que voy a ir a por ellos
Bueno, bueno, bueno. Reescritura de un fic mío antiguo, escrito hará ya tres años o así. Estaba el otro día repasando todos los fics que tenia subido a y di con "Hey you, little woman", que recuerdo haber escrito para una web sobre las chicas de Digimon hace muucho y que luego subí al tal cual. Pues bien, leía los reviews y todos comentaban lo cortos que eran los capítulos y demás, y realmente, tenian razón. Por eso me ha dado por hacer la versión remasterizada (o el remake… Yo estas cosas siempre las mezclo XD) alargando si se puede capítulos, agregando o incluso cambiando alguna cosilla. Así, me entretengo con la reescritura en estas vacaciones de navidad XDDD Alguns habrán leído ya la versión "antigua" de este fic, otrs podrán leerlo si no se aguantan a ver el final XD o el distinto desarrollo. Y yo me guardo parte del free talk para el siguiente capitulo XDDD
