Disclaimer: La mayoría de los personajes pertenecen a nuestro grandioso sensei Hidekaz Himayura.
Pareja: Spanglish, UKSp, SpUK o como quieran llamarle.
Parejas mencionadas: Prusia x Hungría, Romano x Bélgica, México x Canadá y una pareja sorpresa al final.
Aclaraciones:
En letra normal, los eventos en tiempo presente.
En letra cursiva, los eventos en tiempo pasado.
Los diálogos en "…" son pensamientos del personaje.
Esta historia esta basada en la canción "Rumores" de Joan Sebastián y Lisa López.
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Rumores.
1
De un tiempo a la fecha…
El sonido del despertador saco de su sueño a Arthur. Apago el molesto pero necesario aparato, se sentó en la cama y volteo a su lado dándose cuenta que el español aun dormía abrazado a la almohada tan profundamente como un bebé. No le sorprendía en absoluto, su pareja gustaba de las siestas además no podía negar que era precioso dormido y le encantaba que en las noches Antonio se pegara a su cuerpo y él correspondía el gesto abrazando su cintura… gesto que había desaparecido.
Ahora que lo pensaba también los reproches que recibía del español últimamente se habían esfumado. En un principio pensó que Antonio estaba aplicándole la ley del hielo pero se dio cuenta de forma sorprendente que sus comentarios no era sarcásticos ni con doble intención. En su fuero interno se alegró que Antonio comprendiera que primero era el trabajo y luego la diversión pero su comportamiento se volvió más distante como si viviera con un compañero y no con su pareja. La lejanía dolía y ese dolor empezaba a entrar en pecho echando raíces que se esparcían por todos lados estrujando su corazón.
─Shit.
Arthur se levantó de la cama, molesto por tener esos pensamientos a esa hora de la mañana. Entro en la regadera intentando que el agua lavara esos malos pensamientos de su mente. Al salir se encontró con la habitación vacía como cada mañana, el español era débil ante la comida. Suspiro antes de entrar al comedor esperando algún reproche por no llegar a la hora acordada y llevar a Antonio a bailar a algún antro de la ciudad.
─Good mornig, Tony.
─Buenos días, Arturo ─coloco el desayuno frente al inglés─, buen provecho.
─Thanks ─probo el platillo y como siempre estaba delicioso─ ¿No tienes algo que decirme?
Antonio puso cara de estar pensando pero finalmente negó con la cabeza. Arthur no se sorprendió, hace un tiempo que su pareja no le reclamaba nada, pero esperaba que el dejarlo plantado a propósito ayer en la noche hiciera reaccionar al español.
─Ahora que lo pienso… ─el inglés alzó la mirada de su plato esperando el estallido del carácter del español pero se decepciono al no obtener lo que esperaba─ Alfred llamó en la tarde, nos espera en su casa para navidad.
─Bien.
Desilusión era lo que se estaría viendo en su cara, supuso Arthur. Antonio paso por su lado recogiendo una canasta con víveres, supuso que en su día libre iría con sus amigos del Bad Touch Trio a un día de campo.
─Nos vemos en la noche.
─Saluda de mi parte a Prussia e insulta al wine bastard en mi nombre.
─Hoy no me acompañara Gilbert, al parecer Alemania lo castigo por acabarse el solo toda la cerveza de la despensa, solo seremos Francis y yo ─y agrego negando con la cabeza─: No pienso insultar a mi amigo por tu capricho.
Solo seremos Francis y yo…
Esa frase quedo grabada en su mente, el no confiaba en esa rana pervertida, solo un ciego no vería como France se le insinuaba descaradamente a Antonio en cada reunión o fiesta mundial sin molestarse en disimular en su presencia, eso era el colmo. Por su mente pasaron miles de situaciones en las que el bastardo aprovechaba para manosear a Antonio no teniendo nadie que se lo impidiera.
De repente se dio cuenta del silencio en el comedor y salió de su ensimismamiento al escuchar la puerta cerrarse a su espalda. Salió a paso rápido en busca del español, convérselo que se quedara en casa adelantando pendientes o saliera con sus pequeños como llamaba a los latinos antes que irse con el francés.
─¡Tony!
─¡Adiós, Arthur!
El inglés solo observo como el automóvil del español se perdía por la avenida.
─¡Bloody hell!
El rubio, furioso se subió en su automóvil y se dirigió a su trabajo soltando maldiciones por todo el camino.
─¡Bonjour, Antonie!
─¡Como has estado, Francis!
─Muy bien, mon ami ─deslizó uno de sus brazos sobre los hombros del español─ ¿Y tú? ¡No me digas, lo sé por tu lindo rostro, el cejón es pésimo amante!
─¡Shut up, wine bastard!
─No le hagas caso ─se soltó de Francis y beso la mejilla de Arthur─ Tu y yo sabemos que no es verdad.
El inglés no dijo nada pero se mantuvo al pendiente de los avances de su molesto vecino.
─Solo estoy jugando con Antonie, quita esa cara amargada mon ami.
Arthur no le creyó, solo era cuestión de ver como el francés intentaba tocar a su español en publico, en un principio pensó que el bastardo solo lo hacía para ponerlo furioso, ahora no sabía realmente que pensar del asunto… ¿Y si France realmente le atraía Antonio, si no era para divertirse intentando sacarlo de sus casillas y ponerlo en ridículo, y la meta del francés desde un principio era seducir al español?
─¿Arthur, que sucede?
─Nada, ayer no pude dormir.
─¡Oh, ya veo! ─dijo la reina con tono jocoso.
Arthur casi se atraganto con su té al darse cuenta de la sonrisa ladina de Elizabeth II. Quería decirle que se desveló por pensar en su relación con Antonio la cual se estaba llevando el demonio, pero no estaba seguro como decírselo o si era correcto contarle algo tan personal a su regente.
─No es lo que usted piensa, majestad.
─¿Entonces porque ese sonrojo?
El sonrojo del rubio era porque estaba furioso por todos los pensamientos torturadores que poblaban su mente últimamente sin que pudiera hacer nada para evitarlo.
─Con su permiso me retiro, su majestad.
Antes que la Reina Elizabeth II pudiera formular una respuesta, el inglés se había escabullido por una de las puertas que daban al jardín del palacio de Buckingham. Arthur camino por el jardín intentando calmarse y que el intenso sonrojo de su rostro se esfumara. Se dejó caer sobre una de las bancas de madera cerca de unos frondosos rosales. Las flores tuvieron el efecto contrario al que esperaba, le dieron imágenes poco tranquilizadoras a su mente.
─Y una lagrima cayo en la arena, ay en la arena cayo tu lagrima… la que quisiera, quisiera encontrar… me pediste un beso, tú me pediste un beso en la orilla del mar y como no te lo daba, como no te lo daba te pusiste a llorar…
─¿Tony? ─el aludido dejo lo que estaba haciendo para voltear a ver al inglés.
─El primer ministro quiere verme, sorry, no podré ir contigo al cine.
─No te preocupes ─volvió a sus actividades ocultando la tristeza con una sonrisa─ le pediré a mis amigos que me acompañen.
Eso ocurrió hace unas dos semanas. Estaba cegado con su trabajo que no le dio la importancia que requería y ahora le estaba pasando una cruel factura.
Pensara en mí en estos momentos, se pregunto mentalmente. Arthur no sabía que pensar, esa distancia que había puesto el español desde hace unas semanas no era extraña si se ponía a analizar sus salidas con sus amigos que podrían bien ser salidas con France. Después de todo, él era el culpable por dejar de lado a su pareja y esa rana pervertida aprovecho la oportunidad. Ahora que lo pensaba, en muchas ocasiones hizo oídos sordos a los reproches de Antonio sobre lo muy concentrado que parecía en el trabajo, reclamando no tener la atención que merecía de su parte.
Alfred se acercó a decirle algo sobre un robot o algo por el estilo porque no puso atención, bueno nunca le prestaba atención a sus comentarios poco inteligentes pero ese día estaba algo distraído.
Antonio llevaba días comportándose extraño a su parecer, cada vez que salía por cuestiones de trabajo le dejaba una nota o se despedía con un simple "Vuelvo luego" ¿Dónde habían quedado esos "Me harás mucha falta" y "Te echare de menos estos días" acompañados de unos besos y cariños?
─¡Arthur…!
La voz de Alfred cruzo su mente, detectando el toque de alarma volteo para ver su cara que intentaba decirle algo más pero fue demasiado tarde y no logro esquivar al mesero con canapés y termino estrellándose contra el muchacho. Con horror se dio cuenta que parte de su saco estaba manchado, se apresuró a llegar a uno de los sanitarios para intentar limpiar su saco. Escucho voces acercándose y se escondió en uno de los cubículos… no quería ser visto en tan bochornosa situación.
─No te agüites Mateo, ya están grandecitos para saber lo que hacen.
─Uno de ellos está en una relación estable.
─Cada quien hace de su vida un papalote, además todos ya se dieron cuenta que le están haciendo de chivo los tamales, menos el mismo cornudo como siempre.
─¿Crees que debemos decirle?
─No, sé que lo quieres mucho pero no deseo que te metas en camisa de once varas o el que terminara pagando los platos rotos serás tú… ya sabes cómo es… él tiene que darse cuenta por si mismo, de lo contrario no creerá nada de lo que digas.
─Me preocupa su reacción cuando se entere.
─Solo hay que rogar a Dios que no les meta unos plomazos.
Arthur supuso que el canadiense había puesto una cara de horror ante lo dicho por el latino por el silencio que le siguió.
─No pienses más en eso ¿Si?
─Oui.
La puerta del sanitario se abrió y cerró en silencio. Arthur salió del cubículo y limpio su saco preguntándose quienes serían los protagonistas de tal comedia, no es que le importara pero como se expresaron ambos americanos era alguien muy cercano a ellos y seguro él lo conocía. Con su saco limpio salió directo a la sala olvidándose de la información que escucho en los sanitarios.
Ahora todo tenía sentido: los cuchicheos en la última reunión de la ONU, las risitas nada discretas de sus molestos hermanos y algunos latinos especialmente Argentina y Venezuela, las visitas de Matthew más frecuentes… ¡Él canadiense lo sabía y no se atrevió a decírselo! ¿Por qué? ¿Por temor o por no lastimarlo?... y ese bastardo de México le metió en la cabeza que él podía desquitarse con su ex pupilo.
Todos estaban al tanto que Antonio le era infiel con France y él era el único idiota que ignoraba la situación… sintió la ira cubriéndolo por completo.
Arthur no perdió tiempo en marcar el número de uno de sus espías encargándole la misión de localizar a Antonio lo más rápido posible. A los diez minutos llego un mensaje con la dirección de un restaurant y al parecer Antonio no se encontraba solo. El rubio sin perder tiempo salió hecho una masa de furia dispuesto a recuperar lo que por derecho es suyo.
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Notas de la autora.
1.-El titulo de la historia es la primera línea de la canción Rumores.
2.-La canción que canta España en los recuerdos de Arthur es "Una lagrima cayo en la arena" del cantante Peret Celyn Rique.
3.-Argentina y Venezuela no se llevan de las mil maravillas con UK por motivos territoriales.
4.-Diccionario de mexicanismos:
No te agüites: No te preocupes.
Hacer de su vida un papalote: Cada persona decide sobre su propia vida.
Hacer de chivo los tamales: Serle infiel a tu pareja.
Cornudo: Persona a la que su pareja le es infiel.
Meterse en camisa de once varas: Tener problemas graves.
Pagar los platos rotos: Pagar las consecuencias de las acciones de otras personas.
Plomazos: Disparos de un arma.
Todos sabemos que Francia y UK parecen no poder vivir un solo día sin picarse las costillas mutuamente y que nuestro francés es todo un casanova. Por ese motivo coloque a Francis como el tercero en discordia y se que las fanáticas del Frain o SpFr estarán felices.
