En una pequeña aldea en la época feudal una hermosa Miko de cabellos achocolatado con hermosos ojos azules le contaba un cuento a su pequeña y dulce hija, la cual escuchaba atentamente las palabra de su madre con sus brillantes ojos verde claro.

Cuento

Hace mucho tiempo una miko llamada Miyuki se enamoro perdidamente de un apuesto Daiyokai llamado Sesshiro, se conocieron cuando ella estaba en el bosque en busca de plantas medicinales; al principio Miyuki y Sesshiro se veían como enemigos, como tales peleaban cuando se encontraban pero al ser ambos igual de fuertes ninguno salía vencedor en sus combates.

Varios meses pasaron en los que ambos se fueron conociendo mejor tanto hasta el punto en que se hicieron amigos, los rumores sobre su amistad se extendieron por toda la región y tanto los humanos como los youkais no veían con buenos ojos esa amistad; así pues los Youkais decidieron que era mejor eliminar a la sacerdotisa que perder a un poderoso Daiyoukai, Miyuki fue atacada por numerosos youkais y a pesar de su poder no consiguió derrotarlos a todos.

Estaba preparada para que los youkais acabaran con su vida pero grande fue su sorpresa a ver que Sesshiro la rescato, los profundos e hipnotízates ojos dorados de Sesshiro la miraron con preocupación mientras se acercaba a ella.

-Miyuki te han hecho daño? Estas herida?- le pregunto el con su voz de barítono tan dulce y masculina que hizo estremecer a la miko.

-Me has salvado, Sesshiro… tu… me has salvado- tartamudeo Miyuki sin poder creer que el la hubiese rescatado.

Sesshiro la miro alzando una ceja ante su incredulidad pero al captar el olor de su sangre se acerco a ella y la tomo entre sus fuertes brazos acunándola contra su torso, Miyuki temblaba como una hoja pero se sintió protegida entre los brazos de Sesshiro a pesar de que ellos eran enemigos por naturaleza algo en sus corazones había cambiado.

Desde ese día Miyuki siempre se sonrojaba al tener cerca a Sesshiro y su corazón latía con fuerza al estar a su lado, Sesshiro al cabo de un tiempo se dio cuenta de los sentimientos de Miyuki y decidió que ya no podía ni debía esconder sus propios sentimientos hacia la miko; Miyuki y Sesshiro se prometieron amor eterno con la luna llena y las estrellas como testigo entregándose así el uno al otro para siempre sin embargo la felicidad de ambos duro poco tiempo pues Sesshiro tuvo que regresar a las tierras del este pertenecientes al Clan de Inu youkais negros del cual el era el heredero.

Miyuki lloro su marcha a pesar de que el dijo que volvería a por ella, por su compañera pero esto nunca sucedió y el corazón de Miyuki se rompió hasta que una luz de esperanza ilumino su vida; el nacimiento de su pequeño cachorro…

Fin del cuento

La miko paro su historia al ver que su pequeña hija estaba dormida y sonrió acariciando su rostro, "no siempre estaré aquí mi pequeña por eso debes de ser fuerte y algún día puede que tu averigües que ocurrió con tu padre, mi amado Sesshiro" suspiro la miko por sus pensamiento mientras se dormía junto a su hija.

Continuara…