¡Hola a todos y a todas! Sé que dije que continuaría con los fics que dejé a medias hace unos años...pero la verdad es que algunos ni recuerdo lo que tenía pensado para ellos, así que decidí empezar a escribir algo nuevo, que siempre tuve en mente pero que jamás me atreví a empezar. Y creo que no escribiré otra cosa hasta que este fic termine o este a punto de teminar (Tengo en mente que quede largo, pero por supuesto dependerá de la aceptación que reciba)
Sin más demora les dejo con el fic:
Introducción: Bienvenidos a un mundo de oscuridad
Miró por la ventana con el deseo de poder ver lo que antaño veía; el cielo azul sobrevolado por aves cantando, el verde de su jardín y el vaivén de la ciudad, pero se volvió a topar con la cruda realidad de un mundo sumido en la oscuridad y en la ruina, en el que apenas quedaban seres vivos que lo habitasen. Todas las especies se encontraban en peligro de extinción, especialmente la humana, de la que apenas quedaban unos miles de supervivientes que por tener la suerte de vivir en lugares aislados consiguieron librarse de la masacre y entre los afortunados estaba ella… Asomada a la ventana de un segundo piso de lo poco que quedó de lo que un día fue la gran mansión Capsule Corp. En una habitación oscura adornada solamente por un antiguo sofá y una mesa redonda con sillas de madera alrededor en las que solía merendar con su hija cuando esta era más pequeña.
La cerró rápidamente dando un fuerte golpe, no quería seguir contemplando ese horrendo paisaje. De un momento a otro las lágrimas comenzaron a brotar de sus mejillas. Antes esto era muy frecuente, lloraba prácticamente todos los días, aunque poco a poco comenzó a asimilar su situación e intentaba mantenerse fuerte. Lo que más le dolía no era el hecho de ver su planeta en tinieblas, tampoco el haber perdido a sus padres y amigos, ni si quiera el tener que aceptar el humillante trato que él le propuso durante todos estos años. No, lo que más le dolía es que en el fondo sabía que la culpa de todo aquello era suya…Jamás debió confiar en él.
Sus amigos se lo advirtieron, pero ella no quiso hacerles caso. En esos momentos estaba convencida de que aquel hombre que un día llegó del espacio para destruir su planeta en el fondo no tenía un corazón tan malvado, lo atribuyó todo a los años que pasó siendo esclavo de ese tal Freezer y tenía la firme idea de que si el lagarto pudo convertirlo en un ser malvado, ella podría lograr todo lo contrarío. Lo invitó a su casa y pasó tres años conviviendo con él sin que hubiese ningún problema mayor que sus habituales disputas verbales domésticas e incluso llego a enamorarse de él y tuvieron un hijo…Todavía era capaz de recordar su pequeño rostro moreno, sus bellos ojos azules celestes, aquella mirada tan parecida a la de su padre…¿Qué habría sido de él? La última vez que lo vio fue antes de que Vegeta derrotara a los androides, después de eso el príncipe se lo arrebató de sus manos y se lo llevó con él. Ya habían pasado veinticinco años y desde entonces, a pesar de reunirse más de una vez con Vegeta, no había vuelto a ver a su hijo…
—¿Qué te pasa mamá? —la voz de su dulce hija la sacó de sus pensamientos
—Nada cariño, está todo bien—contestó intentando mostrar la sonrisa más cálida posible
No le gustaba que su hija le viese con mala cara, siempre fingía que todo iba bien. Aunque a estas alturas era en vano. Bra acababa de cumplir 16 años y era perfectamente consciente de la crítica situación en la que se encontraba su planeta.
— Mamá, no hace falta que finjas más, pero no te preocupes—la joven trató de consolar a su madre—El señor Gohan y yo hemos estado entrenando duro, soy muy fuerte, pronto acabaré con él y vengaré a tus amigos y a papá
Al oír esto último, Bulma no pudo evitar que se le volvieran a escapar las lágrimas. Por si no fuera poco con todo lo sucedido además tenía a su hija viviendo en una mentira que ella misma le contó. Cuando la pequeña Bra le preguntó por su padre fue incapaz de contarle la verdad, le dijo que era un héroe que murió unos años después que los demás guerreros Z intentando retar al tirano. Se juró a sí misma que algún día debía de contarle la verdad a su hija pero nunca tuvo las fuerzas para hacerlo y lo peor de todo fue rogarle a Gohan que corroborarse su falsa historia. Odiaba el hecho de mentir a su pequeña, pero no tenía otro remedio, no podía decirle que su padre era el mismísimo demonio y mucho menos contarle la macabra manera de la que fue concebida…
—Perdona—se disculpó la joven al ver la triste expresión de su madre—No debí haberle mencionado
—Está bien, no es culpa tuya, sólo que hoy no me encuentro bien. Creo que voy a irme a descansar un rato
—Descansa todo lo que necesites, yo he quedado esta tarde para entrenar con el señor Gohan
—¡¿Otra vez?! —exclamó la mujer peliazul asombrada—Pensé que ya habíais entrenado esta mañana
—Sí, es cierto, pero tenemos que emplearnos a fondo si queremos derrotarle a él y a su bastar…—Bra se llevó las manos rápidamente a la boca, aunque ya era demasiado tarde, no debió revelar esa información a su madre
—¿Su bastardo? ¿A qué te refieres con eso? —preguntó algo confusa
—Bueno, el señor Gohan y yo investigamos un poco sobre él para intentar localizar su paradero. Aún no estamos seguros al cien por cien de donde se encuentra, pero mientras mirábamos la prensa intergaláctica descubrimos que tenía un heredero, supongo que sería su hijo pues parecía de su misma raza. Es un joven de pelo lila, ojos azul celeste y unos veinticuatro o veinticinco años de edad más o menos y supongo que será casi tan poderoso y malvado cómo él
Bulma quedó en shock al oír la noticia. Debido a su lejanía con el resto de planetas habitables del Universo y la escasez de personas que residían en ella llegaban pocas noticias de nivel intergaláctico a la Tierra y ella no se molestó en obtenerlas pues sólo deseaba aislarse de lo sucedido. Ese joven debía ser…
—¿Sabes cómo se llama ese heredero? — preguntó con la intención de confirmar, o más bien desmentir, su escalofriante pensamiento
—Creó que se llamaba Trenks o Trunks, no lo recuerdo bien, algo parecido, pero eso no tiene importancia ¡Acabaré con él y con el malnacido de su padre! —gritó la muchacha llena de entusiasmo y a la vez ira, pero al ver el rostro serio de su madre cambió su expresión—No te hable antes de ese heredero porque pensaba que no me dejarías luchar contra los dos juntos, lo siento
Ni siquiera estaba prestando atención a las disculpas de su hija. Todavía seguía conmocionada por lo que le acababa contar. Su hijo Trunks estaba vivo, no sabía si alegrarse o deprimirse aún más. ¿Qué tipo de vida habría llevado con ese monstruo? Seguro que lo habría convertido en una especie de psicópata como él. Cayó rendida al sofá víctima del agotamiento, apenas eran las cuatro de la tarde y sentía que por hoy ya había tenido suficiente.
Tan pronto como se dio cuenta, Bra acomodó a su madre en el viejo sofá. Encontraba natural que no le gustará la idea de tener que enfrentarse a un enemigo más, pero no esperaba que tuviese una reacción tan negativa ante la noticia
—¿Quieres que te traiga un vaso de agua? —ofreció al ver el rostro mareado de su progenitora
—Sí, por favor, cielo
La observó que bajaba rápidamente a la cocina. Su hija era un ángel, siempre se preocupaba por ella y sobre todo por la seguridad del planeta y del Universo en general y por ello se entrenaba duramente. No podía evitar compararlo con aquellos años en los que Vegeta entrenaba para vencer a los androides, en lo referente al carácter y la perseverancia Bra se parecía mucho a su padre, aunque dadas las consecuencias, quizá prefería que los androides hubiesen acabado con él, o mejor aún, que Goku no hubiese enfermado y hubiese acabado él mismo con los androides y con Vegeta a ser necesario. Cuanto extrañaba a su amigo Goku…
—Aquí tienes el agua, mamá—le tendió el vaso amablemente—Te juró que acabaremos con él y seremos felices de una vez
Bulma esbozó una media sonrisa, le encantaba ver a su hija tan motivada pero temía que ese exceso de motivación la hiciese anticiparse llevándola a la perdición
—Bra, cariño, entrena lo que puedas pero por favor no te apresures. La máquina del tiempo estará pronto preparada y podremos pedir ayuda a Goku, hasta entonces te ruego que no intentes nada peligroso
—Pero mamá—se quejó—esa máquina del tiempo lleva "casi estando" desde hace más de cinco años…
—Lo sé y lo siento—se disculpó—Pero debido a que todo está destruido me cuesta mucho encontrar material para trabajar y me tomaría aún más años ir a buscarlos a otros planetas
—Lo comprendo—asintió la muchacha con resentimiento y después se agachó para darle un besito en la mejilla su madre—Voy a entrenar, llámame si te encuentras peor
—Descuida —le correspondió el beso a su hija—Nos vemos esta noche ¡Da lo mejor de ti! — se despidió intentando transmitir confianza a la joven
—Chau mami, ¡Recupérate!
Tan pronto como su hija abandonó la sala volvió a desmoronarse. No tenía ningún problema en que Vegeta muriese, a pesar de que en algún momento se enamoró de él ahora le odiaba con toda su alma por lo que le hizo a sus amigos y a su planeta y especialmente por la manera en la que la traicionó. Pero Trunks….ahora después de veinticinco años se había enterado de que su hijo seguía vivo pero que debía acabar con él. No, seguro que habría alguna manera de rehabilitarlo…Aunque lo mismo pensó con Vegeta y acabó arruinando su vida y sometiendo a su maldad al resto del Universo.
Resopló al dejar la habitación, su madre seguía con la ridícula idea de crear una máquina del tiempo. Por muy inteligente que fuese su madre lo de los viajes en el tiempo era sólo cosa de películas. Pero ella se empeñaba en que podía lograrlo. Estaba decidido, no iba esperar ni un segundo más al loco y ridículo plan de su progenitora. En cuanto se viesen preparados ella y Gohan lucharían contra el tirano y su hijo. Y si su maestro decidiese no apoyarla y esperar al plan imposible de su madre iría ella misma sola a luchar contra los dos. Ya estaba harta de este mundo de oscuridad y quería vengar a los fallecidos, especialmente a los amigos de su madre y sobre todo a su padre. Inconscientemente, Bra apretó los puños presa de la irá, con tanta fuerza que incluso se hizo daño a sí misma. En su interior se juró que esta pesadilla acabaría pronto
Mientras tanto, en un lugar lejano del Universo un hombre de pelo y ojos negros como el azabache sonreía orgulloso mientras pegaba otro sorbo al enorme cáliz de vino. Él se encontraba sin ropa, con sus partes cubiertas sólo por una fina sábana y rodeado por tres mujeres completamente desnudas de distintas razas alienígenas la cuál más bella que la anterior pero con sus cuerpos cubiertos de moratones por el rudo trato que tenía su amo hacía ellas.
El hombre se levantó de la cama sin apenas dedicarles una mirada a las mujeres que yacían junto a él. Se asomó al balcón, bebió otro trago de vino y miró orgulloso al firmamento. Prácticamente cada una de esas estrellas que brillaban como luceros le pertenecían. Sabía que ese día llegaría, aunque tardó más de lo esperado. Perdió mucho tiempo en la nave de Freezer y luego tuvo que pasar unos años en un planeta llamado Tierra que aunque carecía de valor económico le fue muy útil para mejorar su técnica de pelea. Allí libró la batalla que hasta ahora le pareció la más complicada de su vida contra dos androides con aspecto de humanos, pero aún con dificultades consiguió vencerlos y aumentar aún más su poder, y con el insecto de tercera muerto por una simple enfermedad vio el camino completamente despejado para cumplir su sueño.
Volvió a beber otro sorbo, a decir verdad, el mayor atractivo de aquel insignificante planeta eran las bellas mujeres que habitaban en él, eran muy parecidas a las saiyajin y eso de cierta manera le excitaba, incluso tuvo un hijo con una peliazul durante su breve estancia. Se llevó unas cuantas antes de marcharse a modo de esclavas sexuales, y a la madre de su hijo le concedió una especie de trato.
Tomó de nuevamente del cáliz y volvió a la cama con las mujeres. Ahora al fin tenía todo lo que siempre había deseado: Era el más poderoso, poseía la mayor parte de los planetas del universo, tenía un gran harén y un inmenso ejercito a su disposición, una cuantiosa fortuna, y un heredero perfecto. ¿Qué más podía pedir?
Quizás felicidad…
NA:
¿Qué les pareció? Quizá un poco corto, el siguiente capítulo casi con toda seguridad será más largo y profundizaré más en los sentimientos de Bulma, Bra e igualmente en los del Gohan de esta extraña línea temporal en la que Vegeta logró cumplir su sueño ( Creo que nuestro príncipe se merecía conseguirlo aunque fuese en un Universo paralelo ;) )
Cualquier duda que tengan estaré encantada de responderla bien en el mismo fic o por mensaje privado. Un saludo y gracias por leer :)
LadySSJ
