Bueno este es el primer fic que publico asi que decidi empezar con una traduccion de un two-shot en ingles que me encanto y queria que mas personas conozcan esta bella historia.

Declaración: este two-shot no me pertenece, fue hecho por alwaysZutarian. Yo solo me encargue de la traduccion de su historia, asi que todos los derechos reservados a su legitima autora. GRACIAS

Espero que les guste tanto como a mi :)

UN BUEN PLAN capitulo 1

Allí estaba él. El chico más popular de la Secundaria Roku. Al que cualquier chica daría lo que sea para salir con él. Capitán del equipo de fútbol americano, fútbol, lucha libre, y el equipo de esgrima. Sobresaliente en todo lo que es el atletismo. Fue elegido presidente de la clase, derrotando fácilmente a su rival, Jet. Había una especie de aire de liderazgo alrededor de él, lo cual hacia que todo el mundo lo siga donde quiera que valla.

Katara lo observaba desde detrás del su grueso libro de historia cuando entró a la clase de Historia Antigua. Tan pronto como se sintió su presencia, toda la clase se quedó en silencio y volvió la cabeza hacia la puerta. Katara rápidamente miró su libro mientras él miraba alrededor del aula para que él no se diera cuenta de que lo estaba observando. Lo miró de nuevo mientras se abría camino a su escritorio que estaba casi al otro lado del aula y un poco más atrás de donde estaba sentada.

Él era el heredero de la familia más rica de la región, aunque a Katara realmente no le importaba mucho eso. No sólo era el chico más rico de la escuela, también era el chico más guapo, y donde quiera que iba, dejaba a su paso un rastro de baba de sus fanáticas. Era muy alto, delgado pero musculoso, con la piel pálida y libre de imperfecciones, una nariz aristocrática, y el pelo negro azabache corto que a veces caía sobre sus cejas oscuras. Pero la más asombrosa característica que le llamó la atención fueron sus inusuales ojos de color oro que brillaban tan intensamente como el mismo sol.

Zuko era su nombre y Katara sentía una enorme atracción por él.

Ella trató de pararlo, honestamente lo intento, desde que se negó a ser como otra de las chicas tontas que suspiraban por él. No quería caer ante en el chico más popular como en esas películas románticas cursis. Él era ese tipo de persona que no le importa nada más que su reputación y a sí mismo... al menos, eso era lo que ella pensaba. Pero a pesar de que siempre se recordaba a si misma de estas cosas, era incapaz de detener el maldito desarrollo de atracción. Había algo en él que le llamaba la atención.

Todo comenzó el primer día de su nueva escuela en segundo año, y Sokka, su hermano mayor, la había dejado para que se pudiera "mezclar con la multitud", como él lo llamaba. Cuando su madre murió el año pasado, su padre decidió que se mudarían, junto con su abuela, de la región rural del sur cubierta de nieve y comenzar de nuevo en la soleada ciudad del oeste. Ella no conocía a nadie en esa nueva ciudad o en la escuela, por lo que había estado buscando su aula por sí misma, pero con el tiempo se perdió en la gran escuela, en donde había más gente que toda la población de su ciudad natal.

Ella estaba tratando de averiguar cómo se suponía que el pequeño mapa, que le dio la anciana en la oficina de la escuela, funcionaba. Cuando se topó con Zuko. Ella lo miró con sorpresa pero después, para su vergüenza, se congeló cuando lo vio. Él la miró con los ojos dorados más inusuales que ella había visto en toda su vida. Ella sintió que su corazón estaba corriendo un maratón y su rostro estaba tratando de imitar a un tomate, así que se disculpó y rápidamente se alejó.

Siguió buscando su clase cuando de repente él chico corrió hacia ella y la agarró de la muñeca después le preguntó si se había perdido. Ella lo admitió tímidamente, y tenía un pequeño rubor, que luego se intensificó cuando él le sonrió y se ofreció a acompañarla a su próxima clase. Ella le había regresado de inmediato la sonrisa y aceptó su oferta incluso antes de que ella supiera que él era el chico más popular de la escuela. Esa fue la única y la última vez que habían hablado.

Lo más discreta que pudiera ser, Katara observó como Zuko se sentó en su escritorio y de inmediato fue aferrado por su novia, Mai, una de los otros estudiantes más ricos de la escuela. En serio, ¿qué pudo haber visto Zuko en una chica súper delgada, sin emociones, y fría como ella? Él merecía algo mejor que eso. Cada quien con sus gustos, se decía con un pequeño encogimiento de hombros, aunque no podía dejar de sentir los celos que se formaban en su pecho. Tuvo que apretar los dientes por el sentimiento.

Realmente, ¿qué es lo que vio en Mai? Katara estaba segura de que si estuviese en su lugar sería una novia mucho mejor que ella y lo trataría como a una persona y no como a una cuenta bancaria y haría cualquier cosa para hacerlo feliz y-

¡Woah! ¡Alto ahí, chica! Katara mentalmente se regañó a sí misma. ¡Será más doloroso si continúas pensando esas cosas!

Ella asintió con la cabeza, mentalmente, a su lógica, pero otra vez sus ojos fueron atraídos por él como un pez indefenso a un anzuelo con un gusano retorciéndose. Ella observó con curiosidad como Zuko retiró los delgados brazos de Mai de alrededor de su cuello con una mueca antes de mirar en su dirección.

Sus ojos se encontraron por un momento y Katara sintió que su corazón dejó de latir así que rápidamente volvió a mirar su libro y fingió estar ocupada con su trabajo escolar. Podía sentir que su cara se incendiaba y esperaba que él no se diera cuenta de que lo estaba mirando. ¡Enamoramiento estúpido! Esperaba que se le pasara pronto, pero sólo parecía aumentar desde la primera vez que lo vio, cuando se trasladó a la Escuela Secundaria Roku el año pasado. ¡Lo cual era simplemente estúpido e irracional!

Ella sabía que su enamoramiento era una tontería ya que era imposible que Zuko se fijaría en ella. Es posible que ni se acuerde de cuando chocaron entre sí. Tal vez ni siquiera sabía que ella existía. ¿Por qué lo haría? Ella no era rica, ella no llevaba ropa de marca o tacones altos de boutiques caras. Y aunque sabía que no era fea, ella se veía a sí misma como a una muchacha de diecisiete años de aspecto ordinario, no era alguien especial que atraería la atención de un chico como Zuko. Tampoco ayudó que los otros chicos de la escuela no la inviten a salir. Lo que la confundía , sin embargo, desde hace un tiempo algunos chicos se le acercaban como si estuviesen interesados en ella y después de unos días la evitaban por completo. ¿Habia algo mal en ella? Katara frunció el ceño ante esos pensamientos y después negó con la cabeza. De todos modos, Zuko tenía una novia (aunque aún no podía entender por qué era La princesa del hielo Mai) y Katara no era una de esas chicas desesperadas que hacían cualquier cosa para conseguir al chico que querían, incluso si eso significaba destruir una relación.

A pesar de todo eso, todavía no pudo hacer que sus sentimientos desaparezcan. Maldita sea. Tal vez cuando Zuko se gradué en unos pocos meses y todos se separen, ella superaría su tonto amor platónico y sería capaz de seguir adelante.

Sí, eso parecía ser un buen plan.

Un golpe duro en su brazo la sacó de sus pensamientos y saltó en su asiento por la sorpresa.

"¡Ay!" gritó Katara cuando se volvió para mirar a su atacante.

"¿Ves?, te dije que la traería del país de los sueños", su mejor amiga, Toph, comentó con una enorme sonrisa en su rostro.

"Sí, pero no tienias que pegarle tan duro," Aang, el novio de Toph, amonestó suavemente para después alegremente sonreír a su amiga que se estaba frotando su brazo lastimado. "Entonces, ¿qué te tenía tan pensativa, Katara?"

Katara se sonrojó de nuevo.

"Yo ... yo estaba ... eh ..." ella tartamudeó y después levantó los apuntes que había hecho para estudiar para el examen de historia que iban a tener la próxima semana, y sonrió triunfalmente, "Estaba estudiando para la prueba, por supuesto! "

"Claaaaro" Toph hablo con sarcasmo y rodó sus ojos verdes. "Sé que el aburrido examen no era en lo que estabas pensando para hacer que tengas esa estúpida mirada en la cara." Ella ignoró la protesta indignada de Katara y sonrió. "Apuesto a que estabas pensando en un cierta persona con el pelo oscuro y ojos dorad- "

Katara se levantó de su asiento y puso su mano sobre la boca sonriente de Toph.

"¡Cállate!" dijo entre dientes.

Toph era la única que sabía sobre su enamoramiento con Zuko y Katara ni siquiera se lo dijo! Toph era así de buena. Y Katara quería mantener sus sentimientos por el estudiante de último año en secreto.

Katara miró a su alrededor cuando la clase se quedó en silencio y se sonrojó cuando vio que todos, incluso su amor platónico, la miraban fijamente. Soltó a una Toph sonriente y rápidamente se volvió a sentar, tapándose la cara con las manos y gimiendo de vergüenza. Ella levantó la vista a través de sus dedos y lanzó mirada fulminante a Toph cuando la muchacha de baja estatura se echó a reír. El resto de la clase se encogió de hombros y continuaron con sus chismes.

"Así que tenía razón, ¿eh?", Dijo Toph con aire de suficiencia, "Siempre la tengo."

"¿De qué están hablando, chicas?", Preguntó Aang con curiosidad mientras las miraba. "¿En quién estabas pensando, Katara?"

"¡Nadie!" Exclamó Katara: "¡No le hagas caso a Toph! ¡Tú sabes que ella es una loca! "

"Una loca que siempre tiene la razón", Toph respondió con otra sonrisa.

"Lo que sea," Katara resopló para después dejarse caer en su asiento. Esperaba que Zuko no creyera qué era una rara o algo así.

Lo que no sabía era que Zuko estaba pensando en ella, pero no en que era rara. Sino en algo que jamás se hubiese imaginado.

Allí estaba ella. La chica más interesante y más bonita que había visto en su vida. Zuko vio como sus amigos se sentaron a su alrededor y comenzaron a hablar en voz baja. Se recostó contra su silla y siguió observándola.

Tan pronto como entró al salón de clases, sus ojos buscaron a la única persona que siempre tenía ganas de ver en esta clase en particular. Él había suspirado por dentro, cuando la vio sentada en su asiento habitualmente cerca de las ventanas, casi al frente de la clase, con un libro en sus manos, ni siquiera levantando los ojos para verlo.

Katara era su nombre, un nombre único y bonito como ella, y él tenía un poco de vergüenza en admitir que estaba enamorado de ella. Él, Zuko, el chico más popular y sereno de la escuela, estaba enamorado! Ella no era una de esas chicas ricas y populares que frecuentaba, pero esa fue una de las razones por las que se sintió atraído por ella, como una polilla a la luz.

Todo comenzó el primer día de su tercer año y había estado en su camino a clase. Agradeciendo a su suerte por haber sido capaz de evitar a Mai toda la mañana cuando de repente una chica que nunca antes había visto chocó contra él mientras doblaba una esquina. Observó en silencio como un adorable rubor cubría sus mejillas mientras ella lo miraba y se disculpaba, después se apresuró en seguir su camino, revisando, con un papel en su mano, las habitaciones por las que pasaba. Era obvio que estaba perdida, y antes de que pudiera pensar en ello y sin saber por qué, fue rápidamente hacia ella. Le preguntó si necesitaba ayuda tan pronto como se acercó y agarró su delgada muñeca. Ella volvió a mirarlo y él quedó hipnotizado por sus grandes ojos cobalto que lo miraban a los ojos. Ella esbozó una sonrisa de agradecimiento y encantada aceptó su oferta. Esa había sido la última vez que habían hablado. Él era un grado más adelantado que ella y por eso nunca estuvieron en las mismas clases. Hasta ahora. Sin embargo, a pesar de que no habían hablado desde ese incidente eso no significaba que no la estuviese mirando. Todo lo contrario, se aseguró de observarla desde una distancia prudente al menos una vez al día, de manera sutil, por supuesto.

Con una sacudida mental de su cabeza, Zuko se acercó a su mesa sin reconocer a los otros estudiantes e ignorando la mirada de ensueño, irritante y hambrienta de las chicas que lo miraban en su camino. ¿Realmente piensan que le gusta ser mirado como a un trozo de carne de la calidad más alta y cara, o qué?

Se había resistido a la tentación de gruñir cuando Mai se aferró a él tan pronto se sentó.

"Hola, Zuko. Así que vas a decirme a donde vamos a ir esta noche? "Mai preguntó en lo que él creía era un tono seductor mientras se apretaba más a él.

"Te dije que hoy tengo práctica de fútbol." Respondió Zuko, ni siquiera molestándose en ocultar la irritación en su voz.

"Oh, vamos, Zuko," Dijo Mai mientras envolvía sus brazos delgados alrededor de su cuello. "Sólo falta a la práctica. ¿Cuál es el problema?"

Ella nunca entiende, Zuko pensó con rabia.

"Te dije que no," le dijo con firmeza mientras quitaba sus brazos de encima y frunció el ceño.

Mai entrecerró sus ojos oscuros. Y olfateó delicadamente mientras miró hacia otro lado.

Mai puede ser su novia, pero de ninguna manera sentiría algo por ella. Se conocían desde que eran niños, pero la única razón por la que estaba saliendo con ella era porque su padre deseaba tanto que sus familias se unieran en el futuro y así llegar a ser aún más rico. Como si su padre no fuese lo suficientemente rico ya! ¿Por qué tenía que ser sacrificado por la avaricia de su padre?

No sólo eso, tampoco había algo en Mai que le interesara. Ella era una mujer con la típica belleza clásica y aristocrática, sí, con su oscuro, pelo liso, piel blanca y largo cuello, pero aun así era fría, aburrida, materialista y superficial, siempre pensando que ella estaba por encima de todos los demás, sobre todo ahora que él era su novio.

Zuko se apartó de ella y alzó la vista hacia lo que él llamó su "obsesión secreta". Captó la mirada de Katara por un breve instante, y su corazón se aceleró en su pecho pero ella miró hacia su libro. Él frunció el ceño. ¿Por qué siempre hace eso? Cada vez que entraba a la clase, ella apartaba la mirada, y estaba seguro de que no era porque él era horrible. Simplemente le daba ganas de esforzarse más para que ella lo notara.

Fue distraído de sus pensamientos cuando vio que alguien le dio un puñetazo a Katara en el brazo y casi se puso de pie por ira, en modo de protección, pero se relajó cuando se dio cuenta que eran sólo sus amigos. Luego vio que hablaron con ella y se preguntó qué fue lo que la chica baja había dicho para que Katara salte de su silla y cubra su boca para después mirar a su alrededor con timidez. El rubor que apareció en su rostro hizo que su corazón latiera fuerte y él sonrió con diversión cuando ella se dejó caer en su asiento por vergüenza.

Mai no se compara con Katara. Por supuesto, él no lo podía saber con certeza ya que sólo había hablado con ella una vez, pero a lo que había observado, Katara parecía ser completamente diferente a Mai o cualquiera de las otras chica. Katara siempre tenía una sonrisa en su rostro que dirigía a todos con los que se encontraba y siempre trataba de ayudar a alguien cuando tenía un problema o los acompañaba a la enfermería si se habían lastimado. Incluso escucho que a veces ayudaba a la enfermera a cuidar de los pacientes. Ella era una estudiante muy buena, una de los mejores de su clase, y era presidente del Club de Embajadores, y era muy buena con eso. Ella era una especie de chica amable y tranquila, pero que no tenía miedo de efrentarse a las chicas populares con el fin de defenderse o defender a otro pobre estudiante que estaba siendo intimidado. Ella se había hecho amiga de muchos de los estudiantes que habían sido marginados y molestados por los chicos populares, y a cambio no dudaron en devolverle el favor cuando ella necesitaba su ayuda. Él nunca pensó que una chica pudiera hacer muchas cosas y eso fue lo que lo intrigó.

Otra cosa que le gustaba era que ella era la capitana del equipo de natación, lo cual era obvio ya que era una excelente nadadora. La forma en la que se movía bajo el agua la hacía verse como a una sirena. Lo hacía con gracia y naturalidad. Y ¿cómo sabía esto?

Zuko tomó una mirada al cuerpo esbelto pero con curvas de Katara y se movió en su asiento mientras su cara ardía. Bueno ... la verdad era que él siempre hacia excusas para caminar junto a la piscina después de la práctica de fútbol. Y la forma en que el agua hacía brillar su piel bronceada, y se deslizaba por sus brazos y piernas largas y más su traje de baño azul oscuro que parecía abrazar cada curva ...

Zuko se movió de nuevo en su asiento y mentalmente negó con la cabeza. Ahora no era el momento de pensar en esas cosas. Sin embargo, una vez que regrese a la intimidad de su dormitorio en casa, sin duda disfrutaría de esos recuerdos y fantasías ...

Dejó escapar un suspiro de alivio cuando el profesor entró en la habitación y les ordenó a todos a calmarse y tomar sus asientos para que las clase comenzara. Una vez que la clase estaba en silencio, el profesor les recordó de la prueba de la próxima semana. El viejo ignoró los gemidos de los estudiantes mientras comenzó a escribir sus notas de clase en la pizarra. Era uno de esos antiguos maestros que prefería las tizas en lugar de marcadores borrables.

Zuko tomó un descanso de la aburrida lectura y discretamente miró a Katara. Sonrió ligeramente cuando la vio anotando rápidamente todo lo que su viejo maestro decía con una mirada estudiosa en su bonita cara.

Agni, estaba preciosa. Ella tenía el pelo chocolate y suave que caía en ondas por su espalda, la piel del color caramelo, labios que pedían ser besados, un cuerpo pequeñito pero bien proporcionado (después de todo la había visto en traje de baño), y un par de los ojos más azules que jamás había visto enmarcados por largas pestañas negras.

Sin embargo él no era el único que se dio cuenta de su belleza. Frunció el ceño cuando se dio cuenta que el tipo sentado junto a Katara la miraba de nuevo. Parece que el chico no había tomado el indicio de que ella estaba fuera de sus límites. Zuko tenía que hacer algo para que ese tipo vea su error tal y como lo hizo con los chicos a los que había amenazado por haberse atrevido a acercarse a Katara para que nunca más vuelvan a mirarla. Él sabía que prohibirles a otros chicos salir con ella estaba mal, sobre todo porque estaba en una relación con Mai, aunque era contra su voluntad, no le da el derecho de hacerlo. No podía soportar la idea de que otro hombre bese y abrase a Katara!

Zuko se relajó cuando finalmente el muchacho apartó la mirada de Katara cuando el profesor lo escogió para contestar una pregunta. Se llevó una mano a su corto pelo, y nuevamente se apoyó en su asiento mientras volvió a fijar sus ojos en el cuerpo de la muchacha de ojos azules. Nunca antes había experimentado los celos, pero ahora parecía que ese sentimiento estaba constantemente en él junto con el enamoramiento y el anhelo que sentía por ella desde que había conocido a Katara.

Le hacía sentir y pensar cosas que nunca había pensado que eran posibles. En realidad se encontró con ganas de conocer a una persona. Quería hablar con ella, para llegar a conocerla mejor, para acercarse a ella. Todo un año había pasado desde su primer encuentro y sólo han hablado algunas palabras entre sí, pero se propuso que sería diferente este año. Este era su último año en la escuela secundaria antes de ir a la universidad para obtener un título en negocios internacionales para que pudiera prepararse cuando se hiciera cargo de la empresa familiar, y si él no hacía algo, entonces tal vez nunca la vería de nuevo después de eso.

Zuko levantó la cabeza hacia un lado para mirar a Mai cuando ella le clavó sus uñas largas en su brazo. Se apartó de su doloroso agarre para mirarla con furia sin alertar el viejo profesor. Ella entrecerró los ojos hacia él para después mirar hacia donde Katara estaba olvidadizamente sentada y él sabía que ella lo había sorprendido mirando a Katara de nuevo. Levantó una ceja negra como diciendo '¿y qué?', y ella sólo le siseó antes de volver a mirar de nuevo al frente de la clase.

Suspiro mientras también puso atención a la clase. Él no quería ser tan insensible con Mai tampoco quería hacerle daño, pero él simplemente no podía evitarlo, especialmente cuando ella actuaba desagradable con él o cualquier persona que tuvo la mala suerte de ponerse en su camino cuando se enfadaba. Esa era sólo otra de las razones (además de sus sentimientos por Katara) de que la decisión que había tomado, hace unos meses, de romper con Mai se hiciera más agradable y urgente a medida que pasaba el tiempo.

Se recostó en su silla y cruzó los brazos sobre su pecho mientras pensaba las cosas en su cabeza. Primero tenía que romper con Mai, y una vez hecho eso, intentaría (como su tío Iroh diría) 'cortejar' a Katara hasta que ya no aparté la mirada cuando él aparezca y hasta que él empiece a gustarle. Sólo estaría satisfecho hasta que ella decida salir con él.

Sí, eso parecía ser un buen plan.

Katara tarareaba alegremente mientras el agua caía en una de las cabinas de las duchas en el vestuario de las chicas. Puso su ropa seca en un taburete que estaba al lado del casillero que iba a utilizar, mientras trataba de mantener la toalla alrededor de ella, y puso su traje de baño mojado en su bolso para poder lavarlo cuando llegue a su casa. Una vez que el agua estaba a la temperatura que a ella le gustaba, Entró a la ducha y dejó caer la toalla a fuera.

Dejó salir un suspiro contendo tan pronto como el agua caliente corría por su piel para después proceder a lavar su cuerpo y su pelo y reanudó su tarareo. La práctica de natación había sido intensa hoy, y aunque todas las demás se había ido hace unas horas, ella decidió a nadar un poco más antes de tener que llegar a casa y preparar la cena para Sokka, su papá, y Gran-Gran. Ya podía oír las quejas, en voz alta, de Sokka si ella no tenía la comida lista para que él lo devorara una vez que llegue a casa de su trabajo de tiempo parcial.

"Katara! ¿Por qué eres tan mala con tu adorable hermano mayor? ", Solía llorar dramáticamente para después quejarse indignado cuando ella golpeaba la parte trasera de su cabeza y su padre se reía y su Gran-Gran suspiraba con una sonrisa en sus delgados labios.

Katara sonrió con tristeza. La muerte de su madre había sido muy dura para todos ellos, pero se las arreglaron para seguir siendo una familia feliz.

El vapor se elevó por encima de la cabina de la ducha mientras el agua seguía cayendo sobre ella mientras se enjuagaba y perfumaba su largo y castaño pelo con champú de lavanda. Katara continuó a tararear la suave melodía y después se detuvo cuando se dio cuenta que estaba tarareando la canción que Zuko había estado silbando ese día en clase de historia. Un rubor apareció en sus mejillas al recordar la sonrisa torcida que le había dirigido cuando se inclinó sobre su escritorio para preguntarle si tenía un lápiz de más, a pesar de que él tenía uno en su escritorio, y afilado, más encima! Con un pequeño encogimiento de hombros, ella le había entregado uno extra y le lanzó una sonrisa rápida para después volver a mirar sus notas y ocultar su confundido rubor.

Había pensado que él no sabía quién era ella. Así que se sorprendió cuando al día siguiente que Toph casi había revelado su secreto, Zuko se sentó en el escritorio que estaba junto aL suyo, miró al chico que había protestado de que ese era su lugar hasta que sabiamente se retiró a otro asiento, y luego la miró para darle una sonrisa de suficiencia. Ella lo miró boquiabierta por un momento y después se dio vuelta para mirar a su asiento habitual para ver si estaba defectuoso o algo así, pero ella vio que estaba perfectamente bien. Y se confundió a un más cuando vio que Mai todavía estaba sentada en su escritorio y la miraba con enojo. Katara casi tuvo un ataque al corazón cuando Zuko la saludó y le preguntó sobre el próximo examen. Ella penso que no sabía su nombre y allí estaba él, hablando con ella como si en realidad se conocieran!

Sin embargo, las semanas pasaron y las cosas se hicieron aún más extrañas y confusas. Zuko salía de la nada y comenzaba a hablar con ella. Él le ayudaba con sus libros y caminaba junto a ella a clases, incluso le pidió que se fuera su compañera para el proyecto que tenían que hacer en la clase de historia. Él se reunía con ella en la biblioteca para estudiar e incluso se sentaba con ella, Toph, Aang y sus otros amigos en la mesa del almuerzo, como si lo hubieran estado haciendo durante años! Al principio ella había sido un poco tímida (y tuvo que admitir que parecía un poco sospechoso ya que era Zuko después de todo) y para su vergüenza, ella tartamudeaba y se sonrojaba cada vez que hablaba con ella. Pero a medida que los días se volvieron semanas, y esas semanas se convirtieron en cinco meses, dejó su inquietud y empezó a hablar con él, como si hubiesen sido amigos durante muchos años. Y ahora tenía ganas de ver su hermoso rostro y oír su voz cada mañana en la escuela y no podía esperar a que el fin de semana se acabe para que pudiera correr a la escuela y estar en su presencia.

Katara bajó la cabeza y dejo que el agua cayera sobre su espalda. Dios, ¿qué tan patética podía llegar a ser? Casi estaba actuando como una de esas chicas locas que, se había prometido a sí misma, no iba a llegar a ser. Pero eran sólo amigos. Eso estaba bien, ¿verdad? Sólo estaba enamorada de él un poco, eso es todo.

Gah! ¡¿A quién estoy engañando?! Katara gritó en su cabeza. Ya no es un estúpido enamoramiento! Me enamoré de él, maldita sea!

Y ahora el dolor iba a ser peor, una vez que se valla a la universidad y nunca más lo vea. Y entonces su corazón se rompería cuando la noticia de que está comprometido con una chica rica, hermosa y refinada, llegue a sus oídos, y entonces ella sería conocida como la vieja loca y solterona que tenía más de una docena de gatos que viven en su apartamento mientras ella lloraba por su amor no correspondido.

Katara se echó a reír mientras un sollozo escapó de su garganta. Levantó la cabeza y le dio la bienvenida a la relajante sensación que sentía mientras el agua le golpeaba la cara y se mezclaba con sus lágrimas.

Así que esto es lo que quieren decir sobre la angustia adolescente, Katara reflexionó mientras sollozó silenciosamente.

No, ella era más fuerte que esto. Ella no iba a dejar que su amor no correspondido por Zuko la desanime. No iba a dejar que nadie vea lo mucho que le dolía, y ella se graduará con honores, y luego comenzaría su carrera como pediatra, y tendría éxito!

Aunque realmente quería que Zuko la besara, y la amara, y tal vez se casara algún día con ella, y entonces tendrían una docenas de lindos bebés y-

Woah! Basta con esos pensamientos, chica! Katara se reprendió de nuevo por centésima vez en el último año para después comenzar a quejarse, estúpidas hormonas adolescentes ...

Hizo una pausa a su angustia mental cuando unas cuantas risitas femeninas llegaron a sus oídos por encima del sonido del agua que corría. No sabía qué alguien más estaba ahí.

Terminó rápidamente de ducharse, cerró el grifo, y asomó la cabeza. No vio a nadie allí, pero estaba segura de que había oído algo.

"¿Hola? ¿Hay alguien ahí? "Katara gritó.

Nadie respondió, el silencio era inquietantemente, el único sonido que llegó a sus oídos fue su respiración, y un escalofrío le recorrió la espina dorsal.

"Espero que los rumores que escuché sobre un fantasma que rodea la escuela no sean reales", murmuró para sí misma y negó con la cabeza.

Con un encogimiento de hombros, Katara volvió a meter su cabeza en la ducha y retorció su cabello por el exceso de agua, suspiró mientras sus anteriores pensamientos sobre Zuko resurgieron en su mente. Intento agarrar su toalla seca de donde la dejó, pero su mano sólo tocó aire vacío y frunció el ceño. Tal vez la colocó con su ropa seca sin darse cuenta. Abrió la gruesa cortina de la ducha solo un poco para mirar el pequeño taburete, pero se congeló en estado de shock.

"¡¿Dónde está mi ropa?!" gritó ella.

No había nada en la silla! Su falda, su camisa, y su ropa interior no estaban allí! Incluso su traje de baño mojado y la toalla faltaban!

"¡¿Qué demonios?!", Dijo entre dientes en pánico, "¡¿Cómo se supone que voy a salir de aquí?!"

Ooh, cuando agarre al responsable que le hizo esta broma, se aseguraría de que nunca se metan con ella otra vez! Pero ¿por qué alguien le haría esto? Nunca had molestado a alguien, ella trataba de ser amable, por lo que no merecía esta humillación.

Katara podía sentir que las lágrimas empezaban a picar sus ojos en señal de frustración, pero rápidamente las limpio y se compuso. No hay necesidad de entrar en pánico. Tenía un juego extra de ropa en uno de los casilleros que le habían dado para su equipo de natación. Sólo tenía que correr a su casillero, agarrar su ropa y correr de regreso antes de que alguien la vea desnuda.

Sí, buen plan, buen plan.

Katara escuchó con atención durante unos minutos por cualquier sonido que le pudiera indicar que no estaba sola, y cuando no oyó nada, jaló la cortina de la ducha a un lado y corrió hacia su casillero. Dejó escapar un suspiro de alivio cuando llegó y no se encontró con alguien, a cualquiera de las otras chicas no les hubiese importado caminar por ahí enseñando sus cuerpos, pero a ella sí. Desbloqueo el casillero y rápidamente abrió la pequeña puerta, cogió todo lo de adentro y corrió de vuelta a la cabina de la ducha.

Una vez a salvo en el interior, Katara se puso rápidamente su par extra de ropa interior y pantalones cortos y comenzó a buscar sus otros artículos de ropa. Para su horror, se dio cuenta de que no había un sujetador o una camisa. Lo único que quedaba eran sus zapatos negros. ¿Por qué le sucedía esto a ella? ¿Qué iba a hacer? No podía caminar a casa medio desnuda!

Katara gruñó en sus manos. Si tan sólo tuviera su celular, pero se le olvidó sacarlo de su mochila cuando se lo dio a Sokka para dejarlo en casa antes de ir a trabajar. Valla suerte la suya. ¿Y ahora qué? La escuela debe estar completamente abandonada y no quería pasar la noche ahí. Además, no quería preocupar a su familia si no volvía a casa.

Podía hacer un atajo a través del parque para llegar a su casa en vez de tomar las calles pobladas, como siempre lo hacía. El parque estaba casi siempre vacío durante este tiempo del día y si ella era rápida y lo suficientemente cuidadosa nadie llegaría a verla, pero eso aún no cubría el hecho de que su pecho estaba descubierto.

Su cabello húmedo cayó sobre su hombro y en su pecho y se estremeció. Estaba a punto de tirarlo por encima del hombro cuando una idea formó en su cabeza. Tenía el pelo lo suficientemente largo para cubrir sus senos, no era exactamente un escudo seguro, pero era lo mejor que tenía, y todo lo que tenía que hacer era cubrir su pecho con sus brazos mientras corría por el parque vacío y entrar por la puerta trasera de su casa.

Katara asintió con la cabeza. Bueno, lo único que tenía que hacer era dejar la escuela y asegurarse de que nadie la vea. Apartó el pelo y lo puso sobre sus pechos para después cruzar sus brazos sobre ellos. Respiró hondo y salió de la ducha.