Los personajes de KHR no me pertenecen.
Violación de intimidad.
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No era que fuera tan importante realmente. A él no le importaba, en absoluto. Frunció las cejas y sintió un tic nervioso en su frente. No, no le importaba.
—¿Qué coño haces?—preguntó exasperado, su cabellera plateada brillo con la luz artificial del foco que estaba en el techo, una pequeña risa se escapo de los labios de Yamamoto.
—Estoy buscándote unas ropas Gokudera.—dijo Yamamoto con la cabeza en el armario del chico bomba, Hayato arrugo más el ceño fruncido. —¿Sabes? Mañana es nuestro aniversario. ¡Dos años saliendo juntos! Nunca pensé que duraríamos tanto...Bueno, no te ofendas, pero siempre pensé que me dejarías, por eso quiero atesorar este aniversario.—empezó a hablar con más rapidez y Gokudera agudizo el oido. Yamamoto miraba con el ceño fruncido las ropas negras grises y tonos opacos de su novio, suspiro. —¿No tienes ropa más...colorida?
Suficiente. Gokudera tenia suficiente, ese idiota llegaba a su casa, le besaba apasionadamente en la puerta de entrada y luego dejaba su mochila en la sala para luego entrar directamente a su habitación y rebuscar en su armario ropa... ¿Colorida?
¡¿Colorida?! ¿Acaso ese imbécil no veía como vestía siempre? ¿Era ciego...? Aunque eso no era lo realmente importante, no, lo que importaba era ese invasión a su intimidad.
¡Estaba violando su intimidad!
Yamamoto se dejo caer en el suelo con pesadez, riendo alegre con esa estúpida sonrisa impregnado en sus labios. Hayato farfullo insultos y avanzo a zancadas, lo agarro de la camisa con furia y lo tiro con más fuerza al suelo, poniéndose arriba.
—¡Estas violando mi intimidad, imbécil!—rugió molesto. Takeshi sonrió. —¡Y encimas sonríes! ¡Tch!—grito zarandeando, el chico del béisbol le sujeto de la cintura apegando su oreja en el pecho de Gokudera, soltó un tranquilo suspiro antes de besar la piel expuesta de su cuello. Hayato se sonrojo y ladeo la cabeza avergonzado.
—Gokudera.—llamo tranquilo casi con suavidad, el italiano soltó un quejido. —¿Te apetece quedarnos mañana en tu casa? Tal vez sea mala idea lo de la cita...—suspiro besando la mandíbula del chico, acariciando sus mejillas y su plateada cabellera.
—Tch.
—Lo tomare como un sí. Por cierto Gokudera...—pidió nervioso enredando sus dedos en el pelo del chico. Gokudera le miro interrogativo. —Vi unas esposas en tu armario...¿Será que eran para...?
—¡Estúpido friki del béisbol! —grito Gokudera Hayato a punto de matarlo, con las mejillas rojas y calientes.
N/A. No sé porque razón pero visualice está escena —seguramente pensé que sería más o menos así la cita que tendrían estos dos después de dos años de relación sentimental.—aunque, me agrado un montón escribirla. En fin, espero que os guste y gracias al que deje un R&R —por Dios santo, que no cuesta nada.— Adiós.
