La Segunda Guerra Mundial tuvo un final. En cambio, Hetalia nunca nos lo mostró. A pesar de lo duro que nos resulta esto, Italia finalmente terminó pactando con los Aliados y reivindicándose contra Alemania. Tal como nos cuentan los hechos históricos, el pacto sucedió el 8 de septiembre de 1943, aunque Italia nunca declaró la guerra a Alemania.

Basado en hechos reales, los sentimientos que propago en cada momento siento que fueron de verdad así. Esta historia está redactada según mi gusto, por supuesto.

A pesar de que tenía esta idea en la cabeza desde hace mucho tiempo, quiero añadir que me inspiré mucho escuchando la canción de "réquiem for a dream" de "The London Ensemble" o bien más dramática con "Réquiem For a Tower" (esta última quizá queda mejor) de ahí viene que se nombre así el fanfiction. Recomiendo que la pongáis mientras lo estáis leyendo, resalta bastante el dramatismo de la historia.

La historia es corta, y ya tiene el final escrito. Sin embargo la voy a dividir en pequeños capítulos ya que la historia se divide así, en pequeños episodios.

Por último quiero añadir que este fanfic se lo dedico a Luli, que representa Alemania en un foro de rol. Y como yo soy Italia, pues quería "regalárselo" : 3 ~

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Prólogo.

Llovía. Finas gotas como pequeños dardos caían del cielo esa fría y oscura noche, bañando aquel escenario tan caótico que se mostraba ante ojos de todos causado por las guerras.

Sin luz existente, todo ser estaba apagado o bien careciente de vida. Así es como era la guerra, y así había que aceptarla.

Divisadas allí al fondo había casas de aldeanos derrumbadas, hechas añicos y convertidas en cenizas y madera ardiente. El suelo estaba impregnado de carbón y pólvora; la tierra se había vuelto negra y los campos estaban quemados y podridos. La niebla era tan opaca que escondía el paisaje de alrededor, incluso las montañas más altas.

Dos personas habían sobrevivido a aquella catástrofe. Parecían ser los únicos sobrevivientes de la zona. Uno de ellos se recostaba en el suelo herido, otro lo observaba del revés, con su cabeza entre los pies.

*¿Cómo… ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? *

Una pistola cargada, dispuesta a disparar en cualquier momento, con el dedo en el gatillo, apuntaba la frente de un joven rubio con uniforme verde.

- Alemania… Muere.-susurró con esfuerzo Feliciano. Un hilo de sangre caía por sus comisuras. Su cuerpo tumbado no haría mucho más, sólo su brazo alzado podría terminar con aquello disparando a ese hombre.

*¿Cómo…?*

Unas lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Feliciano, suavemente limpiando sus mejillas sucias.

- Por favor…-jadeó con desesperación. La pistola tembló en su mano.-Ha muerto mucha gente… Quiero terminar con esto…

Basta a las muertes. Basta a la destrucción. Italia tan sólo quería paz, tan sólo quería volver a ver de nuevo el sol.

- Ya no te queda nadie Alemania, estás solo… Yo…-farfulló con esfuerzo, sus ojos se achicaron.- Yo ya no estoy contigo…

Dejó de estar junto a él, le abandonó desde hacia tiempo. Desde que estrechó la mano de los Aliados. Desde que se convirtió en uno de ellos y abandonó aquella cruz negra que tan sólo significaba la guerra y la muerte, arrojandola por el más alto precipicio.