Capitulo 1
Amanecer. El momento que todos esperan, el sol siendo anunciado por el cantar de las aves, mostrándose poco a poco su luz al mundo y dando comienzo un nuevo día en el reino de Equestria.
En lo profundo de aquel misterioso bosque, en el interior del viejo castillo que contenía a un joven potro en su letargo, rodeado de los escombros que desprendían esas ruinas, él fue despertado con la suave luz del amanecer.
Empecé a despertar de mi sueño profundo. Aún aletargado por mi pesar, no me había dado cuenta de lo que ocurría, pero se sentía raro.
Comencé abrir los ojos examinado el lugar. Era un castillo... '¡UN CASTILLO!' Después de pasar por la sorpresa, fui agudizando la vista. Era una construcción muy antigua. Me había sobresaltado bastante, pero eso no era lo más raro.
Frotando mis ojos para ver con más claridad, lo que vi sobrepasó mi umbral de sorpresa. '¡Mis manos! ¿Qué son? ¡Cascos! ¡Pesuñas!' En ese momento grité a pleno pulmón. No podía creer lo que veía. Habiéndome examinado bien, me di cuenta de que era un pony 'Soy un pony… ¡Soy un pony!' Repliqué una y otra vez.
No sé cómo describir mis sentimientos; estaba sorprendido, asustado, y –a la vez- alegre por que supe en ese momento dónde me encontraba. Era ese mundo en que deseaba vivir. Más aun, me encontraba en el castillo de las Dos Hermanas.
Cuando pude asimilar la situación y se me pasó la sorpresa, intenté incorporarme y comenzar a caminar. Sabía que iba a ser difícil y tenía que hacerlo rápido, porque también me encontraba en medio del Bosque Everfree. Bueno, no sé cuánto tiempo había pasado, pero ya podía caminar con cierta facilidad con estas cuatro patas, con algo más de calma.
Ahora me fijé bien en mi aspecto. Era un potro de tez color… bueno, sería como de verde claro; de crin negra un poco desarreglada, cola larga y con una franja gris atravesándola. Y lo fundamental: mi Cutie Mark eran dos engranes, uno más grande que el otro, conectados por una especie de barras similares a las ruedas de los trenes.
Este es un misterio, el que ya tenga una marca. 'Bueno, ¿Qué puede esperarse de un humano transformado en pony? Y siguiendo con esto, ¿Cómo llegue aquí?'
Luego me puse a merodear por los alrededores, suponiendo, por el lugar en que me encontraba, que este era el salón de los Elementos de la Armonía. Había tanto para ver a mi alrededor, que no me había percatado antes hasta que los observé: Ahí estaban los seis Elementos en su ancestral pedestal. En eso, me dirigí hacia la puerta.
Con cierta dificultad, bajé las escaleras y me fui del castillo, divisando el puente colgante algo deteriorado. Dudando, caminé a través del mismo: avancé lento, con cuidado aunque hubo ocasiones en que oscilaba bruscamente y mi corazón se detenía por el susto. Cuando logré cruzarlo por completo, respiré algo más aliviado.
Ahora sólo tenía que buscar una salida de ese bosque.
Tras varias horas transcurridas y numerosas dificultades, encontré un sendero que me guió a la salida. Apreté el paso para salir de allí más rápido. La luz se volvía más intensa conforme aceleraba el paso, y su calidez creció con mayor fuerza.
Al salir, pude vislumbrar una llanura llena de flores. Me quedé con la boca abierta por tal belleza. No pude reprimir una sonrisa amplia, así como no me pude contener, y eché a correr por ese prado como podía. Riéndome alegremente, me tiré de lomo sobre la suave y verde hierba, contemplado las flores de un crisol de brillantes y magníficos colores. Y todo eso sin dejar de reír como un estúpido.
Simplemente estaba feliz ¡SOLO FELIZ!
