Los personajes de One Piece no me pertenecen
~ Save Me ~
Capitulo 1
Su caminar era pausado y lento, sus pisadas eran fuertes y decididas, el césped debajo de él estaba mojado por la leve llovizna que había en ese momento, el cielo era gris y el viento helado, pero a él realmente no parecía importarle; dejo que la lluvia le mojara el rostro e incluso cerró los ojos por un momento, disfrutando aquella sensación de frescura sobre sus parpados.
Esquivo las piedras de diferentes forma y tamaño que habían a su alrededor, solo deteniéndose en una que estaba justo arriba de una pequeña colina, justo en esa colina se podía ver un hermoso atardecer… si no fuera por el día tan gris que era. Se detuvo cuando llego al lugar que buscaba. La piedra era cuadrada y debajo de aquellas letras gravadas estaban dibujadas dos finas espadas.
Kuina Crooks
1993 - 2016
La carrera de la vida es breve, la de la gloria es eterna.
El suspiro sale de sus labios y siente que las flores que lleva en su mano le pesan. De repente se deja caer sobre el pasto sintiendo de inmediato como este le moja la ropa; se sienta cruzando las piernas.
Mete la mano lentamente en su abrigo y saca una pequeña cantimplora de plata, sonríe satisfecho y tras brindar con el viento que rodea a la lapida, imaginando que es con ella… da un trago largo, terminando con el liquido embriagador que está dentro de aquella cantimplora.
El peli verde se queda un par de minutos después de haber brindado, en total silencio; cuando cree que es suficiente se levanta y suelta un suspiro.
-feliz cumpleaños Kuina – y sin más se va.
Y mientras va de regreso la lluvia se intensifica, haciendo que las gotas caigan fuertemente y se empape por completo, pero no le importa. Escucha su celular sonar, aun cuando el ruido del agua cayendo es aun más fuerte.
-¿Qué pasa? – contesta en su usual tono frió y serio.
-Zoro… ¿Dónde estás? Está lloviendo demasiado fuerte – una voz aguda se escucha del otro lado y el peli verde se empeña por no poner los ojos en blanco.
-vine al cementerio. – sabe que ha dejado a la chica sin palabras, a él realmente le da igual si se molesta.
-ya veo… regresa pronto, no quiero que te resfríes.
-hoy no te veré, tengo un compromiso que atender.
-oh… - la voz de ella se escucha decepcionada – pensé que cenaríamos juntos hoy, has llegado hace poco y no hemos podido estar mucho tiempo juntos.
-Tashigui aprecio que te preocupes, pero precisamente porque acabo de llegar tengo muchas cosas que hacer, tal vez podamos vernos mañana. – dice caminando hacia el local que se encuentra frente a él.
-¿Tal vez? Te espere por dos meses, creo que lo menos que merezco es que me asegures que quieres verme, pasar un lindo día juntos – ahora si el peli verde no puede evitar voltear los ojos con exasperación.
-ya veremos – del otro lado la chica aprieta la mandíbula molesta.
-a todo esto… ¿A dónde vas ahora?
-creí que habíamos quedado que no te meterías en mi vida.
-solo pregunte – Zoro se queda callado un momento.
-veré a Luffy, tiene bastante que no lo veo. – la peli negra frunce el ceño, esperando de alguna manera que el chico perciba su molestia a través del celular; quiere decirle que ella es mas importante, ella es su novia, es a ella a quien debería ir a ver.
-está bien, salúdamelo de mi parte y… si te desocupas o cambias de opinión avísame, te preparare algo delicioso para cenar, con sake y todo – Zoro sonríe, sabe que esa es la única amanera de que él al menos lo piense, y es un poco tonto y deprimente que ella lo haga, que lo chantajee con algo que a él le gusta porque sabe que su presencia no es suficiente.
-lo dudo… pero gracias.
-adiós… - pero para cuando ella se despide él ya había colgado.
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Termina de guardar sus cosas en total calma; está lo suficientemente relajado como para apurarse, mira la hora en su reloj, quedaba apenas media hora para su encuentro y el apenas se dirigía para haya. Casi se preocupa.
-ha probablemente se pierda y llegue tarde shishishishi – se ríe burlonamente.
-ha Luffy – el voltea ante su llamado, encontrándose a su amigo de rutina, un morocho narizón y bastante delgado, aunque ya algunos músculos comenzaban a notarse, eran casi de la misma complexión. - ¿ya te vas?
-sí, tengo que verme con un amigo.
-¿Zoro? Escuche que volvió.
-sí, lo hizo – un silencio se hizo, ambos sabían por todo lo que había pasado el peli verde – le diré que preguntaste por él.
-bien – respondió Ussop con su pulgar en alto. – por cierto eh visto que mejoraste, ya levantas más peso.
-tu igual, levantaste más que yo.
-el gran capitán Ussop con ocho mil seguidores no puede ser débil – dice mofándose y a Luffy parecieron brillarle los ojos. – ¿nos vemos después? – dice y el chico sonriente asiente.
Cuando su amigo se ha ido toma lo último que va a guardar. Toma el sombrero de paja entre sus manos y lo mira orgulloso, es el objeto más preciado de todos… su mirada va hacia la ventana, las nubes grises indican que está a punto de llover y aunque el es bastante despreocupado ha decidido desde que casi pierde el sombrero que lo va a cuidar más, no quiere mojarlo…
Lo guarda en la maleta y la cierra. Con una sonrisa se pasa la correa por el hombro y sale de los vestidores de aquel gimnasio.
Y mientras camina hacia la salida se va despidiendo con la mano de todos los que aun siguen ejercitándose. Cierra las puertas de cristal detrás de sí y pronto siente una gota caerle en la cabeza, mira al cielo y mira la manera en la que las gotas han comenzado a caer, debe darse prisa.
Comienza a correr, porque a él no le gusta demasiado estar quieto, y aunque pudiera tomar un taxi y salir de ahí, o incluso llamar a su chofer, decide no hacerlo, sentir la lluvia es una de las sensaciones más maravillosas del mundo, algo que siempre ha compartido con su mejor amigo por cierto.
Luffy recuerda perfectamente el atajo que hay cruzando aquel callejón y apura aun más el paso, nunca se ha caracterizado por ser cuidadoso, es por eso… o quizás algo más que al doblar la esquina choca fuertemente con el cuerpo de otra persona. De cabello anaranjado y ojos almendrados, una chica esbelta, de lindo cuerpo y coqueta sonrisa. Ella cae sobre su trasero tras el fuerte golpe haciendo una mueca de dolor.
-oh, lo siento – dice el morocho agachándose al lado de la chica. El bolso de ella ha caído abierto y por lo mismo las diversas cosas que traía se expanden por todo el asfalto mojado -¿estás bien? – pregunta dejando su maleta a un lado.
-eh… si – la voz de ella no suena segura e incluso si el peli negro fuera más perspicaz se habría dado cuenta de los nervios de ella, el cómo se muerde el labio, o la manera en la que le tiemblan las manos – ten más cuidado – dice recobrando la compostura y dándole una severa mirada al chico a su lado.
-si – dice con una gran sonrisa, ella baja la mirada apenada - ¿te ayudo? – le pregunta ya comenzando a tomar las cosas de la chica para volver a meter en su bolso. Ella asiente mientras se pone de rodillas para imitar la acción de él.
-disculpa… ¿eres de aquí? – pregunta ella.
-sip – le contesta Luffy sin siquiera darle importancia. La mirada de la pelirroja se poza justo detrás de él, donde su maleta descansa mientras el chico sigue ayudándola. -¿Por qué?
-es que no te eh visto nunca.
-oh, bueno estuve fuera por año y medio más o menos, y no salgo mucho de casa ¿tú eres de aquí?
-si – contesta de inmediato y un silencio incomodo le inunda.
-bien, creo que eso es todo – dice sonriente dispuesto a levantarse pero la mano de ella lo detiene.
-¡no! – dice exaltada haciendo que el levante una ceja – es que… ¡no encuentro mi anillo!
-¿tu anillo?
-sí, mi abuela me lo dio antes de morir y es muy importante – le dice ella buscando el objeto con mucha preocupación.
-entonces es muy importante – afirma el chico dándole una sonrisa – lo encontrare – y sin más el también se pone a buscar, como si fuera la cosa más importante del mundo aquel objeto; aquello enternece a la pelirroja quien baja la mirada avergonzada.
Sus manos chocan por un momento cuando buscaban, ella lo mira pero a él no parece importarle.
-y… ¿vas a la universidad? – pregunto con tono casual.
-no, la escuela no es lo mío, nunca lo fue – ella sonríe ante su confesión. Su mirada café viaje por todo el lugar, ya la lluvia comenzaba a hacerse más fuerte y entonces encuentra su objetivo.
-¡ahí! – Dice señalando debajo de un gran tambo de basura – está abajo ¿podrías alcanzarlo? – el chico asiente sin dudar y va hasta ahí, agachándose para mirar.
-no lo veo
-ahí está, busca con la mano
El morocho metió la mano y tanteo por todo el piso intentando de igual manera poder ver algo, sin embargo no parecía haber señal del dichoso anillo. Tras más o menos un minuto después y no encontrar nada suelta un suspiro y vuelve a sentarse.
-ahí no hay nada – dice relajadamente, pero casi al instante se da cuenta que de hecho ya nadie lo acompaña en ese lugar.
Mueve la cabeza por todos lados intentando captar a su pelirroja acompañante, pero lo único que ve es la no tan profunda oscuridad del callejón, unos tambos de basura más allá y otras cosas inservibles; se levanta extrañado por no encontrarla. Dos segundos después se encoge de hombros, de todas formas no es su problema. Se da la vuelta dispuesto a tomar su maleta y es ahí cuando se da cuenta de que no está.
Le toma quizás diez segundos darse cuenta de que ha sido engañado vilmente por aquella linda chica de cabello naranja, y probablemente si en la maleta no estuviera su preciado sombrero realmente no le importaría. Sin embargo no es así, así que sale del callejón a toda velocidad y puede ver en la esquina su anaranjado cabello desaparecer. Corre lo más rápido que puede pero cuando llega ahí, ya no hay rastro alguno de la chica.
Frunce el ceño y pateo con extrema fuerza el suelo… le acababan de robar su preciado sombrero, y no estaba dispuesto a aceptarlo así como así, lo recuperaría y aquella chica iba a pagar caro.
Ahora estaba de mal humor, furioso seria decir poco, sus puños estaban tan apretados que sus nudillos comenzaban a volverse blancos por las fuerza. Aun así tomo camino rumbo al lugar donde se encontraría con su amigo peli verde.
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Las campanas sonaron, indicando que alguien estaba entrando al establecimiento; poco tiempo después un morocho tomaba asiento justo al lado de un peli verde quien ya tenía un tarro de cerveza en su mano.
-llegas tarde – dijo Zoro y a pesar de que el peli negro estaba de malas no pudo evitar sonreír enormemente y golpearle fuertemente en la espalda haciendo que el otro escupiera su bebida - ¡¿Qué diablos te pasa?!
-que tenía mucho tiempo sin verte shishishishishi
-solo seis meses
- si bueno, me parecieron mas – contesto el muchacho mientras llamaba a una mesera que pasaba cerca de ahí – cuatro paletas de carne por favor – la chica asintió.
-yo no tengo hambre.
-¿y quien dice que son para ti? – Zoro puso los ojos en blanco, aunque realmente no le sorprendía su amigo comía excesivamente - ¿y Tashigui?
-¿Qué con ella?
-¿Cómo esta?
-bien, supongo, no eh pasado tiempo con ella.
-¿no llegaste hace una semana?
-si ¿y eso qué?
-bueno una persona normal estaría con su novia luego de… ¿tres meses sin verla?
-dos - corrigio - y la vi… cuando llegue, fue a recogerme al aeropuerto, después de ahí no eh tenido ni tiempo ni las ganas. – Luffy abre la boca, dispuesto a meter la pata sin importarle realmente nada, pero el peli verde le interrumpe con una severa mirada – y no, no estoy deprimido ¿de acuerdo?
-si lo que digas – dice el morocho desviando la mirada – yo me eh encontrado con ella algunas veces.
-¿a si?
-va a la universidad de Dressrosa… toda una chica estudiosa eh – dice casi burlándose – me sorprende que haya renunciado, ella era de las mejores agentes, escuche que te dio problemas en combate ¿es verdad? – Zoro lo miro, pensando un poco la pregunta.
-no ha renunciado y no, no realmente… no ha habido nadie que me de batalla, no desde Kuina. – dijo desviando la mirada. – pero Tashigui es buena.
-ah… - respondió Luffy rascándose la nuca un poco nervioso. El no era bueno hablando, de ello sabia lo impertinente que podía hacer por eso prefería no hacerlo cuando temas como la muerte de Kuina aparecían.
-¿tu como estas? – la pregunta le recordó al morocho lo furioso que estaba, tomo de los hombros a Zoro y comenzó a zarandearlo con fuerza.
-¡me han robado! Se llevo mi sombrero.
-¡SUELTAME DE UNA MALDITA VEZ! – le grito el espadachín soltándose y dándole un fuerte golpe en la cabeza a su amigo.
-se llevo mi sombrero – murmuro con lagrimas exageradas en los ojos.
-¿Qué paso?
-antes de venir aquí choque con una chica y sus cosas cayeron al piso, intente ayudarla y…
-no me digas… utilizo la táctica de distracción para que no vieras cuando ella saliera huyendo con tus cosas ¿no? – Luffy asintió - ¿pero que no llevas tu sombrero siempre contigo?
-acababa de salir del gimnasio y estaba empezando a llover, por primera vez me preocupe de cuidarlo y mira lo que pasa.
-es que eres un idiota… ¿Qué no te enseñaron a no confiar en nadie?
-tanto tiempo sin trabajo ya me afecto – de repente el peli negro levanta el puño y una gran sonrisa aparece en su rostro – pero no hay de qué preocuparse, encontrare a esa chica y recuperare mi sombrero.
-si bueno la ciudad es grande…
-pero yo soy muy inteligente – dijo el morocho orgullosamente. Zoro abrió la boca a punto de decirle que no opinaba igual, que de hecho era un idiota, pero no lo vio necesario.
-¿no tenias que decirme algo?
-ah cierto – Luffy miro el reloj en la pared de aquel bar y sonrió, estaban a tiempo – vámonos – dijo tomando empezando a dirigirse a la puerta.
-¿A dónde?
-mi abuelo quiere hablar con nosotros. – Zoro levanto la ceja, no estaba seguro de si eso eran buenas o malas noticias.
Aun así tomo el abrigo que descansaba sobre el respaldo de su asiento y salió de ahí en compañía de su amigo.
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El sonido de sus zapatos se resonaba en el cuarto con más fuerza debido al silencio que les inundaba. Luffy y Zoro solo podían ver la manera en la que aquel hombre de cuerpo grande, con el cabello canoso al igual que su barba, y a pesar de algunas arrugas tenía una mirada amable, alguien en quien se podía confiar sin duda.
-abuelo me estas mareando ¿ya dirás que pasa?
-¡no me hables así muchacho insolente! – el grito mandado a su nieto al suelo con un gran golpe.
-¡eso me dolió! – se quejo desde el piso.
-es porque fue con mi puño de amor.
-que estupidez… - chisto el peli verde quien de inmediato se encontró acompañando a Luffy en el suelo.
- bien, iré al grano, los necesito para un trabajo. – ambos muchachos se levantaron y se miraron confundidos.
-pero… - comenzó a decir el peli negro – nosotros ya no estamos en la policía abuelo ¿recuerdas?
- lo sé, pero no soy yo quien les dará el trabajo – nuevamente los dos se miraron aun mas confundidos.
-trabajaran para mí – se escucho una voz ronca y una presencia nueva entro a la sala. Un hombre moreno, de cabello levemente largo y negro y con un gran tatuaje en la cara, si no fuera por la sonrisa que llevaba pasaría como alguien realmente malvado, pero lo conocían y sabían que de hecho era todo lo contrario.
-papá – susurro sorprendido como nunca el morocho - ¿Qué haces aquí?
-llegas tarde Dragón – se quejo Garp.
-lo siento, mucho tráfico. – su mirada se dirigió a los dos jóvenes quienes ya habían tomado asiento en un sillón – ahora… ¿Qué les parece si conversamos un momento?
-a eso vinimos – dijo secamente el peli verde - ¿Qué clase de trabajo quieres que hagamos?
El hombre con el tatuaje le dio una mirada a Garp y este de inmediato le paso un control remoto, Dragón lo apunto hacia la gran pantalla que estaba ahí en la sala y esta se ilumino. La imagen de una calavera entre lo que parecían ser alas y atravesada por dos espadas apareció de repente.
-Baroque Works – dijo poniéndose en frente – una organización criminal que queremos atrapar.
-eso no es nuevo – respondió Zoro - ¿Por qué la policía no se hace cargo?
-porque son unos cobardes – respondió Dragón, después miro a su padre – sin ofender.
-está bien, estoy de acuerdo.
-¿y por qué nosotros? – volvió a preguntar el peli verde, estaba serio y realmente no parecía muy contento.
-deja de ser mezquino, esto les conviene a ambos. – Los dos chicos guardaron silencio – bien, continuemos.
-espera – le detuvo Luffy – parece que nos darás información como si ya hubiésemos aceptado.
-oh, aceptaran, lo sé
-antes de que nos des cualquier tipo de información quiero que nos des las razones por las que piensas que aceptaremos sin más, ambos nos retiramos hace ocho meses, no solo de la policía – Zoro se inclino hacia delante y sus palabras fueron directas – nos retiramos de todo trabajo que requiera pelear.
El hombre miro a su hijo quien se encogió de hombros.
-yo no estoy del todo retirado pero planeaba darme mas tiempo antes de regresar al trabajo.
Dragón soltó un suspiro y se sentó suavemente en la pequeña mesa que se encontraba en el centro de la sala, quedando así justo en frente de ambos chicos.
-bien, si eso es lo que quieren así será – el hombre paseo sus miradas por ambos – primero que nada realmente necesito su ayuda esta vez, Baroque Works es una organización de criminales que se dedican a muchas cosas, de las que sospechamos son drogas, venta de personas y probablemente estén metidos en la política. Sin embargo no están solos, están teniendo ayudas de mas personas, quizás sean demasiados los involucrados y muchos más las personas que están en peligro. – Luffy hablaría pero su padre no le dio oportunidad – la policía no puede hacerse cargo por que el líder de la organización los tiene controlados, somos los únicos que podemos hacer algo.
-esto también es malo para ti ¿no? – Pregunto el peli negro – la policía es enemiga de "los Revolucionarios"
-por eso mismo será una misión encubierta.
-sigues sin decirnos el por qué nos convendría aceptar el trabajo. – dijo Zoro.
-es verdad ¿Qué hay de Ace y Sabo? – pregunto Luffy, sabía que esos dos chicos a los que quería como sus hermanos eran los mejores dentro de la organización de su padre. La misión parecía importante, sobre todo si su padre se había tomado el tiempo de pedírselos el mismo, así que no entendía el por qué sus hermanos no podrían encargarse.
-ambos están en otros trabajos, Ace incluso está del otro lado del mundo.
-si algo me dijo
-Sabo está cerca, pero no puede entrometerse, el tiene algo más que hacer. El por qué quiero que se encarguen ustedes es porque después de ellos no creo capaz a nadie más que a ustedes, además tienen el perfil que necesito… - miro a su hijo y sonrió – sobre todo tu Luffy.
-algo me dice que estas atrasando las razones del porque nosotros vamos a aceptar- dijo Zoro entre cerrando los ojos. Conocía Dragón lo suficiente para saber que el hombre estaba tratando de buscar las palabras para decirles algo importante. El hombre se hizo para atrás y suspiro.
-Creemos que ciertas personas tienen algo que ver – el hombre tomo aire – entre ellos… el hombre que asesino a Kuina.
A Zoro el tiempo se le detuvo, su mandíbula se tenso y sus puños los apretó tan fuerte que sus nudillos comenzaban a ponerse blancos.
-¿Quién es? – pregunto calmadamente, aunque los tres hombres en la sala sabían perfectamente que un solo movimiento en falso despertaría la furia del peli verde.
-no sabemos quien sea, pero estamos seguros que está dentro de Baroque Works o por lo menos es un buen socio del líder, lo rastreamos hasta ahí.
Zoro se perdió en el piso, y después una sonrisa casi diabólica apareció en su rostro.
-la única manera en que acepte es que yo me encargue de él en cuanto sepa quién es – le dijo mirando al hombre frente a él.
-creo que no es necesario decirte que nuestro trabajo no es asesinar – Zoro sonrió, lo sabía bien.
-no te preocupes, morir sería la mejor de sus salidas comparado con lo que pienso hacerle al bastardo. – Dragón asintió totalmente conforme y después miro a Luffy quien parecía estar con la mirada perdida.
-¿Luffy? ¿Qué hay de ti?
-Kuina era mi amiga y no pude hacer nada… - su mirada fue hacia Zoro y ambos asintieron concordando mentalmente que esa era la oportunidad de su venganza. – no pienso dejar que Zoro se encargue solo.
Recibió un golpe amistoso por parte del peli verde, estaban dentro.
-bien – asintió el tatuado, de pronto se levanto nuevamente mirando hacia la pantalla – ahora la información.
En la pantalla apareció la imagen de un hombre, de cabello negro largo peinado hacia atrás, con una gran cicatriz sobre su nariz, ojos afilados y un puro en la boca.
-este es Cocodrile, nada más ni nada menos que el líder de Baroque Works, su seudónimo es Mr. 0 y es a quien mejor debemos tener vigilado, las personas a continuación son tan solo algunos de sus trabajadores.
Al lado de la imagen de Cocodrile apareció la foto de un hombre de piel morena, cabello gris y un gran tatuaje en el pecho.
-este es un asesino bastante conocido Daz Bones, increíblemente peligroso y pensamos que es la mano derecha de Cocodrile. – al lado del hombre aparecieron mas fotos, una mujer de afro azul, un hombre de apariencia tonta con un peinado raro en forma de numero 3 y un hombre de apariencia travesti. – estos son de los que sabemos, miembros principales a diferencia de los demás, se quedaran la información de ellos.
-¿Cuántos trabajadores tiene?
-bastantes, quizás más de mil, pero no debemos preocuparnos por ellos, son insignificantes y solo siguen ordenes. – Dijo Garp metiéndose en la conversación – todos los miembros tienen diferentes seudónimos, así como Cocodrile es Mr. 0, Daz es Mr. 1, de los otros no tenemos conocimiento de cuál sea su número, pero entre más cerca del cero este más peligroso es.
-esta es su guarida – continuo Dragón y la imagen de un edificio enorme apareció en toda la pantalla, con el símbolo de Baroque Works justo en la entrada.
-ya sabía que el símbolo se me hacia conocido, eh visto ese lugar, esta a unas calles del centro – dijo Luffy sonriente – nadie sabe con certeza de que sea, algunos dicen que es un club exclusivo pero parece ser solo un bar.
-eso es lo que quieren pretender – dijo Dragón – el primer piso es el bar de mala muerte, pero es tan solo una fachada, el segundo piso es el casino, pero no todos pueden entrar, es realmente exclusivo, nos sabemos que hay después de este piso pero probablemente sea algo como un hotel y hasta arriba se encuentra la guarida de Cocodrile, y en algún lugar… esta donde hace sus negocios. – Dragón volteo a mirar a ambos pero se detuvo fijamente en Zoro – quiero que te infiltres ahí, no lo lograras rápidamente pero debes encontrar la manera de conocer cada espacio de ese lugar.
Luffy soltó una risotada.
-jajajajajajajaja ¿estás seguro que quieres mandarlo a él? – dijo el morocho carcajeándose hasta que las lagrimas comenzaron a salir de sus ojos.
-¡¿Qué quieres decir con eso?! – le grito el peli verde
-Zoro te pierdes con solo ir a la tienda – dijo limpiándose las lagrimas y sobándose el estomago - ¡auch! – exclamo cuando recibió un gran golpe en la cabeza por parte del peli verde.
-Luffy puede acompañarte – se entrometió Dragón; realmente había olvidado la poca orientación con la que contaba ese espadachín, aun así esperaba no fuera un problema. – pero tú solo serás eso, acompañante, quiero que tú te concentres en otra cosa. – Luffy levanto la ceja – pero primero terminemos con esto. – Regreso su mirada a Zoro – es importante que descubras tanto el lugar donde esconde las armas que trafica, las drogas y… en donde están las personas a las que vende.
-espera- dijo Zoro – por personas que vende te refieres… ¿a mujeres? ¿Niños? – Dragón se tensó.
-ambas… el trafica de todo, vivos o por partes – a Luffy le recorrió un escalofrió y un sentimiento de asco, definitivamente les patearía el culo a todos esos malditos. – de igual manera toda la información es buena, con quienes trabaja, como lo hace y quienes lo ayudan ¿de acuerdo? - el peli verde asintió con seriedad. – no hay prisa Zoro, es importante que no te descubran así que no llames la atención.
Zoro sintió una gota de sudor en el cuello; no es que no llamar la atención le saliera demasiado bien y menos si iba con Luffy, el chico era un imán para eso, aun así se empeñaría por pasar desapercibido.
-ahora – en la pantalla aprecio la foto de un nuevo lugar.
-esa es la universidad de Dressrosa – murmuro Luffy al ver todos aquellos edificios, los jardines, el lago y las canchas, el lugar era enorme. Zoro silbo.
-vaya, sí que es grande.
-y dicen que sus albercas son las mejores del país al igual que la comida que sirven en la cafetería – los ojos del morocho brillaron son emoción.
-me alegra que te guste – dijo Dragón – porque es ahí donde estarás metido durante la misión. – la boca de Luffy se abrió y ahora era Zoro quien se carcajeaba mientras golpeaba fuertemente la espalda de su amigo.
- no puedes estar hablando en serio, papá ya hemos hablado de esto, estudiar no es lo mío – Dragón suspiro mientras se sobaba la sien.
-no estudiaras realmente, bueno si lo harás pero no es importante. – apretó un botón en el control y una nueva imagen apareció. Un hombre rubio, de gafas raras y una sonrisa perturbadora, era cubierto por un abrigo de plumas rosa. – Donquixote Doflamingo… ¿lo conocen?
-¿no es uno de los políticos más importantes del país? – pregunto Zoro intentando recordar.
-sí, lo es… y además es el dueño del instituto Dressrosa, es uno de los que creemos que tiene trato con Cocodrile, sobre que, no lo sabemos… esa es tu misión Luffy, investigar que tienen que ver.
-estás diciendo que…
-te infiltraras como estudiante, e investigaras desde dentro.
-wow espera, ¿Por qué yo? Zoro podría ser mejor estudiante.
-no quieras voltearla – se quejo el peli verde –así son las cosas – sonrió burlonamente.
-Zoro tiene menos pinta de estudiante y más de matón drogadicto, así que es mejor así – dijo Dragón.
-así es – dijo el peli verde muy sonriente; 1… 2… 3… - ¡oye! – se quejo cuando por fin comprendió lo que su ahora jefe había dicho; pero el hombre decidió ignorarlo.
-Luffy el colegio entero está dirigido por toda la familia Doflamingo, no hay en quien confiar ¿de acuerdo? – le morocho asintió aun molesto por su trabajo, lo que menos quería era estar en un maldito colegio.
-bien, me encargare.
-por último se que no tengo que decírselos pero… probablemente hay más muertes por culpa de estos hombres aparte de la de Kuina, tengan cuidado, cada determinado tiempo me pondré en contacto con ustedes para intercambiar información.
-¿eso es todo? – pregunto Zoro.
-sí lo es, no involucren a nadie más, Luffy para la siguiente semana ya estarás inscrito en el colegio, para esa misma semana tu deberás comenzar Zoro.
-espera, creí que habías dicho que era difícil infiltrarse en el casino.
-lo es… pero ya hay alguien de nuestro lado trabajando ahí, te ayudara a saltarte el primer paso que es el bar de mala muerte no te preocupes, además también te ayudara con cierta información.
-¿Quién es? – pregunto Luffy; Dragón estaba a punto de contestar cuando Garp interrumpió.
-lo sabrán cuando lleguen.
-a todo esto Garp – Zoro se levanto y lo miro - ¿Qué tienes tú que ver?
-nada, solo mantendré a la policía lejos de ustedes, así no tendrán problemas.
Eso fue suficiente para que tanto Luffy como Zoro asintieran. Dragón les dio una memoria que el peli verde tomo con cuidado, en ella estaba toda la información que necesitaban y donde guardarían la que consiguieran.
-hay otra cosa – dijo Dragón de repente cuando noto que ya ambos se dirigían a la puerta – hay otra organización involucrada pero… tan solo sabemos su nombre.
-¿Cuál es? – pregunto Zoro.
-CP9 – Luffy y el peli verde asintieron, era poco lo que tenían, pero para ellos era suficiente, sabían cuál era su trabajo.
Ambos abrieron la puerta dispuestos a irse.
-chicos… - les llamo el hombre tatuado, ambos lo miraron – bienvenidos de vuelta. – lo único que recibió como respuesta fue el asentimiento del peli verde y una gran sonrisa de su hijo, después desaparecieron.
El hombre miro a Garp.
-¿Por qué no quisiste decirles quien les espera?
-créeme es mejor así – dijo el mayor suspirando, conocía bien a esos chicos
-es genial que estén de vuelta
-supongo
-se que no estabas de acuerdo.
-ellos apenas comenzaban a avanzar. – dijo el canoso desviando la mirada; lo que menos quería es que esos chicos sufrieran como lo había hecho hasta hace poco.
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¡Nueva historia! ya saben pareja protagonista ZoRo pero también habrá mucho LuNa.
Espero que les guste y me dejen un comentario, nos leemos!
