Bueno, este es un nuevo fic, si recibo rewiews positivos puede ser que lo siga, sino, bah, no sé, lo dejare por ahí e.e
Disfruten! :
- Respira hondo, exhala... uno… dos… tres... - pensó el pelirrojo; intimidado ante la gigantesca puerta transparente que daba paso a su nuevo trabajo. Uno bastante respetado, según dijeron algunos conocidos de él. "Todos matarían por ese empleo" le comentaron.
Aunque él no estaba seguro de eso; seamos realistas: Un chico trabajando en una revista de modas? Aunque sea de secretario, en una revista de modas? Por favor. Él estaba consciente de que no era un trabajo para él; ya que la moda era una de las últimas cosas que pasaban por su mente.
Pero le habían dicho que para tener un empleo "decente"; tenías que tener un buen historial. Y para conseguirlo rápido, era aconsejable haber conseguido un buen historial en un trabajo excepcional. Y qué mejor que la famosa revista de modas Runway?
Algo lo sacó de sus pensamientos. Más bien alguien. Sacó su celular del bolsillo y vio que tenía un mensaje: STAN. Una sonrisa boba se le escapó de los labios.
"Te va a ir bien, no te preocupes. Te amo"
Otra sonrisa aún más boba se le surco en los labios. Al menos alguien lo apoyaba en este momento de presión. Stan y él se habían conocido en cuarto grado de primaria, y pasaron a ser algo más que amigos en secundaria. Siguieron en la universidad juntos, y apenas graduados compraron un departamento. Si, se podría decir que hicieron su vida juntos.
Algo interrumpió sus recuerdos al ver que alguien le habría la gran puerta de cristal, invitándolo a pasar.
- Y bien? Vas a entrar o te vas a quedar ahí parado? – le preguntó un chico.
Kyle se quedó atónito, no solo por el hecho de que lo sacaran de sus pensamientos, sino que este chico era hermoso. Alto, pelo rubio algo despeinado, unas enormes orbes de color azul zafiro, piel trigueña; de unos 27 años. Usaba camisa gris algo abierta y fuera de los pantalones y unos jeans azules desgastados.
- Em, sí. Gracias – dijo cortésmente con una sonrisa.
- Y tú eres… - pregunto descortésmente el rubio con el ceño fruncido.
- Ah sí, yo soy Kyle Broflovski y vengo por el puesto de asistente. – informó
El rubio le dio una mirada de arriba a abajo sin disimulo alguno; provocándole al pelirrojo más ataques de nervios. Soltó una casi inaudible risita al ver el atuendo de este. "Parece mi abuelo" pensó divertido. Vestía un chaleco marrón claro, una camisa verde vieja y descolorida debajo de este y unos pantalones marrón clarito.
- Bien, sígueme - dicho esto empezó a caminar – Soy Kenneth McCormick, pero dime Kenny. – dijo con una sonrisa que haría suspirar a cualquiera adolescente. Este le saludo con una sonrisa tímida – Soy el primer ayudante del jefe, en caso de que yo no este o que él prefiera llamarte a ti; ese serás tú. – dijo.
Mientras iban caminando rumbo a su nueva oficina, el judío vio un gran número de mujeres. Recepcionistas, modelos, secretarias. Pasaron por la sección de modelo, donde casi todas las modelos estaban en ropa de encaje. (Lo que provoco que agachara la vista avergonzado, evitando todo contacto visual con alguna) Lo más "interesante" era que Kenny solo caminaba con la cabeza en alto, de vez en cuando una que otra modelo lo saludaba de forma seductora; y este le respondía con una sonrisa pícara y un "¿Cómo va todo?" pero sin detenerse.
Siguieron y pasaron por un conjunto de escritorios, lleno de papeles, carpetas, folios, teléfonos sonando como locos sin alguien que los atendiera, computadoras. Cualquier cliché de oficina de trabajo. Y lo único que podías escuchar entre tanto alboroto era la misma frasecita una y otra vez. Se comunicó con la revista Runway, ¿En qué puedo ayudarlo?
Después de tanta caminata (la cual se lo hizo interminable para Broflovski) llegaron a una especia de habitación. Donde entrabas y lo primero que veías eran dos escritorios enfrentados, separados para formar un pasillo donde daba lugar a una gran sala. Parecía una oficina.
- Bien, esto es así – empezó a explicar Kenny – Este es mi escritorio y este es el tuyo. – dijo señalando al escritorio del lado derecho.
- Y… - empezó de nuevo a explicar, pero fue interrumpido por un celular. – Diga? – Atendió. Pasaron unos 2.46 segundos antes de que reaccionara de nuevo, su rostro pasó de tranquilo a preocupado y algo enojado – Perfecto, gracias. – Colgó.
- Mierda – exclamó.
- Que pasó? – preguntó preocupado el pelirrojo.
- La cita de las 9:30 de Tucker fue cancelada – prosiguió – lo que significa que está en camino.
- Tucker? – preguntó extrañado.
- Si, Craig Tucker, tú jefe – contesto con mala gana. ¿Cómo se supone que no sepa quién carajo es su jefe? Y empezó a caminar a paso ligero, volviendo al conjunto de escritorios que vieron hace apenas unos 20 minutos antes.
- Señores… - empezó Kenny con una voz tranquila, tratando de llamar a las secretarias y trabajadores – SEÑORES! – levantó la voz, inútilmente, ya que todos seguían en lo suyo.
- CARAJO! HAGAN SILENCIO DE UNA BUENA VEZ! – Ahora si había captado su atención, carraspeó y volvió a su voz tranquila – La cita con DeLorne fue cancelada y Tucker ya está en camino hacia acá. - La cara de horror de los empleados asustaba; era como si les hubieran dicho que les quedaban unos tres o cuatro días de vida, incluso una de las secretarias más jóvenes empezó a llorar en el silencio sepulcral que se había formado y se tuvo que tapar la cara para disimular, mientras otra la consolaba acariciándole la espalda y susurrándole cosas al oído.
- Todos a sus lugares y pasen la voz, rápido por favor. – Finalizado el comunicado, todos empezaron a exclamar, por no decir gritar, cosas horrorizados y pronto empezaron a movilizarse, papeles volaron, carpetas cayeron, gritos de angustia se escucharon (mayoritariamente femeninos). Kyle, que hasta entonces había estado observando todo con una ceja levantada, veía como una de las mujeres le decía algo a otra y esta solo asintió y salió corriendo. "Es como el teléfono descompuesto" pensó entre divertido y casi asustado.
Mientras volvían a sus oficinas, el pelirrojo observo como algunas secretarias se maquillaban, se cambiaban de zapatos simples a zapatos con tacones y visiblemente incomodos, otras como tiraban sus almuerzos descartables (una que otra ensalada) al tacho de basura, otras se retocaban el maquillaje, y otras como sacaban sus revistas de moda y las metían desesperadamente todas adentro de los cajones.
- Sé que no te he explicado bien cómo funcionan las cosas aquí – dijo Kenny – pero si eres inteligente, podrás sobrevivir – exclamo cortante.
Sobrevivir? Si solamente iba a hacer un asistente, que tan difícil podía ser?
- Haz todo lo que él te diga, no le hagas preguntas, no lo hagas esperar, no lo llames por su nombre; solo por su apellido, no lo mires directo a los ojos. Y por el amor a Dios; contesta siempre su teléfono, porque si no lo haces no llegan sus llamadas, y créeme, se enojara mucho. Lo digo por experiencia. – dijo algo fastidiado al recordar las consecuencias de no atender una sola llamada. – Tienes suerte, todos matarían por este empelo, así que trata de no arruinarlo el primer día – dijo.
- Está bien – comentó intimidado y algo asustado. Sonó de nuevo el celular de McCormick, esta vez era un mensaje.
- Genial, ya está aquí – gruñó con sarcasmo. Al judío le recorrió un horrible escalofrió al saber que su temido jefe ya había llegado. – tú quédate aquí, yo iré a recibirlo.
Este asintió y perdió de vistas al otro mientras corría hacia la entrada. Era tan temible como parecía? Vamos, no podía ser tan malo. O sí? Los empleados temblaban con solo escuchar su nombre. No, exageraba las cosas, solo eran imaginaciones suyas. Y si fueran ciertas todas esas ideas, no iba a dejar que se lo comiera vivo el primer día. Él iba a demostrar que era capaz de todo!
WOOOOW. Está bien, esto es algo raro. ._.
JAJA, Claramente me base en la peli "El diablo viste a la moda" xDD
Me parece que es algo corto el cap, pero bueno u.u"
Si les gusta lo seguiré :B Obviamente, va a ver Cryle :B ¡
Fuerza Kyle, no sabes lo que te espera D: ¡
Bueno, hasta la prox. Y espero rewiews! :D
