Disclaimer: Los personajes no me perteneces, sobs.
Hey, could you be my queen tonight?
Kenny nunca fue alguien muy aficionado a las artes, ni a los deportes, ni a los videojuegos, ni a nada que no implicará masturbarse con porno. O veces sin porno. Porque para su desgracia, no siempre tenía la suerte de poder colgarse a una red, y las playboy, por mucho que le pesará ya no son lo que eran. Estaba obligado a usar su imaginación ¿Por qué no? Le sobraba.
Pero el punto de todo esto y en pocas palabras, es que Kenny McCormick es un bueno para nada.
Aquel chico que respira porque el aire es gratis y si no fuera porque hasta para limpiar pisos te piden un diploma, no estaría a punto de asistir a clases después de clases, duh.
Tan horrible e insensato como sonaba ¿Por qué quien rayos quiere quedarse después de clases?
Ah, sí. Los cerebritos, los estúpidos y a los que les pegan en sus casas.
Y es que para darle una explicación a todo esto, debemos remontarnos un par de días atrás. Cuando el orientador escolar le repetía nuevamente que en un futuro habrían cinco palabras que lo salvarían de la miseria y esas son: ¿Quiere papas con su hamburguesa?
A lo que McCormick se limitaba a tomar con humor, lanzando un par de chistes y sonrisas por aquí y por allá, pese a que todo ese lio de hablar sobre su futuro le caía como una patada en el estómago.
Después de todo era una media hora completa donde le repetían y volvían a repetir hasta el cansancio que paso todos esos años calentando un asiento. A sabiendas que las únicas personas que los profesores se tomaban enserio eran a los inteligentes. Los chicos que realmente irían a una universidad, como Broflovski o Token. El resto de los mortales iban a que les restregaran por la cara unas calificaciones que harían llorar a cualquier mamá, haciéndolas lamentar no haberlos abortado en su momento. O por lo menos ese era su caso.
—¿Reprobaré el año?— Pregunto Kenny, más echando que sentando en la silla frente al escritorio del orientador.
—No, lo que trato de decirte es que tus calificaciones no son suficientes.— Puso una entonación que se resumía en un profundo desinterés.—Yo te recomendaría que fueras a las clases extra programática. A los casos especiales como tu suelen asignarle un alumno avanzando que los guía con las materias en las que fallan. Muestra interés y saldrás de aquí.—
—¿Qué sucede si no voy?— Se aventuró a preguntar.
—Reprobarás.—
—Perfecto.—
—¿Entonces tratas de decirme que no te graduarás si no subes tus notas?— Inquirió Craig, apoyado en una de las paredes de baño de hombres. Justo a un lado de la ventana.
—Hm…—
—Pendejo— Soltó una de sus sonrisas marca registrada y reservada para las personas que se caían en la nieve. Enseguida dándole una calada al cigarro. —¿Entonces que harás?—
—Ir ¿Qué más? No tengo planeado quedarme otro año en este basurero — Saco un encendedor para prender el propio. Uno mentolado para ocasiones especiales y cuando ya no tenía otra mierda que fumar.
— ¿Y tu trabajo donde el chino? —
— ¿El Sr. Lu Kim?— Golpeo su cabeza contra la cerámica del muro. —No lo sé. Tendré que hablar con él, ponerme labial rojo y ofrecerle mamadas para que me deje llegar más tarde.—
—Oh—
Tan expresivo como siempre.
Pensó el rubio.
—A menos que…— Alzo la voz McCormick. —Mi mejor amigo en todo el mundo me fuera a remplazar a un ratito, pequeño, hasta que llegué.—
A lo que el más alto puso cara de asco.
—No puedo—
—¿Por qué no puedes?—
—Tweek—
—¿Qué tiene Tweek?—
—Paso tiempo con él—
—¿Qué no pasas tiempo con él aquí?—
—Igual en la tarde—
—¿No pueden parar de follar como conejos y ser gays en mi trabajo?—
A lo que Tucker ni siquiera se tomó el tiempo de responder, apagando su cigarrillo con el zapato y saliendo de los baños con tranquilidad, como si en todo ese rato hubiera estado a solas. Lo que podía traducirse como que le importaba un carajo.
Exhalo el humo que tenía la boca, pensando que estaba jodido, muy jodido, tan jodido como una actriz porno en su debut de gangbang. Encerrándose en uno de los cubículos del baño, tirando el cigarro dentro de la taza y sentándose encima.
Luego le enviaría un mensaje a Craig diciéndole que tenía cabeza de pene.
No, eso no era lo más importante ahora.
Repitiéndose mentalmente que no podía perder su trabajo. Frustrado hecho su cabeza hacía atrás tratando de mover algunas neuronas, algo se le tenía que ocurrir ¿cierto? saco su celular, que consiguió por un precio excesivamente módico en la parte de atrás del autobús: Un idiota lo había perdido.
Buscando que un milagro se apareciera frente a sus ojos, entre todo el contenido basura que guardaba en la memoria.
Allí estaba, con nombre y apellido.
Kyle Broflovski.
¿Cómo pudo olvidar que su amigo le daba clases a los retrasados?
Respiro aliviado y en cierta manera emocionado, marcando al número del judío sólo para darse cuenta que no tenía saldo suficiente.
¿Dónde estaría si fuera un judío prodigio y pelirrojo? Avanzo por los pasillos de la escuela de camino a la biblioteca.
No necesitaba ser un genio para saber que Broflovski durante ese último tiempo ocupaba sus descansos para estudiar, valga la sorpresa. Seguro estaba almorzando libros.
Una vez allí busco a su amigo con la mirada. No había tantas personas como esperaba, lo que lo llevo a considerar que los inteligentes eran una especie en peligro de extinción en su escuela.
Busco. Busco. Y encontró.
Al final, en una de las mesas más aisladas del lugar estaba sentado Kyle, concentrado leyendo lo que parecía ser un par de apuntes. Kenny pensó en darle un susto, deteniéndose antes al deducir que serían vetados de la biblioteca y Broflosvki lo odiaría de por vida por haberlo alejado de su zona de confort.
Se acercó con prudencia, sentándose a un lado del pelirrojo que no tardo en notar su presencia.
—¿Qué hace una lindura como tú en un lugar como este?— Le murmuró Kenny, acercando su silla y acortando la distancia.
—Kenny estoy ocupado— Ni siquiera despego sus ojos de las hojas.
—Será un segundo—
—Estoy estudiando—
—Reprobaré el año— Lo dijo al hueso.
—¡¿Qué?! —
Shhhh.
Se escuchó de ningún lugar en específico.
Por fin había logrado llamar su atención.
—¿Qué quieres decir con que reprobarás el año?— Kyle hizo el intento de moderar su voz, que seguía sonado con aires de reproche.
—Eso. — Kenny se limitó a encogerse de hombros y rascar detrás de su oreja.
—Dios Kenny — Guardo los apuntes, girándose hacía el rubio. —¿Y no hay nada que puedas hacer? ¿Ya hablaste con los profesores? ¿El director?—
—Uhm sí, con el orientador— Dejo que su cuerpo cayera encima de la mesa. —Dijo que debo asistir a clases especiales y puede que apruebe. —
—Entonces no todo está perdido—
—Creo. — Jugueteo con los lápices que estaban dispersos. —¿Tú asistías a esas cosas, no? ¿Cómo es? —
—Yo no asistía. — Le corrigió. —Le daba clases a un par de alumnos, para tener referencias. Veras, es sencillo, se te asignará un alumno avanzando como profesor que te ayudará en lo que le pidas. También se te hacen pruebas que te ayudarán a subir tu puntaje final. —
—¿Entonces debo ir allí y escoger a alguien? —
—Uh no. — Le quito los lápices y los guardo. —Te escogen por medio de un informe. En donde están tus calificaciones y anotaciones. — Hizo una pausa. —Yo me encargaba de revisar esas cosas con cuidado, no quería hacerme cargo de casos perdidos o dolores de cabeza y sé por experiencia que el resto tampoco. —
Kenny fijo sus ojos azules encima, como queriendo decir ¿Casos perdidos como yo?
—Estoy seguro que te ira bien, nada más anda y muestra interés. —
Otra vez con eso del interés.
Notas: Hace mucho no escribía nada y me gustaría hacer algo lento, es por eso que Butters no aparece en este capítulo y no se enamoraran de flechazo. Pero sí, el fanfic en Bunny, con menciones de Creek porque es canon.
Gracias por leer y sus reviews me hacen querer ser mejor persona y continuarlo
