Todos quienes me conocen saben que las mañanas no son buenas para mí y esta no era la excepción. Anoche mi padre y yo habíamos discutido nuevamente con respecto a HA, pronto cumpliría la mayoría de edad y el viejo me dijo que no me seguiría pagando la educación si yo no desidia estudiar lo que él quería y que heredara la compañía , si quería seguir con mi "etapa artística" tendría que pagarla yo. Al final decidí que tendría que buscar algún trabajo, los negocios no eran lo mío y luego de eso me encerré en mi habitación. Todo lo que se podía cortar, lo corte; todo lo que se podía romper, lo rompí; al final mi habitación fue quien sufrió las consecuencias de mi ataque de ira, y también mi despertador también paso a mejor vida por lo que ahora me encuentro en esta situación: son las 7:30 y mis clases empiezan a las 8:00. Me levante de la cama y fui corriendo a darme una ducha, había escogido el peor día para quedarme dormida, tenía que entregar un guion a primera hora de la mañana y el este profesor era el único de toda la escuela que no me temía, así que no valía de nada tratar de amenazarlo. Mientras sentía que el agua caliente se deslizaba por mi cuerpo y se perdía por la cañería escuche como la puerta de mi habitación se abría y la de baño también, los únicos que vivíamos aquí éramos mi padre y yo, así que ya sabía quién era.

-Jadelyn, tengo un viaje de negocios, volveré en 3 meses. Limpia tu desastre y recuerda lo que hablamos anoche. –Luego de eso la puerta se cerró. Escuche como el auto de mi padre se encendía y se perdía en el ruido de la ciudad.

Hijo de puta.

Cuando termine de bañarme tome unos pantalones negros, una camiseta negra, una camisa de franela roja con negro y mis botas de combate para poder vestirme. Mire la hora 7:45. A este paso llegaría tarde y tendría que conducir.

-Odio conducir de día.

Luego pensé en mi novio Beck. Lo llamaría para que viniera por mí y así no tener que conducir.

Un tono. Dos tonos. Tres tonos… Cinco tonos. Su llamada será transferida a un buzón de mensajes.

-¡Tienes que estar bromeando!

Beck siempre contesta el teléfono, había decidido ignorar mi llamada. De eso no había duda. Desde hace unas semanas que nuestra relación no está bien, y por primera vez de los cuatro años que llevamos siendo novios no era mi culpa, si no de él. Empezó con una extraña inseguridad, luego dejo de tratarme con su característico cariño y ahora me ignora, las peleas habían sido frecuentes pero no las comenzaba yo, él era quien lo hacía.

Volví a marcar y fue la misma respuesta. Iba a tirar mi pearphone contra el muro cuando comenzó a sonar. Mire el identificador y note que decía "Vega".

-¿Qué quieres Vega?

-Buenos días para ti también Jade.

-No tengo mucho tiempo, voy tarde y aun no tengo mi café, así que habla –mientras agarraba el teléfono contra mi hombro arregle mi morral y metí con mucho cuidado mi guion en él.

-Entonces llamo en buen momento, también voy tarde y estaba pensando…

-No voy a llevarte Vega, no tengo tiempo para llevarte al desierto y odio tener que conducir de día.

-No es eso Jade –la escuche suspirar dolida, que buena forma de empezar mi mañana, haciendo sentir mal a Vega. Sonreí. –Aprobé mi examen de conducir hace 3 semanas y mis padres me regalaron un auto de segunda mano para que pueda moverme y como me quedas de paso me iba a ofrecer a llevarte, pero como no tienes tiempo… -mire el reloj que había sobrevivido en mi habitación, un reloj en forma de tijeras que colgaba en mi pared, este marcaba las 7:50.

-De acuerdo, ya que te ofreces tan amablemente aceptare. Veamos que tan bien conduces.

-Paso por ti en 5 minutos, te llevo un café. Llegaras a tiempo a tu clase de guiones. Adiós.

-Espera, ¿Cómo sabes…? –tono. Me colgó. ¿Cómo sabía que tenía que entregar un guion a primera hora en la mañana?