Disclaimer: Harry Potter le pertenece a J.K. Rowling
Remus sale del aula de Transformaciones revisando su mochila, tratando de ver si ha olvidado algo. Cuando termina levanta la vista esperando ver a sus amigos aguardando pacientemente su salida, como les había pedido anteriormente, y se encuentra con un pasillo vacío. Suspira, y mira un poco más allá en donde van unas tres figuras apenas visibles. Suelta un pequeño gruñido resignado y corre hacia ellos.
─¡Chicos, esperen! ─grita ligeramente sin aliento.
James se voltea con una pequeña sonrisa en su rostro, y pone su brazo en horizontal para que los otros dos ya no caminen. Peter se está riendo a carcajadas de algún chiste, mientras Sirius se sostiene el estomago y suelta algunas lagrimas de risa.
─¿Por qué no me esperaron? ─dice Remus mientras camina hacia ellos.─ Les pido que me esperen y ¡puf! ¡Desaparecen!
─Es que es aburrido, ¿sabes? ─comenta un ya recuperado Sirius con voz cansada.─ Esperar, y esperar, y esperar, mientras tú coqueteas con McGonagall no es divertido. Y además cuando corres te pones todo rojo y es divertido verte así.
Lo último lo dice con una sonrisa, y Remus quiere replicarle algo, pero no puede, porque tiene razón. Nota como sus mejillas están sonrosadas por correr desde el aula de Transformaciones hasta allí, y eso ha requerido un poco de esfuerzo físico, y siempre que corre se le sube toda la sangre a la cara.
─Cállate ─bufa Remus─. Cada vez que te quedas sin palabras te pones como un tomate, así que no puedes decir nada.
─Eso no es cierto ─niega Sirius, mientras se sonroja ligeramente.
─¡Mira eso, Pete! ─exclama James pasándole un brazo por los hombros a Peter─ Remus tiene razón. Observa la transformación de un Black a un tomate en tres, dos, uno...
─¡Cállate! ─vocifera el antes mencionado Black mientras se pone aun más rojo.
─Rayos, Sirius...¿Cuanto tiempo te plantaron? Porque creo que los tomates no deben de ser plantados trece años... ─añade Remus.
─Chicos ─comienza Peter, serio─, ya saben que Sirius no es un tomate. Déjenlo ya.
─¡Gracias, Pete! ¡Al fin alguien con cerebro!
─...No es un tomate, pero al parecer se maquilla para tener sus mejillas así de rojizas, ¿no creen? ─Peter termina con una sonrisa llena de diversión que los otros dos imitan, y que termina convirtiéndose en estruendosas carcajadas de todos, menos de Sirius, a quien no le hace ni un poquito de gracia.
─Jódanse ─gruñe Sirius─, cuando terminen de ser más imbéciles de lo normal, me avisan. ─dicho esto, Black se da la vuelta y se va pisando como si fuera un troll por un pasillo contiguo.
Los otros le siguen con carcajadas y unos cuantos "Vamos, Sirius. Que es broma." y "¡No te enojes, Tomate-Black!" recibiendo gruñidos por respuesta. Y al final no importa quien se hubiese enfadado y quien no, porque cuando lo recuerden años después, a los cuatro los llenara una alegría embriagadora mezclada un ligero sentimiento de nostalgia, al que trataran de ignorar, porque ya hay suficiente tristeza en esos días oscuros.
