Capitulo 1: El comienzo

Mi nombre es Artemis, me mude a Ciudad Gótica junto a mis padres. No es raro que nos mudemos. Dinah es una psicóloga exitosa y Oliver un empresario muy conocido, ambos son muy buenas personas. Me gustaría tener 18 años para poder hacerme cargo de mi misma, no es que no valore todo lo que hacen mis padres por mi solo es que no quiero ser una molestia ya tienen mucho con Roy mi "hermano". El es hijo de Jannet Harper el primer matrimonio de Oliver, ha tenido varios problemas al aceptar la muerte de su madre, Dinah en estos casos es de mucha ayuda. Con Roy tengo buena relación, lo conozco desde los 5 años cuando llegue a la casa; pero nuestra relación fue mejor en el peor momento. A los 16 años fue cuando perdió a su madre, vino a vivir con nosotros, buscando nuestro apoyo en este difícil momento y yo, como todos, se lo di. Nos conocemos mucho, mejor dicho, demasiado. Somos hermanos pero no de sangre, el es para mí ese hermano que uno elige que lo va a acompañar siempre. Roy también me ayuda con mi historia, pero yo prefiero evitar el tema. Hace mucho que no lo veo, empezó la facultad, ya está viviendo en Gotham pero ahora vendrá con nosotros a la casa nueva, será bueno tenerlo cerca otra vez.
Al fin llegamos. Fui hasta mi cuarto, que era al lado de el de Roy, ordene mis cosas y me venció el sueño.
Me desperté asustada, mis sueños no eran los mejores. Hoy sería mi primer último día de clases… Me levante, y me fui a cambiar, me puse un jean, una remera blanca, una chaqueta negra, me cepille el cabello y me fui a desayunar. No había nadie en casa, Dinah se fue temprano al centro para arreglar algunos temas y papeles de la casa, Oliver a ver sus nuevos clientes y Roy llegaría a la tarde o como mucho, mañana. Termine y me fui a la preparatoria. Lo único bueno de cambiarme es que esta mi prima…

-Megan! –exclame feliz al verla

-Artemis –contesto mi prima, abrazándome- Que feliz estoy! Como te fue en la mudanza? Haz cambiado mucho, mira tu cabello!

-Ya sabes como siempre –dije riéndome- Tu también Megg me gusta tu corte

Megan Morse, es mi prima por parte de Roy. No es de sangre, la mayoría de mi familia no lo son. Nosotras, somos muy distintas pero nos llevamos muy bien. Es pelirroja y se corto el pelo, lo tiene casi por los hombros, me gusta mas así. Seguimos charlando un rato cuando se acerco a nosotros un chico musculoso, de ojos celestes

-Hola Megg -exclamo sonriendo

-Conner! -lo abraza- Te extrañe.. –susurro-

-Así que el es el famoso Conner del que tanto me hablas? –Dije poniendo nerviosa a mi prima-

-Ejem –tosió- y ella es? –Pregunto Conner queriendo cambiar de tema-

-Ella es mi prima, Artemis –contesto Megan, aun nerviosa

-Mucho gusto

-Lo mismo digo Conner –dije-

-Conner,Megan! Que alegría verlo juntos! –Dijo una pelinegra, de ojos azules-

-Que mas esperabas Z, era obvio que seguirían! –Le contesto una morocha, pegándole un codazo-

-Ustedes están saliendo? Que clase de prima eres tu –Dije riéndome de sus caras-

- Tu eres la prima de Megan? –asentí con la cabeza- Yo soy Zatanna –miro, y señalo a la morocha- Ella es mi amiga Raquel

-Puedes decirme Rocket si quieres, así me llaman mis amigos –dijo con una sonrisa-

-Un gusto –le conteste a ambas-

Toco el timbre.

-Ya es hora de entrar, Artemis estarás en nuestro grupo? –Pregunto Zatanna feliz-

-Por supuesto –contesto mi prima- estará en las mismas materias que yo, salvo que elija algún extra

-Genial.. Tengo ecología, las veré luego, adiós Conner! –dijo Rocket-

-Saluda a Kaldur por mi –dijo Conner gritando

Entramos al instituto, y teníamos que ir al salón B7, tendríamos Literatura. Es una de mis materias favoritas, me gusta mucho leer. Encontramos el aula, pero al entrar, alguien me empujo y caímos al suelo.

-AUCH -exclame- Porque no te fijas?!

-Lo siento –me contestó

Estaba enojada quien se creía para empujarme de esa manera y caerse arriba mío? Levante la vista para decir algo pero me estaba dando la mano, lo mire a los ojos al levantarme eran un tono verde muy hermosos, era colorado muy.. lindo

-Soy Wally –dijo presentándose- Y tu, preciosa?