Bueno eh aquí mi segundo fic, espero que este les guste más que el otro tanto como para comentar. Espero que les guste

Prologo

Era 10 de octubre, en la aldea escondida entre las hojas se podía respirar un ambiente de tranquilidad y paz. Era una noche fresca como lo sería cualquier noche de octubre. O eso pensaban todos y cada uno de los habitantes de dicha aldea. Lástima, lástima que eso no sería verdad. De un momento a otro la paz y tranquilidad se transformó en lágrimas, gritos y muerte.

La noche ya no se encontraba fresca, ahora se podía sentir un calor sofocante en toda la aldea debido a las grandes llamaradas y explosiones causadas por el zorro de las nueve colas. Ninja tras ninja, aldeano tras aldeano iban cayendo muertos por las gigantescas colas y patas del demonio. Todo daba a aparentar que era el fin de la más grande y poderosa aldea ninja, ya más de la mitad de la aldea se encontraba destruida, por más que lo intentaban los ninja no podían hacerle rasguño alguno a la furiosa bestia.

La cereza del pastel, el golpe de gracia o una bijuudama era lo que faltaba para la gran postal de destrucción que se daba en konoha, y efectivamente ahí estaba el gran zorro preparando el letal ataque para al fin acabar con el sufrimiento de la villa destruida. 3….2….1 todos cerraron los ojos cuando la bomba fue lanzada esperando ya su triste y trágico final. Después de unos segundos en los que no pasaba nada la gente volvió a abrir los ojos solo para observar como el ataque era absorbido por unos sellos extraños hasta desaparecer. La atención de todos se fue a unos kilómetros de la aldea donde una gran explosión pudo ser vista.

Se salvaron no lo podían creer, de alguna forma el ataque fue tele transportado fuera de konoha evitando así la total aniquilación de esta. Todos se preguntaban quien había sido su salvador, volvieron a fijar su atención en donde se suponía que la bomba impactaría que quedaba justamente en el monumento a los hokages. Y ahí estaba el shinobi más poderoso de la aldea y tal vez de todo el continente ninja. El yondaime hokage minato namikaze.

Su rostro denotaba una seriedad muy pocas veces vista en él, pero la situación lo ameritaba después de todo la aldea que juro proteger con su vida estaba a punto de ser exterminada por el zorro. Aparte de eso su esposa kushina uzumaki y sus dos recién nacidos hijos se encontraban débiles, una por dar a luz y los otros por tener solo diez minutos en este mundo. Tenía que pensar rápido, tenía que volver a sellar al zorro pero no lo podía hacer en kushina que era su antigua jinchuriki ya que si lo sellaba dentro de kushina ella correría el riesgo de morir cosa que era muy probable debido a la débil condición en la que se encontraba.

Su última opción era sellar al zorro dentro de sus respectivos hijo e hija, la idea le desagradaba completamente. Su instinto de padre le decía que no lo hiciera que encontraría otra solución pero que no condenara a sus hijos a ese destino. Y su deber como hokage le decía que lo tenía que hacer por la aldea, que era su única opción aparte de no hacer nada y dejar que la aldea pereciera. Él sabía que era un sacrificio que tenía que hacer, sacrificar el destino de sus hijos por las miles de almas que aún se encontraban vivas dentro de la aldea.

Ya estaba decidido, lo haría, con todo el dolor de su corazón pero lo haría. Sellaría al zorro en el cuerpo de sus hijos. Se odiaba tanto por permitir que esto pasara, se confió, fue débil y estúpido. Y ahora por ese momento de debilidad y estupidez ahora su aldea estaba al punto del exterminio junto con la vida de su recién agrandada familia.

Unos minutos atrás

-vamos kushina, falta poco solo tienes que seguir pujando- era la voz de una rubia de grandes pechos que la alentaba ya en sus últimos momentos de parto y en los primeros de maternidad.

-co….como si fuera tan fácil decirlo tsunade-sama, después de todo usted no sabe cómo se siente. Usted nunca ha tenido hijos- fue a respuesta de kushina que demostraba que dar a luz no era cosa fácil. En la frente de tsunade una gran vena se empezaba a formar, controlándose lo más que pudo continuo ayudando a kushina a dar a luz.

Después de unos minutos se podía escuchar el llanto de un bebe, y unos segundos después el de otro, demostrando que habían salido gemelos. Tsunade con cuidado los limpio y cobijo para después dárselos a kushina. Minato jamás había estado tan feliz en su vida, se sentía realizado, completo. Ahora tenía una familia. Una bella esposa y dos bebes recién nacidos. Kushina se veía como un ángel sosteniendo a los infantes a pesar de lo agotada que se encontraba.

Minato veía la gloriosa postal que le proporcionaba su esposa causando que se desconcentrara. Y ahí todo se fue al carajo literalmente, su única tarea era mantener el sello en buen estado para que ni hubieran incidentes, pero ese único segundo ese maldito segundo que se desconcentro eh hizo que su chakra se alterara por la felicidad fue el detónate de todo.

El sello se comenzó a romper causándole un gran dolor a kushina, de un momento a otro el sello fue roto por el increíble poder que el zorro libero de golpe. Minato reacciono o más rápido que pudo, agarro a kushina, tsunade y sus hijos y se tele transporto fuera del lugar en donde se encontraban. Desde lo lejos pudo ver como el zorro llegaba a la aldea y la comenzaba a destruir.

Presente

Antes de que el zorro destruyera aún más la aldea tenía que sacarlo de ahí, haciendo algunos sellos de mano invoco a un gran sapo rojo de nombre gamabunta. En un susurro minato le dijo al sapo que tenía que inmovilizarlo solo un segundo y que él se encargaría del resto. Después de escuchar eso el sapo hizo lo que minato le dijo.

No viendo otra opción para inmovilizarlo el sapo tuvo que saltar y caer sobre el zorro, cuando el sapo estuvo arriba del zorro minato aprovecho para ponerle un sello en el lomo. Con una suerte de parte del sapo este desapareció en una explosión de humo. Minato se tele transporto hacia donde estaba su esposa junto con sus hijos y tsunade.

-minato que ha pasado- se notaba demasiado la preocupación en la voz de kushina. Contándole a resumidas cuentas la situación minato le dijo cuál era la única opción para sellar al zorro. La eficaz mente de kushina estaba tratando desesperadamente de buscar otra solución que no involucrara a sus hijos. Igual que minato no pudo encontrar otra solución más que sellar al kyuubi dentro de sus hijos así que le hizo saber a minato que estaba de acuerdo con él. En su interior se encontraba echa un mar de lágrimas. Ni una hora llevaba de ser madre y sus hijos ya se encontraban en peligro de muerte. Nada les garantizaba que sus pequeños cuerpos soportaran todo ese proceso. Pero aun así la probabilidad era más alta que si lo sellaban dentro de ella.

Minato asintió y se desvaneció para aparecer a varios kilómetros de la aldea junto con kushina tsunade y los bebes.

Se alejó otro poco y con un sello de manos invoco al zorro hasta donde él estaba. Inmediatamente que el zorro apareció se puso a hacer otros sellos de manos más extensos y complicados. Cuando termino de hacerlo una gran presión dejo a todo el mundo helado incluyendo al zorro.

Enfrente de ellos apareció un hombre con piel morada y largo cabello blanco, en su boca se encontrar una daga blanca. Kushina a lo lejos vio como minato hablaba con el shinigami que fue lo que minato invoco. Después de eso el shinigami atravesó el cuerpo de su esposo y luego se dirigió hacia el zorro. Al momento de tocar el zorro su cuerpo se desintegro dejando solo dos bolas.

Una de ellas era de color rojo con tintes negros y la otra de color naranja, las dos median al parecer un metro de diámetro. Cada una de las bolas se fue con cada uno de los niños. La roja con negro se fue con la niña y la otra con el niño

Minato estaba listo para que el shinigami se llevara su alma. Estaba triste de que no vería a sus hijos crecer ni convertirse en ninjas. Pero también estaba feliz de que sobrevivieron al sellado.

-estoy listo shinigami-sama, cuando quiera- en su voz se apreciaba tristeza y alivio. En la horrible boca del shinigami apareció una sonrisa que denotaba burla. Sus ojos se encontraban viendo hacia donde estaban los niños. Negando con la cabeza despareció dejando el alma de minato con él.

Estaba feliz de que el shinigami decidió perdonar su alma. Ahora podía ver a sus hijos crecer y estar con su familia. Dirigió si vista hacia donde sus niños estaban y se quedó helado por lo que vio o más bien dicho por lo que no vio.

Su hija estaba ahí, chiquitita y dormida con una mirada de paz. Pero si hijo, su hijo….no estaba.