Amor
Disclaimer. Inuyasha & Co. no me pertencen, son de Rumiko Takahashi. Y solo lo digo si un abagado no estuviera aquí amanazandome con una lapicera. ¡Esto no es delito! ¡Aun soy muy joven para ser una criminal!
Summary. Fic para la Unión Oficial al foro Hazme el Amor. Y una vez más se vio sumergida en los labios que parecían mejor que una droga. Eran la cura a su ponzoña. Aquella llamada amor.
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Pareja. [Inuyasha, Kagome]
Clasificación k+
Palabras. 392
Drabble
El sonrojo en su rostro era demasiado notorio a pesar de la poco la luz de la habitación. Sus manos se quedaron quietas en las mejillas de Inuyasha y una sensación cálida la invadió. La temperatura era alta y podía sentir los latidos del corazón masculino o ¿eran los suyos que los que la dejaban en evidencia?
Se dejó llevar por la sensación tan placentera y permitió que mansamente el joven se acercará a sus labios. Sus ojos se vieron obligados a cerrarse una vez sintió el aliento masculino sobre su nariz; para dar paso a un delicado beso que se abrió paso entre los dos. Se rozaron los labios, humedeciéndolos en cada intentó por hacer más profundo el contacto. Luego, Kagome, quien aún mantenía las manos sobre el rostro masculino, lo alejó interrumpiendo la suave caricia. La acción tan repentina creó un vacío en su estómago y dejándose guiar por los sentimientos acumulados del momento, comenzó con su lengua a recorrer los labios del joven de forma lenta y tortuosa. En ocasiones, le hacía creer que iba a profundizar el beso, pero se alejaba rápidamente volviendo a pasar su lengua. Una y otra vez.
Sus sentidos se vieron perdidos en él, cuando desesperado la besó y sin pudor se adentró en su boca de forma demandante. La desesperación aumentaba con cada parpadeo y las ropas desaparecían por completo. Sentía como un fuego quería quemarla por dentro. Sus lenguas se vieron enfrentadas en un largo reconocimiento y sus respiraciones llegaban a límites que desconocían.
La temperatura continuó subiendo bajo sus manos femeninas.
El aroma masculino que la embriagaba por completo, los quejidos que salían de sus labios en cuanto se separaban por segundos en busca de oxígeno, sus grandes manos que recorrían en busca de más. Todo estaba por volverla loca.
Luego todo se volvió confuso. Se dejó fundir en el calor del cuerpo de Inuyasha y un dulce dolor se hizo presente.
—Inu … ya … sha.
Su voz sonó ahogada. Ni siquiera su respiración podía calmar y sus uñas ya se encontraban enterradas en la espalda masculina. La vista se encontraba completamente nublada, pero con gran esfuerzo logró enfocarla en la mirada dorada que tanto amaba.
Y una vez más se vio sumergida en los labios que parecían mejor que una droga. Eran la cura a su ponzoña. Aquella llamada amor.
Fin del Drabble