- Tu historia esta hermosa Lu-chan - le dijo Levy a Lucy cuando termino de leer de la historia de la muchacha.
- Gracias Levy-chan, es un alivio que seas la primera en leerlo.
- No te preocupes Lu-chan ha sido un placer. Eres excelente escritora.
- Me halagas Levy. No quieres quedarte a tomar algo...?
- Etto.. Creo que mejor en otra ocasión. Tengo que apresurarme para no llegar tarde a...
- Tarde a qué? - le pregunto Lucy viendo como la chica se sonrojaba.
- Después te cuento ¿vale? - le dijo antes de salir apresuradamente.
En el camino al café que estaba cerca del gremio se miro su reflejo en varios escaparates. Sus cabellos azules estaban tan desordenados como de costumbre y los ojos cafés le brillaban tras las gafas. Debería quitárselas pensó... No podía creer que estaba tan nerviosa.. Nunca había tenido ninguna cita con ningun chico y menos con el.. Pero si la había invitado a salir con él era por algo...
Tan ida en sus pensamientos iba que se dio de bruces contra alguien.
- Sera que mejor que mires donde caminas si no quieres salir lastimada - le dijo una voz gruesa.
Levanto la mirada y se encontró con Gajeel que la sostenía para que no se cayera. Levy sintió como se sonrojaba mientras se alejaba de Gajeel.
- Sera mejor que entremos..por cierto estas preciosa - el chico la tomo de la mano y la guio al interior del café. El aun lugar pequeño y acogedor, con la paredes de un anaranjado cálido y decorado de forma sencilla. Se sentaron cerca de una ventana y pidieron algo de tomar. Levy empezó a juguetear con el lazo de su blusa... no sabía de qué hablar con Gajeel, lo único que ella sabía era de libro y el no parecía de los que le interesara mucho eso. Cuando lo miro vio que el muchacho miraba por la ventana con aire aburrido.
- te puedo hacer una pregunta - le dijo tímidamente, hubo una pausa y como el chico no le respondió le pregunto- ¿porque me invitaste a salir?
- ¿No crees que es obvio?
- La verdad no. no sé porque lo hiciste.
El chico la miro fríamente.
- Mejor olvídalo.
El resto del tiempo lo pasaron en silencio hasta que decidieron que era hora de irse. Gajeel la acompaño a su casa y Levy solo sentía que todo había sido un desastre y que era por su culpa. Cuando se dio la espalda para entrar escucho que dijeron a su espalda
- Te invite a salir porque me gusta y te quiero demasiado.
Sorprendida se dio la vuelta para responderle a Gajeel pero el se alejaba a paso firme. En las escaleras de la entrada había una solitaria rosa que sin duda la había dejado el.
-yo también te quiero Gajeel- pensó Levy mientras cerraba la puerta con la rosa en la mano.
