Disclaimer: la serie de Naruto no me pertenece así como sus personajes, es propiedad de Masashi Kishimoto, el mismo sujeto que arruinó su propia creación.
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Precavido.
Arrojó el uniforme negro sobre la silla frente a la litera y deshizo el nudo de su coleta.
— ¿Sabes?... siempre me he preguntado ¿por qué enviaste a tres miembros a reclutarme? Con uno bastaba, uhn.
Madara extendió su brazo izquierdo desde la cama tratando de tocar las caderas del artista, recibiendo un manotazo al instante.
— Ouch.
— ¿Por qué lo hiciste?
— Quiero tocarte. —respondió con sencillez.
— ¡No hablo de eso idiota, uhn!
El Uchiha hizo un silencio y extendió de nuevo el brazo, esta vez atrapando la tela del pantalón.
— No quería correr riesgos.
Deidara parpadeó sin comprender.
— ¿Riesgos, uhn?
Madara asintió fortificando el agarre.
— ¿Qué clase de riesgos, uhn?
—… Perderte.
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Notas de la autora: este me gustó. Simple y sencillo, en dónde Madara simplemente va al grano y lo dice todo con una sola palabra.
