"A través de lo Abstracto"
1. "¡Welcome to MultiFacettas!
OoOo
James Potter observó, irritado, como, nuevamente, su obra de arte se convertía de lo más bello, lo más maravilloso, a lo más absurdo y horrible del planeta.
Lo había arruinado todo, nuevamente.
Suspiró, ya cansado, y acto seguido tomó el cuadro, todavía fresco, y lo partió en dos. En cuatro. En ocho. En un par de segundos, todo el esfuerzo de dos semanas de desvelo, se encontraba roto y abandonado en un tarro de basura.
Como todos los intentos anteriores.
¿Por qué nunca funcionaba¿Por qué no era capaz de hacer nada hermoso, si centraba todo su ser en ello?
Estaba cansado de tanto fracasar. Aburrido de tanto luchar y no lograr buenos resultados.
Su mirada triste se dirigió hasta su ex-obra maestra. Sabía que, al día siguiente, reanudaría la tarea de crear la pintura más hermosa de la tierra. Aunque, al final del día, se arrepentiría de haber sacrificado todo lo demás por ello.
Por el arte.
Por arte, había enterrado todas sus relaciones sociales, se había trasladado a la mejor escuela de arte del mundo. Había dejado atrás a su familia, a sus amigos, en la búsqueda de sí mismo.
Para llegar a ser lo que siempre había sido. Un fracasado.
Un fuerte ruido le sacó bruscamente de sus pensamientos. Luego, volvió a escucharlo. Se levantó, con cierto temor, hasta que alcanzó a distinguir unos leves golpeteos a su puerta.
¿Quién lo quería visitar a estas horas?
Frunciendo el ceño, se acercó a la puerta y la abrió con rapidez. La figura de un pequeño hombre apareció repentinamente. Un hombre calvo, pálido, pero de aspecto sabio, le sonrió con gratitud.
- Buenas noches, - Su voz era cantarina, pero ligeramente envejecida. – Soy del Comité de Postulación de las Escuela "MultiFacettas", y usted vengo a informarle, en nombre de la institución, que usted ha sido aceptado. ¿Qué le parece?
James le miró, analítico, procesando la noticia. ¿Podía ser aquello verdad?
- Pero... yo no presenté ninguna obra para mi postulación. ¿Cómo pude ser aceptado?
La sonrisa de Abelard Vansbotter, nombre del anciano, no tardó en llegar. James pudo percibir cierta lástima en ella.
- No te preocupes por las obras. Se postularon solo 30 alumnos, y la institución tenía cupos para 40, por lo cual, todos fueron aceptados.
James no pudo evitar sentirse decepcionado.
- Oh...
- Pero no te preocupes, - le interrumpió Abelard. – En poco tiempo serás uno de los mejores pintores de Inglaterra.
Potter suspiró.
Eso era lo que le llevaban diciendo hace tres años.
OoOo
La imagen de Lily Evans estaba siendo capturada por todos los fotógrafos del evento.
Ella, la mujer más talentosa y querida de MultiFacettas, por no decir la más bella. Ella, la estudiante modelo. La chica ejemplar. La futura medimaga, con ya cientos de ofertas de trabajo, a pesar de llevar simplemente cursado sólo un año de estudios.
Pero¿a quién le podía importar? Lo único que realmente importaba, era tenerla entre sus filas, aunque sea en cinco años más.
Las fotos la mostraban tal cual era, sencilla, dulce, feliz. ¿Feliz? Bueno, al menos así se veía.
- ¡Lily!
La voz de su mejor amiga la obligó a voltearse, abandonando momentáneamente la conversación mantenida con Alex McLeish, el director de la institución.
- ¿Qué quieres Jo? – se acercó más a ella. – Recuerda que estoy hablando con el director.
Su amiga asintió con la cabeza.
- Será rápido. Sólo quería decirte que acabo de leer algo sobre un concurso de literatura. Ya sabes, como a ti te gusta...
- ¡Chist! – Lily le hizo callar al instante. – Habla más bajo, Josephine, que te pueden escuchar.
- ¡Merlín, Lily! – Protestó su amiga, bajando la voz. - ¡No puedo creer que aún andes con tanto secreto!
La pelirroja le envió una mirada severa a Jo.
- Sabes por qué lo hago.
- Intento comprenderlo, es verdad. – La chica sacudió la cabeza. – Eso era, nada más. Puedes retirarte a hablar con el "Señor Director".
Lily, antes de irse, le dirigió una última mirada a su mejor amiga.
Josephine Strachan era la chica más independiente que Evans había conocido en su vida. Castaña, alta, y rebelde sin causa, se pasaba la vida peleando con los demás, debatiendo cada idea contraria a la suya. Por esta sencilla razón, estudiaba Derecho Mágico (No se si exista, pero debe ser, ya que los magos inculpados necesitan un defensor...). Ella y Lily se habían conocido hace un año, inspirándose, inicialmente, desconfianza, una a la otra. Pero, ya pasadas las primeras impresiones, se habían vuelto inseparables.
"Porquería de fiesta en la que estoy", pensó Jo, aburrida.
Lily, por su parte, se hallaba inmersa en una discusión sobre política con el director de la institución.
- Ese tal Dennis Law no me inspira ninguna confianza. – Opinaba el hombre, con determinación. - Propone y propone, pero nunca nos dice de que manera piensa a llevar a cabo todos sus planes. Jim Baxter, por otro lado...
- Es un idiota que piensa que todos somos igual a él.
Alex McLeish le miró, perplejo.
- ¿Eso crees?
- Por supuesto, - dijo la pelirroja, sin ningún tipo de temor. – Creo que él, al contrario de Dennis Law, propone menos de lo que pueda hacer. O al menos, según lo que él cree que puede hacer. Porque eso de que fue el mejor alumno de su promoción yo no me lo trago.
El director la miró, maravillado.
- Completamente de acuerdo.
Lily se sorprendió. No esperaba aquella respuesta. De hecho, esperaba a que el director intentara implantarle su punto de vista, y que, cuando ya desistiera de la tarea, se diera cuenta que la señorita Evans no era tan perfecta como todos creían.
Un sabor amargo se adueño de su boca.
- Ahora, cambiando de tema – comenzó Alex, retomando la conversación anterior - ¿Piensas que nuestra institución deba cambiarse de nombre? Según me han comentado muchos estudiantes, nuestro nombre no la hace parecer seria, y que, por esa razón, no estamos entre las preferencias de los demás jóvenes.
Lily frunció el ceño, sin disimular su repentina molestia.
- Las personas de hoy son cada vez más superficiales.
- Puede ser. Pero MutiFacettas vive de esas personas superficiales. De hecho, este año, hemos admitido a 30 alumnos a la Facultad de Arte. Alumnos que no deberían ni siquiera haber tenido cara para presentarse.
El rostro de la chica retomó su expresión analítica.
- Muchos sueñan con esta institución, es normal que hagan aunque sea el intento. Ahora, quizás se encuentre con muchas sorpresas este año.
Alex negó ligeramente con la cabeza.
- Estoy completamente seguro, de que de esa Facultad, no puedo esperar nada.
Lily sonrió.
- Si son tan malos como usted dice, estoy completamente de acuerdo.
- ¡Hey, Lily! – Un chico se acercó a la pelirroja. - ¿Bailamos?
La chica, más animada, le dirigió una sonrisa a su jefe, a modo de despedida, y caminó hacia la pista.
La noche era muy larga.
OoOo
En otro lugar, James se encontraba ordenando su escritorio, emocionado. Aquella visita le había quitado todo el sueño que había sentido anteriormente. No podía cerrar los ojos y calmarse. Ordenaba los pinceles, los desordenaba, los volvía a ordenar.
Caminaba de un lado a otro, rápidamente, con deseos de correr, utilizando todas sus fuerzas, descargando todas sus emociones.
¡Iba a estudiar en MultiFacettas!
Aunque, claro, había sido gracias a la suerte. Pero, ignorando eso... ¡La noticia era maravillosa!
Podría recorrer los pasillos angostos, estudiar en las gigantes bibliotecas, cada una con un significado especial. La Biblioteca de Aire, La Biblioteca de Agua, La Biblioteca de Tierra y, finalmente, La Biblioteca de Fuego. Su preferida.
Por fin lograría cumplir su sueño, ser el mejor pintor del mundo. Demostrarle a todos, que tanto sacrificio había valido la pena.
Pensando esto, no se dio cuenta como sus pies comenzaban a disminuir lentamente el ritmo de la caminata, comenzando a ser víctimas del cansancio.
En unos minutos después, James se sumió en el más profundo de los sueños. Como hacía tiempo que no dormía.
OoOo
La semana transcurrió sin problemas, Lily, preparando todo para iniciar un nuevo año, ordenando cosas, cerrando su participación en algunos clubes, y abriéndola en otros.
James, en cambio, cada día se levantaba, se miraba al espejo, y se preguntaba de qué manera haría su presentación. Aquel era el dilema de la semana.
"Buenos días, soy James Potter, y estoy muy contento de estar aquí".
No, demasiado idiota.
"Hola, mi nombre es James. ¡Espero que seamos buenos amigos!"
Desechado. Demasiado infantil.
"¿Qué onda, hermanos? Les habla Papi James, el terror de las nenas".
¡No¡No¡Y mil veces no!
Y así fue como transcurrió la semana para James Potter. Entre ensayos, sonrisas, y ligeros arreglos en su maleta.
Hasta que el primer día de clases llegó inevitablemente para todos.
OoOo
James alzó la mirada. Una majestuosa puerta apareció ante él, invitándolo a pasar. La entrada a su nuevo hogar.
El corazón le golpeaba el pecho frenéticamente, negándose a calmarse.
Decidido, entró. MultiFacettas le daba la bienvenida.
OoOo
Al entrar, notó como muchas miradas se posaban en él. Miradas curiosas, miradas divertidas, y, las que nunca faltan, las miradas coquetas.
Aquello era nuevo para James. No pudo evitar sentirse nervioso. Hace mucho que no tenía ningún tipo de trato con las mujeres. De hecho, siempre rechazaba las continuas invitaciones a almorzar que le realizaban las solteras del barrio, inventando cualquier excusa que pareciera convincente.
Ahora, tendría que hablar con ellas, reír, y quizás más de alguna se le insinuaría.
¿Más de alguna? A juzgar por las miradas, aquellas mujeres estaban realmente necesitadas. O ellas eran unas maniáticas sexuales, o él era demasiado guapo.
Se dirigió hasta el mural de anuncios, y observó que su sala se encontraba en el último piso de la institución.
"Genial, simplemente genial".
James suspiró, y emprendió la búsqueda.
Sabía que no tenía que haber dejado el quidditch.
OoOo
Lily avanzaba, a duras penas, hasta su sala de clase.
- ¡Lily¡Lily!
Llamadas por acá, saludos por allá, fotos por acá. Cosas que le impedían llegar a su clase a una hora decente.
Preocupada ante tal hecho, se disculpó a viva voz por no poder atender a todos, y se largó a correr.
"Ya empezamos mal el año", pensó frustrada.
Estaba tan distraída imaginando su fracaso total, que no notó como un chico de gafas se le cruzaba en el camino.
¡PUM!
Dos segundo más tarde, Lily y James se encontraban en el piso, tirados, y con decenas de temperas y pergaminos esparcidos en el piso.
Lily miraba el desastre causado, sin saber que decir.
- Yo... Yo... lo siento...
- No te preocupes, yo lo arreglo.
El tono del chico sonó cortante, lo cual hizo a Lily levantar la mirada. Al hacerlo, se encontró con un guapo joven de gafas, esbelto y de finas facciones. Mantenía la cabeza gacha, mientras que recogía sus cosas torpemente.
- Te ayudo, - se ofreció la chica, - Después de todo, fue mi culpa.
James negó con la cabeza.
- Es la mía. Estas gafas, en vez de arreglarme la vista, me la empeoran. – Potter miró a la pelirroja, y sus miradas se cruzaron. El chico, ruborizado, apartó la vista y se paró rápidamente.
- Llego tarde, - murmuró, antes de comenzar a correr.
Lily no pudo evitar seguirle con la mirada.
"Qué chico más raro".
OoOo
- Buenos días, estudiantes. Bienvenidos al Instituto de MultiFacettas, lugar donde aprenderán a pintar como nadie en el mundo. – La profesora, Mirtha Farret, se movía lentamente, emitiendo una voz gangosa. Su mirada se posaba en cada uno de los alumnos. - Nosotros, como profesores, no le enseñaremos como pintar, sino a encontrar su propia forma, a inventar un estilo propio. Para comenzar, cada uno de ustedes se presentará y nos indicará cual es su arte preferido.
James tragó saliva. ¿Por qué algo tan trivial lo ponía nervioso?
La lista estaba ordenada alfabéticamente. Cada alumno se levantaba, decía su nombre, e indicaba cual era su rama preferida del arte. Los gustos eran variados, pero principalmente, el preferido, era la pintura sobre óleo.
Así, cada alumno pasaba, hasta llegar a la letra P.
- ¿Potter?
James respiró con pesadumbre. Sólo serían unos minutos... unos míseros minutos.
- Buenos días, mi nombre es James Potter. - ¿Estaría bien¿Su voz no sonaba demasiado solemne?- Y mi arte preferido es el abstracto. –
- ¿El abstracto? – Mirtha estaba extrañada. - ¿Por qué el abstracto?
¿Por qué, entre todos los alumnos, tenía que ponerse a interrogarlo a él?
El chico se puso más nervioso de lo que estaba. Y al parecer, fue notado por los demás, al percibir miradas atentas y sonrisas burlonas dirigidas hacia él.
- Porque... es una manera de expresar sentimientos... que no existen en las figuras concretas.
Listo. Ya está. Eso era todo.
La profesora pareció satisfecha con la respuesta, pero al parecer, sus compañeros, no. Las sonrisas burlonas continuaban.
- ¿Me puedes dar un ejemplo? – Una rubia alzó la mano, mirándolo con sorna. – Porque yo, sinceramente, encuentro el arte abstracto una estupidez.
"¡Mierda!"
James abrió la boca, dispuesto a inventar cualquier imbecilidad que lo sacara de aquel aprieto, pero, al parecer, Mirtha parecía haberle tomado cariño. Porque lo salvó de una posible humillación.
- Si eres estudiante de arte, señorita Marley, deberías conocer todas sus expresiones. Y tolerarlas. A usted le gustan los dibujos detallistas, y, que yo sepa, Gonnall los odiaba. Potter, vaya a sentarse.
La rubia enrojeció, pero no respondió. Se conformó, simplemente, con enviarle una profunda mirada de odio a James. Ella era una profunda admiradora de Gonnall.
A parte de este incidente, la clase transcurrió con normalidad.
OoOo
¡Hello¡Hello!
¿Qué les pareció?
La trama se me ocurrió de pronto, y decidí que sería interesante escribirla.
Pues, si les agrado, o lo odian con todo su corazón¡Dejen RR!
¡Siempre serán bienvenidos!
Good bye!
